miércoles, 23 de mayo de 2018

LAS GAFAS NEGRAS DE AMPARITO CONEJO (GUILLERMO ROZ)


Las gafas negras de Amparito Conejo
Guillermo Roz/Oscar Grillo




FICHA TÉCNICA

Título: Las gafas negras de Amparito Conejo
Autor: Guillermo Roz
Ilustraciones: Óscar Grillo
Editorial: La Huerta Grande, 2018
Encuadernación: Tapa dura
Páginas: 228







GUILLERMO ROZ


Esto es lo que la editorial nos cuenta del autor:

Guillermo Roz nació en Buenos Aires en 1973 y vive en Madrid desde 2002. Se graduó en Letras en la Universidad Nacional de La Plata.
En 2016 ganó la edición XXVII del Premio de Narración Breve de la UNED con el relato Carpinacci no vuelve.
En 2015 se editó su novela Malemort, el Impotente, con la que ganó la XVI edición del Premio Unicaja de Novela Fernando Quiñones.
En 2014, se le otorgó la beca Villa Marguerite Yourcenar en Francia y ha publicado Flotarium, editada por la Universidad del Salento (Italia) y la Universidad Autónoma del Estado de México.
Otras novelas del autor son Les ruego que me odien, con la que ganó el I Premio de Narrativa Francisco Ayala en 2013; y Tendríamos que haber venido solos, con la que fue distinguido como Nuevo Talento Fnac en 2012.
Ha ejercido la docencia y el periodismo cultural. Colabora con El País de España y El Universal de México.






ARGUMENTO de LAS GAFAS NEGRAS DE AMPARITO CONEJO

 Amparito –conejo es la secretaria de Pereyra Iraola, el director del colegio y está perdidamente enamorada de él desde el mismo momento en que le conoció, por más que se sabe condenada a no ser correspondida nunca.
La muerte de Pereyra Iraola en extrañas circunstancias le lleva a repasar la vida de todos aquellos que pudieron tener motivos para asesinarle, que no son ni uno ni dos precisamente.

«Ese perro que soy, ese animal enamorado y distraído, reconstruye los perfiles de los sospechosos, olfatea con cada palabra escrita las migas de pan del verdadero y único culpable, que estoy segura se esconde entre las personas que paso a presentar». (Página 10)







LAS GAFAS NEGRAS DE AMPARITO CONEJO

«Si no lo he dicho, lo digo ahora: esta historia trata de un crimen. Alguien lo ha matado y esto que relato es el trazado de un camino, una investigación, un diario de viaje hacia una verdad que la escritura y la lectura construirán de la mano». (Página 8)

Con la frase recogida en el argumento y ésta con la que prácticamente arranca la novela, podemos tener una idea de qué vamos a encontrarnos en Las gafas negras de Amparito Conejo: Una novela casi negra, casi en blanco y negro, una galería de personajes singulares que acompañaron en un momento u otro de su vida a Pereyra Iraola.

Comenzando por Aristóbulo Conejo, el padre de Amparito, un hombre alcoholizado desde el momento en que su mujer murió atropellada cuando salía muy alegre de ponerle los cuernos con el Zurdo, el socio de su padre.

La Núñez es la otra secretaria, una mujer espectacular que cambia de vestido e indumentaria numerosas veces a lo largo del día, siempre a punto, siempre impecable. Fue la amante del director hasta que éste no se vio con fuerzas o ganas de seguir el ritmo de exigencias sexuales que La Núñez le imponía.
¿Hay mejor candidato para asesino que una amante despechada?


Lunari es el bedel. Fue un futbolista uruguayo que iba para estrella cuando fichó por un equipo argentino, pero que en su primer partido fue humillado, futbolísticamente hablando, por su rival, que no era otro que Pereyra Iraola.
«Algunos dicen que Lunari es un monstruo creado por el director, o mejor dicho por la culpa inmortal que lleva consigo desde la humillación en el barro». (Página 73)


Las hermanas Dancer, una alta y delgada, la otra baja y rechoncha, todo el día bailando y cantando sin parar. En realidad, son las hijas del director, fruto de una relación que en su día cortó.


