VLADIMIR (LETICIA MARTIN)

 

Vladimir

Leticia Martin

 

 

Título: Vladimir

Autora: Leticia Martin

Editorial: Lumen, 2023

Encuadernación: Tapa blanda

Páginas: 184

PVP: 18,90 €

 EBook: 8,54 €

LETICIA MARTIN

 
Esto es lo que la editorial nos cuenta de esta autora:
 
Leticia Martin (Buenos Aires, 1975) es narradora, poeta y crítica cultural. Obtuvo la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación (UBA) y el Posgrado Internacional en Gestión Cultural y Políticas de Comunicación (FLACSO).
Publicó el libro de ensayos Feminismos (2017), y las novelas El gusto (2012), Estrógenos (2016), con edición española (2019), Topadoras oxidadas (2019) y Un ruido nuevo (2020), con ediciones en Uruguay (2021) y en España (2022). También es autora de una serie extensa de libros de poesía. El volumen de cuentos titulado Todo lo que no es boca en mi cuerpo grita aparecerá próximamente en Argentina.
Con Vladimir (2023) ha ganado el I Premio Lumen de novela.
 
 
 
 

ARGUMENTO de VLADIMIR

 
Guinea es profesora en una Universidad de Estados Unidos, pero tiene que irse de ella tras una relación inapropiada con un alumno mucho más joven que ella. Decide por ello regresar a Buenos Aires, pero nada más llegar al aeropuerto, el caos se ha apoderado de toda la ciudad. Nada parece funcionar. No hay electricidad ni Internet.
Un taxista la recoge y se ofrece a llevarla a su propia casa, donde vive con su hijo Vladimir.
 
 
 
 

VLADIMIR

 
Vladimir es la novela ganadora del I Premio Lumen de Novela. Una novela que he escuchado en Audioteka en lo que yo llamaría versión original, porque la novela está narrada con acento argentino, algo que sin duda contribuye (hay algunas expresiones argentinas) a que te metas aún más de lleno en la historia.
Una novela que muy bien podría calificar de distopía, aunque no penséis que nos va a llevar adelante en el tiempo, pues es una historia que muy bien podría suceder mañana mismo, que nos lleva al caos que provocaría una situación en la que el mundo se quedase de repente sin electricidad ni Internet. Nada funciona. El dinero deja de existir, porque ni siquiera hay constancia de cuánto dinero tienes y el banco no va a proporcionarte dinero.
Una situación que por unas horas puede ser frustrante, pero cuando los días comienzan a pasar, no deja de ser angustiosa, claustrofóbica, desasosegante.
 
El nombre de la novela es toda una declaración de intenciones de la autora, pues hace referencia a Vladimir Navokov, el autor de Lolita una novela que está en el centro de Vladimir, pues su protagonista no deja de ser una depredadora de niños.
Lo de menos es que Guinea sea una mujer necesitada de sexo:

«Mi cuerpo necesita del sexo a diario y con urgencia. Mi vida puede volverse muy horrible sin eso».

 
El problema es que ella siente una atracción irresistible por los menores de edad, a los que no duda en seducir y utilizar, por más que luego intente, como era el caso del protagonista de Lolita de justificarse y eludir su responsabilidad, como hace ella con Nicolás, el joven que terminó causando su expulsión de la Universidad:

«Nicolás, el causante de tantos males».

 
Con todo, el desasosiego provocado por la novela, no viene tanto por ese lado, aquello que convertía a Lolita en una novela difícil de digerir, pues en cierto modo parecía un alegato en favor de la pederastia, cuando lo único que hacía era mostrarnos la mente de un pederasta y el intento de justificar sus actos.
No es eso lo que encuentro en Vladimir, en el que la pederastia no es más que una parte y no muy grande de la novela. Mucho más desasosegante es la situación que nos plantea, de un mundo en el que sin la electricidad, todo deja de funcionar, con lo que estamos frente a una novela que, aunque hable de sexo, lo más importante en ella es el tema de la supervivencia.
 
 
 
 

OPINIÓN PERSONAL

 
No sé si has leído Lolita. Si te gustó, Vladimir es un buen complemento de ella, al mostrarnos el tema de la pederastia desde el punto de vista de la mujer, no como víctima, sino como depredadora, que no otra cosa es Guinea.
Una novela fácil de leer y corta, pues no llega a las doscientas páginas. Lo cual no quiere decir que no sea muy impactante y que no deje huella. Porque lo hace.
Sin duda Vladimir es una de esas lecturas que no dejan indiferente al lector. Muy adecuada para clubs de lectura, porque sin duda puede generar un buen debate en torno a ella.
 
 
 

VALORACIÓN: 9/10

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