LA SANGRE DE LOS CRUCIFICADOS (FÉLIX G. MODROÑO)

La sangre de los crucificados

Félix G. Modroño

FICHA TÉCNICA

Título: La sangre de los crucificados

Autor: Félix G. Modroño

Editorial: Algaida, 2007

Encuadernación: Tapa dura

Páginas: 348

PVP: 21,15 €

Ebook: 4,99 €

Editorial: Algaida, 2010

Encuadernación: Tapa blanda, bolsillo

Páginas: 384

PVP: 3,00 €

FÉLIX G. MODROÑO

Esto es lo que su editorial nos cuenta de él:

Félix G. Modroño (Vizcaya, 1965) es un escritor vizcaíno, afincado en Sevilla. 

Tras publicar Villalpando, paisajes y rincones (2002), en homenaje al pueblo zamorano de sus padres, se animó a emprender la aventura de su primera novela, La sangre de los crucificados (2007), protagonizada por el doctor Zúñiga, un peculiar investigador del siglo XVII, que también sería el personaje central de su siguiente obra: Muerte dulce (2009). 

Con La ciudad de los ojos grises (2012) cosechó un gran éxito de ventas y el reconocimiento de los lectores. Secretos del Arenal ha obtenido el XLVI Premio de Novela Ateneo de Sevilla.

ARGUMENTO de LA SANGRE DE LOS CRUCIFICADOS

 «Soy don Fernando de Zúñiga, vizconde del Castañar y doctor en medicina de la Universidad de Salamanca». (Página 21)

No es por sus dotes como médico por lo que le busca el obispo de Zamora, sino porque a las puertas de su casa han dejado un misterioso cadáver.

Emprenderá así don Fernando, acompañado por Pelayo, el joven criado del obispo de Zamora, que con su sagacidad le ayudará a resolver el misterio, que le llevará a recorrer Zamora, Salamanca, Madrid, Sevilla y las Batuecas, en busca de un asesino que es un auténtico artista que va dejando magníficas tallas con los rasgos de los hombres que va asesinando.

«Busco a un asesino que se inspira en la agonía de sus víctimas para realizar maravillosas tallas de Nuestro Señor en la Cruz». (Página 208)

LA SANGRE DE LOS CRUCIFICADOS

Comienzan con La sangre de los crucificados, las andanzas de don Fernando de Zúñiga. Tres son hasta ahora los libros que le tienen como protagonista:

-La sangre de los crucificados (2007)

-Muerte dulce (2009)

-Sombras de agua (2016)

Un personaje con página web propia en la que nos cuenta su vida (http://www.fernandodezuniga.com/index.html):

Plaza Mayor de Madrid

«Fernando de Zúñiga Ayala nació en Madrid en 1634, en una familia de origen vasco. Hijo ilegítimo de Francisco de Zúñiga, VII Conde de Miranda, y de Inés Ayala, partera de la Corte de Felipe IV, a los quince años se trasladó a Salamanca para estudiar medicina. En 1659 se casó con Pilar Maldonado, con la que tuvo dos hijas, Cristina y Leonor, y que moriría tres años después. Esta circunstancia condicionó su carácter y su interés por las ciencias ocultas. Su amistad con la reina regente, doña Mariana de Austria, le llevó a vigilar la delicada salud de su hijo, el rey Carlos II. En 1669 se le otorga el vizcondado de Castañar y comienza a prestar esporádicos servicios para el inquisidor general, don Diego Sarmiento de Valladares. El auto de fe de 1680 afecta gravemente a su conciencia: deja de trabajar para el Santo Oficio y vuelve a ejercer su profesión en Salamanca. Ocasionalmente investiga extraños sucesos que sus conocimientos, unidos a su sentido común aderezado con intuición -como le gusta definirlos-, le permiten desvelar».

