Sábado, domingo
Ray Loriga
Autor: Ray Loriga
Editorial:
Alfaguara, 2019
Encuadernación:
Tapa blanda
Páginas: 195
Esto es lo que la editorial nos cuenta
sobre el autor:
Ray Loriga (Madrid,
1967), novelista, guionista y director de cine, es autor de las novelas Lo peor de todo (1992), Héroes (1993), Caídos del cielo (1995), Tokio ya no nos quiere (1999), Trífero (2000 y 2014), El hombre que inventó Manhattan (2004), Ya sólo habla de amor (2008), El bebedor de
lágrimas (2011), Za Za, emperador de Ibiza (2014)
y Rendición (2017; Premio Alfaguara de
novela); de Sombrero y Mississippi (2010), y de los libros de
relatos Días extraños (1994), Días aún más extraños (2007) y Los oficiales y El destino de Cordelia (2009).
Su obra literaria, traducida a quince
idiomas, es una de las mejor valoradas por la crítica nacional e internacional.
Como guionista de cine ha colaborado, entre otros, con Pedro Almodóvar y Carlos
Saura. Ha dirigido las películas La pistola de mi hermano, adaptación
de su novela Caídos del cielo, y Teresa, el cuerpo de Cristo. Ha
colaborado en publicaciones como Ajoblanco, El Europeo, El País y El
Canto de la Tripulación.
En este blog puedes encontrar reseñada
la siguiente novela de este autor:
ARGUMENTO de SÁBADO, DOMINGO
Lo que sucedió ese día nunca lo hable
con nadie, ni con Chino, que lo vivió conmigo. Ni siquiera con Virginia, que es
mi prima preferida. Y si he de ser sincero, creo que no pensé mucho en ello,
hasta hoy.
Tras una noche de juerga terminan pasando la noche junto a una joven camarera hasta que un funesto suceso remata la noche. Un suceso que nuestro protagonista no consigue recordar y con el que tendrá que enfrentarse veinticinco años después.
SÁBADO, DOMINGO
Esta es la historia de Federico, aunque
como está contada en primera persona, buena parte de la novela ni siquiera nos
damos cuenta de que no sabemos su nombre. Entre otras cosas porque en las
conversaciones con su amigo Chino, nunca le llama así:
«Chino me llamaba siempre bonita o tontita, no lo he mencionado antes porque me ponía enfermo». (Página 30)
Lo de que Chino es su amigo, no es más
que una manera de hablar. Pero es el único que tiene y al que sigue a todas partes
como un perrito faldero. A pesar de sus constantes humillaciones. A pesar de
que poco o nada tienen en común. A pesar de que salir con él solo sirve para
bajarle su ya de por sí menguada autoestima, porque todo lo que a él le falta
de saber estar y ligar le sobra a Chino. Claro que ir con él le permite de
cuando en cuando recoger las migajas de la amiga que acompaña a la chica que se
ha ligado Chino.
Aunque vive en un chalet de una zona muy
rica, lo cual muy bien pudiera convertirle en un pijo, él sabe que no está a la
altura de las circunstancias. Porque en el fondo sus padres hicieron un gran
esfuerzo por prosperar y sacarle de un barrio en el que empezaba a ir por mal
camino.
«Se puede pensar que soy un niño mimado, aunque en mi defensa diré que mi casa es la más pequeña de mi zona y que mi piscina no es ni la mitad de grande que las piscinas de mis amigos». (Página 15)
En una de esas correrías acompañando a
Chino, terminan junto a una camarera un sábado por la noche tras una fiesta.
Una historia que acaba de un modo abrupto y sin que sepa muy bien qué fue lo
que pasó aquella noche.
«Nunca comprendí muy bien lo que pasó aquel fin de semana, fue todo muy extraño. Sólo hoy, casi un año después, empiezo a entender cómo sucedió, aunque no el porqué». (Página 12)
Veinticinco años después, divorciado y
con una niña a la que adora, no es que hayan cambiado demasiado las cosas para
él. Sigue sin encontrarse a sí mismo y su autoestima continúa por los suelos
«Vivo por encima de mis posibilidades, lo cual, teniendo en cuenta que, para empezar, nunca he tenido ninguna, es casi una broma. Mis estudios no son gran cosa y mis méritos, hasta la fecha, inexistentes». (Página 90)
Ese vivir por encima de sus
posibilidades es la que hace que su hija vaya a un colegio de muy alto standing.
Un domingo de otoño acompaña a su hija hasta dicho colegio para celebrar una
fiesta de Halloween y allí vuelve a encontrarse con la camarera que conoció con
Chino. Parece que la historia que comenzó años atrás pueda por fin tener un
final
OPINIÓN
PERSONAL
En este caso, se trata de una historia
de personajes, aunque casi sería mejor decir “una
historia de personaje”. Porque es la vida vista a través de los ojos de
Federico con dos intervalos de tiempo (más un breve epílogo).
No sé explicaros por qué esta novela me
atrapó desde el principio, porque la intriga no es nada del otro mundo, pero
esa manera en que nos narra el autor la vida de un personaje que no es
precisamente un dechado de virtudes, lleno de defectos, sin autoestima, sin
desarrollar todo el potencial que intuimos que tiene dentro, pero eso sí, un
luchador empeñado en jugar con unas cartas que quizás no sean las mejores… El
caso es que me sentí desde el primer momento con ganas de acompañarle en su
trayectoria vital, de estar a su lado, de ver cómo está enamorado de su prima
Gini por más que no se atreva a confesárselo a sí mismo…
Es además una historia breve, que no
llega a las doscientas páginas. Y es de esas ocasiones en que agradeces en que
el cuerpo y la mente te agradecen una historia en la que te zambulles y y te
bebes de un trago.
Si buscas eso, una historia sencilla,
rápida a pesar de tener solo un mínimo de acción, con la historia de un
personaje que no es precisamente un héroe, Sábado, domingo es tu libro.
VALORACIÓN: 9/10
Si quieres comprar el libro pincha en la imagen correspondiente:
Uno de mis autores pendientes. A ver si este año soluciono eso. Me gusta lo que intuyo que será la historia y eso ya me atrae.
ResponderEliminarUn abrazo
No he leído nada del autor, espero estrenarme con él pronto.
ResponderEliminarBesotes
No he leído nada del autor aún. Y por lo que cuentas, podría ser este un buen libro para empezar.
ResponderEliminarBesotes!!!
No he leído a este autor y me recomendaron mucho el anterior así que uno de los dos caerá. Este desde luego tiene muy buena pinta.
ResponderEliminarBesos