A merced de un dios salvaje
Andrés Pascual
FICHA TÉCNICA
Título: A merced de un dios salvaje
Autor: Andrés Pascual
Editorial: Espasa,
2018
Encuadernación:
Tapa dura
Páginas: 429
ANDRÉS PASCUAL
Andrés Pascual (Logroño, 1969) ha ejercido durante veinte
años como abogado. Actualmente vive a caballo entre Londres y La Rioja se
dedica a escribir y a impartir conferencias. Ha recorrido más de cincuenta
países buscando escenarios para sus libros, que han vendido cientos de miles de
ejemplares y han sido traducidos a ocho idiomas. Su última novela, Taj (Espasa 2016), fue Premio de Novela
Histórica Alfonso X el Sabio.
ARGUMENTO de A MERCED DE UN DIOS SALVAJE
Hugo Betancor es
un fotografo de prensa que se desplaza junto a su hijo Raúl a San Vicente de la
Sonsierra, un pueblo de la Rioja para arreglar la herencia de su hijo Raul. Una
herencia que necesita para pagar una deuda que le reclama de malas maneras un
acreedor.
Allí se
reencontrará con el pasado de su mujer, que veinte años atrás abandonó el
pueblo tras la desaparición de su hermano, un crío de doce años con el que Raúl
guarda un asombroso parecido.
A MERCED DE UN DIOS SALVAJE
San Vicente de la Sonsierra |
A pesar de que
el vino es un elemento muy común en nuestras vidas, no hay muchas novelas en
las que dicho mundo tenga relevancia. A merced de un dios salvaje es una
excepción, pues transcurre en San Vicente de la Sonsierra, una localidad de la
Rioja y el epicentro de la novela es una bodega. Las Brumas.
Aunque el autor
no va a enrollarse en torno al tema del vino ni de su elaboración, lo cierto es
que el mundo del cultivo de la uva y de la elaboración del vino impregnan toda
la novela, pues no en vano es el modo de vida y la pasión de buena parte de los
personajes de esta novela.
Unos personajes
que reflejan el sentir de unas gentes para las que las tierras y el vino son
una parte integrante de su vida y su cultura:
«Si en esta comarca somos lo que somos, es porque unos y otros, aunque vivamos vidas separadas y probablemente separados y sueños separados, incluso aunque a veces tengamos nuestros conflictos y nuestras peleas, nos sentimos conectados por las raíces». (Página 407)
Escudo |
No se trata de
un pueblo ficticio. San Vicente de la Sonsierra existe, con su historia, su
escudo, sus tradiciones. Aunque no es el único pueblo de la Rioja que aparecerá
a lo largo de esta historia.
«¿Ves el puente del Ebro? A un lado, un torreón por el reino de Castilla; al otro las cadenas de Sancho el Fuerte de Navarra, del cual nos segregaron desoyendo la voluntad del pueblo. De ahí la espada que se alza en medio simbolizando la rivalidad». (Página 25)
La historia
tiene además la peculiaridad de hacernos presente una de esas llamadas
enfermedades raras, el síndrome de Dravet, una variación
de la epilepsia pero mucho más grave que afecta desde la infancia y va
retrasando el desarrollo del niño.
Es el caso de
Raúl, el hijo de Hugo, que tiene que cuidar permanentemente de él porque Vega,
su mujer, murió hace unos años. Una realidad con la que tiene que convivir
todos los días y que le gustaría borrar con una varita mágica si ello fuera
posible.
«Me gustaba hablarle como si fuera un adulto, por más que la nueva terapeuta opinase que era un error. Le convenía saber cuanto antes que en el mundo no tenían cabida los encantamientos. Nadie era capaz de cambiar las cosas con un conjuro». (Página 15)
Su hijo es la
razón de vivir de Hugo, a él y por él dedica todos sus esfuerzos, con un coste
importante en su vida privada, pues no es capaz de desarrollar una relación
afectiva.
«Te aseguro que sé reconocer cuando alguien se entrega en cuerpo y alma para la salvación de otro. No hay palabras para explicar lo que vienes haciendo con tu hijo durante todos estos años». (Página 337)
Junto a estos
dos elementos, la enfermedad del hijo y el mundo del vino, hay un tercer
elemento que es el que marca el discurrir de la novela: una intriga.
Hace ya veinte
años que desapareció en tío de Raúl. Una desaparición que nunca se resolvió
pero que sigue muy presente en el sentimiento del pueblo. Ahora, con la llegada
al pueblo de Raúl, el vivo retrato de su tío, parece que todo vuelve a revivir
envolviendo a los protagonistas de la novela en una carrera contrarreloj para
poder salvar la vida.
Una carrera por
la supervivencia que no sabemos si tendrá un final feliz. A fin de cuentas,
estamos a merced de un dios salvaje.
«Al final todos estamos a merced de un dios salvaje. De los pecados de nuestros padres, del peso de la religión y las tradiciones, de las jodidas enfermedades… Hasta del clima, que destruye en una hora la cosecha de todo un año. Se trata de sobrevivir, ¿no es así?» (Página 432)
OPINIÓN PERSONAL
Esta es la
primera novela que leo de Andrés Pascual, del que tenía muy buenas referencias y
que me ha encantado.
A ello contribuye
sin duda una gran ambientación, la de un mundo
rural que gira en torno al vino, un pueblo pequeño en que todos se conocen y en
el que los odios y los amores parecen heredarse de generación en generación.
Unos personajes en todo momento creíbles, con sus
debilidades y sus fortalezas, su lado bueno y su lado malo, que no nos permiten
saber a ciencia cierta quién puede ser el responsable de los sucesos que
tuvieron lugar hace veinte años ni de los que ahora tienen lugar.
Además hay que
sumarle una trama que saltando del presente a veinte años atrás me ha atrapado.
Porque toda la narración está imbuida en un aire de misterio, de realidad e
irrealidad, de aparecidos y desaparecidos que consigue mantener en vilo
permanentemente al lector, con un giro detrás de otro.
Una gran novela
para conocer, por lo menos en mi caso, a un gran autor.
VALORACIÓN: 8/10
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Qué buena puntuación...tengo una relación amor-odio con el autor, no sé si dejarme querer está vez 🤗
ResponderEliminarBesos 💋💋💋
A mi también me ha gustado mucho esta novela. Besos.
ResponderEliminarCreo que de momento lo dejo pasar =)
ResponderEliminarBesotes
Ya leo que te ha gustado, de momento creo que esperaré a ver si consigo organizarme estos próximos meses y reduzco los pendientes.
ResponderEliminarUn beso
No tiene mala pinta, tendré que tenerla en cuenta.
ResponderEliminarBesos