MAFALDA FEMENINO SINGULAR (QUINO)

Mafalda: Femenino singular

Quino

FICHA TÉCNICA

Título: Mafalda. Femenino singular

Autor: Quino

Editorial: Lumen, 2018

Encuadernación: Tapa blanda

Páginas: 144

PVP:11,90 €

QUINO

Esta es la biografía que en Amazon figura del autor:

Joaquín Salvador Quino (Mendoza 1932). Descubrió su vocación a la temprana edad de 3 años de la mano de su tío, también dibujante. Después de acabar la educación básica, ingresó en la Escuela de Bellas Artes de Mendoza. Cansado de pintar ánforas, decide que quiere ser dibujante de historietas y humor.

En 1963 aparece su primer libro de humor Mundo Quino (Lumen, 1987). Un año más tarde aparece Mafalda por primera vez en la revista Leoplán. Más de cincuenta años después, Quino nos sigue sorprendiendo con nuevas historietas.

De sus libros puedes encontrar las siguientes reseñas en mi blog:

-Mafalda inédita

-Todo Mafalda

MAFALDA: FEMENINO SINGULAR

Iba a decir que Mafalda es coetánea mía, pero en realidad soy un poco mayor que ella. Lo cierto es que me he criado con sus tiras cómicas, presentes en mi casa y comentadas con padres y hermanos. De hecho, hay algunos chistes de ella a los que hacemos referencia en numerosas ocasiones.

En las tiras de Mafalda aparece la vida misma, así que con ellas podríamos hacer colecciones más o menos largas de cualquier tema: vacaciones, ajedrez, música, educación, política, economía… o la que se nos propone en este libro: mostrarnos el lado más feminista de Mafalda. De eso precisamente es de lo que va Mafalda femenino singular.

Incluso los que no sois seguidores de Mafalda, seguro que conocéis esa imagen suya que aparece en tantos lugares (bolsas, cuadernos, agendas) en que grita desaforadamente ¡Basta! Creo que Mafalda es mucho más que eso, pero ahí está su lado más reivindicativo, algo que se muestra con mucha más ironía a lo largo de las tiras que podremos encontrar en esta selección.

Siempre que me enfrento a las tiras de Mafalda me asalta la misma duda: ¿Cómo habrá envejecido? ¿Seguirá vigente su humor hoy día? Cada uno que lo juzgue, pero yo sigo disfrutando con ella y no puede dejar de llamarme la atención esa visión tan singular (como reza el título) y tan feminista de la vida.

Una visión que ya está presente desde sus primeras viñetas y que se hace presente en sus relaciones con la madre (y no hablo aquí de sus enfrentamientos por la sopa, ese gran enemigo de las relaciones entre Mafalda y su madre):

«-(Madre) ¡Mafalda, levantá la tricota que dejaste tirada!

-(Mafalda) ¡No tengo por qué obedecer a nadie, mama, yo soy un presidente!

-(Madre) ¡Y yo soy el Banco Mundial, el Club de Paría y el Fondo Monetario Internacional!

-(Mafalda) Hay que reconocer que estuvo astuta».

No se corta un pelo Quino para mostrarnos una madre que dejó sus estudios por las tareas del hogar y que no puede parar de preguntarse qué hubiera sido de su vida si no lo hubiese hecho. Mafalda no para de poner a su madre frente a su realidad, sus años, sus tareas, sus ilusiones, sus rutinas:

«-(Madre) ¿Cómo te fue hoy en la escuela Mafalda?

-(Mafalda) Bien. Aprendimos un montón de cosas nuevas. ¿Y a vos, mamá? ¿Qué tal te ha ido en este antro de rutina?»

Pero donde más contrasta el pensamiento “moderno” de Mafalda es cuando lo contrapone con Susanita, un personaje que pese a su edad parece tener el pensamiento de una madre o una abuela, anclado en el tiempo, con una única meta en la vida: tener hijos.

«-(Mafalda) ¿A vos os parece que fregar todo el día en la casa es vivir, Susanita?

-(Susanita) ¿Por qué no? Mi bisabuela no hizo nunca otra cosa y tiene ochenta y tres años. ¿Qué me decís?

-(Mafalda? Que si vivir es durar, prefiero una canción de “Los Beatles” a un long play de “Los Boston Pops”».

El extremo de esa oposición entre ambos caracteres podemos verlo en una viñeta que no deja de ser el pensamiento que algunos machistas tienen del trabajo femenino:

«-(Susanita) ¡Vos estás loca, Mafalda! ¿Yo estudiar una carrera? ¿Yo ser ingeniera, o arquitecta, o abogada, o médica? ¿Yo? ¡Jhá! ¡Yo voy a ser ama de casa y voy a apechugar con las tareas domésticas! ¡Voy a ser mujer! ¡Y no una de esas afeminadas que trabajan en cosas de hombres!»

Esta amistad entre Mafalda y Susanita, dos polos totalmente opuestos, no deja de ser curiosa. Por eso me ha llamado tanto la atención una tira que yo no recordaba y que aparece casi al final de esta recopilación:

«-(Mafalda) Más de una vez me he preguntado cómo siento tan distintas podemos ser amigas.

-(Susanita) Bueno, hay que reconocer que a veces la pasamos bien, será por eso que somos amigas.

-(Mafalda) Sí, claro. Pero ¿Y cuándo vos te ponés estúpida?

-(Susanita) ¿Y vos tarada?

-(Mafalda) ¿Y vos zanahoria?

-(Susanita) ¿Y vos papafrita)

-(Mafalda) ¿Cómo podemos ser amigas cuando no nos aguantamos?

-(Susanita) ¡Que se yo!... Pero antes de no aguantar a un extraño… ¡Qué quieres que te diga!... Prefiero toda la vida no aguantarte a vos».

Por contraposición a Susanita surgió posteriormente otro personaje: Libertad, muy chiquita ella (lo cual es en sí toda una declaración). Ésta si es una cría muy cercana en el pensamiento a Mafalda que le permite al autor tocar toda una serie de temas sociales.

OPINIÓN PERSONAL

He vuelto a disfrutar una vez más con Mafalda, poder contemplar que en algunas cosas probablemente era muy adelantada a su tiempo, de ahí que muchos de sus comentarios sigan hoy día vigentes. O tal vez sigan vigentes porque en el fondo la sociedad en estos cincuenta años apenas ha cambiado en algunos temas.

En otros, afortunadamente sí se está viendo un cambio. Hoy día la mujer ya tiene asumido como un derecho que su vida pasa también por la formación, universitaria si es su deseo y que las tareas del hogar son algo a compartir (con permiso de Susanita) con el marido, no una obligación inherente a ser mujer.

Una recopilación de viñetas que pueden si no conoces al personaje, acercarte a él para disfrutar de un auténtico genio del humor como es Quino.

VALORACIÓN: 10/10

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