El cementerio de los suicidas
Manuel Hurtado Marjalizo
Autor: Manuel Hurtado Marjalizo
Editorial: La
esfera de los libros, 2019
Encuadernación:
Tapa blanda
Páginas: 478
Esto es lo que la editorial nos cuenta
del autor:
Manuel Hurtado
Marjalizo vuelve a la escena literaria con El cementerio de los suicidas, su tercera novela.
Se
estrenó en la ficción en 2010 con La hora del Lobo Gris, novela que fue finalista en el XIV Premio
Fernando Lara.
En 2016
publicó en La Esfera de los Libros La librería del callejón, con
la que ha cosechado un gran éxito y que ha alcanzado las cinco ediciones.
Manuel
es ingeniero de minas por la Universidad Politécnica de Madrid y trabaja desde
hace veintiocho años en la multinacional francesa Saint-Gobain, donde ha
ejercido puestos directivos en Segovia, Mendoza (Argentina), Barcelona, París,
Milán y Madrid.
ARGUMENTO de
EL CEMENTERIO DE LOS SUICIDAS
Año 1702. El capitán de galeón Íñigo
Galarza forma parte de una gran armada que desde la Habana va a traer a España
un oro y una plata muy necesaria para la marcha de la nación. Pero antes de
partir recibe dos encargos secretos: Debe traer a España a la hija del
Gobernador, una misión que comparte con otros grandes mandos de la armada, que
deben protegerle de todo mal). Por otro lado recibe un encargo directamente del
gobernador: traer a España un pequeño cofre con un contenido misterioso.
Madrid 1899. Carmen Sotés es una joven
cuyo gran deseo es ser periodista. Un sueño que parece va a cumplirse pues después
de dos años trabajando en El Imparcial haciendo todo tipo de cosas, va a poder
escribir su primera crónica, cuando el director del periódico le encarga cubrir
el suicidio de Saturnino de la Vega, un librero que se ha ahorcado en la
trastienda de su librería.
Pero un suceso aparentemente sin mayor
trascendencia, se convierte en algo totalmente diferente cuando alguien en el
autobús que ha tomado de regreso al trabajo la susurra un extraño mensaje:
«Busque la Mano negra –me susurró con un silbido misterioso-, y ándese con cuidado». (Página 27)
EL
CEMENTERIO DE LOS SUICIDAS
Dos acciones bien diferenciadas en tiempo
y lugar se van alternando en El cementerio de los suicidas. Por un lado nos
vamos hasta La Habana a comienzos del siglo XVIII para participar en la
expedición que va a traer de vuelta a España una gran cantidad de oro y de
plata de la que está muy necesitada la nación.
Una parte que muy bien podríamos considerar
como novela histórica, pues aunque algunos de los personajes de la misma son
inventados, no lo es ni dicha expedición ni algunos sucesos que en ella se
narran.
Por otro lado tenemos la historia de Carmen
Sotés, que nos traslada al Madrid de finales del siglo XIX, en los últimos días
de ese año que cierra el siglo. Un Madrid muy gris en un ambiente marcado por
las lluvias que en aquellos días caían sobre la ciudad.
Una historia que nos habla de periodismo
y de una vocación que no podía menos que sorprender a propios y extraños pues
la mujer en aquellos años tenía muy difícil a cualquier tipo de profesión y
el periodismo no era una excepción:
«-Una mujer periodista –oí que susurraban a mis espaldas-, ¿a dónde vamos a llegar?» (Página 19)
Claro, que Carmen no es cualquier mujer,
pues ni siquiera la edad supone un freno para ella:
«Supo desde el primer instante que yo era de espíritu indómito que, llegado el momento, nada ni nadie podría retenerme». (Página 22)
Hará cualquier cosa con tal de seguir
adelante con una vocación que marca su día a día:
»Una no es periodista por estar trabajando en una determinada sección, lo es por su compromiso con que se sepa la verdad, me lo enseñaste tú». (Página 199)
Dos historias muy diferentes pero que
sabemos desde el primer momento que están condenadas a confluir. Que ese
misterioso cofre que ha de traer el capitán desde La Habana está relacionado en
la segunda historia con una extraña secta de adoradores del Arcángel San Miguel
dispuestos a cualquier cosa por proteger su secta y el contenido del cofre a
cualquier precio.
OPINIÓN
PERSONAL
El cementerio de los suicidas está compuesto
por dos historias, dos líneas argumentales en principio muy diferentes. Una
parte que podríamos considerar como novela histórica y otra que está llena de
elementos góticos y de novela negra. Difícil misión la de que las dos partes
resulten de igual interés para el lector.
En mi caso me decanté casi desde el
principio por la trama que transcurre en 1702 más que por la que ocurre a
finales del siglo XIX, cuando más bien debería ser al revés, puesto que el
desenlace sabemos que tendrá lugar en esta segunda historia.
La culpa de ello está en los personajes,
pues si bien la personalidad del capitán de mar y de guerra me cautivó desde el
primer momento, no puedo decir lo mismo de la periodista, con la que no terminé
de empatizar. Tal vez, porque me parecía demasiado “pija”, demasiado preocupada
por su vestuario cuando en el fondo no es esa su educación ni el mundo del que
ha venido, hija de un empleado, no precisamente de la alta sociedad.
Curioso, porque esta segunda trama tiene
elementos que sin duda son muy atractivos como es el periodismo, la lucha de
una mujer por alcanzar puestos y sitios que en aquella época tenían el acceso
muy restringidos a la mujer o la buenísima recreación de un Madrid de finales
del siglo XIX que en todo momento llamó poderosísimamente mi atención.
A pesar de este freno, El cementerio de
los suicidas es una novela con una trama ingeniosa y diferente, en el que
combina elementos y épocas muy diferentes para envolver al lector en una doble aventura
que le tendrá atado a sus páginas hasta un desenlace espectacular.
VALORACIÓN: 7/10
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No termina de llamarme esta vez así que entre tanto pendiente, prefiero dejarlo pasar.
ResponderEliminarBesotes!!!
Pues no pinta mal, pero no sería un libro que leería ya mismo.
ResponderEliminarIgualmente lo anoto para futuras lecturas.
Besotes