LIBROS PARA REGALAR EN NAVIDAD 2017

Esto ya es un sin vivir, que cada año se adelantan más y más los anuncios navideños. No es que ya nos bombardeen en verano con la lotería del niño que no puedes irte sin comprar un décimo de ese lugar al que has ido a vasar tus vacaciones (los que tienen pasta se libran porque en el extranjero no tienen esos anuncios), sino que esos insoportables anuncios de colonias llevan ya desde septiembre n los cines.

Total, que ya va siendo hora de que os preparéis vuestras compras navideñas para evitar prisas y agobios finales y, como no, en ellas debería ir incluido algún libro. Así que, algo más tarde que otros años, os ofrezco mis recomendaciones. Son todos libros leídos y reseñados por mí.

Esta lista no está cerrada, porque en el mes de noviembre hay algunas novedades muy interesantes y estoy convencido de que alguna de ellas terminará entrando.

Todas las novelas que aparecen han sido publicadas en España en 2017. No quiere decir que sean las mejores novelas, sino que están pensadas para cubrir un amplísimo espectro de lectores, de modo que podáis tener ideas para regalar un libro de un modo muy personalizado según el gusto del lector al que va destinado.

Tras un resumen inicial, podéis encontrar un breve comentario del libro junto a su ficha técnica y pinchando en el nombre accedéis a la reseña completa del mismo, pues todos los que aparecen han sido leídos y reseñados por mi.

Para amantes de la literatura

Por encima de la lluvia (Víctor del Árbol)

Los pacientes del doctor García (Almudena Grandes)

Más allá del invierno (Isabel Allende)

Para los amantes de la novela negra

El asesino del acantilado (Antonio Manzanera)

Corrupción Policial (Don Winslow)

Los ritos del agua (Eva Gª Sáenz de Urturi)

Para los amantes de la novela histórica

Como fuego en el hielo (Luz Gabás)

La huella de una carta (Rosario Raro)

Para los que quieren conocer nuestra historia reciente

Recordarán tu nombre (Lorenzo Silva)
El refugio de los canallas (Juan Bas)

Para los amantes de Madrid

Caen estrellas fugaces (Jose Gil Romero & Goretti Irisarri)

La cajita de rapé (Javier Alonso García-Pozuelo)

Para los amantes del thriller

Ana (Roberto Santiago)

A grandes males (César Pérez Gellida)

El día que se perdió la cordura (Javier Castillo)

Eva (Arturo Pérez-Reverte)

Para los amantes de los libros premiados

Media vida (Care Santos)

Rendición (Ray Loriga)

No soy un monstruo (Carme Chaparro)

Para los amantes de los libros que son serie

Muertos prescindibles (Hjorth & Rosenfeldt)

El hombre que perseguía su sombra (David Lagercrantz)

Para jóvenes

Veinte (Manel Loureiro)

Para los amantes de historias emotivas

Y si fuera cierto (Antonia J. Corrales)

Para los que buscan levantar su ánimo

Basta con vivir (Carmen Amoraga)

Con un par de alas (Alba Saskia)

Para los amantes de la fantasía

Caraval (Stephanie Garber)

Para niños

Alex Colt cadete espacial (Juan Gómez-Jurado)

Para los que disfrutan con distopías

Konets (César Pérez Gellida)

Para amantes de la literatura

Esta es la novela que Víctor del Árbol ha publicado tras su Premio Nadal con La víspera de casi todo. Un viaje en el tramo final de sus vidas que cambiará la manera de ver las cosas de Miguel y Helenna. El autor se eleva por encima de la lluvia para regalarnos uno de los finales más emotivos y poéticos de su carrera.

Una novela que disfrutaréis todos los seguidores de este autor, que no defrauda en ninguna de sus novelas.

Cuarta entrega de los Episodios de una Guerra Interminable, que en esta ocasión nos llevará hasta Argentina. Sigue sin fallar Almudena Grandes, con cambio constante de temática en estos episodios. En esta ocasión nos contará una historia de tres perdedores, de tres impostores. Una auténtica novela de espías, con sus historias de amor, con su intriga y que nos desvelará también episodios poco conocidos de la guerra civil.

Una trama en la que conoceremos la historia de un grupo que desde España colaboraba con prófugos y criminales de guerra nazis a los que dirigía hacia Argentina.

