Delirio en rama
Rafael Estrada
Autor: Rafael Estrada
Editorial:
Punica Granatum, 2019
Encuadernación:
Tapa blanda
Páginas: 280
RAFAEL ESTRADA
Esto es lo que la editorial nos cuenta
del autor:
Escritor
e ilustrador. Como dibujante de cómics ha colaborado con Comix
Internacional, entre mas de quince empresas. Ilustra libros y cuentos
infantiles. Sus trabajos han sido publicados en Alemania, Francia, Italia,
Grecia, Portugal, Ecuador, Venezuela, Chile, Turquía, Corea y EE.UU.
En su labor literaria destaca la serie del
Inspector Proaza, con los títulos Ángeles de Sangre y Carne de Primera. Relatos, como el incluido en la Antología Lecciones de
Asesinos Expertos. Con una
bibliografía muy amplia en cuentos para niños que distingue: desde los primeros
lectores; a partir de 6 años, a partir de 8 años y juveniles (recomendamos
visitar su web oficial) destacamos cuento de investigación para niños con
el título: El Comisario Olegario (Accesit Premio
Lazarillo)
En este blog puedes encontrar reseñadas
las siguientes novelas de este autor:
En este blog puedes encontrar reseñadas
las siguientes novelas de este autor:
#encuentraalasesino
ARGUMENTO de DELIRIO EN RAMA
A pesar de llevar solo tres semanas en
el trabajo, el inspector Juanito Proaza ya ha resuelto dos complicados casos. Pero
como sigue siendo un novato, deciden encargarle trabajos sencillos, sin
complicaciones. Como el de un suicida que lo ha hecho ante los ojos de las
cámaras y de todos los que venían a desahuciarle de su piso.
Sí, un caso muy sencillo, pero…
«Espero que no lo compliques y termine siendo un caso de asesinos en serie o cualquier otra cosa». (Página 24)
DELIRIO EN RAMA
Delirio en rama es el tercer caso del
Inspector Juanito Proaza compuesta por:
-Ángeles de sangre.
-Carne de primera.
-Delirio en rama.
Aunque en la contraportada nos diga que
es el cierre de la trilogía, se refiere al cierre de las tres primeras novelas,
porque la serie como tal continúa. De hecho el autor me ha confirmado que la
siguiente entrega ya está escrita.
¿Puede leerse Delirio en rama sin haber
leído las anteriores? Lo cierto es que sí, porque aunque hayan pasado unos años
desde la publicación de la primera novela de la serie y cuatro desde la anterior, a diferencia de otras
series en que al personaje va envejeciendo de un modo paralelo a la publicación
de los libros, aquí del principio del primero al comienzo de este tercero
apenas han pasado tres semanas, con lo que la evolución del personaje no es excesiva.
Todos siguen viendo a Juanito como un novato:
«Juanito Imaginaba lo que debía sentirse ante la obligación del informe diario, con su firma estampada a pie de página, como había simulado tantas veces en la Academia de Policía de Ávila. Por el momento, su única satisfacción era el olor a cuero y aceite que subía de la funda pistolera, y la presión algo molesta del arma bajo la axila. Pero lo que más le gustaba, lo que hacía que se sintiera orgulloso era la placa. De no haber sido porque sin duda todos le mirarían como a un novato, la habría sacado para recrearse de nuevo». (Ángeles de sangre. Página 14)
La verdad es que su propio
jefe no llega a comprender cómo ha conseguido llegar hasta allí:
«Para Octavio de la Mata era un misterio cómo se las había arreglado Juanito para estudiar una carrera, completar su formación policial y aprobar las oposiciones. No es que el chaval fuera tonto, pero todos sabían que era callado, algo distraído y un poco lento a la hora de entender las cosas, o al menos esa era la impresión que daba». (Ángeles de sangre. Página 15)
Huye de clichés el autor al no
presentarnos a un policía que todo lo sabe, dotado de una inteligencia y una
perspicacia que lo hagan invencible y que vaya arrollando a todo el mundo con
su inteligencia y prestancia.
