martes, 19 de mayo de 2020

57 SEGUNDOS (VIRGINIA GIL RODRÍGUEZ)


57 segundos
Virginia Gil Rodríguez


 Título: 57 segundos
Autora: Virginia Gil Rodríguez
Editorial: Autopublicado, 2020
Encuadernación: Tapa blanda
Páginas: 136


 VIRGINIA GIL RODRÍGUEZ

Esto es lo que la autora nos cuenta de sí misma:

Licenciada en derecho comunitario e internacional, con un master en relaciones culturales internacionales, mis puestos laborales han estado vinculados durante más de 10 años con la administración pública, desde técnica de proyectos europeos, hasta directora de una entidad transfronteriza. En un momento de crisis económica decidí reinventarme y desde hace cinco años me dedico por completo a la escritura; En la Calle MayorEn el Corazón de ParísLa pintura de la vozClara y 57 segundos son los libros que he auto publicado, además de la traducción al francés de En la Calle Mayor de la que me he encargado personalmente.


En este blog puedes encontrar reseñadas las siguientes novelas de esta autora:





El ascensor de la poesía


ARGUMENTO de 57 SEGUNDOS

Me encante el argumento que proporciona la autora, así que os lo dejo:

57 segundos duraba un trayecto en ascensor.
57 segundos confirmaban el deterioro de mi pequeño mundo.
57 segundos me invitaban a hablar, a entablar amistad.
57 segundos contenían mi vida.
57 segundos, para subir al cielo, volver a bajar y empezar a caminar de nuevo.
Me llamo Nur y un ascensor cambió mi vida.






57 SEGUNDOS

Al igual que el resto de las novelas de Virginia Gil Rodríguez, 57 segundos es una novela breve de poco más de cien páginas. Como ya ocurre en alguna de sus novelas, casi más parece un cuento para adultos que una novela esta historia de una niña que se encuentra sola en la vida.
A ello contribuye además del tono en que está escrito y cómo nos lo cuenta, la deslocalización del lugar en el que transcurre la acción. Una ciudad que por los detalles que da no podemos identificar con ninguna.

Nur es una niña que vive en soledad, no porque no tenga padres, sino porque éstos viven muy ocupados en sus puestos políticos. Suy padre es concejal del ayuntamiento y su madre ocupa un alto cargo en la política. Algo que les lleva mucho tiempo, porque quieren llegar muy arriba.
Un concepto que Nur evidentemente no entiende:
«¿Es acaso la vida un gran juego de la oca en vertical en el que se avanza de casilla en casilla, por escaleras y ascensores, hasta llegar a la meta?» (Página 32)

Su madre además, no termina de aceptarla como hija. La relación con su hija arranca siempre con un “¿Podrías?” Nur está muy lejos del ideal de hija que su madre desea, demasiado alta, desgravada, con gustos diferentes, con un estilo que no se asemeja al que su madre desea… Y encima, le gusta leer poesía.
Pero todo cambia cuando su padre consigue llevar adelante uno de sus proyectos: La construcción de un ascensor que une la parte baja de la ciudad con la alta. Un ascensor que tarda 57 segundos en su recorrido. 57 segundos que cambiarán para siempre la vida de Nur cuando conoce allí a una persona que comparte con ella su gusto por la poesía.


La poesía, uno de los temas fundamentales de esta novela. No es la primera vez que Virginia Gil aborda el tema de los libros en sus novelas (lo hacía por ejemplo en La pintura de la voz, donde se hablaba del hecho de escribir historias), pero en 57 segundos lo hace de un modo directo al abordar el mundo de la poesía.
He de reconocer que la poesía es algo que nunca me ha llamado la atención. Y desde luego, solo la disfruto si es en dosis mínimas y espaciadas, algo que se da desde luego en esta novela.
Porque en ella aparecen pequeños fragmentos de poesías que a mí me han llamado mucho la atención y seguro que a ti también te la llamarán. Pequeñas píldoras que van directas al corazón.






OPINIÓN PERSONAL

Foto de El Búho entre libros para Instagram
Las novelas de Virginia Gil Rodríguez están cargadas de sentimientos y 57 segundos no es una excepción. Es muy difícil no sentir la necesidad de dar un abrazo (¿o será que estamos en cualquier caso muy necesitados de darlos en estos momentos?) a esta niña tan falta de afecto y cariño cuya única válvula de escape es la lectura de poesía y ese amigo imaginario que tiene.
Con todo, no es un libro triste, pese a la dureza de esa soledad, porque está contada con mucho sentido del humor, ese que nos muestra la incomprensión de una niña inocente frente al absurdo del mundo de los adultos y sus metas. Fragmentos como la visita con su madre al médico para que la cure de ser la hija que es, tienen micha retranca.

Una historia que se lee con mucha rapidez y que, sin ser una novela feel good (no es ese el estilo de la misma), no dejan sin embargo de dejarte muy buen sabor de boca al leerla. Aunque bien es verdad, que es un sabor un tanto agridulce.

Muy recomendable para desintoxicarse tras la lectura de novelas complejas o muy largas.




VALORACIÓN: 8/10



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5 comentarios:

  1. Muchas gracias por la reseña, Pedro. Un abrazo muy fuerte y a ver si puedes venir algún día a probar tú mismo el ascensor ;)

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  2. Me gusta lo que has contado. He leído varias reseñas de los libros de Virginia y siempre son buenas, pero todavía no he leído nada suyo. Este libro me llama mucho la atención.

    Besos!

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  3. Yo lo acabo de terminar y también me ha gustado mucho
    La ciudad es Fuenterrabía (Hondarribi). Lo sé porque salen algunos personajes de "En la calle Mayor" y porque conozco ese ascensor que conecta la parte alta y baja de la ciudad
    Un saludo

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  4. Pues creo que disfrutaría mucho con esta historia así qeu tomo buena nota.
    Besotes!!!

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