Fiel a su estilo, nos trae Isabel Allende en Más allá del invierno, una historia de historias, entrelazadas entre sí, con vidas cruzadas por el destino. Además en esta novela, los tres protagonistas provienen de mundos sociales y geográficos muy diferentes, lo que nos proporciona un puñado de historias muy diferentes que terminan constituyendo un amplio abanico del panorama americano. Y por americano, no entiendo estadounidense, que aquí viajaremos desde Chile a Guatemala, pasando por Brasil, México, Canadá y finalmente Estados Unidos.

Una novela con la que seguimos disfrutando los seguidores de esta autora.

Para los amantes de la novela negra

Hay que ver cómo puede cambiar a bien la impresión que tienes de una novela según avanza la misma. En ese caso para bien, porque de considerarla una novela mediocre, he pasado a considerarla una novela muy recomendable que hay que leer con mucha atención.

Llama poderosísimamente la atención su estructura, con ese arranque tan utilizado en muchos libros, películas o series que te muestran cómo han llegado los protagonistas para luego volver atrás, llegar al punto de inicio y continuar hasta el desenlace. Solo que aquí este presente es más largo, y la vuelta atrás no nos llevará al presenta para cerrarlo, porque el pasado es el final del presente.

Sí, cuando termines de leer la novela, tendrás que repasar en tu mente todo lo que has leído hasta ese momento para ver que todo tiene un sentido diferente al que habías pensado hasta ese momento.

Sin duda una novela diferente que no debe perderse un aficionado a la novela negra. Una historia que pasa de lo que inicialmente veía como una película de serie B en blanco y negro, a adquirir colores pastel según avanzaba hacia el pasado.

Creo que Corrupción policial es una novela que no debe perderse ningún aficionado al género negro. En muchos momentos pone los pelos de punta, no tanto por cómo lo cuenta, sino por lo que cuenta. Porque si el mejor policía de Nueva York está pringado de esa manera ¿qué podrá esperarse del resto?

No es únicamente un tema policial. Todo el sistema parece tocado y corrupto de arriba abajo, comenzando por los políticos y continuando por los jueces, abogados… De hecho la corrupción policial es solo la punta del iceberg. Lo realmente importante está bajo la superficie y esa parte es intocable.

Una novela que emociona, porque aunque no puedas estar de acuerdo con actitudes y acciones de Malone y su grupo, Don Winslow consigue que empatices con él, con su sufrimiento, con su sentido de la lealtad, con su gran humanidad, esa que pese a todo ha conseguido no perder. 

Por todo ello, creo que Don Winslow ha conseguido con Corrupción policial otra obra maestra, diferente pero a la altura de El poder del perro, con otro protagonista, Danny Malone, que entrará en la galería de grandes personajes de la novela negra.

Continuación de El silencio de la ciudad blanca. Si impresionante resultó la primera​ novela de la serie, no se queda atrás la segunda. Una novela que nos mantendrá en vilo y nos hará sufrir hasta el epílogo.La novela tiene un ritmo creciente, casi más de thriller que de novela negra, con algún punto previsible (la propia lógica de la novela así lo impone), pero con un giro final muy convincente. Al igual que pasaba en El silencio de la ciudad blanca, toda la parte histórica que acompaña a la novela está muy conseguida, no solo porque aporta un plus a la novela, sino porque está muy bien engarzada en la trama y no solo resulta instructiva y no se hace pesada, sino que es muy amena.Si queréis pasar un rato muy entretenido (y sufrir un poco o un mucho con los protagonistas), no lo dudéis, Los ritos del agua no os va a defraudar. Para los amantes de la novela histórica

Más allá de ser una novela de aventuras, ante todo Como fuego en el hielo es una novela romántica, en el sentido de estar vinculada al contexto cultural del romanticismo, lejos de esa otra definición de novela rosa con final feliz. Ese romanticismo en el que la razón y el sentimiento están en permanente conflicto como les ocurre a los protagonistas de esta novela.

Impresionante el marco geográfico en el que transcurre la novela. Un lugar que seguro te apetecerá visitar tras la lectura. Esa es otra de las claves de la literatura de Luz Gabás, presentarnos unos entornos, reales por otra parte, pero muy poco visitados por la literatura.

Una novela que recomiendo a todos los lectores, aunque de un modo muy especial a los que ya habéis disfrutado con la prosa de Luz Gabás.