«Este caso me ha sorprendido tanto como a ti: parece una cosa y luego resulta ser otra, de manera que sigue siendo ideal para ti, porque es como tú. Pones cara de tonto, pero no lo eres; pareces inseguro, pero te desenvuelves sin problemas en un medio que desconoces; das la impresión de que eres lento y en tan solo dos días consigues asombrar a todo el Grupo con tus deducciones». (Ángeles de sangre. Página 104)
Eso sí, a la hora de justificar el por
qué de su vocación, el autor recurre a uno de los recursos que últimamente me
he encontrado en la literatura negra: su afición por el género
«Se había hecho policía por su afición a los libros y a las películas policíacas. Dicho así, podía parecer una tontería y Juanito se guardaba de hacer confidencias sobre el tema a otras personas. Sospechaba que la mayoría de la gente no elegía su profesión sino que tropezaba con ella a lo largo de su vida. (…) Juanito eligió su profesión después de ver El silencio de los corderos, y cuando tres años más tarde proyectaron Seven en el cine Brasilia de Lo Pagán, ya estaba convencido de que sería policía». (Ángeles de sangre. Página 17)
Con todo, hay cosas que
comienzan a cambiar. Como que Juanito no soporta que le llamen Juanito. O que
tras el segundo caso, aquel que transcurría en un matadero, empiece a
resultarle insoportable el hecho de comer carne.
Pero hay algo que no ha
cambiado. Si quieres que un caso se complique y se convierta en otra cosa muy
diferente, no tienes más que dárselo a Juanito:
«Octavio de la Mata no se lo podía creer: el suicidio que investigaba Juanito se estaba volviendo a enredar como los anteriores casos en los que él había intervenido. Sin pretenderlo, ese muchacho tenía un don para complicar las cosas. (Delirio en rama. Página 151)
Porque un caso tan sencillo como el
suicidio de un hombre al que el banco acudía a desahuciar de su casa por el
impago de unos recibos, se entrecruce con algo mucho más complejo: el caso de
un asesino que de modo macabro va matando a sus víctimas, mientras desde un
blog va provocando a la policía con el hastag #encuentraalasesino.
Por lo demás, la serie sigue teniendo un
paisaje urbano muy bonito y poco común (aunque el escritor Alfonso Gutiérrez
Caro también lo utilice como escenario para su serie del detective Santos) como
es Cartagena:
«Lo bueno de Cartagena es que puedes recorrerla en pocos minutos de un extremo a otro». (Delirio en rama. Página 117)
OPINIÓN PERSONAL
Me gustó desde el primer momento es
personaje de Juanito Proaza, al que pronto tendremos que llamar Don Juan para
que no se nos enfade. Un personaje que novela a novela va mostrándonos un lado
más oscuro, que no termina de ser precisamente el de ese niño modosito y
aparentemente despistado que aparenta mostrar. La realidad es más compleja, no
como la de esas novelas negras a las que tan aficionado es Juanito.
Al igual que las anteriores, tiene la
novela una trama que engancha desde el primer momento y que hace que nos leamos
en un suspiro la novela, disfrutando con un personaje que dista mucho de ser el
típico policía sabelotodo y listillo. Nada que ver tampoco con esos policías
apuestos que van conquistando mujeres (o intentándolo), porque él ya tiene a su
Virginia, una chica que se gana la vida escribiendo e ilustrando cuentos, con
la que lleva un corto tiempo conviviendo.
Una novela que se disfruta sin romperte
a cada momento la cabeza con quién es quién. Lo único que tienes que tener en
cuenta es mentalizarte desde la primera página, que no han pasado años desde el
comienzo de la serie, sino unos días en la vida de Juanito Proaza, que sigue
siendo ese chico que llegó desde un pueblo a trabajar como inspector de policía.
VALORACIÓN: 8/10
Tiene buena pinta pero tengo tanto del género pendiente, que por ahora lo voy a dejar pasar.
ResponderEliminarBesotes!!!