La BestiaCarmen Mola
Título:
La Bestia
Autor:
Carmen Mola
Editorial:
Planeta, 2021
Encuadernación:
Tapa dura
Páginas:
544
-La novia gitana
-La red púrpura
Madrid 1834. Una epidemia de cólera está
azotando la ciudad. Pero no es el único mal que se abate sobre la ciudad. Niñas
en torno a los once años están siendo desmembradas y su cabeza decapitada por
lo que todos han dado en llamar la Bestia, aunque no consiguen ponerse de
acuerdo sobre qué animal se trata.
Como las víctimas son gente pobre, nadie le presta atención, salvo Diego, un periodista que quiere desentrañar el caso, convencido que dicha bestia es en realidad un hombre. Para ello cuenta con la ayuda de su amigo Donoso, un policía tuerto.
La Bestia es la novela ganadora del Premio Planeta 2021. En la ceremonia de entrega de dicho
premio se dio a conocer la identidad de Carmen Mola, que no solo no era una
mujer, sino que se trataba de un trío de escritores ya conocidos por sus
novelas y por sus guiones para televisión.
La Bestia es lo que podríamos definir como
un thriller histórico que nos lleva a
un momento muy concreto de nuestra historia: el año 1834, en el que Madrid
estaba envuelto en la lucha contra los carlistas al tiempo que una epidemia de
cólera afectaba a la ciudad. Una ciudad tensionada por la epidemia en la que
los curas echaban la culpa de dicha epidemia al pueblo por cuyos múltiples
pecados había venido aquel castigo divino, mientras que los pobres culpaban a
los curas de ser ellos los que envenenaban los pozos.
Dentro de esta trama puramente
histórica, se desarrolla una historia negra a ritmo de thriller: ¿Quién se
esconde bajo ese sobrenombre de la Bestia? Un tema que no parece importarle a
nadie importante como para que se averigüe. A fin de cuentas, las víctimas son
todas pobres, que es como decir que no cuentan para nada.
La trama está llena de giros y muchas
sorpresas por el camino, de lo que no voy a contarte nada para no estropearte
la lectura de la novela.
Me han gustado los personajes, desde la
cándida inocencia del periodista, el cinismo del policía y sobre todo la figura
de la que es poco más que una niña que ha de hacerse cargo de su hermana
pequeña al morir su hermana de cólera e intentar sobrevivir. Claro que lo de
sobrevivir siendo mujer y niña es muy difícil y hay pocas alternativas para
ello. Y decentes menos aún, por no decir que no hay ninguna, por lo que solo
queda robar o prostituirse.
Y hablando de prostitución, me ha
sorprendido que la novela desde el punto de vista erótico es para todos los públicos,
porque a pesar de tocar temas sórdidos que pudieran dar pie a escenas de alto
voltaje erótico, no hay ninguna en la novela. De hecho incluso en las
relaciones entre dos de los protagonistas, se saltan la descripción de la
escena, como hacían antiguamente en las películas.
Curioso, porque siempre se ha dicho que los best sellers, y La Bestia lo es, han de incluir algunas escenas de sexo para atrapar al lector.
Muy curioso resulta ver en la novela el
tratamiento de una epidemia, porque hay cosas que hemos calcado en la
actualidad, como por ejemplo el hecho de no poder reunirse más de diez
personas.
Aunque la he calificado como thriller
por su ritmo trepidante, también es cierto que los capítulos, aún no siendo
largos, tampoco son excesivamente cortos, pues salen a una media de poco más de
seis páginas por capítulo. Fácil pues de leer, pero no tan cortos como para no
podernos hablar del contexto histórico, de describirnos ese Madrid o profundizar
(tampoco lo hacen demasiado) en los personajes.
-La red púrpura
ARGUMENTO de LA BESTIA
Como las víctimas son gente pobre, nadie le presta atención, salvo Diego, un periodista que quiere desentrañar el caso, convencido que dicha bestia es en realidad un hombre. Para ello cuenta con la ayuda de su amigo Donoso, un policía tuerto.
LA BESTIA
Curioso, porque siempre se ha dicho que los best sellers, y La Bestia lo es, han de incluir algunas escenas de sexo para atrapar al lector.
OPINIÓN
PERSONAL
Foto de El Búho entre libros para Instagram |
Lo que ocurre es que lo que ellos entienden por “fuerte” no va en esta novela precisamente por el lado gore, sino por giros en el guion que como lector me han dejado sorprendido. Me encantaría deciros de qué tipo, pero eso sería destripar en exceso la novela.
Quiero decir con ello que, si lo que os echa para atrás de esta novela es encontraros con escenas muy fuertes, tranquilos, que no es eso lo que vais a encontrar en esta novela.
Por si quieres una reseña más amplia, te dejo el enlace a mi vídeo reseña, también sin spoilers:
VALORACIÓN: 9/10
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La leeré sin duda. De hecho, no sé ni como no lo he hecho ya porque le tengo muchas ganas desde el día del fallo del jurado. No he leído la archifamosa trilogía anterior, pero también me haré con ella. Muchas gracias por tu reseña. Saludos desde locura de lectura
ResponderEliminarEs la primera reseña que leo de esta novela, y sin duda me confirma lo que pensaba. Tengo muchas ganas de leerla para conocer ese Madrid de 1834. Un abrazo.
