Hace ya dos o tres años que llevo oyendo
hablar sobre el Certamen Internacional de Novela Histórica Ciudad de Baeza y
viendo cosas suyas en las redes sociales. Todo sea porque dos buenas amigas han
acudido a dicho certamen. Este año he tenido el privilegio y el placer de ser
invitado al mismo formando parte de los medios informativos. (como a tal nos
engloban en muchas ocasiones a los blogueros).
Esta es la crónica de mi estancia en
dicho certamen. Una crónica muy subjetiva, porque es lo
que yo he visto, vivido y disfrutado.
Comenzaré por contar un poco qué es El Certamen Internacional de Novela Histórica Ciudad de
Úbeda.
Se mire por donde se mire, es el sueño de unos locos
enamorados de la Historia y de la Literatura. Un sueño que se ha hecho realidad
y que año tras año va creciendo y creciendo.
Algo tiene que tener cuando todos los
que participan en él quieren volver otra vez, y el entusiasmo de los
voluntarios que forman parte de las recreaciones históricas no decae.
Pinchando sobre la foto, puedes acceder
al vídeo que he realizado con estos días, donde puedes encontrar breves
entrevistas con los autores, la entrega de premios y un vídeo de dos minutos
con la recreación histórica de la Batalla de Isandlwana entre ingleses y zulús
en el año 1879.
Un certamen que este año comenzó el
martes 12 de noviembre y concluyó el domingo día 17, con alguna innovación
frente a años anteriores, pues alguno de los participantes en el certamen ha
acudido a colegios u otras instituciones incluso fuera de la propia Úbeda. Una
manera muy acertada de aprovechar la presencia de los autores para compartir
sus experiencias con pueblos de la comarca próximos.
En mi caso no viaje hasta Úbeda solo,
sino acompañado por mis amigos y compañeros blogueros Pepa (Locura de libros)
Yolanda (Que el sueño me alcance leyendo) y Óscar (El arpa de Becquer). Ya en
Úbeda nos juntamos con Nando (Libros en el petate). Un grupo que compartimos
sesiones, comidas y muchas risas, que la literatura es una buena excusa para
disfrutar y estar alegres.
Ya la propia tarde del viernes asistimos
a dos presentaciones de libros en Librería Libros Prohibidos. La primera corrió
a cargo de Claudia
Casanova
que nos presentó su libro Historia de una flor, una novela que yo había leído a
principios de año.
Disfruté mucho con esta novela basada en
la historia de la primera mujer botánica. No podía ser de otro modo, pues
estuve casi un año de mi vida estudiando botánica y clasificando plantas (ya
avisé que mi crónica iba a ser muy subjetiva).
Podéis ver en este vídeo la entrevista
que realicé a la autora hablando de esta novela:
A continuación fue José Zoilo en el que en la
misma librería nos habló de Las Cenizas de Hispania, una trilogía compuesta por El alano, El dux del fin del mundo y Niebla y acero.
Me impresionó la amabilidad y la sonrisa
de este autor, porque la mantuvo todo el tiempo en que le vi a lo largo de los
tres días que allí estuvimos.
Destacó en la presentación su obsesión
por la veracidad en los detalles. De ahí que las portadas nos muestren unos
cascos posiblemente diferentes a lo que esperamos, pero que son los que
corresponden a la época en la que transcurren estas novelas.
El sábado era la jornada más importante
del certamen pues en ella se entregaba el VIII Premio
de Novela Histórica Ciudad de Úbeda, que este año ha correspondido a Alan Pitronello por su novela La segunda expedición.
En la aceptación del premio me
sorprendió la ardiente y brillante defensa que de la hispanidad hizo el autor.
Un autor de origen italiano, nacido en Chile, que ha vivido por toda América y
que ahora reside en Valencia.
Un premio que el jurado concedió por
unanimidad a un autor que no solo es joven, sino que ésta es su primera novela,
Una novela que tiene como fondo la conquista de México y una expedición al
recién descubierto Yucatán. Una novela épica y llena de aventuras (de las que a
mí me encanta cuando están bien escritas).
En la misma sala de conferencias del
Hotel Palacio de Úbeda donde se realizó la entrega del premio, tuvieron lugar
el resto de las presentaciones de este sábado y el domingo. La siguiente fue la
de El ateniense, una novela de Pedro Santamaría sobre
Alcibiades, estratega, político, demagogo, patriota, guerrero, traidor, amante…
Como nos decía el autor, un gran hijo de puta. Aunque por lo que nos contaba,
con mucha clase. Una historia que es narrada en diferentes capítulos por
aquellos que se cruzaron en su vida.
Una divertidísima y entretenida
presentación en la que, si no le paran, nos hubiera contado la novela entera.