Dos temas muy diferentes aborda la novela, el de un programa radiofónico y las cartas que enviaban al mismo por un lado, y el del uso de un fármaco que destruyó y alteró la vida de muchas personas por otro. El tratamiento que se da a ambos nos permiten, no solo una novela con una intriga aceptable, sino la ambientación de una época no tan lejana a nosotros. De hecho, yo pertenezco a la generación de niños que vivió muy próxima al uso de la talidomida que arruinó la vida de tantas familias.

Una historia que, pese a lo grave que fue, ha estado mucho tiempo muy silenciada.

Puede resultarnos extraño el tratamiento que se daba a la mujer, a sus problemas, a la sexualidad. Pero esa era la realidad que les tocaba vivir en España, aún dominada por un concepto católico a ultranza del matrimonio y la vida familiar. Y, aunque nos parezca mentira, no hace tantos años de ello, de ahí que sea muy interesante conocer esa realidad tan bien mostrada a través de las cartas y las contestaciones que la protagonista de La huella de una carta se veía obligada a dar. 

Una novela que tenía mucho interés en leer tras el debut de la autora con Volver a Canfranc y que no me ha decepcionado.

Para los que quieren conocer nuestra historia reciente

Creo que es un libro que sin duda merece la pena leer, de ahí mi altísima calificación, porque Lorenzo Silva nos da una lección magistral de un periodo muy importante de nuestra historia, de modo que a mí por lo menos me ha quedado muy claro todo el periodo de las guerras de África y muchos más detalles del levantamiento armado que con cualquier otra novela que haya podido leer.

Enseñar deleitando, ¿acaso se puede encontrar algo mejor? Y encima, consigue reivindicar la figura de un español honrado a carta cabal, con la conciencia del deber cumplido. Una figura que bien debería servir de ejemplo a esta nuestra generación, tan dada al pelotazo rápido (lo cual no es una novedad, que también se dio en aquella generación de la guerra).

Ahora bien, si tu lo que buscas es un mero pasatiempo para pasar el rato, un libro que te evada de la realidad, no creo que ésta sea la novela que buscas. Pues al final, el pasado lo que hace es reflejarnos nuestra propia actualidad, que amenaza con repetir los errores ya cometidos.

Una novela que como tiene su relación con Patria por el tema que trata y en cierto modo por cómo lo trata, pero que se diferencia de ella porque nos muestra una visión de la situación mucho más amplia, porque recoge la otra parte final de la ecuación: los GAL.

Aunque sea también una narración mucho más cruda, el autor la distancia un tanto de la realidad mediante el cambio de nombres. Y probablemente también contribuya a ese distanciamiento el hecho de elegir unas familias que de “normales” no tienen mucho. Y no me refiero solo a esos hechos de hijos que matan a sus padres, sino a la propia personalidad de cada una de ellas, que hace que no sean unos personajes con los que empatizas fácilmente y te llevan a un sufrimiento mayor cuando lees la novela. Mejor así, porque probablemente si no, la novela sería demasiado dura.

Creo que El refugio de los canallas, es una de esas lecturas que merece la pena, porque nos muestra cómo ha sido una parte de nuestra historia más reciente. Y lo hace sin concesiones a ninguna de las dos partes, con un estilo directo y muy periodístico, con un lenguaje además que hace que nos creamos de cada uno de los numerosos personajes que aparecen en la novela.



Para los amantes de Madrid

Caen estrellas fugaces es una novela sobresaliente, por su originalidad, por su ambientación, por la elección de unos personajes tan singulares, por la atmósfera agobiante y misteriosa en la que sin darte cuenta te sientes atrapado.

No hay duda que para un enamorado de Madrid, una descripción del Madrid de 1989 en la que los autores además se encargan de dejarnos claro que es lo que era y ya no es y, que es lo que está por venir, es algo muy atractivo, un plus en esa ambientación histórica de la novela.

Una novela que con el paso de los días no ha sido todavía borrada de mi mente, lo cual es señal de que algo tiene, que la hace destacar, que ha calado mucho más en mí de lo que hace una novela que simplemente entretiene.

La historia me atrapó desde las primeras páginas, sin duda por ese toque decimonónico, romántico y misterioso que envuelve a la novela. Por eso, si te gustan ese tipo de novelas, no dudes en leer Caen estrellas fugaces.

Y a esperar con paciencia la segunda parte de la misma.