Catedral de Zamora

No estará solo en su andadura, sino que trabajará acompañado por el criado del obispo de Zamora, Pelayo, que le servirá en todo momento de ayuda en sus pesquisas. Pero a diferencia de otros grandes detectives de la historia de la literatura que parecen mirarnos desde su inteligencia por encima del hombro, la característica fundamental de don Fernando de Zúñiga es su modestia, con una frase que repite a todo aquel que quiera alabar los éxitos de sus investigaciones:

«Sólo es cuestión de sentido común aderezado de intuición y un poco de suerte –contestó Fernando, sin poder disimular su orgullo». (Página 73)

Casa de las Muertes (salamanca)

Hijo bastardo de un noble, sus grandes méritos como médico en la corte de Madrid le han permitido tener un título nobiliario, pese a que en ningún momento ha intentado hacer carrera en Madrid, pese a estar en conocimiento de importantes secretos y contar con el apoyo de la reina mdre:

«Era el único varón que conocía el secreto de Carlos II y no ignoraba que aquello podía costarle la vida. Esperaba que mientras el rey viviese, él también lo hiciese. “Quizás debería aceptar el nombramiento de médico real”, se repetía con frecuencia». (Página 24)

Lo suyo es más bien una vida interiorizada, desde que la tragedia le golpeó muy joven con la muerte de su esposa, dejándole viudo y con dos hijas pequeñas que han profesado como monjas.

«Ya sabe cómo es de reservado… el pobre… Casi nunca habla de su esposa y para él sigue viva. Una vez, le oí decir que doña Pilar no había muerto, sólo que cuando él llegaba a casa… ella no estaba». (Página 71)

Pórtico de San Caludio de Olivares

Aprovecha el autor la excusa de los asesinatos, para brindarnos una visita guiada por alguna de las grandes ciudades del siglo XVII y mostrarnos algunos de sus monumentos. Recorreremos así Zamora, Salamanca, Madrid, Sevilla y Las Batuecas.

La catedral de Zamora, la iglesia de San Claudio de Olivares (Zamora) con la figura central de su pórtico, la fachada de la Casa de las Muertes (Salamanca), la Plaza Mayor de Madrid con sus autos sacramentales, el Hospital de la Caridad (Sevilla) y el Monasterio Carmelita de Las Batuecas son algunos de los escenarios que nos muestra Félix G. Modroño en este recorrido. Todo ello acompañado por un fresco con las costumbres y el modo de vivir de los habitantes del siglo XVII en estas ciudades. Porque nada tiene que ver la tranquila vida de provincias, con el bullicio de ciudades como Madrid y Sevilla por cuyas calles, a veces con mucho cuidado de no pisar donde no se debe o recibir un cubo de aguas sucias desde los balcones, transitará don Fernando.

IMPRESIÓN PERSONAL

Es muy difícil no coger cariño a don Fernando de Zúñiga, con esa humildad y sencillez que le caracterizan. Como es también muy difícil no ponerle, al menos para aquellos que hemos charlado un rato con el autor, su cara a la hora de pensar en el personaje, con esa sonrisa y cordialidad que le caracterizan.

Con todo, no es don Fernando el único personaje de esta novela, pues una de las características de la misma es un fresco de personajes, comenzando por su acompañante Pelayo, la criada que tiene en casa, la propia reina y muchos más, que convierten a esta novela en un fresco vivo de la España del siglo XVII.

Porque a través de ellos, nos irá narrando Félix G. Modroño la vida y costumbres de los habitantes de nuestro país, tanto de los de noble cuna, como del pueblo llano o de la propia Iglesia, salpicando la narración con curiosas anécdotas y costumbres (muy divertidas las de Madrid) que de un modo sencillo y muy ameno nos darán toda una clase de historia a los que nos adentremos en estas páginas.

Podréis adivinar por lo anterior, que la lectura de La sangre de los crucificados es muy amena. Pero no se limita a ser amena, sino que es una de esas lecturas con las que sales con la impresión de no solo haberte entretenido, sino de haber aprendido algo. Una novela que ayuda a comprender la manera de pensar, de vivir o el arte barroco, (que aunque de modo indirecto, es otro de los grandes protagonistas de esta novela)

Todo ello a través de una trama llena de enigmas y acertijos que tendrá que ir resolviendo don Fernando para descubrir el autor de los asesinatos e impedir que continúe con su labor.

Lectura facilitada por la Biblioteca Municipal de Móstoles

VALORACIÓN: 8/10

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