Hay una cita que espero todos los años
con mucha ilusión: La Feria del Libro de Madrid, escogiendo y reservando con
tiempo qué día voy a acudir a ella, porque aunque sean un total de diecisiete
días que incluyen tres sábados y tres domingos, solo iré un sábado en el que
además no iré solo sino con mi hija Teresa, sin cuya presencia la visita no
sería la misma.
Una jornada cuyo testimonio y resultado,
con las breves entrevistas que realicé a doce autores podéis ver en este vídeo
de mi canal:
Este año la única fecha posible era el
sábado 2 de junio y esta es la crónica de dicho día. Un día que comenzó con
unas previsiones del tiempo (y ahora no se equivocan como antes) que anunciaba
un día con temperaturas muy altas (más si se tiene en cuenta que todavía
nuestros cuerpos no están hecho a las mismas. Pero ¿qué sería de la Feria del
Libro de Madrid (FLM para abreviar a partir de ahora) sin unos días de calor y
otros de tormenta (este año se va a despedir sin tormentas que tampoco hubo en
la Feria de San Isidro, porque va a ser verdad eso de que el tiempo está
cambiando)?
Transporte público, por supuesto, aunque
vivamos en Móstoles que no vas a pagar un parking muy caro todo el día ni a
estar pendiente de los tickets de aparcamiento si es que consigues aparcar. Tuvimos
suerte porque justo al comenzar la FLM abrieron por fin después de varios meses
cerrada la línea de Metro que va de Opera a Retiro, justo la que necesitamos
para llegar.
Teresa con su fotoprotector puesto y vuelto
a poner para no quemarse. Yo con mi mochila del camino de Santiago a la
espalda, no para comprar libros, sino para cargar los que quería que me
firmasen, algo que hay que pensar muy bien antes de ir, para no cargar libros
en vano.
Así acerté no llevándome el de Sntiago
Posteguillo, porque por más que me apeteciese que me firmara el de Yo Julia, el
peso del libro es más que considerable y además acerté en las tremendas colas
que iba a tener.
Arrancamos temprano la jornada porque
poco después de las 11 tenía cita con Juan Carlos Chirinos, autor de Los cielos de curumo para grabarle
una entrevista para mi canal de Youtube. Se da la circunstancia de que Juan
Carlos fue profesor de literatura creativa de mi hija Teresa, con lo que su
encuentro fue para él toda una sorpresa y alegría, pues no le había dicho nada.
Fue un rato muy agradable y del que me vine con la entrevista que podéis ver
desde hoy mismo jueves en el canal.
Aunque a las doce de la mañana yo ya
llevara cuatro horas levantado, la FLM apenas se está desperezando y es muy
buen momento para visitar a una serie de gente que luego va a estar hasta
arriba de colas, porque la gente no madruga mucho.
Aproveché para ver a Rosa Montero de la que a
pesar de haber leído y tener varios de sus libros, no tenía ninguno firmado.
Llevaba Los tiempos
del odio
(aun sin leer), la tercera de su detective replicante Bruna Husky.
A su lado estaba Care Santos que me encantó
en Media vida, la novela con
la que ganó el Premio Nadal. Tengo pendiente de leer Todo el bien y todo el mal, aunque voy a
esperarme a que saque su continuación (que es una bilogía), algo que hará me
dijo a principios del año que viene, momento en que me leeré las dos de un
tirón.
Antes de que la cola fuese muy larga
fuimos a ver a Lorenzo Silva (un fijo desde hace muchos años de la
FLM) que estrena libro junto a su mujer Noemí Trujillo. Nuevo libro y
nueva serie su Si esto es una mujer, el único libro que compré en la
feria (bueno, a excepción de uno que compré para mi nieta de dos años). Ya me
lo he leído y me ha convencido su nueva inspectora.
Muy tranquilo estaba también a primera
hora Antonio
Gomez Rufo,
del que llevaba para firmar otra de las numerosas novelas que tengo preparadas
para este verano: El idioma de los recuerdos. Me encantó Madrid, su novelón
sobre la ciudad y espero que este también me guste.
La primera hora de la mañana cunde
mucho, así que espabilamos para ver a Víctor del Árbol. Hacía poco que
habíamos estado con él, yo grabándole una entrevista que podéis ver AQUÍ y
Teresa en un encuentro al que no pude asistir. Por eso ya tenía firmado Antes de los años
terribles,
pero tenía por casa sin firmar su primera novela: El peso de los muertos, un libro que
está descatalogado en su edición original, aunque ahora puede encontrarse en
nueva edición de AlRevés. Os dejo la foto con su solapa interior para que veáis
lo jovencito que se le ve.
Saludé a Juan Gómez Jurado. Sólo saludo,
que tenía una cola tremenda y yo ya tengo firmado su Reina Roja. También saludo
a Eva García
Sáenz de Urturi
que allí estaba muy acompañada de público firmando ejemplares de su trilogía de
la ciudad blanca.
Saludé (y de paso me llevé una
minientrevista) a María Reig que este año debuta en esto de la FLM
con Papel y
tinta,
una novela que llevo tiempo recomendándoos. Un derroche de simpatía María, para
aquellos que no la conocéis.
Pasé por la caseta de Versátil a saludar
a Eva Olaya, que es la de prensa con la que trato por correo. Allí tuvimos una
anécdota porque Teresa le preguntó qué tal estaba un libro que allí tenían y le
dijo que se lo preguntara a su autora que allí estaba. Así que charla y breve
entrevista a una joven y encantadora Carolina
Casado,
autora de Un acorde
menor.
Estuve con Estela Baz, de la que también tengo
pendiente su novela: Los niños de Lemóniz, sobre los niños y el terrorismo
en el País Vasco.
Aunque tenía firmado El último barco, la novela que
por fin publicó Domingo Villar, me apetecía mucho conocerle
personalmente, que no pude ir al encuentro bloguero que organizó la editorial.
Un placer charlar con él.
Y hasta ahí lo que dio la mañana. Así
que a comer (Teresa había reservado sitio por teléfono, que con la final de la
Champions podía ser complicado andar buscando dónde comer) y a reponer fuerzas
para la tarde, que comencé temprano poco después de las 17 con un autor de
novela histórica: Emilio Lara y su Tiempos de esperanza (Premio
Narrativas Históricas 2019)
Al lado está la caseta de Versátil,
donde quería conocer a Marto Pariente, autor de La cordura del idiota, una
novela que me recomendó por la mañana Eva Olaya y sobre la que estuve charlando
un rato con el autor.
Había quedado a las seis con Benito Olmo para realizar
una entrevista para el canal a propósito de Manuel Bianquetti, ese inspector
creado por él y que está poniendo patas arriba Cádiz. Lo cierto es que me lo
pasé muy bien hablando con él, entrevista aparte. Podréis verla el próximo
martes 18 en el canal.
El tiempo ya se me echaba encima, que
tenía que marcharme a las ocho. Así que remate con Karina Sainz Borgo, autora
de uno de los libros que más me han impactado este año: La hija de la española.
Un encanto de mujer, por más que luego ante la cámara pareciera mucho más
seria. (¿Por qué será que algunos escritores la mar de simpáticos se vuelven
serios cuando haces click al botón de la cámara?)
Y eso fue todo lo que dio de sí la
jornada. Con lástima de que no estuvieran ese día en la feria algunos
escritores con los que me hubiera gustado coincidir. Otra feria será.
¡Se nota que lo pasasteis bien!
ResponderEliminarBesos
Pero qué día más bien aprovechado! Y qué envidia me das!
ResponderEliminarBesotes!!!