Los
días felices
Benito
Olmo
Título: Los
días felices
Autor: Benito
Olmo
Editorial: Adn, 2023
Encuadernación: Tapa blanda
Páginas: 296
ARGUMENTO de
LOS DÍAS FELICES
LOS DÍAS
FELICES
¿Ayla y Mascarell aludiendo a sus dos protagonistas? o ¿El gran Rojo?
Yo me inclino por esta última (lo mejor es que se pronuncie el propio autor) porque tanta importancia como los protagonistas tiene ese Frankfurt en el que se desarrolla la acción y esa organización que domina el lado oscuro de una gran ciudad.
A la espera de que vosotros o el autor se manifieste, diré que Los días felices es la segunda entrega de la serie El gran Rojo, compuesta hasta ahora por dos novelas:
-Los días felices.
Digo lo de en cierto modo, porque la verdad es que esas peleas son fruto de la desesperación y la necesidad. Todos saben que no deben aceptar una pelea en Los días felices. Y son embargo, no faltan voluntarios para ellas.
Lo malo es que no puede negarse a hacerlo, porque el encargo le viene, no de una rubia explosiva y peligrosa, dijo directamente de El gran Rojo. Y Mascarell sabe que negarse es firmar su sentencia de muerte
Pero aceptar el trabajo es trabajar para una organización criminal de la que más vale mantenerse alejado.
«Mi maltrecha cuenta corriente está más vacía que el cerebro de un terraplanista». (Página 33)
Y mientras tanto, ha de resolver el encargo que le ha hecho un padre: demostrar con prendas que tipo de vida lleva en Frankfurt su hija estudiante que lejos de ganarse la vida sirviendo copas, lo hace con bailes eróticos.
Lo cierto es que yo lo he hecho al modo “cásico”, porque prefiero ir a la par que el protagonista a la hora d saber lo que se le viene encima.
OPINIÓN PERSONAL
Pero nada nos cuenta del pasado de Mascarell, ese español metido a detective en Alemania y con una prótesis por pie.
Un tipo para los que no lo conozcáis que es la antítesis de Bianqueti, el protagonista de su otra serie policial, pues lejos de ser una roca andante con unos puños demoledores, es un alfeñique que con media torta ya está fuera de combate. Y de huir a la carrera con su prótesis por pie, mejor no hablamos.
Eso sí, su viejo Citroën está a la altura del Kadet de Bianqueti.
Le tengo ganas que los anteriores libros del autor los disfruté mucho. Me alegra ver que sigue a la altura.
ResponderEliminarBesotes!!!