Muchas felicidades a todas las Josefas,
Josés, Pepes y Pepas. Y por supuesto a todos los padres que esto leéis. Unas
felicitaciones más virtuales que nunca porque las circunstancias obligan y hoy
habrá muchos padres, entre los que me encuentro, que sólo las recibirán de ese
modo, pues hoy no podré besar ni abrazar a ninguno de mis hijos.
Hoy es el día del padre y quiero traeros
una entrada especial con recomendaciones de libros. Pero a diferencia de otras
ocasiones en que os recomiendo los mejores libros desde el día del padre del
año anterior, hoy os quiero traer recomendaciones de buenos libros en los que
la figura del padre tiene un sentido especial.
Evidentemente en prácticamente todos los
libros tienen que aparecer padres, porque la vida está llena de ellos. Lo que
yo aquí quiero presentaros es la figura del padre vista desde muy diferentes
puntos de vista a partir de personajes que aparecen en algunas novelas.
En este vídeo, podéis verme hablando de estos libros si os apetece
Pinchando en el título de la novela,
accederás a la reseña del mismo en el blog.
El último barco (Domingo Villar)
Érase un hombre que tenía un libro de
los idiotas en el que iba anotando a cuanto hombre necio, tonto engreído y
corto de entendimiento va encontrándose por el camino. Es el padre del inspector
Leo Caldas. No es el protagonista de la trilogía, sino solo el padre del
protagonista.
Un hombre que además de seguir
rellenando ese libro de los idiotas en el que amenaza de cuando en cuando a su
hijo con inscribirle en él, vive sólo en el campo, sin hacer caso a los
requerimientos de su hijo que quiere llevarlo a la ciudad (Vigo).
Pero él es feliz allí, en su campo, con
sus vides, con la bodega de vinos que está poco a poco sacando adelante y, con
una sabiduría popular a la que recurre como refugio su hijo en algunas
ocasiones.
A la casa de su padre ha de regresar
Ismael, un escritor de éxito que se haya en plena crisis de ideas y con el
plazo para entregar su nueva novela a punto de vencerle sin haber escrito ni
una línea ni tener ideas para ellos.
No le queda otra, su madre acaba de
sufrir un accidente que la tiene postrada en el hospital con la cadera rota.
Pero la vuelta al hogar es un regreso a su infancia, un tiempo no muy feliz
para él en el que tuvo que enfrentarse a la figura de un padre exigente frente
al que nunca conseguía dar la talla.
Un hombre todo fuerza y energía, el ejemplo
de un auténtico hombre, por más que ahora esté ya muy menguado. Pero en esa
vuelta a casa, comienza a vislumbrar que quizás su padre no fue nunca ese
hombre modélico, que en el fondo siempre tuvo a su madre dominada y
arrinconada.
Todo ello le lleva a plantearse su
postura frente a la vida, a reflexionar sobre lo que es la masculinidad, la
feminidad y los roles en los que la sociedad parece querernos encorsetar.
El lector de Julio Verne (Almudena
Grandes)
Hay padres que por el hecho se serlo,
marcan la vida de sus hijos. Es el caso de Nino, porque su padre es guardia
civil en un pueblo de la serranía andaluza tras acabar la guerra civil. Un
pueblo en el que quién más quien menos, tiene algún familiar huido o luchando
con el maquis y por el simple hecho ser el hijo de un guardia civil, ya está
marcado y apartado.
Un padre cuya gran preocupación es que
su hijo no crece y a lo peor no consigue dar la talla para poder ser guardia
civil, algo que está muy lejos de los deseos de ese hijo que no tiene más
remedio que vivir en la casa cuartel en unas habitaciones ganadas a base de
finos tabiques que no consiguen ocultar el sonido de las torturas a los presos
allí detenidos.
Es el sonido de una película, le miente
a su hermano pequeño y a sí mismo cuando por las noches se producen esos
sonidos y esas torturas.
