NO SOY UN MONSTRUO (CARME CHAPARRO)

No soy un monstruo

Carme Chaparro

FICHA TÉCNICA

Título: No soy un monstruo

Autor: Carme Chaparro

Editorial: Espasa, 2017

Encuadernación: Tapa dura

Páginas: 331

PVP: 19,90 €
Ebook; 9,49 €

Editorial: Espasa, 2020

Encuadernación: Tapa blanda bolsillo

Páginas: 336
PVP: 6,95 €

CARME CHAPARRO

Esto es lo que la editorial nos cuenta de esta autora:

Carme Chaparro (Barcelona, 1973) es periodista, con una amplia y consolidada carrera como presentadora y editora en informativos de televisión. Desde hace veinte años está al frente de las principales ediciones informativas del grupo Mediaset, en Informativos Telecinco y Noticias Cuatro, espacios para los que ha cubierto los acontecimientos nacionales e internacionales más destacados de las últimas dos décadas.

Su pasión por la lectura se ha traducido en pasión por escribir. Carme ha compaginado su trabajo en televisión con colaboraciones como columnista para las revistas Yo Dona —en la que tiene un espacio semanal—, GQ y Mujer Hoy. Actualmente también escribe su propio blog en Yahoo. 

No soy un monstruo es su primera novela.

No le sueltes la mano

ARGUMENTO de NO SOY UN MONSTRUO

«Hoy iba a intentarlo otra vez.No servía cualquier niño.Tenía que escoger muy bien, Si no, tantos meses de espera, tanto trabajo y tanto darle vueltas al plan en la cabeza no valdrían de nada.(…)Mirándolo de nuevo se produce el flechazo.Ese niño será la salvación.
Emieza el juego.Y esta vez, de verdad.Es el punto de no retorno».

Así comienza No soy un monstruo. Una novela que, cuando lleves de la mano a un niño, sobre todo si es en un centro comercial o en una aglomeración, te hará sentir el pánico a perder su contacto. Cualquier distracción, una llamada al móvil, sacar la cartera para pagar una chuche, la oferta de un escaparate y… puede que tengas que arrepentirte toda la vida.

Recuerda, puede haber un depredador al acecho.

NO SOY UN MONSTRUO

No soy un monstruo es la novela ganadora del Premio Primavera de Novela 2017. Está visto que los premios literarios vienen siempre rodeados de polémica, sobre todo por parte de aquellos que no las ganan, Parece el personal olvidar que los premios literarios van destinados a un único fin: ganar dinero, no solo el autor que lo recibe, sino el editor que lo va a publicar. Y para ello no es tan importante la calidad literaria del texto, sino la acogida que va a tener por parte del público.

Si además el que lo gana es una cara famosa, ya es seguro que se liará. Y ese es el caso de la ganadora de este año: Carme Chaparro.

Hace ya tiempo que he dejado atrás buena parte de mis prejuicios en ese aspecto, y no es nada raro que un periodista gane un premio literario. Sin ir más lejos, el Premio Primavera del año pasado fue para Carlos Montero. Y no es el único periodista que escribe, publica y además lo hace bien: Fernando Delgado, Carlos del Amor, Luis del Val…

Así que, de entrada, le concedo el beneficio de la duda al ganador de turno. Eso es lo que he hecho con esta novela y no me he arrepentido.

De todos modos, parece que la propia autora se anticipa por boca de Inés, una de sus protagonistas que es periodista y presentadora de los informativos en una cadena televisiva, a las posibles críticas que va a recibir, pues su personaje está siendo presionada y perseguida para que escriba una segunda novela tras el éxito de la primera:

«Yo sabía que no me perseguían solo porque supiera contar muy bien las historias, sino porque querían aprovechar la fama que me daba la tele. Para vender más libros, claro. El mercado literario está así de jodido y si eres famoso, vendes más. Da igual lo que hayas escrito». (Página 314)

El jurado del Premio Primavera de Novela, presidido por Carme Riera y compuesto por Antonio Soler, Ramón Pernas, Fernando Rodríguez Lafuente y Ana Rosa Semprún, calificó del siguiente modo la novela de Carme Chaparro.