Me apasiona Madrid, sus calles y su historia, así que de entrada este tipo de novelas me atraen mucho, especialmente si como es el caso además viene mezclado con una trama más o menos negra. Nos lleva además el autor a una época no muy conocida, con un Madrid que lucha por modernizarse, con una policía carente de medios, pero que controla al milímetro los movimientos de cada uno de los habitantes de la ciudad a la que tiene fichada de arriba abajo y en el que la política es muy importante. Para no serlo, si en ello te puede ir tu puesto de trabajo.
Sin duda, lo mejor de la novela es su ambientación, a la que contribuye el lenguaje con el que está escrita, pues te traslada inevitablemente a esa época del pasado.
Sin duda creo que merece la pena, pese a ese freno, trasladarnos al Madrid de aquella época, conocer cómo era la vida de sus habitantes y cómo se movía una policía que nada tiene que ver con la que hoy día podemos tener.




Para los amantes del thriller

Puedo afirmar que Ana es el mejor thriller legal publicado en este siglo XXI que he leído, superando incluso a los de John Grisham, bien es verdad que los buenos libros de este autor son todos del siglo pasado.

Lo tiene todo: intriga, tensión, humor y un personaje difícil de olvidar. Sin olvidarnos de unos secundarios que, sin llegar a convertirla en una novela coral (algo difícil al estar narrada en primera persona) contribuyen a crear un buen grupo humano con sus debilidades (muchas, que hay mucho ludópata suelto), sus virtudes y sus defectos.

Es cierto que el número de páginas es de los que pueden asustar (casi 900). Pero lo cierto es que, antes de que te quieras dar cuenta, habrás terminado el libro. Si no me crees, haz la prueba.

Habla Dolores Redondo en el prólogo de esta novela de fuegos artificiales. Y es una buena comparación. Pero también podríamos definir esta novela como un circo de dos pistas. Porque hay momento en que la acción transcurre paralelamente en dos escenarios diferentes y César se ve obligado a saltar rápidamente de una pista a otra, con un ritmo trepidante que es imposible que no enganche al lector.

Y como en todo circo, no podemos perder de vista al mago, ese que mostrándonos la verdad, consigue distraernos para que no veamos el truco y sorprendernos con su truco. Y mucho de ello hay en A grandes males, donde la realidad y la ficción se mezclan, donde la verdad sirve para ocultar la auténtica verdad, haciendo que verdad y mentira se confundan en un enrevesado juego cuya solución solo conoceremos al terminar el libro.

Aún estoy impactado días después de la lectura de El día que se perdió la cordura. Hacía tiempo que un thriller no me enganchaba tanto. Un thriller muy a la americana, pese a estar escrito por un español Javier Castillo, del que he tomado muy buena nota para no perderle la pista, porque necesito confirmar las buenísimas impresiones que me ha dejado esta novela.

No va a hacerme falta esperar mucho, porque creo que en febrero sale la segunda novela, que es una continuación de esta primera. Aclarar que, si bien el caso queda rematado, el autor dejaba un par de hilos por los que muy bien podría continuar una nueva historia, como así va a suceder en la práctica.

Una historia sorprendente, con un final no menos sorprendente, que sin duda hará gozar a los que busquen una novela entretenida para evadirse, porque eso es lo que nos ofrece El día que se perdió la cordura, un enredo que liará entre sus páginas al lector, una novela muy cinematográfica que es muy fácil “visualizar” durante su lectura.

Si os gustan este tipo de lecturas, no dudéis en haceros con vuestro ejemplar de esta novela.

Continuación de Falcó, no decepciona Eva, que sigue ahondando en la compleja personalidad del protagonista. Pero eso puede no resultar suficiente, porque en el fondo al final lo que predomina es la acción, mucha acción. Se echa en falta la tensión que provocaba Eva. Falcó la echa mucho de menos. Y yo también.

Porque ha de pasar más de media novela para que Eva aparezca como algo más que una sombra recortada allá en lo lejos sobre la cubierta de un barco.

Y es en ese duelo vital entre ambos personajes donde la novela remonta el vuelo, aunque para ello hemos tenido que esperar casi trescientas de las cuatrocientas del libro.

Demasiado poco para lo mucho que yo esperaba. Lo cual no quiere decir que no me haya gustado el libro, porque la verdad es que lo he devorado en muy poco tiempo. Pero tal vez, con unas expectativas más moderadas, probablemente me hubiera gustado más.

