¡Pinches jipis!
Jordi Soler
FICHA
TÉCNICA
Título: ¡Pinches
jipis!
Autor: Jordi
Soler
Editorial: Malpaso, 2016
Encuadernación: Tapa dura
Páginas: 154
JORDI SOLER
Esto es lo que la editorial nos cuenta
del autor:
Jordi Soler nació en 1963 en la comunidad de La Portuguesa, cerca de
Yanga, en Veracruz, México y vive en Barcelona. Ha escrito diez novelas que se
han traducido a varios idiomas. Publica artículos en diarios o revistas de las
dos orillas (La Jornada, Reforma, El País, etc.). Es miembro de la Orden de Finnegans, que tiene como objeto la
veneración del Ulises de James Joyce cada 16 de junio
(Bloomsday) junto con otros autores como Enrique Vila-Matas, Antonio Soler o
Eduardo Lago y el editor Malcolm Otero.
El estrangulador
de la media azul
ARGUMENTO de ¡PINCHES JIPIS!
En la Ciudad de México, el comandante
Emiliano Conejero ha de enfrentarse a un despiadado asesino con una peculiar
firma a la hora de perpetrar sus estrangulamientos:
«…con la misma firma que acababa de ver el comandante Conejero en la cabina de radio, estrangulada con una media azul, las cuencas de los ojos vaciadas con una cucharilla que el asesino había dejado ahí, y los globos oculares retacados en la cavidad bucal del cadáver». (Página 17)
¡PINCHES
JIPIS!
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| Portada sin faja |
En la parte posterior de la faja (una
faja que como todos los libros de esta editorial en realidad forma parte de la
misma portada, que queda de un modo muy diferente y mucho más soso si lo
quitamos), el autor nos explica el origen de este libro, cuyo protagonista
viene del pasado del autor, de un personaje radiofónico que creó treinta años atrás
y que ahora vuelve, con esos treinta años de más en el alma y en el cuerpo:
«Emiliano Conejero era el policía más célebre de la Ciudad de México hace treinta años. Yo narraba sus andanzas en unas piezas radiofónicas donde contaba sus casos, sus ardientes amores y su apego a la vida salvaje. Desde que acabó aquella serie no ha pasado un día sin que reciba un mensaje con esta pregunta. He aquí la respuesta: está en este libro».
Emiliano Conejero se llama este comandante
de la policía en Ciudad de México. Uno de sus policías más famosos por los
casos que ha resuelto, pero que hace ya tiempo comenzó una cuesta abajo gracias
al consumo de alcohol y drogas. Pese a que eso estuvo a punto de costarle la
carrera, no se ha reformado, y de vez en cuando se le escapa algún que otro
tirito de coca y no se separa de su “nalguera” con whisky (Cutty Sark a ser
posible):
«Emiliano Conejero se palpó la gabardina y echó mano de su nalguera de wyisky: un botellín plano que llevaba a todas partes con la idea de ordenar, con un par de tragos largos, el tumultuoso flujo de sus pensamientos». (Página 11)
Una imagen, la del comandante Conejero,
que parece más del pasado que de la actualidad
«Visto desde fuera de la cabina, Conejero reproducía la estampa clásica del detective; con su sombrero y su gabardina, parecía un personaje neoyorquino de los años cuarenta, pero estaba en la Ciudad de México, ya bien entrado el siglo XXI». (Página 11)
La presión que tiene para resolver el
caso es cada vez mayor, pues desde la radio no paran de atacar al gobierno por
su fracaso en encontrar al asesino. Además, los crímenes lejos de parar van en
aumento, anunciando que continuarán. Algo que el comandante no termina de
entender. Total, más gente matan las luchas de bandas y el narcotráfico:
«Brito tenía razón, pensaba el comandante, era una crueldad excesiva que el asesino buscara víctimas inocentes en una ciudad donde abundaban los crímenes del hampa organizada y los happenings del narcotráfico». (Página 18)
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| Ciudad de México |
Ante semejante presión, no le queda otra
que localizar a su antiguo ayudante, un filósofo metido a policía por aquello
de que de algo hay que comer y al que rescató de un supermercado donde
trabajaba de policía de columna, que si queréis saber en qué consiste tan
peculiar labor, tendréis que leeros la novela, y volver a atraerlo a la unidad
de la que fue despedido cuando se reorganizó la unidad en la fase en que
Conejero estaba más desmandado.
Así que ahora Conejero trabajará mano
con mano con Espectro, que así es como se llama su antiguo compañero,
contrarreloj en la lucha contra un criminal que no deja pistas
«Tuvo que hablar con el personal de seguridad y quedó impresionado por el talento policiaco de aquel muchacho largo y flaco a quien sus colegas, quizás por su extremada blancura y su asombrosa delgadez, llamaban el Espectro». (Página 42)
No te cuento más, que tú tienes que
comprar el libro y Conejero resolver los crímenes:
«¡Pinches jipis! –pensó Conejero. Todo el día en el peace and love mientras yo estoy aquí esperando el siguiente cadáver». (Página 41)
IMPRESIÓN
PERSONAL
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| Nalguera |
Si eres un aficionado a la novela negra,
no hay duda de que disfrutarás leyendo esta singular novela, con un
protagonista que parte de los tópicos del clásico protagonista de novela negra,
de ahí ese aire a personaje de los años cuarenta, para darle un aire totalmente
diferente y cargado de humor.
Lo hace el autor con un lenguaje muy
directo y con alguna que otra expresión, como esa de la nalguera, que pueden
sonarlos algo extrañas desde España, pero que no afectan en absoluto a la
comprensión de la novela.
Una novela que se lee muy rápido, no
solo por el vertiginoso ritmo que le impone el autor a la misma, sino porque en
una novela de poco más de ciento cincuenta páginas.
Una novela ideal después para depurar la
mente después de haber leído una novela de esas que disfrutas pero te dejan
agotado, como fue en mi caso después de haber acabado de leer de un tirón las
más de mil trescientas páginas que componen los dos últimos ejemplares de la
tetralogía de Carlos Ruíz Zafón y su Cementerio de los libros olvidados.
Como todos los libros de Editorial
Malpaso, tienes la posibilidad de conseguir gratis junto al libro, el ebook del
mismo siguiendo unas sencillas instrucciones que te facilitan dentro del mismo.
VALORACIÓN: 8/10
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Acaban de hablar de ella, muy bien por cierto, en la radio...mi locura por la novela negra me lleva hacia ella irremediablemente ¡Sin duda alguna será una de mis lecturas!
ResponderEliminarMil besos
Y Feliz Noche Mágica, Pedro! ❤ ❤ ❤