Los chicos de la Nickel
Colson Whithead
Autor: Colson Whitehead
Traducción: Luis
Murillo Fort
Editorial: Literatura
Random House, 2020
Encuadernación:
Tapa blanda
Páginas: 220
COLSON WHITEHEAD
Esto es lo que la editorial nos cuenta
del autor:
Colson
Whitehead nació el 1969 en Nueva York. Finalista del
PEN/Hemingway con su primera novela, La intuicionista (2000), ha
publicado media docena de novelas y el libro El coloso de Nueva York (2005). Fue
finalista del Premio Pulitzer con John Henry Days (2011),
finalista del PEN/Oakland Award con Apex Hides the Hurt (2006) y del
PEN/ Faulkner con Sag Harbor (2009). Zona Uno (2012) fue un
bestseller para el New York Times y su novela El ferrocarril subterráneo (2017) fue
merecedora del Premio Pulitzer 2017, del National Book Award 2016, de la Andrew
Carnegie Medal for Excellence y del Indies Choice Book Award de 2017, además de
convertirse en un bestseller internacional. Su última novela, Los chicos de la Nickel, ha sido considerada como una de las mejores diez novelas de
la década pasada según la revista Time y le ha hecho merecedor de un segundo
Pulitzer, honor que comparte con John Updike, William Faulkner y Booth
Tarkington. Colson Whitehead es profesor en las universidades de Columbia y
Princeton, y ha recibido las becas Guggenheim y MacArthur.
En este
blog puedes encontrar reseñadas las siguientes novelas del autor:
ARGUMENTO de LOS CHICOS DE LA
NICKEL
Elwood
Curtis es un joven negro que está imbuido por las ideas de Martin Luther King,
cuyo discurso escucha en un disco una y otra vez. De ahí que haya seguido los
consejos de su abuela que es quien lo está criando y se haya alejado de los
problemas de las pandillas del barrio y sueñe con unos estudios que le permitan
llegar muy alto.
Pero
un día se ve envuelto en un incidente terminará en un reformatorio conocido
como la Nickel en el que tendrá que luchar si quiere sobrevivir.
LOS CHICOS DE LA NICKEL
Con
Los chicos de la Nickel ha obtenido Colson
Whitehead su segundo Pulitzer, tras conseguirlo
con El ferrocarril subterráneo.
Recorriendo en segundo plano todas las páginas de esta novela está el personaje de Martir Luther King, cuyo discurso grabado en un disco es la inspiración de un chico negro: Elwwod Curtis. Un chico que quiere que las cosas cambien y que lo hagan sin violencia. Para ello el se prepara, estudia y lucha por conseguir un futuro mejor para él y para todos los de su raza.
Esto
puede hacernos pensar que esta es una novela sobre la violencia racial, sobre
la lucha por conseguir la población negra sus derechos en Estados Unidos. Y lo
es. Parte de esta lucha y de cómo consiguieron recuperar buena parte de sus
derechos civiles se nos narran aunque solo sea de pasada en esta novela.
Pero
va mucho más allá, porque en realidad de lo que nos habla es de la violencia y
de la brutalidad de los poderosos, más dura cuanto más débil eres (y los negros
son los más débiles), pero que termina no haciendo distinción de clases ni de
colores:
«La brutalidad de la Nickel no se regía por un criterio superior, sino por un resentimiento indiscriminado que nada tenía que ver con las personas. (…) La violencia es la única palanca lo bastante grande como para mover el mundo». (Página 92)
Es cierto que en la Nickel estaban separados los blancos de los negros en dos pabellones diferentes y que las condiciones de los mismos no eran iguales. Pero el castigo los igualaba a todos, blancos y negros eran tratados como escoria. A fin de cuentas, allí iban a parar aquellos que no tenían recursos y habían tenido la mala suerte de caer. Chicos sin presente ni futuro:
«Un chico recibía diferentes tipos de mazazos antes de llegar a la Nickel, u una vez dentro le caían muchos más. Y por norma general, lo que le esperaba fueran eran tropiezos todavía más grandes en instituciones más férreas aún. Si hubiera que describir de alguna manera su trayectoria general, podría decirse que a los chicos de la Nickel los jodían antes, durante y después de su estancia en el centro». (Página 150)
Un
centro que en principio es un lugar para poder educar y dar una posibilidad de
futuro a los que allí entran, pero que en el fondo no sirve más que para
destruir lo poco que queda de dignidad en ellos. Un sitio en el que solo los
más duros pueden sobrevivir, no ya físicamente, sino mentalmente.
«Y pensar que en la Nickel, por la noche, no se oía otra cosa que llanto e insectos; cómo podías dormir en un dormitorio con sesenta chicos más y aún así comprender que estabas solo en este mundo. Rodeado de personas y al mismo tiempo sin nadie alrededor». (Página 165)
Una
novela que nos muestra cómo eran las cosas. Pero viendo cuál es la realidad
actual, tal vez la realidad del racismo, solo se haya maquillado.
«Nos tratan como a infrahumanos en nuestro propio país. Siempre ha sido así. Y tal vez lo será siempre». (Página 211)
OPINIÓN PERSONAL
Mientras
que en El ferrocarril subterráneo trataba Colson
Whitehead la realidad de la esclavitud y su lucha
por salir de ella, en Los chicos de la Nickel nos trae hasta tiempos muy
actuales, aquellos en los que parecía que la igualdad iba a ser posible, que
las leyes cambiaban y blancos y negros eran iguales. Pura apariencia, porque
como bien nos cuenta esta novela, el mal está presente en el corazón de los
hombres.
Nos
lo muestra en una novela corta, de poco más de doscientas páginas que se hacen
cortas, porque en el fondo, por muy dura que sea en muchos momentos, a mí me
gustaría estar un rato mal con estos chicos de la Nickel. Aunque probablemente
tenga razón el autor, más larga hubiera sido demasiado sufrimiento.
Una
gran novela con un giro final sorprendente.
Porque hay pocas maneras de escapar de la Nickel, pero Elwood buscó uno
diferente para conseguirlo.
Una
novela que sin duda hay que leer, de esas que te deja pensando tras acabar. De
hecho, a mí me ha gustado mucho más que El
ferrocarril subterráneo.
Lo tengo en lista de espera. Cuando lo lea paso por aquí de nuevo.
ResponderEliminarUn abrazo
Un tema muy actual, por desgracia. Tomo buena nota, que me gusta lo que cuentas y no conocía esta novela.
ResponderEliminarBesotes!!!
¡Hola, hola!
ResponderEliminarMe apetece mucho esta lectura. Es totalmente diferente a lo que suelo leer, pero precisamente por eso, me llama mucho la atención. Además, he leído maravillas de esta obra.
un abrazo
Lectora y espectadora
Oooohhh pues cualquiera lo deja pasar!!
ResponderEliminarBesotes