El asedio
Arturo
Pérez-Reverte
Autor: Arturo Pérez-Reverte
Editorial: Alfaguara, 2010
Encuadernación: Tapa dura
Páginas: 816
Esto
es lo que la editorial nos cuenta del autor:
Arturo
Pérez-Reverte nació en Cartagena, España, en 1951. Fue
reportero de guerra durante veintiún años. Con más de veinte millones de
lectores en todo el mundo, muchas de sus novelas han sido llevadas al cine y a
la televisión. Hoy comparte su vida entre la literatura, el mar y la
navegación. Es miembro de la Real Academia Española.
En
este blog puedes encontrar reseñadas las siguientes novelas de este autor:
-Sidi
ARGUMENTO de EL ASEDIO
¿Qué mejor resumen para contaros el libro que el que ha hecho el propio Arturo Pérez Reverte?:
«Escribo lo que veo, lo que leo y lo que soy. No es una novela histórica ni sobre la guerra de Independencia. Es Asedio una novela llena de peripecias; hay un enigma central de tipo científico, un desafío que planea por toda la historia. Transcurre en el Cádiz del asedio francés, pero es una novela de personajes, de varios personajes con distintas historias cuyas vidas se van cruzando y cuyas actitudes y conflictos enlazan directamente con ahora. Hay una trama policíaca, de espionaje, y otra científica, y otra folletinesco-romántica, y otra marina, y otra aventurera. Vamos, todo Pérez-Reverte. Como si toda la bahía de Cádiz fuera un inmenso tablero en el que los personajes de la novela se mueven como en una partida.»
Brevemente contado con mis palabras, Cádiz está sitiado por las tropas francesas, incapaces de penetrar en una ciudad bien protegida por el mar, la orografía y sus cañones, por lo que se limita a bombardearla con escaso éxito desde la lejanía.
Una Cádiz que vive de espaldas al asedio y continúa con su rutina diaria, con su vida que no es otra que el comercio.
Y en esta Cádiz cercada, un asesino en serie que mata brutalmente a jóvenes vírgenes, en lugares en los que acaba de estallar o va a hacerlo una bomba francesa.
EL ASEDIO
Probablemente El Asedio sea la más ambiciosa de sus novelas. En El asedio, Arturo Pérez-Reverte se muestra muy generoso con sus lectores, no solo por las más de setecientas páginas de la novela, sino porque muy bien hubiera dado para publicar dos y hasta tres novelas.
En
realidad El Asedio_no
es una novela, sino el
compendio de por lo menos tres novelas, hábilmente trenzadas en una única
urdimbre.
No obedece pues a un único espacio escénico, por más que Cádiz sea telón de fondo, protagonista y razón de ser de esta novela, pues al igual que dentro de una gran ciudad hay multitud de microcosmos, esta novela está construida a modo de un puzle en el que cada pieza nos muestra un aspecto diferente del Cádiz de 1.811, de las marismas que lo rodean, de su puerto y sus playas, las callejuelas y los palacios aristocráticos.
Un
fresco de las gentes que lo poblaban, los habitantes de las marismas siempre viviendo al límite, trapicheando en sus aguas y
sobreviviendo del contrabando.
La aristocracia de Cádiz,
tan distinta a la de Madrid, acostumbrada a vivir de la que ganan con el
comercio, un negocio que con la guerra y los levantamientos cada vez más
frecuentes en las colonias americanas, amenaza con irse al traste.
La Cádiz de las Cortes, con los diputados enfrascados en dotar a España, con su monarca preso en Francia, de una constitución liberal.
La Cádiz marinera, con sus marineros sobreviviendo como buenamente pueden del acoso de los barcos franceses. Cuando no, con licencia para actuar como corsarios apresando los barcos franceses o aquellos que transportan mercancías para ellos, en un juego de cazador que en cualquier momento puede ser cazado.
La Cádiz asediada por las tropas francesas, la vida de sus artilleros bombardeando la ciudad e intentando que sus bombas lleguen al mismo centro y exploten, cosa que pocas veces consiguen.