“Una obra trepidante que provoca en el lector un magnetismo irresistible hasta la resolución del caso".

Centro Comercial Oese Majadahonda

No soy un monstruo no llega a ser una novela coral, a pesar de que hay varios personajes protagonistas y que la narración se nos va ofreciendo desde el punto de vista de cada uno de ellos. Pero son dos los que destacan por encima de todos: Ana e Inés. Ana Aren es inspectora jefa de policía y fue la encargada de resolver la desaparición de un niño hace dos años en un centro comercial. Un caso que fue conocido en toda España como el caso Slenderman y que constituyó un fracaso para ella, pues no consiguieron encontrar al niño ni vivo ni muerto.

Ahora, en el mismo lugar, ha vuelto a desaparecer otro niño y ella vuelve a enfrentarse a sus viejas pesadillas. Porque a Ana no le gusta perder. Menos aún en un caso que afecte a niños:

«No podía evitarlo. A Ana le gustaba ganar, aunque también le gustaba caer bien. Ana necesitaba caer bien. Tenía una urgencia vital por caerle bien a la gente. Una urgencia enfermiza.Y las dos cosas eran incompatibles. Lo aprendió a base de hostias. O ganabas o caías bien.Pero las dos a la vez no». (Página 93)

Así que intenta sobrellevarlo lo mejor posible a base de un humor muy negro:

«Piensa en positivo. Ya sabes que tenemos a la providencia divina de nuestra parte, porque en ese ministerio son mucho de ponerles medallitas a las Vírgenes. Quizá el ministro haya llamado a su antecesor para pedirle que interceda ante la Virgen de las Angustias y que nos ayude a encontrar al niño. Puede que así resolvamos el caso, Por mediación divina». (Página 51)

La otra protagonista es Inés, una presentadora de noticieros televisivos, que anda en busca de una nueva historia para escribir un libro. Conoce así a una madre que tiene una horrible historia, pues uno de sus hijos murió ahogado en la crecida de un río, cuando ella le soltó la mano.

Ana e Inés son muy amigas, e Inés es la encargada por la cadena de cubrir la noticia de la desaparición de un nuevo niño en el mismo centro comercial.

¿Quién habrá sido? Porque en el fondo puede haber sido cualquiera, todos nosotros podemos en un momento dado ser ese monstruo:

«Todos llevamos un monstruo dentro, al que solo le falta un empujón (a veces solo un empujoncito) para salir a devorar al mundo». (Página 270

IMPRESIÓN PERSONAL

No sé hasta qué punto No soy un monstruo es o no merecedora del premio recibido, porque todo depende del nivel de las otras novelas presentadas a concurso. Lo que sí sé, es que una novela que atrapa desde las primeras páginas, que te obliga a ponerte en el papel de las personas que están padeciendo la angustia de perder a su hijo. Porque el que esté libre del pecado de que un niño se le haya soltado de la mano, que tire la primera piedra.

Eso al final, es lo que al lector le importa, que el libro le atrape o no. Y No soy un monstruo lo hace.

Tiene la virtud de mostrarnos con conocimiento de causa el otro lado de la noticia, el de aquellos que la están contando, los nervios, las prisas, la manipulación.

Consigue mantener la tensión desde las primeras a las últimas páginas, en la que una serie de sorprendentes giros nos llevan a saber finalmente quién está detrás de estos secuestros.

Es una novela que, si la leemos, difícilmente se nos irá de la cabeza cuando entremos en un centro comercial con un niño pequeño de la mano, señal de que ha sabido transmitirnos en muchos momentos esa angustia por la pérdida de un niño pequeño.

VALORACIÓN: 8/10

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