AL CALOR DEL VERANO (JOHN KATZENBACH)

Al calor del verano

John Katzenbach

FICHA TÉCNICA

Título: Al calor del verano

Autor: John Katzenbach

Editorial: Ediciones B, 2005

Encuadernación: Cartoné

Páginas: 448

PVP: 21,50 €

Editorial: ZETA BOLSILLO 2017

Encuadernación: Tapa blanda bolsillo

Páginas: 384

PVP: 12 €

JOHN KATZENBACH

De él nos cuenta su editorial en España:

John Katzenbach posee una larga trayectoria como periodista especializado en temas judiciales, trabajo que ha compaginado con la escritura. Ha sido reportero de la corte criminal para The Miami Herald y The Miami News; también ha trabajado para la revista Herald Tropic y los periódicos The New York Times, The Washington Post y The Philadelphia Inquirer. 

Además de El psicoanalista, del que se han vendido un millón de ejemplares, Ediciones B ha publicado, entre otras novelas, La guerra de Hart –llevada al cine con Bruce Willis en el papel principal–, Al calor del verano –nominada al Premio Edgar y llevada al cine como Llamada a un reportero–, El hombre equivocado, Historia del loco, Juegos de ingenio, La Sombra, Juicio final –cuya adaptación cinematográfica fue protagonizada por Sean Connery–, Retrato en sangre, Un final perfecto y El estudiante.

El asesino de los números

ARGUMENTO de AL CALOR DEL VERANO

El propio protagonista nos describe la historia como una gran tormenta que a medida que se desarrolla cobra más y más fuerza. Nos describe esta historia como un ciclón: "

«Los hechos comenzaron en un lugar extraño y lejano y arrasaron la ciudad como una ola impulsada por una poderosa fuerza natural». (Página 12)

La acción transcurre en el verano de 1975.

El protagonista es un periodista, Malcom Anderson, hijo de un prestigioso abogado, pero que siempre tuvo claro que lo que dominaba era la palabra escrita, que se tiene a sí mismo en alta estima, y se cree un instrumento para plasmar la realidad que sucede a su alrededor:

«Observo y dejo constancia de lo que veo. Pienso en mí como una cámara fotográfica. Mis ojos son el objetivo, las palabras son los positivos». (Página 61).

Asiste al levantamiento del cadáver de una joven que ha sido asesinada con las manos atadas a la espalda y de un tiro en la nuca, cual si de un ajusticiamiento se tratase. Comienza a hacer artículos sobre el tema que da un giro espectacular cuando recibe una llamada en la redacción. Una voz le dice:

«Tengo un interés especial en sus notas porque yo la maté».

Y el asesino pasa a describirse a sí mismo:

«Soy un hombre común y corriente. Provengo de una familia americana típica. Me adapto a mi entorno como un camaleón. Soy el estadounidense medio». (Página 88)

Y para que tenga el periodista constancia de que no es todo una mentira, le da un detalle que la policía no ha hecho público: En el bolsillo trasero del pantalón de la chica hay una nota con un número. 

«Bienvenido a los parámetros de la pesadilla».

El periodista se plantea una serie de dudas, dudas que se irán desarrollando a lo largo de la historia y que merecen una reflexión final aparte.

«¿Necesita el asesino la atención de la prensa y la televisión? ¿Sin ella se sentirá vulgar y olvidado? ¿El interés que despierta lo incitará a cometer actos más graves y más impactantes?» (Página 120)

El mismo asesino termina diciendo cuál es su interés en todo el tema:

«Quiero que sientan la peor clase de miedo, ese contra el que no se puede luchar. El miedo perfecto. Quiero que me consideren un cáncer en la sociedad, una lacra que está destruyendo sus vidas». (Página 203).

Y el problema añadido es que el no tiene miedo porque

«Ya estoy muerto. No queda vida dentro de mí, solo odio, que es como la muerte». (Página 214)

Los crímenes y las llamadas continúan, y junto a ellos los artículos de Malcom, que cada vez es más famoso y es leído con más avidez por el público, que cada vez va teniendo más miedo, pues la víctima puede ser cualquiera.

Y de fondo la sinrazón de la guerra de Vietnam y la locura que provocó en los que en ella participaron.

¿Continuarán los crímenes? ¿Conseguirán dar con el asesino? Para averiguarlo te toca leer el libro.

AL CALOR DEL VERANO

Tras "El psicoanalista" y "La historia del loco", esta es la tercera historia que leo de John Katzenbach y como las dos anteriores, no me ha defraudado.

Si no os suena ninguna de las anteriores, quizás si os suene un libro suyo que fue adaptado al cine: "La guerra de Hart", con Bruce Willis y Colin Farrel de protagonistas.

Hay una serie de características comunes en las obras de este autor de complicado apellido:

-Mantiene al lector atrapado en una intriga que va permanentemente a más.

-La psiquiatría está presente en sus obras, pues alguno de los personajes es un psiquiatra, con el que trata de explicarnos las complejidades de una mente criminal.

-Hay una mente patológica dispuesta a realizar uno o más horribles crímenes.
-Pone al alcance de los lectores el complejo mundo de la mente humana, por lo menos en lo que hace referencia a las patologías criminales.
-Su verbo y su prosa son ágiles, facilitando la lectura incluso cuando entra a desarrollar las partes más complejas de la psiquiatría.
-Los personajes y sus motivaciones están muy bien descritos.

IMPRESIÓN PERSONAL

Se plantea en el libro una pregunta que sigue sin una respuesta clara: ¿Hasta dónde llega el derecho a dar y recibir información? En principio la respuesta parece obvia, y es que tenemos todo el derecho a recibir la información.

Pero ¿no es publicidad lo que quiere el asesino? ¿Informando de los hechos no conseguiremos precisamente que continúen? Por el contrario ¿si no los cuentan hará que aún sean más brutales para llamar la atención? 

La respuesta del periodista es la real, la que siempre aplican los medios de comunicación: Si no lo hago yo, encontrará a otro, asÍ Que para eso, mejor que sea yo.

El mismo tema pero a una escala mayor nos ocurre con el terrorismo. Porque sus actos buscan no tanto hacer daño sino crear un estado de miedo y terror (lo mismo que el asesino de esta novela) y para ello necesita de la publicidad de los mismos en los medios de comunicación.
Si esa información no se diera ¿no sería una forma de quitar el interés para cometer atentados o actos de terror? ¿Si cada vez que queman un autobús o un cajero no se hiciera público, no perderían el objetivo por el que lo hacen? ¿O por el contrario serían aún más salvajes?
Como veis, es mucho más que una pregunta teórica, pues es una situación real que podemos (por desgracia) ver todos los días. Claro que una matanza de más de 150 muertos en un mercado como la que acabo de ver en la televisión, no puede callarse.

Un punto que no entendía de este libro es por qué ha llevado la acción a 1975, con la guerra de Vietnam de fondo, para hablarnos de como la guerra desequilibra a los hombres, como ninguno que vuelve de una guerra, será ya "normal" nunca. Porque esto mismo podía haberlo hecho en la actualidad con la guerra de Irak o de Afganistán de fondo.

No lo entendía hasta que he visto que esta obra aunque publicada en España en el 2005, fue su primera obra, siendo escrita en 1982.

Cuestiones filosóficas aparte, un libro muy entretenido, adictivo y con un final conseguido, cosa que en este tipo de novelas no es muy frecuente. Te recomiendo por tanto su lectura, aunque si no has leído nada de este autor, empieza primero por "El psicoanalista".

Lectura facilitada por la Biblioteca Municipal de Móstoles

VALORACIÓN: 8/10

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