LOS INGRATOS (PEDRO SIMON)

 

Los ingratos

Pedro Simón

 

 

 

Título: Los ingratos

Autor: Pedro Simón

Editorial: Espasa, 2021

Encuadernación: Tapa dura

Páginas: 286

PVP: 19,90 €

EBook: 9,49 €

 

 

 

PEDRO SIMÓN

 

Esto es lo que cuenta la editorial del autor:
 
Pedro Simón (Madrid, 1971) es periodista y escritor. Actualmente trabaja en el diario El Mundo. Como periodista ha ganado el Ortega y Gasset de 2015 y el Premio al Mejor Periodista del Año de la APM en 2016. En 2020, fue finalista de los premios de la Fundación Gabo. Entre sus libros destacan dos antologías de reportajes (Siniestro total y Crónicas bárbaras) y su novela Peligro de derrumbe. 
 
 
 
 

ARGUMENTO de LOS INGRATOS

 
David es el más pequeño de tres hermanos. En 1975 llega junto con sus padres y sus dos hermanas a un pueblo pequeño del interior, el nuevo destino de su madre maestra, a la espera de poder finalmente dar el salto a la capital.
Allí se dedica a jugar en el campo, hasta que un suceso familiar hace que llegue a su casa para cuidarlos Emérita, una mujer viuda, sin hijos y sorda que pondrá su vida patas arriba.
 
 
 
 

LOS INGRATOS

 
Los ingratos es la novela ganadora del Premio Primavera de Novela 2021. Una novela que podríamos como novela rural, pues buena parte de la misma nos viene a hablar de la vida en un pequeño pueblo que va vaciándose, con una escuela en la que conviven niños de todas las edades.
Una ida sencilla que nos va describiendo el autor:

«A las seis de la tarde ya era de noche. Una noche cerril y triste, sin vuelta de hoja. Todas las oscuridades se parecen, pero ninguna como la de un pueblo remoto justo después del ocaso de diciembre». (Página 12)

 
Una vida rural que es muy diferente a la vida de las grandes ciudades, donde el peligro acecha desde sitios muy diferentes:

«En los pueblos no había ni coches ni semáforos, ni quinquis setenteros, como en la ciudad, pero había pozos sin tapiar, alacranes y casetas de labranza donde no alcanzaba la mirada del vascón humano». (Página 18)

 
Una novela que en cierto modo me recuerda, tal vez por tratar el mismo tema, la visión de un niño de ese pueblo que tiene mitificado pero que el contacto con la ciudad le hace ver que esa visión no es real, a El balcón en invierno de Luis Landero.
Porque el pueblo tiene muchas cosas que la gran ciudad no tiene, especialmente esa sensación de libertad, de juegos prohibidos, de amigos con los que estás jugando todo el día.

«Así son los pueblos. Hagas lo que hagas, te echan a la parrilla como a un San Lorenzo». (Página 191)

 
 
También es Los ingratos una novela que nos va a narrar como era la vida en aquellos tiempos en los que arrancaba la democracia en un pequeño pueblo del interior de España.

«Éramos los hijos de los hijos de los que pasaron hambre. El recuerdo no tan lejano de que la comida que sobra no puede terminar en la basura». (Página 178)

 
 
También es por supuesto una novela de crecimiento, en los que un niño poco a poco se irá acercando al complejo mundo de los adultos, con sus ventajas, pero también con la pérdida de otras muchas otras cosas, por más que el protagonista se rebela contra ello:

«Si hacerse mayor era dejar de explorar un mundo sin límites, si consistía en desistir de los peces abisales en el ultramarinos, si era dejar de escarbar en la tierra o dejar de subirse a los árboles para tener los pies en el suelo, si era cambiar de miedos en vez de tratar de vivir con ellos; si suponía todo eso, digo, entonces yo no querría ser mayor». (Página 238)

 
 
También es Los ingratos una novela sobre las relaciones familiares, sobre ese padre ausente o presente, sobre las relaciones con sus hermanas mayores. Pero sobre todo es una historia sobre las relaciones familiares, con una figura, la de Emérita que se alza por encima del resto de los personajes como alguien inolvidable.
Esa mujer que llega a la vida de David para colmar un vacío, el de una madre desbordada por su trabajo y los quehaceres de la casa y que apenas tiene tiempo de cuidarlos. Una mujer grande, casi tan grande como su inmenso corazón que también tiene un vacío: el del niño que murió siendo un bebé en su cama. Ella tendrá en David la oportunidad de colmar ese vacío de un hijo.

«Nos rezaban que cuatro esquinitas tenía mi cama y que cuatro angelitos nos la guardaban, pero mi cama por lo menos tenía cinco. Y uno de ellos era una señora de campo que pinchaba cuando te daba un beso».

 
 
 
 

OPINIÓN PERSONAL

 
Los ingratos es una novela que me ha encantado, cargada de nostalgia por la niñez y por una vida en el campo que en realidad solo un alma infantil puede gozar tanto. Una novela cargada de sentimientos entre los personajes que la pueblan y en la que la figura de Emérita se alza por encima de todos ellos como un personaje que difícilmente podrás olvidar, por su abnegación, por su entrega de madre con alguien que no es su hija pero que llena el vacío que le provocó la pérdida del suyo. Un niño que le da la oportunidad de redimirse como madre.
No es una novela en el que pasen grandes cosas, porque precisamente en esos pequeños detalles del día a día es donde está la auténtica vida. Tampoco necesita grandes cosas, porque no es una novela de acción ni de intriga, sino de sentimientos. Y de ellos anda sobrada la novela.
 
Si he conseguido explicarme bien, sabrás si esta es o  no una novela para ti, porque si lo es, no dudes en leerla, porque seguro que dejará en ti un poso de nostalgia al devolverte a tus propia infancia.
 
 
 

VALORACIÓN: 10/10

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