Y Julia retó a los dioses
Santiago Posteguillo
Autor: Santiago Posteguillo
Editorial: Planeta,
2020
Encuadernación:
Tapa dura
Páginas: 786
Esto es lo que la editorial nos cuenta
del autor:
Santiago
Posteguillo es profesor de lengua y literatura en
la Universidad Jaume I de Castellón. Estudió literatura creativa en Estados
Unidos y lingüística, análisis del discurso y traducción en el Reino Unido. De
2006 a 2009 publicó su trilogía Africanus sobre Escipión y Aníbal y de 2011 a
2016 la trilogía sobre el emperador de origen hispano Marco Ulpio Trajano. Ha
sido galardonado por la semana de novela histórica de Cartagena, obtuvo el
Premio de las Letras de la Comunidad Valenciana en 2010 y el Premio
Internacional de Novela Histórica de Barcelona en 2014. En 2015 fue proclamado
escritor del año por la Generalitat Valenciana. Entre 2012 y 2017 publicó
también tres volúmenes de relatos sobre la historia de la literatura muy
elogiados por crítica y público. Santiago Posteguillo es Doctor por la
Universidad de Valencia y ha impartido seminarios sobre ficción histórica en
diversas universidades europeas y de América Latina. En 2018 ha sido profesor
invitado del Sidney Sussex College de la Universidad de Cambridge.
Yo, Julia, su última novela, rescata del olvido la vida y la memoria
de la emperatriz más poderosa de la antigua Roma, una mujer que transformó su
entorno y cambió el curso de la historia para siempre.
En este blog puedes encontrar reseñadas
las siguientes novelas del autor:
Hasta la muerte o
la victoria final
ARGUMENTO de
Y JULIA RETÓ A LOS DIOSES
Tras derrotar a cinco grandes enemigos y
llegar a lo más alto, Julia y Severo se ven sometidos a una prueba más difícil
aún: mantenerse en el poder y poder fundar una dinastía a través de sus dos
hijos Antonino y Geta.
Para ello han de luchar contra la
traición, con la mortal rivalidad entre sus hermanos y contra el cáncer que
está matando a Julia.
Y JULIA RETÓ
A LOS DIOSES
Tras el impresionante éxito de Yo Julia,
Premio Planeta 2018, la historia de Julia se remata con Y Julia retó a los
dioses. Una obra dividida en dos partes al igual que lo fue una obra a la que
Santiago Posteguillo homenajeaba directamente en el título de la novela: Yo
Claudio (de Robert Graves). Y al igual que en la segunda entrega Claudio el
dios y su esposa Mesalina hace referencia a los dioses, lo hace también aquí
con Y julia retó a los dioses.
No se trata solo del título, sino que la
novela entera está planteada como un juicio entre los dioses romanos contra
Julia. Unos dioses divididos a favor o en contra de ella, que la someterán a
cinco terribles pruebas con las que esperan derrotarla y aniquilarla de la faz
de la historia definitivamente.
«El enconamiento entre los dioses se agudizaba. Estaban ante una nueva Odisea, solo que esta vez, en el centro de la lucha, estaba una mujer». (Página 151)
Pero Julia es mucha Julia. Demasiada Julia
incluso para los dioses. La historia de su lucha contra esas pruebas es el
argumento de esta novela.
«-¡No me detendrá ni la muerte! ¡Conseguiré la victoria aunque para ello tenga que luchar desde el reino de los muertos!» (Página 25)
En cuanto a la estructura narrativa,
sigue siendo Galeno con su diario secreto el que en buena parte nos vaya
guiando a través de los acontecimientos que tuvieron lugar, si bien los cinco
libros en los que se divide la novela arrancan con un aire diferente, casi
mágico, con esa asamblea en el que los dioses romanos juzgan a Julia. Eso hace
que la novela a pesar de su realismo, tenga un cierto aire onírico, irreal,
como los pasajes que tienen lugar en la laguna Estigia en el mundo de los
muertos.
Es curioso como la pandemia en que
estamos envueltos te hace mirar de modo diferente textos que están escritos
antes de la misma. Hay un episodio que nos habla de una peste (en realidad
parece que se trataba de viruela). Leed este párrafo y decidme si no suena a
algunos de los comentarios que hemos podido oír a lo largo de las últimas semanas,
o ahora mismo donde menos de doscientos muertos suponen un alivio:
«-Han muerto casi un centenar de legionarios, pero el médico griego parece satisfecho. Dice que a estas alturas en Aquilea habría muerto ya más del doble de esa cantidad. Se hace difícil aceptar que tantos puertos puedan ser incluso algo bueno». (Página 136)
Volviendo a la novela, en esta ocasión
incluso más que la anterior, Julia se convierte en la protagonista casi única.