La Cádiz de los bajos fondos con su policía encargada de mantener el orden en unos tiempos cambiantes, en que los que los métodos tradicionales (léase tortura), ya no están permitidos ni son bien vistos.
La Cádiz de las Cortes, con los diputados enfrascados en dotar a España, con su monarca preso en Francia, de una constitución liberal.
La Cádiz marinera, con sus marineros sobreviviendo como buenamente pueden del acoso de los barcos franceses. Cuando no, con licencia para actuar como corsarios apresando los barcos franceses o aquellos que transportan mercancías para ellos, en un juego de cazador que en cualquier momento puede ser cazado.
La Cádiz asediada por las tropas francesas, la vida de sus artilleros bombardeando la ciudad e intentando que sus bombas lleguen al mismo centro y exploten, cosa que pocas veces consiguen.
La Cádiz de los bajos fondos con su policía encargada de mantener el orden en unos tiempos cambiantes, en que los que los métodos tradicionales (léase tortura), ya no están permitidos ni son bien vistos.
Una
Cádiz en fin, sitiada y en guerra, en la que el ejército parece
brillar en esta novela por su ausencia. Sólo un capitán más preocupado por su
honor que por combatir al enemigo francés.
Es una novela muy revertiana. Si siempre resulta una tarea ardua intentar etiquetar una novela para incluirla en un determinado género literario, en el caso de El Asedio, es misión imposible. Ya decía al comenzar que no es una novela sino por lo menos tres.
Es una novela muy revertiana. Si siempre resulta una tarea ardua intentar etiquetar una novela para incluirla en un determinado género literario, en el caso de El Asedio, es misión imposible. Ya decía al comenzar que no es una novela sino por lo menos tres.
Lo
primero que podríamos decir, es que se trata de una novela histórica.
No en el concepto clásico de una novela histórica con fechas, batallas,
biografías de conocidos personajes... Tampoco hay un análisis de los hechos o
las causas que provocaron la invasión napoleónica.
Simplemente
es la recreación de un tiempo (el año 1.811) y un lugar (la ciudad de Cádiz).
Ni antes, ni después.
No
deja de ser esta novela una pieza más en el caótico puzle mental que es para mí
la Guerra de Independencia española. No consigo una visión de conjunto, solo
visiones parciales como el 2 de mayo madrileño, el cerco a Zaragoza, o ahora el
asedio de Cádiz. Ni siquiera cuando leí los Episodios Nacionales de Galdós, tal
vez porque de eso hace mucho tiempo, tengo esa visión clara. Tal vez porque fue
algo caótico, con unas provincias levantadas y otras dominadas, con un ejército
español inexistente o indisciplinado, donde primaba el arrojo suicida y la
descoordinación.
De todos modos, ya quisiera yo que todas las novelas históricas tuvieran este grado de información y ambientación, porque para mi más importante que las fechas y los nombres de los personajes, es revivir una determinada época, cosa que logra con creces Arturo Pérez Reverte.
De todos modos, ya quisiera yo que todas las novelas históricas tuvieran este grado de información y ambientación, porque para mi más importante que las fechas y los nombres de los personajes, es revivir una determinada época, cosa que logra con creces Arturo Pérez Reverte.
El Asedio es también, pese a estar ambientada a principios del siglo XIX, una novela negra. Detectivesca, la definen en algún lugar, aunque yo más bien la veo negra, muy negra, por ese descenso a los infiernos del alma humana, capaz de matar por matar, infligiendo además el mayor daño posible, pues las víctimas morían literalmente desolladas y descarnadas tras ser azotada su espalda con un látigo de alambre.
Y
como toda buena novela negra que se precie, la figura compleja de un detective,
en este caso el comisario Rogelio Tizón.
Con el descendemos también a las cloacas del poder, interesadas en mantener el orden, no importa muy bien cómo, siempre que a los poderosos no les salpique la sangre o la mierda.
Un mundo de chanchullos, extorsiones, vive y deja vivir, soplones y prostitutas en una Cádiz que ha visto duplicada su población por los que huyen de la guerra.
