Spin nulo
Rubén y Juan Vicente Azorín

Título: Spin nulo

Autores: Rubén y Juan Vicente Azorín

Editorial: Ediciones B, 2020

Encuadernación: Tapa blanda

Páginas: 286

PVP: 18,90 €

EBook: 4,74 €

RUBÉN Y JUAN VICENTE AZORÍN

Esto es lo que la editorial nos cuenta de los autores:

RUBÉN AZORÍN es licenciado en Económicas y diplomado en Ingeniería Técnica Informática. Es el menor de cuatro hermanos y le apasiona el cine y la lectura desde niño. Impulsivo y lleno de ideas, es socio fundador del holding Grupo Nexus, empresa matriz de Virtual Zone (Desarrollo dedicada al desarrollo de experiencias en realidad virtual y establecimientos de la cadena www.virtualzone.es), Nexus Game Studios y Nexus Consultores. Todas ellas son empresas tecnológicas e innovadoras dedicadas consagradas a la investigación e implantación de negocios punteros. Con la colaboración de su hermano Juan Vicente, ha autopublicado con notable éxito cinco libros online: Luna Apogeo, Luna Nuevo Mundo, Cosmódromo I, La Torre de Tesla y Cosmódromo II: Elster.

JUAN VICENTE AZORÍN creó diversos proyectos tecnológicos previos a internet y continúa gestionando y dirigiendo entornos TI. Intimista y exigente, ha llevado sus esculturas en piedra a exposiciones nacionales e internacionales. Es coautor La Torre de Tesla y de la presente novela.

ARGUMENTO de SPIN NULO

Ian Blom es un joven físico que está a punto de cumplir el sueño de su vida, porque ha sido contratado para trabajar en el CERN de Ginebra, el acelerador de partículas más grande del mundo.
Solo hay una pequeña pega, pues su novia Corina ha decidido quedarse en París y no viajar hasta Ginebra para acompañarle en esta gran aventura profesional.

SPIN NULO

Las clasificaciones de las novelas, pueden servir para ayudar a saber con qué vamos a enfrentarnos. Porque hasta la propia dificultad de hacerlo, ya es una pista.
Ese es el caso de Spin nulo, que de un modo general podríamos clasificar como un Thriller científico. Claro, que tampoco es exactamente un thriller porque su ritmo no es vertiginoso ni tiene excesiva acción, porque se detiene no solo en los personajes, sino en la parte científica, explicándonos qué es esto del acelerador de partículas.
Según eso, la segunda parte, la que hace alusión a que es científico, sería correcta, salvo porque partiendo de una base científica muy real, deja volar la imaginación y se convierte en una novela de ciencia ficción, por mucho que sus especulaciones tengan una base científica.

La parte científica que hace referencia al acelerador de partículas está hábilmente introducida en el libro con la entrevista que un presentador de televisión hace al profesor Herman Hahn, encargado del proyecto. En dicha entrevista se responde a qué es un acelerador de partículas, qué busca, cómo lo hace y a la utilidad de su altísimo coste. Por cierto, que buena parte de estas preguntas han sido de dominio público, así como buena parte de la controversia que su construcción provocó y sigue provocando.
Durante su construcción hubo muchas especulaciones de cómo su puesta en marcha podía suponer el fin no solo de este mundo por la creación de un agujero negro y otras teorías, sino del universo entero. Está claro que eso no ha tenido lugar, lo cual no es óbice para que periódicamente se pongan en marcha nuevamente campañas en las redes sociales, con la presencia incluso de destacados científicos en su contra. Si alguno quiere tranquilizarse, el porqué de lo infundado de ese planteamiento también se nos cuenta en la novela. (Lo de que el gasto multimillonario esté más que justificado, no lo tengo yo tan claro).

Evidentemente, hablar de teorías cuánticas lleva a especulaciones de todo tipo al hacerse referencia a nuevas dimensiones:

«Conozco la existencia de cuatro dimensiones. La primera, arriba abajo; la segunda, izquierda-derecha; la tercera delante-atrás, y la cuarta, el tiempo. Pero ¿qué buscamos exactamente cuando habla de una dimensión extra, por ejemplo la quinta dimensión?» (Página 124)

En cuanto a los personajes, tratan de mostrarnos el perfil de los investigadores científicos, con una vida personal prácticamente inexistente porque el tiempo es oro y no disponen de tiempo para nada más. De ahí la figura solitaria del joven protagonista:

«Ha estado incomunicado toda su vida. Incomunicado y solo. Centrarse en los estudios es lo que le ha permitido sobrevivir y llegar hasta dónde está». (Página 70)

Aún con eso, sigue sin encajar que su novia no quisiese venir con él a Ginebra, porque no dejaba de ser un equilibrio para su vida. Hasta que un día, igual que se despidió con una nota, vuelve a aparecer sin dar más explicaciones pero arrastrando un misterio con ella.

OPINIÓN PERSONAL

Sin llegar a serlo y sin que creo que lo pretenda, en cierto modo Spin nulo es también un breve ensayo sobre la investigación cuántica. Algo que conviene saber antes de comenzar a leer la novela, sobre todo para aquellos que no les guste leer nada que tenga que ver con “ciencia”. De hecho si tú eres de los que no le gusta la ciencia ficción más por lo que conlleva de ciencia que por lo que tiene de ficción, está claro que Spin nulo no es para ti.
Para el resto, la novela es un brillante ejercicio sobre el espacio-tiempo de esos que obliga al terminar la misma con un sorprendente final, a releer con mucho cuidado y poniendo mucha atención a los detalles lo que has leído hasta ese momento.
No es que lo diga yo. Los propios autores al acabar la novela te recomiendan la relectura de determinados capítulos. Ese es tal vez el gran acierto de la novela, no solo poner a disposición del público información sobre uno de los grandes avances tecnológicos actuales, sino recubrir la trama de un misterio que te deja al terminar la lectura con la necesidad de pensar y repensar en lo que hasta ese momento has leído.

VALORACIÓN: 7/10