Un consejo. Si lo vas a leer como una simple aventura da igual. Pero si quieres intentar entender esa relación entre Eva y Falcó, más vale que te leas primero Falcó, porque si no, difícilmente vas a entender lo que está sucediendo entre ellos.




Para los amantes de los libros premiados

Premio Nadal 2017. Este es un libro destinado a ser devorado. A ello contribuye una trama que engancha desde el primer momento, sin que las diferentes tramas de todas las protagonistas que van apareciendo una a una frenen ese ritmo, sino que hagan que el enganche a la novela aún sea mayor.

Por otra parte, esta es una novela muy dialogada, hasta el punto de que sería muy fácil transformarla en una obra de teatro, porque con dos escenarios o como mucho tres (la habitación del internado, el restaurante de Marta y si acaso una habitación de hospital para las escenas finales) sería suficiente.

A pesar de que los escenarios sean limitados, no lo es así la acción, pues la rapidez con la que pasean por delante nuestro las vidas de sus protagonistas, el ritmo vivo que sabe imprimir Care Santos, convierten a Media Vida en una novela muy ágil. Lo cual no es óbice para que como lector no tengas que pararte a reflexionar ante las vidas tan dispares de estas mujeres, de lo que les ha tocado vivir, de su actitud tan diferente frente a la vida.

Premio Alfaguara de novela 2017. Hay novelas que al terminar de leerlas me dejan con una sensación extraña, con un come come interior que no sé definir muy bien, hasta el punto de que esta novela la leí en julio y no he sido capaz de enfrentarme a su reseña hasta ahora, tres meses después. Y a pesar de ello, al repasar un poco la novela para hacerlo, veo que sigue estando muy presente en mi mente, que es de esos libros que al releerlo te muestra ángulos diferentes, posibilidades nuevas, interpretaciones más complejas.

La he catalogado como distopía, porque lo es, pero al mismo tiempo no he podido dejar la sensación de haber estado leyendo un cuento, una fábula de poco más de doscientas páginas y letra grande que se devora instantáneamente. Una historia que te permite parar y ver que no estamos tan lejos de este mundo que nos presenta, con guerras o disputas que en el fondo ni nos van ni nos vienen, que no empezamos pero en la que nos involucran. Pero por encima de todo, un mundo en el que lo que prima es la búsqueda de la felicidad. O mejor dicho, de aquello que nos venden como la felicidad.

Rendirse o seguir luchando como el protagonista, es algo que está en nuestra mano. No os perdáis esta novela.

Premio Primavera de Novela 2017. Es una novela que atrapa desde las primeras páginas, que te obliga a ponerte en el papel de las personas que están padeciendo la angustia de perder a su hijo. Porque el que esté libre del pecado de que un niño se le haya soltado de la mano, que tire la primera piedra.

Eso al final, es lo que al lector le importa, que el libro le atrape o no. Y No soy un monstruo lo hace.

Tiene la virtud de mostrarnos con conocimiento de causa el otro lado de la noticia, el de aquellos que la están contando, los nervios, las prisas, la manipulación. Consigue mantener la tensión desde las primeras a las últimas páginas, en la que una serie de sorprendentes giros nos llevan a saber finalmente quién está detrás de estos secuestros.

Es una novela que, si la leemos, difícilmente se nos irá de la cabeza cuando entremos en un centro comercial con un niño pequeño de la mano, señal de que ha sabido transmitirnos en muchos momentos esa angustia por la pérdida de un niño pequeño.




Para los amantes de los libros que son serie

Tercer caso de la serie Bergman. Muertos prescindibles, pone encima de la mesa un tema de rabiosa actualidad: los refugiados. Sí, porque hasta Suecia, por lejos que esté, llegan también muchos refugiados de países en guerra. Como la novela es en su versión original del año 2012, no nos habla de refugiados sirios, sino de afganos. (Hay que tener en cuenta además que para cuando tienen lugar los hechos, ya llevaban unos años en el país).

Y casi de pasada, como quien no quiere la cosa, nos deja también otro tema sobre la mesa: la lucha antiterrorista. Una lucha que en defensa de la democracia y de la seguridad del país, puede dejar por el camino muchos daños (léase muertos) colaterales. Esos muertos prescindibles de los que nos habla el título de la novela.

La novela engancha desde el primer momento, con el uso de varias acciones paralelas y no decae el interés en ningún momento de la misma, hasta llegar a un final espectacular, de esos que te dejan con la boca abierta y pidiendo a gritos.

