Elogio
de las manos
Jesús
Carrasco
Título: Elogio
de las manos
Autor: Jesús
Carrasco
Editorial: Seix Barral, 2024
Encuadernación: Tapa blanda
Páginas: 320
JESÚS
CARRASCO
Esto es lo que la editorial nos cuenta
del autor:
Nació en Olivenza (Badajoz) en 1972. Su
primera novela, Intemperie (Seix Barral, 2013), lo consagró como uno de los
debuts más deslumbrantes del panorama literario internacional y fue galardonada
con el Premio Libro del Año otorgado por el Gremio de Libreros de Madrid, el de
Cultura, Arte y Literatura de la Fundación de Estudios Rurales, el English PEN
Award y el Prix Ulysse a la Mejor Primera Novela. Quedó finalista del Premio de
Literatura Europea en Holanda y del Prix Méditerranée Étranger en Francia.
Elegida como Libro del Año por El País en 2013 y seleccionada por The
Independent como una de las mejores novelas traducidas de 2014 en Reino Unido, Intemperie
ha sido publicada en veintiocho lenguas y ha sido adaptada al cine por Benito
Zambrano. Su segunda novela, La tierra que pisamos (Seix Barral, 2016), fue
galardonada con el Premio de Literatura de la Unión Europea. Su siguiente
libro, Llévame a casa (Seix Barral, 2021), ganó el XVII Premio Dulce Chacón de
Narrativa Española y el Premio Casino de Santiago. Elogio de las manos (Seix
Barral, 2024) es su última novela.
Crónica de un derribo anunciado
ARGUMENTO de
ELOGIO DE LAS MANOS
«La mañana en que pusimos un pie por primera vez en aquella casa ya sabíamos que la iban a derribar. Era cuestión de unos meses, un año a lo sumo. (…) Que aquel lugar terminara siendo una parte importante de mi vida, casi una extensión de mi cuerpo, es algo cuya responsabilidad solo puedo atribuirme a mí mismo. Porque fui yo, sin que nadie me obligara, el que le entregué a la casa una parte sustancial de lo que soy: mis manos». (Página 9)
Así arranca la novela, que será el
tránsito desde esa llegada hasta el momento en que tiene lugar ese derribo. De
ahí el título de esta reseña. A lo largo de la novela, el autor intentará
contestar a una pregunta que él mismo se hace y que tú lector, sin duda te
harás también:
«¿Qué nos llevó a trabajar tanto por algo que sabíamos que terminaría más pronto que tarde? ¿Por qué no reservamos la esperanza y las fuerzas para objetivos más plausibles?» (Página 11)
ELOGIO DE
LAS MANOS
Elogio de las manos ha sido
galardonada con el Premio Biblioteca Breve
2024.
Parece en principio que la trama no da
para mucho y, desde luego intriga no hay, puesto que el final ya sabemos cuál
es desde el principio. Sin embargo tiene algo que atrapa desde el primer
momento: sus personajes, o mejor dicho, la transformación que van sufriendo a
lo largo de los años con la casa.
«Aquellos pocos meses terminaron siendo diez años en los que, a pesar de lo mucho que trabajamos para mejorar la casa, fuimos nosotros los que verdaderamente nos transformamos». (Página 12)
Lo curioso es que el autor manifiesta
por boca del narrador de la historia, que la idea inicial era otra. Por más que
la esencia de la misma esté presente a lo largo de toda la novela: el poder
transformador del trabajo manual.
«Me preguntaron de qué iba el libro y yo les conté que quería hablar de lo importante que era para mí el trabajo manual». (Página18)
Una tremenda metáfora de la vida, a la
cual nos entregamos (o no) aún sabiendo que tiene un límite, que la vida
termina.
«Estábamos de paso. La casa no era nuestra. Sin embargo, en el mejor de los sentidos, nos habíamos apropiado de ella incorporándola a nuestras vidas a fuerza de pintar sus paredes, de rellenar grietas, de compartir la comida bajo la parra». (Página 231)
OPINIÓN
PERSONAL
Sinceramente, Elogio de las manos me ha
sorprendido muchísimo, tal vez porque ha llegado en una encrucijada de mi vida
en que no ha podido por menos que afectarme. No soy precisamente un entusiasta
del trabajo manual. Y sin embargo bien que buena parte de los fines de semana y
los veranos me paso haciendo chapuzas con ella y he aprendido como el protagonista
de la novela albañilería, fontanería, jardinería, horticultura, pintura.
Electricidad no, que eso para mí son palabras mayores. Es lo que tiene tener una
casa con parcelita en el campo.
Cada árbol, cada rosal que allí hay, por
más que para mí tengan mucho significado, tienen fecha de caducidad. Como
nuestra vida. Y hay momentos que ser consciente de ello y tener que aceptarlo
es parte de la vida misma. Y ese en el fondo es el mensaje de la novela.
No hay comentarios:
Publicar un comentario