Asistimos después al aire libre en la
Plaza Vázquez de Molina a la recreación de la batalla de Isandlwana (1879)
entre ingleses y zulús, en la que un ejército de 20.000 nativos derroto a una
columna de 1.800 soldados ingleses. Fue la mayor derrota sufrida por el
ejército inglés contra una fuerza indígena que, aunque muy superior en número,
contaba con una tecnología militar muy inferior.
Fue una recreación muy instructiva a la
vez que divertida y participativa, porque el público asistente éramos todos el
ejército zulú. Se nos explicó paso a paso en qué consistió dicha batalla y el
por qué de la derrota británica.
Lástima que al día siguiente no pudieran
desquitarse los británicos en la recreación de la Batalla de Rorke’s Drift, en
la que apenas unas horas después de su derrota, un grupo de apenas 150 soldados
resistió el ataque de más de 3.000 soldados zulúes en lo que se considera una
de las defensas de una plaza fuerte más destacadas de la historia militar
británica. No pudo ser porque la lluvia impidió tanto esta recreación, como una
lucha de gladiadores que también estaba prevista.
Por la tarde asistimos a la parte internacional
del certamen, pues tuvo lugar la presentación de dos novelas extranjeras. La
primera corrió a cargo de Ben Kane, impecablemente entrevistado por mi amiga
Yolanda Rocha que hacía su debut en dichas lides, que nos habló de su novela
Guerra de Imperios, el comienzo de una nueva serie (en este caso parece que
solo serán dos libros) que nos narra la lucha entre romanos y macedonios en el
siglo III antes de Cristo.
El autor nos dijo que tras esta serie se
tomará por petición de la editorial un descanso de “romanos” y abordará nuevos
temas antes de volver a las historias de Roma.
Una entrevista que, pese al freno que
siempre supone tener que ir traduciendo preguntas y respuestas, fue muy amena y
divertida, algo a lo que sin duda contribuyó el exquisito humor de Ben Kane, un
irlandés (así nos lo hizo constar en diversos momentos) con una gran pasión por
la historia que consiguió transmitir al público.
Lástima que una más que interesante presentación
se viera empañada por una pésima traducción. No hace falta saber mucho francés
para darte cuenta de que una parrafada de un minuto no se traduce en un
comentario de quince segundos.
El domingo fue la entrega de la
presentación de un premio, en este caso sin dotación económica, que se estrena
este año: Los Cerros de Úbeda, En él se
premia a la que el jurado considera la mejor novela histórica publicada en el
2019.
La novela premiada fue Valkirias de Iñaki Biggi, que tras
recoger el diploma acreditador de dicho premio, nos presentó la novela.
En este caso, cambiamos los romanos por
los vikingos, para contarnos una expedición vikinga para asaltar y saquear
Sevilla que, tras su fracaso hizo que sus
mujeres organizaran una expedición para rescatarlos, ante el altísimo
precio puesto por su rescate.
Una novela que me apunté para próximas
lecturas y cuya presentación corrió a cargo de Emilio Lara que a continuación
nos presentó su novela Tiempos de esperanza.
Tiempos de esperanza (Premio Edhasa de
Narrativas Históricas 2019) es una historia real de esas que la realidad supera
la imaginación del autor más lanzado, pues nos cuenta la cruzada que un grupo
de niños liderados por un niño pastor, reunió a miles de niños para acudir a
tierra santa para liberarla de los infieles.
Una novela que ya había leído y
disfrutado en la que me sorprendió los conocimientos y el modo de contárnoslo
de su autor Emilio Lara, del que también pude disfrutar en su amenísima
presentación a I. Biggi.
Eso fue todo por este año, porque como
os decía la lluvia impidió las recreaciones previstas a continuación.
Todo lo hasta aquí narrado es abierto al
público por lo que, si te gusta la novela
histórica, no dudes en ir haciendo un hueco en tu agenda el año que viene para
acudir a este certamen, en el que además podrás disfrutar de la visita a
una preciosa ciudad como Úbeda, que ya tenía el placer de conocer de una visita
anterior.
Pero lo mejor de todo en mi caso, fue no
solo poder estar presente en esos actos, algo al alcance como decía de todo el
que acuda, sino poder compartir con todos los autores presentes en este fin de
semana de desayunos, comidas y cenas. Una convivencia en la que la literatura y
la novela histórica estuvieron siempre presentes y en los que puedes conocer el
lado más humano de los escritores.
No puedo terminar sin darle las gracias
a Pablo Lozano, director del Certamen las gracias por su perfecta organización
y el exquisito trato humano que nos dispensaron en todo momento, a todos los escritores con los que tuve el placer de charlar (tenéis ya un hueco en mi corazón) así como a mis
compañeros de expedición por las risas y los momentos inolvidables que
disfrutamos juntos.
Estupenda la crónica, me ha gustado mucho, en especial el vídeo. ¡Saludos Pedro!
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