Todo gira en torno a ella. Ella es quien mueve los hilos. Algo de lo que pocos
se dan cuenta porque no conciben que una mujer pueda ser tan inteligente, mucho
más inteligente que muchos de ellos.
Pero no es la inteligencia la única
virtud de Julia. Por encima incluso de su inteligencia está su fuerza de voluntad
su ánimo, sus ganas de pelear.
No pelea por pelear, sino porque sabe
que en el mundo romano, en la lucha por el poder no hay más que dos
alternativas: ganar o morir.
Por eso la determinación con la que
lucha:
«…para responderle categórica, serena y firme con cuatro simples pero poderosas palabras: Yo no pierdo nunca». (Página 179)
Pero incluso la muerte no equivale
finalmente para Julia a una derrota. Incluso cuando sabe que ese es su final y
no por mano de sus enemigos sino del cáncer que la atenaza (algo que se sabe
desde el principio de la novela), lo deja todo preparado para seguir su lucha:
«Yo…, Julia…, gobernaré Roma…, desde mi tumba». (Página 650)
Julia, siempre creyendo en la victoria,
sea cual sea el rival contra el que ha de enfrentarse, aunque ese rival sean
los propios dioses o su hijo:
«¿Es posible la victoria cuando el enemigo es tu propio hijo? Julia no habría dudado en la respuesta: Sí». (Página 413)
OPINIÓN
PERSONAL
Foto de El Búno entre libros para Instagram |
Inicié la lectura de Y Julia retó a los dioses, no solo con la
intención de disfrutar de la novela, sino de encontrar las claves de por qué
consigue Santiago
Posteguillo
dejar hipnotizados a cientos de miles de lectores con libros que rondan las mil
páginas.
Porque no es un thriller, por más que en
muchos momentos lo parezca. Porque además consigue que conozcas cómo es cada
uno de los muchos personajes que pueblan la novela, sin que por otra parte te
pierdas en quién es quién.
Lo consigue gracias a que sus
descripciones son mínimas pero muy precisas, en parte porque recurre también a
nuestra memoria cinematográfica. Por ejemplo, en la novela aparece en una de
las escenas importantes una carrera de cuadrigas. La acción es vertiginosa
porque no requiere grandes descripciones porque en nuestra memoria salta el
recuerdo de la carrera de Ben-Hur. Aunque la carrera sea diferente, la estamos
visualizando en nuestra imaginación gracias a esos recuerdos cinematográficos.
Sus descripciones de las batallas son concisas
pero muy conseguidas de modo que, incluso sin los esquemas que aparecen en la
parte posterior del libro, nos hagamos una idea muy exacta de lo que ocurre.
Escenas que podrían ser mucho más
detalladas y largas son a veces puestas en boca de alguien que las cuenta, con
lo cual hace que todo sea más vertiginoso, que no esté repleta de adjetivos ni
descripciones.
Todo en busca de un ritmo que resulta
vivísimo.
No hay duda que la realidad de la lucha
por el poder en Roma supera la fantasía de cualquier escritor por muy
desbordante que esta sea, de ahí que solo sea cuestión de exponer los hechos
del modo más sencillo para que el lector no se lie ante la complejidad de un
mundo y una lucha por el poder que nos pudieran resultar lejanas y meternos de lleno
en la trama de la novela.
Por otro lado, a los personajes los
conocemos no tanto por sus grandes pensamientos interiores, sino por aquello
que hacen o que dicen. Está tan conseguido que con un mínimo de palabras
podemos comprender muy bien como son.
Dicho de otra manera, con el mínimo de
palabras consigue crear novelas muy largas. Algo aparentemente contradictorio
pero que es su marca personal. Porque al igual que en muchas novelas, no
necesariamente largas, hay pasajes o capítulos que deberían ser recortados o
incluso eliminados, eso no puede decirse de ninguna novela de Santiago
Posteguillo, donde cada cosa tiene su razón de ser.
Por si alguno piensa que solo sabe
escribir grandes tomos, hay que decir que tiene también tres libros hablando
sobre libros, escritores y literatura que son cortos y una auténtica delicia.
Y dicho todo esto, no me queda otra que animarte a leer esta bilogía de Santiago Posteguillo. Y hablo de bilogía,
porque aquí si que merece la pena empezar desde el principio la historia de
Julia.
VALORACIÓN: 9/10
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Buenaas!
ResponderEliminarLa verdad es que estos libros me llaman mucho ^^
Gracias por la reseña <3
Jopé, y yo sin leer todavía el primer libro de Julia... Ya me vale. Me gusta mucho Posteguillo y disfruté de su trilogía de Escipión, pero cuando vi que por primera vez publicaba novela con protagonista histórica romana y femenina se me pusieron los ojitos brillantes. A ver si le encuentro hueco y te cuento. Besos.
ResponderEliminarTengo muchas ganas de estrenarme con el autor!
ResponderEliminarBesotes