Con el descendemos también a las cloacas del poder, interesadas en mantener el orden, no importa muy bien cómo, siempre que a los poderosos no les salpique la sangre o la mierda.
Un mundo de chanchullos, extorsiones, vive y deja vivir, soplones y prostitutas en una Cádiz que ha visto duplicada su población por los que huyen de la guerra.
También es novela romántica, con una historia de amor imposible al estilo decimonónico. No hay aquí ninguna sorpresa, porque las historias de amor de Arturo Pérez Reverte se dividen en tristes o tristísimas. El Asedio entra en la categoría de las tristes.
Es por supuesto una novela marinera, con el mar como escenario de aventuras en la más pura esencia de piratas, corsarios, persecuciones, cañonazos y abordajes.
Novela política que el autor nos dice hubiera podido situar en Troya, en el Madrid de 1.936, en el Sarajevo de 1992 o en el Leningrado cercado por los nazis. Todas ciudades cercadas y asediadas. No lo creo, sólo Cádiz con sus vientos y su mar podían darle ese estilo marinero que recorre la novela.
Crónica de un tiempo en que España pudo ser diferente,
cambiar para siempre, donde se redactaba en Cádiz una nueva
constitución, pero el radicalismo, el fanatismo y la propia división de los
constitucionalistas liberales no les permitió distinguir entre lo posible y lo
imposible, por lo que el regreso de Fernando VII puso fin a la Constitución de
1.812 con su «palo a la burra blanca,
palo a la burra negra» (liberales y absolutistas).
Una
ciudad con una aristocracia distinta, cosmopolita, que hablaba idiomas, donde
en muchos casos la mujer era parte activa. Una aristocracia del comercio que
hubiera dado otro aire a España.
EL ASEDIO, ECO DE LAS NOVELAS DE PÉREZ REVERTE
EL ASEDIO, ECO DE LAS NOVELAS DE PÉREZ REVERTE
Dice Arturo Pérez Reverte en una entrevista para _El Cultural_, suplemento del periódico El Mundo:
«Quería escribir una novela en la que de alguna manera estuvieran todas mis novelas anteriores y cupieran en ella todos mis lectores, que cualquier lector de mis distintas novelas tuviera un eco de las otras».
Cádiz como un tablero de ajedrez, la búsqueda del asesino, la partida de ajedrez con Cádiz como tablero. Las partidas de ajedrez en las que Hipólito Barrul siempre aniquila al comisario Rogelio Tizón y nos pone al descubierto su alma, no pueden menos que evocar a La Tabla de Flandes.
El
mar, tan amado y querido por el autor está omnipresente, como lo estaba también
en La Carta esférica,
La Reina del Sur,
Trafalgar,
o en menor medida en el farero de El pintor de batallas.
Lolita Palma, la aristocrática gaditana protagonista de El Asedio, es esa mujer fatal, dueña final del destino final de los hombres que la rodean, como ocurría en La carta esférica o en la narcotraficante de La Reina del Sur, enviando a los hombres hacia la muerte.
Lolita Palma, la aristocrática gaditana protagonista de El Asedio, es esa mujer fatal, dueña final del destino final de los hombres que la rodean, como ocurría en La carta esférica o en la narcotraficante de La Reina del Sur, enviando a los hombres hacia la muerte.
«-¿Por qué habría de hacerlo?-Porque se lo pido».
Novela histórica, o al menos con telón histórico de fondo, en torno a la Guerra
de Independencia, como Trafalgar o Un día de cólera (sobre el 2 de Mayo madrileño).
Con ese concepto del honor por el que los hombres se baten en duelo como en Alatriste. Un mundo de honor y caballeros, aunque algunos se limiten a querer sobrevivir.
Y esa sensación de una España que pudo ser pero no fue, que puede ser pero no será, de unos hombres que como en Alatriste luchan porque es su oficio, luchar contra otros hombres, luchar contra el mar, sin esperar otra recompensa que el deber cumplido o la supervivencia.