Quinta entrega de la serie Millenium. Funciona muy bien como novela El hombre que perseguía su sombra, que hasta cierto punto puede leerse aunque no hayas leído la cuarta entrega. Tenemos una parte de la novela que es puro thriller y otra que (fundamentalmente en la que interviene Lisbeth) y otra que podríamos considerar más como novela de misterio o novela negra.

Ambas están muy bien engarzadas, con un ritmo creciente que no decae en ningún momento.

En su contra creo que le falta a sus personajes algo de profundidad, por más que el dibujo de ellos esté ya muy bien trazado desde la primera entrega. Pero por otra parte, es mucho más sencilla de leer que las de la primera trilogía, no tanto porque conozcamos ya a los personajes principales, sino porque no hay una avalancha de personajes secundarios como ocurría sobre todo en la segunda y la tercera, con un batiburrillo de nombres imposibles de recordar y con un lío de agencias y departamentos gubernamentales en los que al final no sabías quién era quién ni para cuál de ellos trabajaba.

Si eres un seguidor de la serie Millenium, El hombre que perseguía su sombra te permitirá seguir disfrutando de ella.

Para jóvenes

Veinte consigue ofrecernos un retrato realista de cómo es nuestra sociedad actual. Una visión que necesariamente está reflejada también en lo que se convierte ante una situación que no ha buscado, esa aniquilación casi total, que la hace tener que sobrevivir como puede.

Porque por más que se purgue, hay cosas que están en lo más profundo del ser humano, como esa ambición por el poder, de ahí que la lucha por el poder, la manipulación para conseguirlo, estén presentes en esa nueva sociedad, incluso con los proyectos más crueles para conseguir el tipo de sociedad que algunos quieren. No está de más ver, hoy que tanto se habla de libertad, que ésta es un concepto más relativo de lo que parece y no es difícil encauzar todas las frustraciones por aquello que no podemos conseguir a una supuesta falta de la misma.

De nada serviría de todos modos un relato conseguido de una sociedad diferente, si no tuviera un ritmo narrativo adecuado. Y desde luego Veinte es una novela que te atrapa en su misterio desde las primeras páginas.

Una novela muy original. Como original es el daño que provoca la plaga en los seres humanos y el motivo por el que mueren.

Una novela muy entretenida que debes leer sin prejuicios previos sobre si estarás leyendo o no una novela juvenil.

Para los amantes de historias emotivas

Apenas una tarde me ha durado esta novela. Apenas un suspiro. Una novela que antes de que me diera cuenta ya se había acabado. Pero no las sensaciones que deja. Una sensación de placidez, de paz, de tranquilidad, de que la vida puede tomarse de otra manera.

Una sensación mágica por más que supiera que lo que estoy leyendo no es la realidad, no es la vida misma, que es como un cuento en la que dos personas adultas se traicionan y, sin embargo, son capaces de seguir viendo lo mejor del otro y seguirle queriendo, aunque sea de otra manera (lo dicho, un cuento).

Novelas como Y si fuera cierto, son necesarias. No como lecturas habituales, sino como una bocanada de oxígeno que, de vez en cuando, viene muy bien para poder seguir adelante con una vida que nos achucha (y no precisamente con cariño) por todas partes.

Lástima que en el pueblo donde transcurre la acción, no exista más que un pequeño hotel que tiene todas sus plazas reservadas, porque no vendría mal pasar allí unos días oyendo un poco de jazz, a Silvio Rodríguez o a Aute.

Para los que buscan levantar su ánimo

El título de la novela, ese Basta con vivir, puede hacernos pensar que estamos ante un libro de autoayuda, que estará plagado de frases para subrayar. Nada más lejos de la realidad. 

El arranque de la novela es duro, porque dura es la situación que está pasando Pepa. Una mujer con la que podrás o no sentirte identificado pero que, a pesar de su apariencia de cardo borriquero, la autora consigue que empatices poco a poco con ella.

Si a eso le sumamos la difícil situación de Crina, la primera mitad del libro no es precisamente ese almíbar de los libros de autoayuda que todo parecen verlo muy fácil.

Pero ambos personajes evolucionan y nos animan a evolucionar con ellos, a superar nuestros miedos como ellos parecen estar dispuestos a superar los suyos.

