Fierro
Francisco Narla
Autor: Francisco Narla
Editorial:
Edhasa, 2019
Encuadernación:
Tapa dura
Páginas: 384
Esto es lo que la editorial nos cuenta
del autor:
Francisco
Narla,
nacido en Lugo en 1978 y afincado en un pequeño pueblo del corazón de Galicia,
Friol, es aviador y escritor. Pero son sus aficiones las que lo definen;
arquero, pescador con mosca, aficionado a los bonsáis, apicultor y casi
cualquier cosa sobre la que pueda leer en un libro.
Ha publicado poesía, relatos, ensayos técnicos y novelas. Ha colaborado
con radio y televisión y también es conferenciante habitual en foros
universitarios.
En 2009 publica su primera novela, Los lobos del centeno. En noviembre de 2010 ve la luz su
segunda obra de ficción, Caja negra, reeditada en
2015 y traducida a varios idiomas. En 2012 nos sorprendió con Assur, con la que recibe el aplauso del público y
conquista las listas de los más vendidos. Y al año siguiente nos presenta Ronin, que le consagró como uno de los más versátiles y
talentosos escritores de novela histórica de nuestro país, género que ha
continuado en su trabajo más personal y última novela hasta la fecha: Donde aúllan las colinas. En 2018 gana el I Premio Edhasa de Narrativas
Históricas con la obra Laín. El bastardo. Tras el éxito,
tanto en ventas como en críticas, de Laín,
Francisco Narla ha publicado en 2019 su nueva novela, con el título de Fierro, seguro que
recordarás este nombre....En 2019, además, ha publicado en Edhasa una nueva
edición revisada por el mismo de la obra Los lobos del centeno en versión
ilustrada.
En este blog puedes encontrar reseñadas
las siguientes novelas del autor:
ARGUMENTO de
FIERRO
«Lo llamaban Fierro. Y mentían. Su verdadero nombre era agua pasada, Y allí el pasado se pagaba caro».
Y Fierro estaba allí, por más que a él
dicho futuro no le importase. Solo le importaba una cosa: llevar a cabo su
venganza
FIERRO
Contraportada interior |
Fierro es una novela histórica cargada
de aventuras, que aunque no se dice, transcurre en el año 1212, que fue famoso
por la batalla de Las Navas de Tolosa, la parte final de esta novela.
Ya es casualidad que en este mismo año
haya leído dos novelas en las que parte de su trama es precisamente esta
batalla tan crucial para el mundo occidental. Y son dos maneras muy distintas
de contar un mismo hecho, no porque el resultado final sea diferente, sino por
el punto de vista desde el que se nos narra, que en este caso es el de un
atajador.
Nunca había oído esta palabra: atajador. Por su propia naturaleza, puedes pensar que un
atajador es aquel que va tomando atajos, y algo de eso hay, pero nada como ver cómo
los describe el autor:
«Atajadores. De entre todos los hombres de las milicias y fonsandos, los más locos; o los más valientes. Los que se echaban a territorio enemigo a pecho descubierto para que reyes y obispos, con sus nobles culos bien a salvo en la retaguardia, decidieran cómo jugarse la vida de los hombres que luchaban en su nombre». (Página 33)
Tenemos que llegar hasta la página 200
para encontrarnos con una buena definición del personaje, con la que muy bien
podría haber empezado la novela, aunque tampoco está nada mal la frase con la
que arranca la novela que es la que antes os puse:
«No era el más valiente. Tampoco el más espabilado. Todos esos ya estaban muertos. Él los había conocido. (…) Todos muertos. Pero él seguía vivo. No era el más valiente. Tampoco el más espabilado. Solo un tipo que jamás se rendía». (Página 201)
La novela transcurre en lo que en
aquellos años era la frontera, un lugar que
cambiaba continuamente de manos, asolada continuamente por un bando y otro, de
manera que difícilmente podía vivirse en ella:
«Ésa era la frontera. Una franja cuajada de castillos que habían cambiado de manos demasiadas veces. Un ancho valle por el que el Guadiana se desparramaba en pantanos y humedades donde se agarraban calenturas que lo dejaban a uno listo para entrevistarse con san Pedro». (Página 13)
Un lugar que, salvando todas las
distancias bien podríamos asemejarlo al salvaje Oeste, con unos personajes al
borde de la legalidad y de la supervivencia, aventureros en busca de fortuna o
supervivencia. Por tener tiene hasta su especie de cantina, un lugar que lleva
un judío en el que se puede comer, beber, disfrutar con mujeres y realizar
cualquier tipo de negocio o apuesta. Todo está permitido, menos las peleas. Así
que es el lugar de encuentro entre judíos, moros y cristianos, que por un
momento olvidan allí sus rencillas y peleas.
