TIENES HASTA LAS DIEZ (FRANCISCO CASTRO)

Tienes hasta las 10

Francisco Castro

FICHA TÉCNICA

Título: Tienes hasta las diez

Autor: Francisco Castro

Editorial: Suma de letras, 2016

Encuadernación: Tapa blanda

Páginas: 347

PVP: 16,90 €
Ebook: 8,54 €

FRANCISCO CASTRO

Primer libro que leo (que no del autor) de Francisco Castro, del que nos dice la editorial:

Francisco Castro (Vigo, 1966) es escritor y editor. Ha publicado relatos eróticos, novelas históricas (como Memorial de infortunio), vivenciales (Generación Perdida)... Posee todos los grandes premios de la literatura gallega, entre otros, el Blanco Amor de Novela por Spam, que ganó en el año 2005, también traducida al italiano. Atesora premios de periodismo y su novela para niños Me llamaba Simbad, además de recibir múltiples reconocimientos en lengua gallega, entró en la Lista de Honor de IBBY 2012. El niño perro, escrita en colaboración con Fina Casalderrey, entró a formar parte, en 2012, de la colección de libros del Centro IBBY de Documentación para Niños con Dificultades Especiales de Oslo. Sus obras han sido traducidas al castellano, catalán, italiano, portugués y euskera.

ARGUMENTO de TIENES HASTA LAS DIEZ

«Yo soy Antonio Correa García de Costas, y ese “García de Costas que está al final de mi nombre, de mi tarjeta profesional, de mi buzón, aunque sea de segundo apellido, ese mismo que aún va debajo de la cabecera del periódico par que nadie olvide quién es la familia fundadora y propietaria y todo eso que mi madre no quiere que nadie olvide sobre la titularidad de ese periódico tan importante que todo el mundo respeta en Vigo». (Página 46)

Repentinamente de un  ataque al corazón, muere el padre de Antonio, que es el director de uno de los más prestigiosos periódicos de Vigo. Cuando apenas han pasado días para asimilar la noticia, una gran sorpresa le espera en el despacho de su empresa:

«Es un mail. Lo envía tu padre.»

Sin duda tiene que tratarse de una broma, porque los muertos no pueden enviar un email. Lo más sorprendente es el texto del correo:

«Hijo querido: tienes hasta las diez».

Nadie sabe que esa es la fórmula que su padre empleaba para dirigirse a él.

¿Será realmente un email que su padre tenía preparado para él? ¿Qué quiere decir con eso de “tienes hasta las diez”?

Antonio se lanza a resolver este enigma, del que cada respuesta le traerá una nueva pregunta.

En busca de la chocolatina 

TIENES HASTA LAS DIEZ

Tienes hasta las diez es una novela difícil de catalogar, pues aunque de entrada podría parecerlo, nada tiene que ver con la novela negra. Podríamos hablar de él como un thriller, si bien a diferencia de los thrillers, la vida de los protagonistas no corre en ningún momento peligro. Más bien, la novela es una resolución permanente de enigmas por parte del protagonista, enigmas que el lector por otra parte no está en disposición de poder resolver, al menos en su mayor parte por falta de datos, lo cual no quita en ningún momento interés a la novela.

En realidad es un gran juego, como el que su padre practicaba con él cuando era pequeño. Un juego cuya resolución llevaba un premio: una chocolatina. Chocolatinas que en sí mismas eran todo un tesoro porque las traía su padre especialmente desde Alemania:

«Como cuando jugaba conmigo a resolver aquellos enigmas que tanto me gustaba que me propusiese y que me tenían ocupado horas y, a veces, incluso días enteros». (Página 36)

Pronto veremos que buena parte de los enigmas están relacionados con la literatura, a la que tanto el padre como el hijo eran unos grandes aficionados. El padre inculcó el hábito de la lectura a su hijo desde muy pequeño y tenía una gran biblioteca. El hijo por su parte no siguió la tradición familiar y prefirió crear una pequeña editorial que se dedica a los libros de viajes, que a seguir con el periódico.

«Tuve la impresión, por esas benditas intuiciones que a veces tiene la mente, de que la solución al enigma de las diez tenía que estar dentro de un libro. Porque si el enigma venía de mi padre, la solución tenía que estar escondida en un libro». (Página 68)

Tendrá pues el protagonista que prestarse a volver a los recuerdos de su infancia, a jugar de nuevo con su padre, por más que éste esté muerto. Tendrá que recordar viejas anécdotas, introducirse de nuevo en aquellos libros que tanto disfrutó para ver qué es lo que su padre quiere mostrarle.

«Sacaba buenas notas y estaba feliz. La felicidad casi diaria de un niño normal que crece sin mucha angustia a su alrededor, pero nada era comparable a la extraña forma de gozo que me embargaba cuando la adivinanza se resolvía y el misterio se aclaraba». (Página 293)

Y así es como La isla del tesoro de Robert Louis Stevenson retornará de nuevo hasta nosotros. Y Junto a él otras grandes novelas como Doctor Jekyll y Mr. Hide también del mismo autor o Veinte mil leguas de viaje submarino de Julio Verne. Novelas conocidas por todos los lectores.

Estatua de Julio Verne en Vigo

El escenario para la resolución de estos enigmas es fundamentalmente la ciudad de Vigo, en la que tiene su sede el periódico, aunque en algunos momentos se traslade hasta A Coruña que es donde vive y tiene el trabajo Antonio.

Tienes hasta las diez está narrado en primera persona por Antonio, protagonista total de esta novela, que no deja de ser un viaje de vuelta a su infancia para retomar y recordar la figura de su padre muerto y descubrir, que hay muchas cosas que los padres nos ocultan, que su padre tenía secretos muy bien escondidos y que, una vez muerto quiere mostrar a su hijo, que descubrirá que su familia no es como él creía ser.

Todo ello narrado con un ritmo creciente que nos llevará de la resolución de un enigma a otro hasta la resolución final de la novela.

IMPRESIÓN PERSONAL

Decía que Tienes hasta las diez es una vuelta a la infancia del protagonista. Pero también en cierto modo es un regreso a la mía, una vuelta a esos libros que leía una y otra vez, como es el caso de La isla del tesoro, probablemente el libro que más veces haya leído y al que tarde o temprano tendré que volver con una visión ya de adulto.

No voy a decir que la trama es de estas que te agobian, tal vez porque después he leído un thriller de esos que si que te dejan el alma en vilo, pero sí que las páginas vuelan entre tus manos a un ritmo vertiginoso. No solo por la trama, sino por lo fácil que el autor hace su lectura, algo que para mí siempre es un mérito.

No es Tienes hasta las diez la novela del año, pero seguro que es una lectura que cuando os animéis con ella os agradará, os hará pasar un rato muy entretenido. Un thriller amable de esos que es muy conveniente leer de cuando en cuando, especialmente si alguna lectura o acontecimiento de tu vida te ha dejado algo machacado.

VALORACIÓN: 8/10

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