Goyeneche es el consejero escolar, antiguo cantor de tangos que un día en un accidente perdió la pierna. Está enamorado de Amparito, pero al igual que le ocurre a ella, quiere a quien le ignora.
«El que no es correspondido es siempre un mutiliado, un lisiado, un enfermo. No se puede tener salud verdadera si no nos aman los que queremos que nos amen». (Página 116)


El liebre Kuchirski, un chaval con una inteligencia desbordante en un cuerpo minúsculo. Un apodo cruel debido a su labio leporino.
«Satanizado por su propia superioridad intelectual, Kuchirski era el más raro entre los raros». (Página 118)


Quinela Marta es la madre de uno de los alumnos. Se gana la vida pasando la quiniela al director y entre las madres del colegio. Hasta que un aciago día para ella toca un superpremio que no va a poder pagar.


Amparito Conejo
Mendocita, hijo de un pintor amigo del director que un día se queda allí a su cargo. Como premio, decide pintar el cuadro del director, un cuadro que no tiene fin.


Y por último Amparito Conejo, la chica que un día decidió ser la secretaria del director y tanto convencimiento puso en el empeño que lo consiguió. Aunque lo que no logró fue enamorarlo, simplemente ser su confidente, de ahí que sepa las historias de todos los personajes del colegio y de esta novela.
«Si me seguía encargando llevarme esos secretos tan voluminosos, no iba a tener más remedio que reservarme una tumba de mujer gorda, con mucho espacio, o muchas con mi nombre, qué sé yo». (Página 160)


Todos estos personajes componen un universo muy singular al que hay que añadirle un plus: El libro viene lleno de ilustraciones, obra de Óscar Grillo, que nos reproduce no solo a los personajes, sino muchas de las escenas que iremos encontrando dentro del libro. Unos dibujos que siguen la concepción que del cómic tiene el autor y que consiguen crear una atmósfera singular para esta novela.






OPINIÓN PERSONAL

He de reconocer que comencé la lectura del libro con una cierta aprensión. No hay nada que más asuste que hacer la reseña del libro de alguien que conoces y te conoce. Porque quieres que el libro te encante y, al menos yo, tengo mucho miedo a que no me guste, porque luego me va a tocar explicar el por qué.
Afortunadamente no ha sido el caso, pues me atrapó desde sus primeras letras y sus primeros dibujos. Dibujos y letras forman una simbiosis que hacen de Las Gafas negras de Amparito Conejo, un buen ejemplo de lo que debe ser una narrativa ilustrada.
Con tono de novela negra, pero sin ser exactamente novela negra. Con mucho humor para describirnos las vidas de unos personajes que en algunos casos son auténticos desechos. La elección del autor de escribir la novela desentrañando uno a uno a los distintos personajes de la misma, me parece un acierto. O será que a mí me gustan estos libros con muchos protagonistas y muchas historias.
Son ocho personajes más Amparito Conejo con capítulo propio. A los que hay que sumar al director Pereyra Iraola que, aunque no tenga capítulo propio, es el personaje que conocemos a través de las descripciones y las historias que los demás nos cuentan de él.

Diez personajes ilustrados en busca de lector. Un lector que seguro no quedará defraudado al terminar la novela.



VALORACIÓN: 9/10



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3 comentarios:

  1. Me gustan mucho las novelas de personajes porque en ellas se demuestra el saber hacer del escritor ya que tiene que presentarlos muy bien a la vez que hilar la trama para que todo encaje. No conocía ni la novela ni al autor y por lo que cuentas estoy convencida de que me gustaría...
    A mí también me da mucho respeto cuando leo una novela de alguien a quien conozco y aprecio (cuando digo respeto quiero decir miedo xD)
    Un abrazo

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  2. Este tipo de novelas, originales y de título sorprendente me atraen como luz a un bicho, de verdad que me apasionan, te estado leyendo y creo que esta sí que puede ser una de mis lecturas, me la llevo.

    Besos 💋💋💋

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  3. Original se ve esta historia. No conocía ni el libro ni a su autor. Tomo buena nota.
    Besotes!!!

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