De fondo, una gran batalla que está a
punto de tener lugar y en la que se decidirá el futuro de dos modos distintos
de vida. Una gran batalla que viviremos con intensidad:
«Todos allí sabían que más pronto que tarde, iban a verse cara a cara con la muerte. Y no importaba la fe de cada cual, ni el fervor con el que se practicase, todos los sermones perdían fuerza ante el aliento del enemigo. El miedo a morir hacia iguales a los hombres». (Página 327)
Todo en medio de un mundo en el que la intriga
y la traición están a la orden del día. Y junto a ellos el tremendo deseo de
venganza de un hombre solo, sin más compañía que su perro “carajo” y el
recuerdo de un amor que perdió por culpa de una traición que alguien tiene que
pagar.
OPINIÓN
PERSONAL
Foto de El Búho entre libros para Instagram |
Fierro es una de esas novelas que al
terminar te dejan completamente impactado. Es el retrato de un mundo que queda muy
lejos de las bellas estampas con las que a veces se nos pinta el mundo
medieval. Una visión muy alejada de los palacios, pues no deja de ser la
historia de un hombre que se dedica a sobrevivir como puede, cuidando unos
panales de abejas de las que va a sacar más cagarrutas de ratones que miel,
hablando con su perro y con su difunta esposa. Un hombre solitario que domina
el terreno que pisa y en el que es capaz de sobrevivir apenas con la ayuda de
su fierro, una vara que tiene más utilidades que la de apoyarse en ella para
caminar.
Una atmósfera en muchos momentos
opresiva y en las que el autor hace vivir a su personaje una aventura tras
otra. No figurará por ellas en ningún libro de historia, ni será cantada por
los juglares. Porque las historias de supervivencia, tienen poco que ver con la
belleza o la heroicidad que cantan los bardos. Y las historias de amor de los
que no son nobles, parece que no están a la altura de dichos cantos y están
condenadas al olvido.
Porque Fierro, encierra también en su
interior una bellísima historia de amor. Breve porque el tiempo y la traición no
les dio para más. Tal vez por eso la intensidad con la que el protagonista la
sigue viviendo en su interior. El motor que le mueve a actuar en un sentido u
otro. Su norte. Y el Norte de su venganza.
Una grandísima historia que no deben
perderse los aficionados a la novela histórica. Además, pese a ser una gran
novela histórica, son “solo” 380 páginas, lo cual en muchos casos es también
una buena ventaja.
Sin duda entre las mejores novelas históricas
del 2019.
VALORACIÓN: 9/10
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Siempre me ha fascinado la manera de narrar de Francisco Narla y "Fierro" va a caer en mis manos (y retinas) en nada. Al menos eso espero, porque le tengo muchas ganas. Un beso.
ResponderEliminarNo lo conocía y no soy mucho de histórica, pero con la pedazo reseña creo que le voy a dar una oportunidad.
ResponderEliminarUn beso
Assur me encantó pero no he vuelto a leer nada del autor. Tengo que ponerme las pilas. Esta novela, por lo que cuetnas, tiene una pinta tremenda.
ResponderEliminarBesotes!!!
Pues esperando la reseña estaba y por supuesto caerá, gracias.
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