Así que libro de autoayuda no, pero que gracias al dibujo de unos personajes muy realistas y más habituales de lo que nos pudiéramos pensar, algo por otra parte muy habitual en la narrativa de Carmen Amoraga, nos invita a mirar nuestro interior y ver cuánto de esa Pepa hay en nosotros. Tal vez nos llevemos la sorpresa de que hay más de lo que quisiéramos.

Una novela bastante más optimista que otras de la autora, en el que la muerte, aunque está presente, no es el tema central de la novela.

Yo la he disfrutado mucho, por lo que os invito a hacerlo también a vosotros.

Tal vez alguien pueda pensar por la sinopsis o la portada que esta es una novela muy próxima al género romántico. Nada más lejos de la realidad. Nada tiene que ver con ñoñas historias de amor, entre otras cosas para empezar, porque ésta no es una historia de amor ¿o tal vez sí?, sino más bien la historia de un desamor o de alguien que necesita imperiosamente para sobrevivir desenamorarse.

Una historia contada con sensibilidad y mucho sentido del humor. Un humor un tanto negro, eso sí, lo cual en mi caso es un punto muy a favor. Porque sin su humor no puede seguir adelante la protagonista, ni probablemente pudiera hacerlo la novela, que sería entonces un pastiche lacrimógeno y sin demasiado sentido.

Además, en sí toda la novela es un largo poema, parte escrito en prosa y parte, al final de cada capítulo versificado. No soy muy de leer poesía, pero está tan bien dosificada, encaja tan bien en la novela, que da gusto leer esos pequeños versos que salpican todo el texto.

Si lo que buscas es una novela cargada de sentimientos (de amor, amistad, maternales, que de todo hay), poesía y sentido del humor, Con un par de alas es tu libro.

Para los amantes de la fantasía

Los estudios demuestran que la lectura es buena para el cerebro humano, porque lo activa al hacer que mientras leemos, tengamos que recrear las imágenes en nuestro interior. Desde ese punto de vista, Caraval tiene que ser una maravilla para nuestro cerebro, porque es un festival, una explosión de imaginación y fantasía transformada en palabras que intentaremos convertir en imágenes.

¿Una novela juvenil? Solo si no quieres soñar, si no disfrutas con los cuentos (que en buena parte eso es también Caraval), si no estás dispuesto a jugar, si no estás dispuesto a dejarte atrapar por la magia que recorre las páginas de este libro.

No es un libro perfecto pues tiene algún altibajo y hay tanto fuego artificial impresionante a lo largo de Caraval, que la traca final con la que termina no me pareció tan espectacular. Probablemente porque no había otra salida. Pues una cosa es que todo sea una fantasía, y otra distinta que las fantasías no tengan que someterse también a unas leyes que hagan que el lector admita ese mundo inventado. Porque si todo valiera, el lector sentiría que le están tomando el pelo y dejaría de leer. No es el caso de Caraval, pues una vez que lo comienzas no podrás parar de leerlo.

Parafraseando lo que nos dice la faja de la novela (Es sólo un juego. Ariésgate, no te arrepentirás), os digo:

Es sólo un libro. Arriésgate, no te arrepentirás.

Para niños

Para los que disfrutan con distopías

Vayan por delante un par de consideraciones. Dentro de una serie, y ésta que nos ocupa lo es, hay libros que tal vez puedan leerse de un modo independiente sin conocer nada de los anteriores. No es el caso de Konets. No tiene ningún sentido enfrascarse en su lectura si no has leído todos los demás libros, porque entonces perderás todas las claves de lo que ocurre y por qué ocurre.

Lo segundo que hay que tener en cuenta, es que Konets, no es sólo un thriller, sino que en él la parte de ciencia ficción es muy importante, lo cual probablemente no sea del agrado de algunos de los seguidores de la serie.

Un thriller con un ritmo trepidante, con constantes giros que mantienen en vilo el interés por la novela, aunque, también hay que reconocer que la parte “científica” de la misma, en algunos momentos frena ese ritmo y no será del gusto de todos.

Y dicho todo esto, hay que quitarse el sombrero por el valor que ha demostrado César Pérez Gellida al llevar a cabo este brillante final. Un final que no deja lugar a más continuaciones, en el que el autor ha visto que ha llegado el momento de escribir la palabra fin, de emprender nuevos caminos.

Sólo me resta decir, gracias César por habernos hecho partícipes de este viaje con tus personajes, gracias por un final tan brillante que da sentido y respuesta a todos los interrogantes abiertos en las siete novelas anteriores y mucha suerte en tu nueva aventura literaria.