ResponderEliminarVaya. Leí La novia gitana y había decidido no leer más de este exitoso trío precisamente por "exagerada y excesiva" como arriba se dice y también porque me pareció un compendio de situaciones típicas o tópicas. Pero al leer este comentario lo voy a reconsiderar.
ResponderEliminarhttps://imagoestinaqua.blogspot.com/2021/03/carmen-mola-la-novia-gitana.html
Es una mala novela, no es digna de un premio tan relevante.Yo he leído la novia gitana, es muchísimo mejor, esta es aburrida, narraciones desagradables e innecesarias, se hace pesada, al final te das cuenta de que hay tres cabezas que escriben el libro y no se coordinan.
ResponderEliminarYo no la recomiendo en absoluto.
"La Bestia" muestra una de sus mayores virtudes, en mi opinión, en ser un thriller histórico que se lee con facilidad, al punto de que, pese a sus voluminosas 541 páginas, pude concluirlo en pocos días. La capacidad de enganche que posee se debe, entre otras razones, al hábil empleo del "cliffhanger" dentro de su estructura. La técnica del cliffhanger, o sea de un final de episodio que queda "colgado de un precipicio", implica un suspenso obtenido gracias a una frase o situación que deja al espectador ansioso por saber qué ocurrirá después. En esta obra, los tres autores que se sirven del seudónimo "Carmen Mola" utilizan, sin excederse, ese potente recurso narrativo. Tal vez el paradigma de final de episodio donde se advierte ese recurso se encuentre en el capítulo 22. Allí veremos cuando la adolescente Lucía descubre, con horror, que el cliente que se filtró de improviso en su burdel es el brutal asesino conocido como "La Bestia" ("...En la habitación está el gigante de la piel quemada. --¡Qué creías, que no te iba a encontrar?...").
ResponderEliminarA su vez, la técnica de las "vueltas de tuerca" es moneda corriente en la trama. Este otro recurso ayuda a que el capturado lector siga con deleite esa cabalgata alocada que los escritores imprimen al relato. Morirán personajes con los que el lector se había encariñado (el golfillo Eloy y el periodista Diego Ruiz entre otros). Morirá incluso bastante pronto el asesino que inspira el título del libro. Personajes que parecían nobles como Ana Castelar se descubrirá que pertenencen a la orden malévola de "Los carbonarios". Tras la investigación se sabrá que estos sediciosos son los verdaderos culpables de secuestrar a niñas púberes para sacrificarlas cuando alcanzan su primera mentruación. El argumento parece perder su credibilidad al paso de las páginas. Sin embargo, y he aquí la virtud esencial de la novela, los autores saben mantener con maestría el ritmo y la intriga.
Los tres escritores unificados bajo el seudónimo de Carmen Mola han dado cima con "La Bestia" a una novela histórica altamente interesante. La obra principia con ritmo trepidante y, tras algún altibajo inevitable en una extensa narración de 541 páginas y 85 capítulos, nos trasmite conocimientos y disfrute durante las cuatro partes que la constituyen. La trama se contextúa en el trágico Madrid de 1834, con el trasfondo de la primera guerra carlista y de la epidemia del cólera. Si a ello le añadimos un asesino serial psicópata y despiadado (pues desde el temprano capítulo 13 se nos revelará que La Bestia en realidad es un hombre) están dados los ingredientes para capturar al lector. El ambiente opresivo que permea la ficción se inicia mediante una descripción tremenda. Estamos en el Cerrillo del Rastro "no lejos del matadero de Madrid". En ese barrio pobre, y bajo una lluvia pertinaz, los vecinos descubren el cadáver despedazado de una niña. Un perro escuálido y hambriento muerde con desesperada avidez su cabeza cercenada, y los niños del vecindario lo ahuyentan arrojándole piedras. Según se pretende, el culpable de ese asesinato y de otros similares es "La Bestia", un animal sanguinario y semi demoníaco, o al menos eso es lo que creen los habitantes. El hilo narrativo lo conduce un relator omnisciente, pero el peso argumental gravita sobre la adolescente Lucía, que debe cargar con Clara, su hermana menor y con Cándida, su moribunda madre enferma de cólera. El otro personaje clave es el joven periodista Diego Ruiz que trabaja para "El Eco del Comercio". Este último es un individuo que nos genera empatía. Es un idealista que no duda en fingir ser médico para ingresar en el lazareto donde se apiña a los pacientes terminales azotados por la peste. Allí visitará al desfalleciente padre de la niña desmembrada, en busca de información con la cual redactar una nota impactante para prevenir al público sobre la existencia del abominable homicida. Los capítulos que componen la primera parte se alternan, con cadencia perfecta, entre las tribulaciones de Lucía en el sórdido mundo en que sobrevive, y las andanzas del reportero Diego. Conforme advertí, el entramado, aunque es cautivante y escrito con calidad, tiene sus claroscuros. Ocurre que la crónica se desvía en varios de sus cauces, menoscabando su fuerza y su fluidez. Por ejemplo, cuando se nos obliga a seguir a Diego en su relación amorosa y adúltera con la aristocrática esposa de un ministro de la reina regente. Varias escenas de ese jaez, que no aportan al nudo argumental, lastran la acción y merman la tensión extraordinaria que los capítulos iniciales nos han producido. No obstante, la historia es notable. Los autores supieron documentarse a conciencia en el plano histórico, y poseen talento.
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