Con esta novela arranca Ibon Martín una
nueva serie que, aunque conserva alguno de los personajes de las anteriores,
tiene una nueva protagonista: Anne Cestero, una ertzaina a la que ponen al
frente de la recién creada UEHI (Unidad Especial de Homicidios de Impacto)
La vida de Anne viene marcada por un
padre violento que maltrataba a la madre, motivo por la que tanto ella como su
hermano se han marchado de casa en cuanto han podido.
Unos maltratos que no han desaparecido
con los años y que llevan a Anne a plantearse la necesidad de denunciar a su
propio padre.
Sin duda uno de los grandes padres que
nos trae la literatura para los amantes de la misma es el señor Sempere, Julián
Sempere, el padre de Daniel Sempere, protagonista de la tetralogía de El cementerio
de los libros olvidados. que comenzó con La sombra del viento, aunque muy bien podría
traer aquí cualquiera de las otras novelas de dicha serie.
Él es un hombre viudo que regenta una
librería y que es quien lleva a su hijo a conocer un misterioso lugar: El
cementerio de los libros olvidados. Él quien transmite a su hijo el amor por
los libros, por la lectura, por esa librería en la que hacen su vida.
Aunque tal vez tendría que hablar más
bien de El laberinto de los espíritus, porque en su último capítulo: el libro
de Julián, es el padre quien nos cuenta toda la historia de la familia Sempere.
Un modelo de padre intachable es por el
contrario el del protagonista de esta novela: Atticus Ficnh, un abogado viudo y
padre de dos hijos a los que quiere educar en su rectitud moral. Unos hijos que
no le llaman papá ni padre, sino Atticus, algo que hace ya más noventa años, no
era el modo normal de dirigirse a un padre.
Una novela que nos transporta a una América
profunda, a una ciudad sureña en los años posteriores a la gran depresión cargada
de racismo en la que Atticus tendrá que defender a un negro acusado de matar y
violar a una joven blanca. Algo que debe hacer por principios, pero que le
traerá el odio y la animadversión de todo el pueblo.
Una novela que está vista desde el punto
de vista de esos niños de diez y seis años. La mirada inocente de unos hijos que
no comprenden el contraste entre lo que su padre las inculca y la realidad del
pueblo en el que viven.
Trilogía del Baztán (Dolores Redondo)
Aquí no me complico la vida indicando
uno u otro libro (aunque el enlace es al primero, el de El guardián invisible)
Aunque la protagonista indiscutible de la novela es Amaia Salazar, sobre ella
planea la sombra de la relación de su padre. Un hombre que siempre la ha
querido, pero que no ha sido capaz de defenderla de su madre.
Una madre a la que una enfermedad mental
la lleva a odiar a Amaia, algo que no ocurre con el resto de sus hermanas. Un
odio que pondrá en peligro la salud mental y física de Amaia que no es capaz de
comprender la incapacidad de su padre para defenderla y hacer frente a su
madre.
Las consecuencias aunque las veamos en
la trilogía, se hacen más palpables en La cara norte del corazón, la precuela
de dichas novelas.
La mala suerte (Marta Robles)
Voy a rematar con la antifigura del
padre: el detective Roures en la trilogía de Marta Robles, del que he escogido
esta segunda novela porque es en la que se nos refleja el por qué su
protagonista, Roures, no tiene hijos (por lo menos que él sepa)
Frente a algunos hombres que buscan de
un modo desesperado (es precisamente de lo que trata esta novela) tener hijos,
él defiende una postura contraria, pues para él la paternidad no es un
ejercicio de amor y generosidad, sino un acto de egoísmo que solo sirve para
traer a este mundo a nuevos seres destinados al sufrimiento.
Pedro, estupenda recopilación, muchas gracias. Felíz día del padre. Saludos.
ResponderEliminarMuy buena entrada, muchas gracias. Felicidades en este día. Se hace duro tener que pasarlo lejos de nuestra gente, pero por suerte tenemos las NNTT para comunicarnos con todos. Besos.
ResponderEliminarLa danza de los tulipanes m flipo
ResponderEliminarMuy buena recopilación! Gracias! Y feliz día!
ResponderEliminarBesotes!!!