La bailarina de Auschwitz
Edith Eger
 

 

Título: La bailarina d4e Auschwitz
Autora: Edith Eger
Traducción: Jorge Paredes
Editorial: Planeta, 2018
Encuadernación: Tapa dura
Páginas: 412
PVP: 19,90 €
EBook: 7,12 €
 

 EDITH EGER

 

Esto es lo que la editorial nos cuenta de la autora:

Nacida en Hungría, Edith Eger era una adolescente cuando en 1944 padeció uno de los peores horrores que ha visto la historia de la humanidad. Sobrevivió a Auschwitz y huyó a Checoslovaquia para acabar finalmente en Estados Unidos. Allí se doctoró en Psicología y conoció a su mentor, Viktor Frankl, quien le mostró la necesidad de superar su trauma para alcanzar la felicidad. Es profesora en la Universidad de California y tiene su propia clínica en La Jolla, California. Fue la encargada de dar el discurso de homenaje a Viktor Frankl en su noventa aniversario, durante la celebración de la Conferencia Internacional de Logopedia. Su primer libro, La bailarina de Auschwitz, fue un bestseller internacional

 

 

 

ARGUMENTO de LA BAILARINA DE AUSCHWITZ
 
Esta es la historia de una adolescente húngara cuyo sueño, además del ballet. es participar con el equipo de gimnasia en las olimpiadas, hasta que un día, pese a ser posiblemente la mejor, es apartada del equipo por el mero hecho de ser judía.
Poco a poco ese sueño de una vida casi normal, comienza a venirse abajo.

«No estábamos marginados y gozábamos de numerosas oportunidades educativas, profesionales y culturales. A pesar de ello, nos topábamos con prejuicios, sutiles y explícitos. El antisemitismo no fue un invento de los nazis». (Página 38)

 
Un descenso que culminará con la detención de su familia y el envío al campo de exterminio de Auschwitz, al que sobrevivirá. Pero ahí no acaba la historia. Lo más duro comienza entonces: sobrevivir a ser una superviviente.
 
 
 
 
 
LA BAILARINA DE AUSCWITZ
 

Cubierta original

He de reconocer que esta novela me ha sorprendido totalmente. Esperaba una historia más sobre los campos de concentración, protagonizada en esta ocasión por una chica que baila. Mi sorpresa es encontrarme con una novela que en la página 115 la protagonista ya está fuera del campo de concentración. Si a eso le descontamos otras casi sesenta hasta que llegan allí, quedan poco más de cincuenta páginas de campo de concentración.
¿De qué va pues La bailarina de Auschwitz? Pues de algo que apenas se contempla en este tipo de novelas: ¿Qué paso son los que sobrevivieron a un campo de concentración tras su liberación?
Porque da la impresión de que con el final feliz de que están libres, ya todo se acaba. Sin embargo, está muy claro que ese es solo el principio de una durísima etapa, porque esa durísima experiencia, no puede dejar ilesos, no digo ya físicamente sino mentalmente, a los que la sufriendo, comenzando simplemente con el hecho de pensar por qué ellos han sobrevivido y buena parte de sus familiares y amigos no.
«Me llevó tres décadas descubrir que podía encarar mi vida con una pregunta diferente. No ¿por qué vivo?, sino ¿qué puedo hacer con la vida que he recibido?» (Página 37)
 
Ese es precisamente el tema principal de esta novela. El cómo la protagonista de la misma pudo hacer frente a su sufrimiento y dar respuesta a esa pregunta tan angustiosa: ¿Por qué sobrevivió?:

«¿Por qué sobreviví? ¿Cuál es mi objetivo en la vida? ¿Qué sentido puedo encontrar en mi sufrimiento? ¿Cómo puedo ayudarme a mí y a otros a soportar los avatares más duros de la vida y experimentar más pasión y alegría?» (Página 248)

 
Por eso La bailarina de Auschwitz no es en realidad una novela sobre los campos de concentración, sino el largo camino que la protagonista y tantos otros como ella en realidad, tuvieron que seguir para curar en la medida de lo posible, el horror que tuvieron que padecer:

«Así es el proceso de curación. Niegas lo que duele, lo que te da miedo. Lo evitas a toda costa. Entonces, encuentras una manera de admitirlo y aceptas lo que más miedo te provoca. Y por fin puedes soltarlo». (Página 318)

 
Un proceso que no es corto ni definitivo

«El tiempo no cura. Lo que cura es lo que haces con el tiempo. Curarse es posible cuando decidimos asumir la responsabilidad, cuando decidimos correr riesgos y, por último, cuando decidimos liberarnos de la herida, dejar atrás el pasado o la pena». (Página 395)

 
Según avanzan las páginas, casi sin que nos demos cuenta, estamos pasando de una novela a un libro de autoayuda. Porque las claves que está utilizando para su curación, son las mismas que la protagonista está aplicando a sus pacientes, hasta el punto de que los pacientes de la protagonista, que con gran esfuerzo se ha convertido en una reputadísima psicóloga son los que pasan a ocupar las páginas del libro, que pasa a estar repleto de citas sobre la curación del dolor que llevamos dentro.
Claro, que si prestamos atención, ya desde el principio la novela apuntaba en esa dirección:

«Utilizamos la negación como protección. Si no prestamos atención, podemos continuar con nuestras vidas sin darnos cuenta de nada. Podemos construir un mundo seguro en nuestras mentes. Podemos hacernos invisibles al dolor». (Página 40)

 
 
 
OPINIÓN PERSONAL
 

Cubierta original

No me gustan los libros de autoayuda. Y aunque al final en buena parte La bailarina de Auschwitz termine siéndolo, lo es desde luego de un modo muy peculiar y entretenido, porque sin dogmatizar, lo que la autora nos muestra es su propio camino hacia la curación. Un camino recorrido en gran parte junto a sus pacientes, cuyas experiencias la sirvieron también como base para crecer ella.
Vamos, que no es una novela con recetas aplicadas a los demás, sino su propia experiencia.
 
Creo que ha quedado muy claro, que La bailarina de Auschwitz no es una novela sobre los campos de concentración, sino más bien sobre cómo tuvieron que lidiar los supervivientes de los mismos tras ser liberados.
Pero al mismo tiempo, es una historia sobre todos los hombres y mujeres, sobre el sufrimiento. Porque no hace falta haber estado en un campo de concentración para que los acontecimientos de tu vida puedan llevarte al sufrimiento.
De ahí que esta novela sea tan universal, tan interesante para cualquier tipo de lector, porque le hará enfrentar a sus propios dolores y sufrimientos. Porque parte de una premisa muy realista con la que quiero acabar a propósito del sufrimiento:

«Sufrir es algo inevitable y universal. Sin embargo, lo que cambia es la forma de reaccionar ante el sufrimiento.» (Página 262)

 
La bailarina de Auschwitz es pues mucho más que una novela sobre un campo de concentración. Es una historia universal sobre el sufrimiento y el dolor y la lucha por afrontarlo y sanar el dolor que nos produce. Muy recomendable.

 
 

VALORACIÓN: 9/10

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