Hijos
de la fábula
Fernando
Aramburu
Título: Hijos
de la fábula
Autor: Fernando
Aramburu
Editorial: Tusquets, 2023
Encuadernación: Tapa blanda
Páginas: 320
FERNANDO
ARAMBURU
Esto es lo que la editorial nos cuenta
del autor:
Fernando Aramburu
(San Sebastián, 1959) es autor de los libros de cuentos Los peces de la amargura (2006, XI Premio Mario Vargas Llosa NH, IV Premio Dulce
Chacón y Premio Real Academia Española 2008) y El vigilante del fiordo (2011), de las obras de no ficción Autorretrato sin mí (2018), Vetas profundas (2019) y Utilidad de las desgracias (2020), así como de las novelas Fuegos con limón (1996), Los ojos vacíos (2000, Premio
Euskadi), El trompetista del Utopía (2003), Bami sin sombra (2005), Viaje con Clara por Alemania (2010), Años lentos (2012, VII
Premio Tusquets Editores de Novela y Premio de los Libreros de Madrid), La gran Marivián (2013), Ávidas pretensiones (Premio
Biblioteca Breve 2014) y Patria (2016, Premio
Nacional de Narrativa, Premio de la Crítica, Premio Euskadi, Premio Francisco
Umbral, Premio Dulce Chacón, Premio Arcebispo Juan de San Clemente, Premio
Strega Europeo, Premio Lampedusa, Premio Atenas...), el último gran fenómeno
literario español, traducida a 35 lenguas y convertida en prestigiosa serie por
Aitor Gabilondo para HBO. En 2021, Los vencejos, ácida y enternecedora, lo confirmó como uno de los
mejores escritores europeos.
En
este blog puedes encontrar reseñadas las siguientes novelas del autor:
ARGUMENTO de
HIJOS DE LA FÁBULA
Joseba y Asier son dos jóvenes vascos
radicalizados que pasan al otro lado de la frontera para integrarse en la lucha
armada de ETA, que los instala en una granja del sur de Francia.
Pero al poco tiempo de llegar, ETA renuncia
a la lucha armada y ellos se quedan abandonados y sin dinero. Pero lejos de
amilanarse, deciden continuar con la lucha y ser el germen de la nueva lucha
armada del pueblo vasco por su libertad.
HIJOS DE LA
FÁBULA
Si tuviera que clasificar en un género Hijos de la fábula, lo encuadraría
en novela de humor. Porque eso es lo que tiene a
raudales esta novela.
Un género tan difícil como poco valorado,
considerados por muchos como menor, aunque lo único que tiene de menor Hijos de la fábula es el número de
páginas (320), especialmente si lo comparamos con otras novelas suyas como Los vencejos (704) o Patria (648). Eso sí,
con una letra bien grande, lo cual facilita aún más la lectura.
Dos personajes entrañables Asier y Joseba. ¿Entrañables? Sí, ese
es el adjetivo que me provocan, por más que sean dos aprendices de asesino, que
pondrán todo su empeño en seguir adelante pese a todos los imponderables que
tienen (y los que aún están por venir)
«No tenemos armas. Ni experiencia. Ni
infraestructura. En una palabra, no tenemos nada. Miento. Tenemos juventud,
energía y fe. Amamos a nuestro pueblo. ¿Quién nos puede parar?» (Página 64)
¿Qué solo son dos? No hay problema, solo
es cuestión de dividir bien las tareas:
«Aquí solo estamos tu y yo. ¿Qué
problema hay? Somos a un tiempo la dirección y la militancia. Con un poco de
orden y jerarquía esto lo sacamos adelante». (Página 102)
Dos personajes que parecen sacados de un
episodio de Vaya semanita (el célebre programa de humor de la televisión vasca).
«Pues a ver cómo funciona esto de la
lucha armada sin armas». (Página 149)
Aunque parezca mentira, no hay tanta
política en esta novela, o al menos de un modo tan directo como en Patria, tal
vez porque nos muestra a dos personajes cuya inteligencia no permite demasiados
razonamientos más allá del adoctrinamiento ideológico que tienen encima:
«Los objetivos persistían. Los objetivos
eran sagrados. No había habido renuncia alguna por parte del Movimiento de
Liberación Nacional Vasco, solo un cambio de estrategia». (Página 219)
Una novela que cual si se tratase de una
de Dolores
Redondo,
está muy pasada por agua. Esa que cala casi permanentemente a los dos
protagonistas en marcha hacia esa misión que se han propuesto:
«Un partido de fútbol no se suspende por
la lluvia. La guerra, aún menos». (Página 162)
Un Asier que es machista hasta la
médula, para el que las mujeres solo son un obstáculo en la lucha. La verdad es
que tengo la impresión de que nunca en su vida se tropezó con ninguna.
«Las mujeres son por naturaleza invasivas.
Enredan. Se entrometen. Debilitan». (Página 218)
OPINIÓN
PERSONAL
He disfrutado mucho con esta novela y
con las desventuras de estos personajes que en muchos momentos parecían el típico chiste de vascos (solo que en vez de Patxi es Asier),
como aquel momento en el que Asier dice que él no puede contagiarse de un
catarro porque su naturaleza vasca le protege de los virus.
Pero todo ello al mismo tiempo
impregnado de un cierto aire de melancolía y tristeza, la de ir descubriendo
que en el fondo son dos buenas personas que van descubriendo la grandeza de la
amistad, metidos en una historia que solo puede llevarles al desastre y al
fracaso.
Sí, porque mucho humor, pero en el fondo
no deja de ser una tragicomedia con un regusto amargo: el de aquellos que
entregan su vida a una causa imposible (sin entrar en si esta causa es justa o
equivocada). Una novela escrita desde el distanciamiento que el paso de los
años permite para tratar lo que no dejó de ser una tremenda tragedia para
todos, no solo para el pueblo vasco.
Creo que es una novela muy recomendable,
por más que ya os advierto de antemano, que nada tiene que ver con Patria.
VALORACIÓN: 9/10
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Se agradece ese toque de humor, aunque no creo que me anime, que prefiero dedicarme a mis pendientes, que son muchos.
ResponderEliminarBesotes!!!
Está genial, fresca y con mucho humor y si, nada que ver con Patria. La recomiendo
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