Infinito
Beatriz Gómez Lorenzo
FICHA
TÉCNICA
Título: Infinito
Autor: Beatriz
Gómez Lorenzo
Editorial: Seleer, 2017
Encuadernación: Tapa blanda
Páginas: 247
BEATRIZ GÓMEZ LORENZO
Beatriz
Gómez Lorenzo,
Toledo 1980.
Licenciada en Ciencias Políticas y de la
Administración siempre ha sido una apasionada de la literatura por lo que
cuenta con una amplia formación en edición y escritura creativa.
Es autora del monólogo de la obra de
teatro La máquina presentada en
el II Encuentro Internacional de Mujeres en San Cristóbal de las Casas, México
y de Continuará, un thriller intento que adentra al
lector en la reflexión y la profundidad vital aproximándolos a la psique de sus
personajes.
ARGUMENTO de INFINITO
Ginés Martín trabaja en el Anatómico
Forense, y su misión es la de “embellecer” los cadáveres que por allí pasan.
Hombre solitario y sin relaciones, el 7 de noviembre realiza un ritual recordando
a Susana, su amiga fallecida hace ahora diez años.
Su vida cambiará cuando reciba un correo
electrónico firmado con el símbolo del infinito, un símbolo que recientemente
ha visto tatuado en el cuerpo de dos suicidas. Será invitado a participar en un
juego en el que su vida o su cordura van a peligrar.
«Bienvenido a tu juego:Si estás leyendo esto es que hoy es siete de noviembre. Un día que es especial para ti, ¿verdad?¿Y qué ocurre cada siete de noviembre? No te esfuerces, yo responderé por ti: el eterno retorno de lo idéntico.(…)El juego ha comenzado y antes de conocer los detalles tendrás que aceptar el desafío de arriesgar en él.
(…)Infinito». (Página 27)
No estará solo, pues le ayudará la
inspectora Elena Márquez, en una carrera intelectual en la que intentarán
detener la obra de un psicópata asesino con gran habilidad para manipular las
mentes. Un enfrentamiento pese a todo muy desigual, pues no se enfrentan con un
asesino normal:
«-Y sabemos que asesina las mentes no los cuerpos… asesina por agonía. Lleva las personas al suicidio despojándolos de su ser, de su personalidad, de su capacidad vital. Solo si alguien se revela aplica el castigo físico y nosotros ni siquiera nos hemos revelado…, hemos entrado en su juego de castigarnos emocionalmente hasta el agotamiento…» (Página 199)
INFINITO
En Infinito vamos a encontrar una muy
peculiar novela negra, en el que el mal está presente casi desde las primeras
páginas. Una lucha entre la maldad de infinito que juega con la bondad o la
inocencia de Ginés.
«De todos los animales el hombre es el único que inflige dolor por el placer de hacerlo.No es mía pero me permito tomarla prestada de Twain. Puedes responderme a algo: ¿Qué tiene de integro el ser humano? ¿Existe la bondad o solo es una falacia inventada por el hombre para establecer los límites del mal y premiar a los que esconden su verdadera naturaleza?» (Página 163)
Ginés Martín, una personalidad muy
peculiar que parece estar más a gusto con los muertos que con los vivos, que no
tiene ninguna amistad y que en el trabajo vive aislado de los demás. Solo tuvo
una amiga y de eso hace ya diez años, cuando ella murió y ahora revive cada año
lo que fue su encuentro con ella. Algo que cree que solo sabía él, pero ahora
constata que Infinito, ese anónimo personaje con el que se enfrenta, también lo
sabe.
Casi podría decirse que Ginés es un
asocial, que intenta aislarse del mundo. Muchos motivos podemos tener para
leer. El de Ginés está en concordancia con su personalidad:
«Necesitaba que la lectura le absorbiera y le hiciese estar solo evitando el contacto con la gente, encontrarse con miradas ajenas posándose en la suya nunca le había resultado cómodo». (Página 16)
Ginés durante toda la novela parece
estar al borde de un ataque cardiaco permanente. En realidad, aunque no se nos
diga de ese modo en la novela, su estado mental deja bastante que desear, con
ataques de pánico permanentes. O ese al menos es mi diagnóstico en las
repetidas descripciones que de dichos se hace a lo largo de la novela:
«Las manos comenzaron a temblarle y una sacudida en el pecho le hizo levantarse e intentar arrodillarse para respirar profundamente. Sentía los latidos como punzadas reflejadas en los dedos y algo en la garganta le apretaba hasta hacerle sentir agónico». (Página 101)
No es fácil empatizar con Ginés, un ser
demasiado diferente, demasiado analítico, demasiado racional, como si tuviese
miedo de sentir:
«-Solo tienes una posibilidad –se susurró a sí mismo-, recuperar el ser analítico y observador que siempre fuiste antes de perderte en la vorágine de emociones que esto ha supuesto. Intenta analizarlo como si fueras alguien a quien le están contando una historia». (Página 90)
No esperéis en Infinito un thriller al
uso, porque en todo caso es un thriller psicológico en el que la mente
analítica de Ginés nos va mostrando sus distintas reflexiones sobre la vida,
aquellas que le hicieron trabar amistad con Susana, con la que mantenía largas
conversaciones sobre el sentido de la vida:
«-¿Sabe usted lo que es básico para una persona? Ser persona, y para todos nosotros de un modo u otro lo principal es tener una vida feliz. Y eso solo se consigue a través de algo que no se puede comprar, la calma interior. (…) No dudo de que comprende la diferencia entre el ser y el tener». (Página 83)
IMPRESIÓN
PERSONAL
En la novela aparece una frase que es
una cita de Edgar Allan Poe:
«Todo lo que vemos o imaginamos es un sueño dentro de un sueño». (Página 102)
Lo cierto es que durante muchas páginas
de la novela daba la impresión de estar viviendo una pesadilla de cesar, un mal
sueño en el que la realidad y la ficción se confunden. Pero no es tal, la
novela es real, los hechos son reales por más que en algunos momentos pueda
darnos otra impresión.
Y esa sensación de pesadilla, esa
sensación desasosegante me acompañó durante toda la novela. Porque sin duda, lo
mejor de la misma es ese ambiente que ha sabido crear la autora. Una atmósfera
asfixiante como esa angustia en la que permanentemente se encuentra su
protagonista, enfrentado a un duelo en el que su cordura parece pender de un
hilo muy fino.
Pero siendo Ginés su protagonista, lo
más destacado de la novela por esa personalidad que le ha creado la autora,
también es verdad que el hecho de no poderme sentir identificado con él, con su
modo de ver y pensar las cosas, un elemento en contra, pues no me fue posible
terminar de empatizar con él. Y no hay duda de que eso le ha restado puntos en
mi valoración final de la novela.
Una novela que recomiendo leer si tienes
ganas de pensar y reflexionar un rato sobre la vida, sobre el bien y el mal,
sobre los motivos que nos mantienen vivos o nos llevan a desear nuestra propia
muerte.
Si lo que queréis es una novela
intrascendente, de esas que se leen sin tener que pensar, huid de Infinito.
No se que pensar, Poe me atrae mucho por esas descripciones de los entornos que son las que aterran en sí mismas, pero es complicado en la actualidad que alguien consiga lo mismo.ya veremos.....
ResponderEliminarNo termina de convencerme esta vez así que lo dejo pasar.
ResponderEliminarBesotes!!!