Primavera cruel
Luis Roso
FICHA
TÉCNICA
Título: Primavera
cruel
Autor: Luis
Roso
Editorial: Ediciones B, 2018
Encuadernación: Tapa blanda
Páginas: 481
PVP: 19,90 €
Ebook: 8,54 €
Ebook: 8,54 €
Editorial: B de bolsillo, 2019
Encuadernación: Tapa blanda bolsillo maxi
Páginas: 480
PVP: 6,95 €
PVP: 6,95 €
LUIS ROSO
Luis Roso (Moraleja, Cáceres,
1988) es licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de Salamanca, en
Filología Inglesa por la Universidad Autónoma de Barcelona y posee un máster de
Literatura Española e Hispanoamericana. Apasionado de la literatura, la
historia, el cine y el deporte, actualmente trabaja como profesor de literatura
en un instituto de Madrid. Admira a Delibes, Cela, Ferlosio, Sender, Azorín, De
la Serna, Aldecoa, Barea y Martín Santos.
Aguacero, su primera novela, recibió una gran acogida por parte de la
crítica y el público.
ARGUMENTO de PRIMAVERA CRUEL
Que en los años cincuenta aparezca el
cadáver de un hombre armado y muerto de un disparo en el monte del pardo, cerca
del palacio donde residía Franco, es motivo suficiente como para disparar las
alarmas.
¿Iba a producirse un atentado contra el
Generalísimo? ¿Era una acción solitaria o hay un grupo preparado detrás? ¿Corre
peligro real Franco?
Ante lo delicado del caso, encargan de
la misión al inspector Ernesto Trevejo, que tan buenos resultados había
obtenido recientemente en otro complejo caso. Porque no solo hay que resolverlo
con prontitud, sino con la mayor discreción posible
PRIMAVERA CRUEL
Tras Aguacero, nos encontramos ante la segunda
novela que tiene como protagonista al inspector Ernesto Trevejo.
¿Quién y cómo es Ernesto Trevejo?:
«Yo, en cambio, no tenía más ambición que subsistir con relativo desahogo hasta el fin de mis días. Era un funcionario enquistado forzosamente, por falta de medios y padrinos, en mi puesto de trabajo: inspector de primera de la Brigada de Investigación Criminal del Cuerpo General de Policía». (Aguacero. Página 13)
Tiene 34 años, en la
primera novela, aunque realmente no los aparenta:
Mi figura –mi cuerpo de lapicero y mi rostro imberbe, propio de estudiante o bohemio- no le inspiraba la suficiente autoridad. (Aguacero. Página 37)
Ernesto no es un adepto
al régimen, ni se encuentra en la policía para hacer carrera política. ¿Qué
pinta entonces allí?
«-¿Por qué se metió usted a policía?-Porque no valía para ladrón. Ni para cantante. Ni para político». (Aguacero. Página 310)
No viene del ejército,
porque no llegó a hacer la guerra:
«Pertenecíamos, año arriba año abajo, a la misma generación. La primera que no había entrado en combate durante la guerra, o que sólo lo había hecho en los últimos meses o semanas del conflicto». (Primavera cruel. Página 32)
Pero sobre todo, no vamos a encontrar en
el inspector Trevejo a un héroe. Ni lo es, ni pretende serlo. Es solamente un
superviviente que, a ser posible, pretende ver la luz del día siguiente.
«Yo, además de ser policía en una dictadura de un país arruinado y miserable, no tenía madera de héroe». (Primavera cruel. Página 324)
«Si no fueras tan imbécil, que bien te iría.Si no fuera tan imbécil, no sería yo». (Primavera cruel. Página 35)
Palacio de El Pardo (Madrid) |
En Primavera
cruel podemos encontrar un reflejo de lo que era aquella España de
los años 50, ya no tan próxima a la guerra, pero que aún no había llegado a su
despegue económico
«Lo mismo había hecho el Caudillo con España, convirtiéndola en cuartel tras la guerra, aunque con el tiempo España se hubiera tornado en una mezcla de catedral y tablao para turistas». (Página 19)
Conoceremos también una parte del
complejo y clandestino mundo de la organización comunista en España, pues el
hombre muerto pertenecía a dicha organización.
Pero eso no deja de ser el trasfondo, el
telón y el escenario en que transcurre la acción. Porque lo que importa es una
trama llena de giros, con un argumento que en algunos momentos toma tintes de
culebrón y que, más allá de cualquier matiz político, lo que nos muestra es la
historia de unos hombres que buscan y utilizan el poder que da el dinero. O
sea, lo de siempre. Pero contado de una manera que hace que esta novela sea
diferente.
OPINIÓN
PERSONAL
En su día me impactó mucho Aguacero, la primera novela
de Luis Roso, así que
esperaba con expectación su segunda novela, que lejos de defraudarme, me ha
parecido aún mejor que la primera.
Tal vez porque la primera, al estar
situada en un pueblo ficticio, aunque más o menos reconocible en la sierra
madrileña, podía dar una sensación de irrealidad a la narración. No es el caso
de Primavera
cruel,
que nos lleva al mismísimo monte del Pardo madrileño y a una localidad catalana.
Se consolida además la figura del inspector
Trevejo como un gran personaje, un profesional de la investigación que intenta
por todos los medios no mezclarse en el complejo mundo de la política y de la
lucha por el poder. Algo que no le atrae y que además está casi vedado para él,
que no tiene más padrino que su buen hacer profesional.
Como la novela anterior era un caso cerrado,
puedes leer perfectamente Primavera cruel de un modo independiente si te
apetece comenzar lo que espero que sea una larga serie, por esta novela.
VALORACIÓN: 9/10
Totalmente de acuerdo, y es que una vez entras en el mundo Trevejo no se sale así como así, jejeje.
ResponderEliminarBesitos cielo.
Lo tengo pendiente de lectura. Besos.
ResponderEliminarPues voy a tener que animarme con este autor y conocer al inspector Trevejo.
ResponderEliminarBesotes!!!
Totalmente de acuerdo con tus impresiones, me ha encantado esta novela y estoy deseando reencontrarme con Trevejo.
ResponderEliminarBesos.