DERECHO NATURAL (IGNACIO MARTÍNEZ DE PISÓN)

Ignacio Martínez de Pisón

Derecho natural

 

FICHA TÉCNICA

Título: Derecho natural

Autor: Ignacio Martínez de Pisón

Editorial: Seix Barral, 2017

Encuadernación: Tapa blanda

Páginas: 446

PVP: 21,00 €
Ebook: 9,49 €

IGNACIO MARTÍNEZ DE PISÓN

De él nos dice su editorial:

Ignacio Martínez de Pisón nació en Zaragoza en 1960 y reside en Barcelona desde 1982. Es autor de una docena de libros, entre los que destacan la colección de cuentos El fin de los buenos tiempos (1994), las novelas Carreteras secundarias (1996), María bonita (2001) y El tiempo de las mujeres (2003), y el ensayo Enterrar a los muertos (Seix Barral, 2005), que obtuvo los premios Rodolfo Walsh y Dulce Chacón y fue unánimemente elogiado por la crítica en varios países europeos.

Su obra está traducida a una docena de idiomas.

En este blog podéis encontrar la reseña de una muy buena novela suya:
-La buena reputación.

ARGUMENTO de DERECHO NATURAL

«Mi padre era como esos héroes de cuentos infantil que parten en busca de un tesoro (en su caso, el anhelado golpe de suerte), y ahora que el destino por fin le había sonreído volvía para siempre con nosotros, con su gente». (Página 45)

Ángel es el hermano mayor de una familia en la que la estabilidad no es precisamente su modelo de comportamiento, con un padre que aparece y desaparece sin explicación aparente. Su madre es una mujer enamorada que una vez y otra termina cediendo cuando él regresa. Unos regresos que no hacen otra cosa que ir aumentando el número de miembros de la familia.

DERECHO NATURAL

Esta es la tercera novela que leo de Ignacio Martínez de Pisón (junto a Dientes de leche y La buena reputación) y las tres tienen algo en común (no sé si el resto de sus novelas también): el eje fundamental sobre el que giran es la familia.

Por más que la de este caso, pueda considerarse cualquier cosa menos una familia “normal”, menos aún para un niño que es el que atónito contempla el aparecer y desaparecer de su padre:

«Yo aún no tenía nociones muy precisas acerca del mundo de los adultos y sus sentimientos. ¿Por qué esas fugas y esas riñas y esas reconciliaciones? ¿Por qué esos ires y venires? Si lo que les unía era amor, lo lógico era que desearan estar juntos todos los días y a todas horas así que el problema tenía que estar en otra parte». (Página 45)

Cartel de Las petroleras

Será Ángel el encargado de narrarnos de historia de su familia, desde que era apenas un niño, pasando por su adolescencia hasta ser ya un hombre. Y con esta narración de su vida, repasaremos también dos mundos: el de la Barcelona de los años 70 y el del Madrid de los años 80, porque una de las aficiones de ángel ya desde pequeño es caminar sin rumbo fijo por la ciudad.

Transcurre pues la historia en los últimos momentos del franquismo y en los primeros años de la nueva democracia, en eso que se ha llamado la transición española. Pero no es una novela política. Es inevitable que aparezcan momentos de nuestra historia como el atentado a Carrero Blanco o la toma del Congreso el 23-F.

Pero no es ese el centro de la narración, es simplemente el trasfondo en el que se mueven los personajes, a los que evidentemente estos hechos también afectan a su vida (como afectaron a todos los que vivieron en aquella época) Porque importante para el devenir de esta historia fue la aprobación de la ley de divorcio, por ejemplo.

Dos mundos diferentes el de Barcelona y el de Madrid, no tanto porque sean ciudades diferentes, sino porque la edad en que Ángel vive en ella no es la misma. Como tampoco su padre es el mismo según pasan los años. De actor de películas de serie B, bien sean del Oeste o de terror y cuyo mayor éxito fue participar en Las petroleras, se ve obligado a reconvertirse para poder subsistir, en imitador de Demis Roussos, el cantante griego.

Dos vidas completamente diferentes la del padre y la de la madre. Él casi un nómada, de rodaje en rodaje. Ella en casa a la espera de su regreso. Si es que regresa.

«Si mi padre tenía su irreal proyecto de película, sus deslavazadas ideas políticas, su círculo de amigos más o menos interesados, mi madre no tenía ni eso. Su vida social, fuera de algún compromiso con gente de trabajo, era inexistente». (Página 135)

Demis Roussos

Una historia familiar que nos muestra las contradicciones de los adultos vistas por un niño.

«Yo ya había comprendido que el mundo de los adultos no era necesariamente armonioso ni coherente». (Página 104)

Aunque ese niño, pronto dejará de serlo. Pero no cambiará en él ese intento de poder entender a su familia, su modo de comportarse. Una influencia que probablemente determine su vocación, porque estudia Derecho, aunque se termina especializando en Filosofía del Derecho y en Derecho natural (de donde proviene el título de la novela):

«La cuestión era si la suma de dos injusticias de signo opuesto podía producir justicia. (…) Una injusticia es por naturaleza un acto que menoscaba algún derecho. Aunque fuera con el propósito de recomponer el equilibrio dañado por una injusticia anterior, ¿cómo sostener que una nueva injusticia podía restituir algún derecho?» (Página 223)

Quizás este tema del derecho es el único en el que se hace una alusión directa a los sucesos de la transición española:

«La incapacidad de las instituciones para dotar de eficacia a sus propias leyes no podía mostrarse de forma más elocuente». (Página 277)

Junto a la familia, el otro tema que domina la novela es la soledad, esa por la que se mueven los personajes de la misma por más acompañados que en algunos momentos parezcan estar muy acompañados:

«-¿Sabes que es lo peor de la soledad? Lo peor es la sensación de no formar parte de nada, de no tener nada en común con nadie». (Página 283)

Y para rematar la trama, una historia de amor. O tal vez sería mejor decir la historia de una obsesión: la de ángel por Irene, una chica unos años mayor que él, con la que compartieron pensión cuando él no era más que un niño, pero una diferencia de edad que con los años se  mitiga y puede permitir que puedan o no enamorarse

IMPRESIÓN PERSONAL

Derecho natural no es la novela de Ignacio Martínez de Pisón que más me ha gustado, pero teniendo en cuenta que partía para ella con el listón muy alto, tampoco me ha defraudado, lo cual ya es mucho.

No es una novela en la que ocurran cosas extraordinarias, ni que mantenga al lector en vilo con una intriga que hay que resolver. No es el estilo de Ignacio Martínez de Pisón, que ante todo es un gran narrador que nos habla de las cosas cotidianas en la vida de un niño al que vemos crecer hasta convertirse en un adulto. Un adulto marcado por unas relaciones familiares que se salen de lo común, con un padre ausente/presente al que pese a todo no puede dejar de querer.

Una singular historia de amor/desamor la que mantienen su padre y su madre. Unos personajes en cualquier caso creíbles, entrañables porque nos muestran tanto sus fortalezas como sus debilidades, arropados por dos ciudades llenas de espacios sugerentes como son Barcelona y Madrid y con una ambientación histórica que, sin ser lo más importante de la novela, contribuyen a crear un clima propicio para atrapar al lector.

Claro, que la edad del protagonista de la novela, es más o menos la que yo tenía durante el periodo que describe. Y eso, unido al buen estilo narrativo del autor, hace que por fuerza me sienta atrapado por esta historia.

Os recomiendo Derecho natural.

VALORACIÓN: 9/10

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