Una trama detectivesca, en muchos momentos con un aire sobrenatural, como si interviniesen fuerzas que no son de este mundo, evocan los misterios de El Club Dumas.
LOS PERSONAJES
Como muy bien dice Arturo Pérez Reverte, esta es una novela de personajes, con una personalidad perfectamente trazada y definida. Cuatro son los que voy a destacar, pero aunque no llegue al desbordamiento de Un día de cólera, bien podría haber mostrado una docena.
Rogelio Tizón, comisario de Barrios, Vagos y Maleantes. Le gusta su oficio y está dotado para él.
«Es un funcionario y su única ideología se corresponde con la jerarquía establecida. Un policía es un policía; todo poder constituido necesita sus servicios y experiencia». (Página 160).
No
le importa mancharse las manos para lograr sus objetivos. A fin de cuentas, el
mundo no es bueno:
«No se trata de que el mundo esté lleno de inocentes, sino de lo contrario: está poblado por individuos capaces, todos ellos, de lo peor» (Página 161)
Entre
medias aprovecha su conocimiento de Cádiz y su mundillo para irse
enriqueciendo.
Capitán Pepe Lobo, un personaje clásico de Arturo Pérez Reverte Difícil de olvidar este marino de 43 años que no ama el mar, pero el mar es lo único que tiene y entiende, aunque en él solo pueda sobrevivirse, siempre y cuando no bajes la guardia.
«Es de esa clase de hombres por los que las mujerzuelas de los puertos se vuelven locas y los hombres dan la camisa». (Página 283)Hombre de fiar, amigo de sus amigos, pero sin el concepto de honor caballeresco:
«-Hay quien dice que no es usted un caballero. -No lo soy ni pretendo serlo». (Página 283)
Lolita Palma aristócrata gaditana de 32 años, soltera, de fuerte carácter y que lleva tras la muerte de su padre lleva el negocio familiar.
El
Capitán
Simon Desfosseux nos muestra el lado francés. Es ante
todo un científico, de hecho no es militar de carrera sino civil, que se niega
a que le den más ascensos.
Artillero encargado de bombardear Cádiz, más que una misión militar es para él un problema científico de ecuaciones, parábolas, ángulos y alcance de tiro.
Artillero encargado de bombardear Cádiz, más que una misión militar es para él un problema científico de ecuaciones, parábolas, ángulos y alcance de tiro.
IMPRESIÓN PERSONAL
Es evidente que me ha gustado, si no no hubiera podido escribir tantas palabras. Pero no es un libro perfecto, pues el ritmo es irregular, alternando pasajes en que no puedes desengancharte de la historia, con otros que pasarías de largo.
Curiosamente la trama principal, la de la resolución de loa asesinatos, no es la que más me ha gustado. Prefiero sin duda al Capitán Pepe Lobo y su historia de amor imposible, que es sin duda la que más se ha quedado grabada en mi interior.
No he podido dejar de disfrutar con el capitán francés, no en vano fui artillero (historias de la mili) y me pasé un año entero día si, día también, disparando un cañón.
Son más de 700 páginas, por lo que imagino que la pregunta que todos os estaréis haciendo es: ¿Merece la pena embarcarse en la lectura? La respuesta resumiéndola sería: Libro muy recomendable para todos los seguidores de las novelas de Arturo Pérez Reverte. Ahora bien, si no te gusta este autor, o de él sólo te gustan las aventuras del Capitán Alatriste, mejor no pierdas tiempo y dinero.
Yo por lo menos, he disfrutado mucho con este universo gaditano pintado por el autor.
Deduzco que todos los gaditanos, buenos conocedores de su ciudad, podrán disfrutar más que yo.
Lectura facilitada por lo Biblioteca Municipal de Móstoles.
VALORACIÓN: 8/10
A mí me falló en final, la resolución. Me dio la sensación de que podría haber continuación.
ResponderEliminarHace mil q no leo nada de Arturo. Anotado
ResponderEliminarA mi me encantó. Y soy gaditano.
ResponderEliminarEste creo que de momento lo dejo pasar, tengo varios suyos por leer antes =)
ResponderEliminarBesotes