miércoles, 19 de octubre de 2016

CRÍMENES DUPLICADOS (ROSENFELDT & HJORT)

Crímenes duplicados
Rosenfeldt & Hjort




FICHA TÉCNICA

Título: 
Crímenes duplicados
Autor: Hans Rosenfeldt y Michael Hjort
Editorial: Planeta, 2016
Encuadernación: Tapa blanda
Páginas: 619










Editorial: Planeta, 2018
Encuadernación: Tapa blanda bolsillo
Páginas: 624
PVP: 9,95 €










HANS ROSENFELDT Y MICHAEL HJORT


De estos autores de impronunciable nombre, nos dice la editorial:

Michael Hjorth (1963) es uno de los más famosos productores de cine y televisión de Suecia y un guionista muy reconocido, cuyo trabajo incluye los guiones de varias de las películas de Wallander de Henning Mankell.

Hans Rosenfeldt (1964) es el principal guionista de Suecia y el creador de la serie de televisión de mayor éxito escandinavo de todos los tiempos: la premiada serie policiaca The Bridge, que se emite en más de 170 países.





ARGUMENTO de CRÍMENES DUPLICADOS


«Una mujer muerta en su domicilio.Habitualmente, no era motivo suficiente para llamar a la Unidad de Homicidios, el equipo especial de Torkel Höglund.Por lo general, era el trágico final de una discusión familiar, un conflicto por la custodia de los niños, una explosión de celos o una noche de juerga con una compañía poco recomendable». (Página 13)

Sin embargo, en esta ocasión no se trata de un asesinato normal, como pueden comprobar nada más llegar al domicilio de la víctima:
«Mientras contemplaba desde la puerta del dormitorio a la mujer muerta, pensó que no le gustaba ese caso, Ya había mirado otros dormitorios desde otras puertas y había visto otras mujeres en camisón, atadas de pies y manos con medias de nailon, violadas y degolladas. La primera la hallaron en 1995. Habían aparecido otras tres hasta finales de la primavera de 1996, cuando consiguieron atrapar al asesino». (Página 21)

Parece una copia exacta de los crímenes cometidos años atrás por Hinde. Sin embargo es imposible que haya sido él:
«A Hinde lo habían condenado a cadena perpetua.Ni siquiera había recurrido la sentencia.Aún cumplía la condena en la prisión de Lövhaga». (Página 21)

¿Es un imitador? ¿Cómo puede saber detalles que nunca llegó a conocer más que el equipo investigador cuando Hinde no tiene comunicación con el exterior de la cárcel?






SEBASTIAN BERGMAN


Toda novela negra con vocación de continuidad, de convertirse en una serie, necesita sin duda un protagonista que enganche al lector desde el primer momento. Un protagonista que sea diferente, único, reconocible de entre todos los que ya hay. Y eso es algo que cada vez es más difícil de conseguir, que leas una novela negra y no te parezca más de lo mismo.
Esta serie lo tiene, por eso, lo primero de todo, un repaso a su protagonista principal, retomando lo que de él sabemos del primer libro, tanto para los que lo leyeron, como para los que aún no han comenzado la serie, que nada se desvela que os la vaya a fastidiar.


Sebastian Bergman no va a dejar indiferente a ningún lector, porque es un personaje al que en ningún momento podemos definir como amable. Es prepotente, egoísta, seductor de mujeres, insolidario, amargado… Utilizando un símil muy televisivo de un personaje que todos conocéis, es el Doctor House de los psicólogos.

Una de las características que define su personalidad, es su incesante afán de conquista. Quizás para él lo de menos sea acostarse con una mujer. Ese es el resultado final de lo que auténticamente le da placer: la conquista, algo para lo que está especialmente dotado.
«Había mujeres que se sentían atraídas por el dinero, la apariencia física y el poder, desde luego, pero no eran todas. Para tener posibilidades con todas las mujeres era necesario algo más. Y Sebastian lo tenía. Encanto, intuición y un registro muy amplio. La convicción de que todas las mujeres son distintas y, como consecuencia, la capacidad de desarrollar diferentes tácticas para utilizarlas en el momento adecuado». (Secretos imperfectos. Página 145)

Un afán de conquista insaciable que a lo largo de su vida le había acarreado muchos problemas laborales y que irremediablemente le estaba llevando a la soledad.
«Tenía miedo. Miedo de no ser más que eso: un hombre solitario que llenaba su tiempo con la compañía de mujeres jóvenes o mayores, estudiantes o colegas, solteras o casadas. No discriminaba. Solo tenía una regla: conquistarlas. Las necesitaba para sentir que no era un ser carente de todo valor, que estaba vivo». (Secretos imperfectos. Página 39)

Hay hechos de su pasado, que poco a poco iremos descubriendo en la novela, que lo atormentan. Eso sí, no le ha dado por darse a la bebida ni a las drogas, pues rápidamente vio que no le llevaban a ningún lado, pero que le han dejado como secuela unas terribles pesadillas que lo convierten casi en un insomne.
«El sueño lo perseguía desde hacía más de cinco años. Todas las noches el mismo sueño, las mismas imágenes. Todo su subconsciente en acción, concentrado en lo que su yo consciente no conseguía resolver durante el día. Superar el sentimiento de culpa». (Secretos imperfectos. Página 10)

Una personalidad que es transparente para los que están con él y tienen que sufrir su genialidad:
-Tú eras el mejor, Sebastian. En algunas cosas. En otras, eras un desastre.(…)-Por desgracia, ahora estoy cultivando mi vertiente más desastrosa». (Secretos imperfectos. Página 109)

Un modo de ser que desde luego no genera amistad entre los que con él están o trabajan:
«Lo poco que Billy sabía de Sebastian era que siempre lo cuestionaba todo y a todos, y que contradecía a sus colegas y se creía mejor que los demás, probablemente el mejor de todos». (Secretos imperfectos. Página 172)

Y desde luego, con él que no cuenten si no consiguen despertar su interés:
«Conocía la incapacidad de su colega para involucrarse en algo que no le interesaba, pero también sabía hasta qué punto podía entregarse cuando encontraba un desafío, y lo mucho que podía aportar a cualquier investigación si se implicaba a fondo». (Secretos imperfectos. Página 179)

Y es que Sebastian Bergman no es un hombre para disimulos ni componendas. Está tan lleno de pasión que las cosas o le interesan o pasa completamente de ellas:
«No podía dedicarse a algo que le resultaba tan absolutamente falto de interés. Ni en aquella época ni más adelante. Ni tampoco ahora. No había límites para la cantidad de tiempo y energía que había podido invertir en las cosas que le interesaban y lo fascinaban, pero cuando algo no lo atraía…Aguantar y sobrellevar no eran palabras que figuraran en el vocabulario de Sebastian Bergman». (Secretos imperfectos. Página 58)

Tiene además una situación (a lo largo de la primera novela sabremos por qué) que le permite vivir de las rentas sin dar ni golpe, así que realmente puede hacer lo que le de la gana
«Lo único que se esperaba de él era que hiciera en cada momento lo que le diera la gana. Y llegó a hacerlo muy bien». (Secretos imperfectos. Página 185)

En la segunda entrega, el personaje sufrirá una gran evolución, algo que no se produce de golpe, pues seguiremos profundizando en el peculiar carácter del protagonista, alguien al que parece estorbar la presencia de más seres humanos, salvo las mujeres para momentos muy concretos, que no incluyen el desayuno posterior:
«Normalmente, Sebastian no cogía el metro y menos aún en hora punta o en temporada turística. Lo encontraba demasiado incómodo y embarullado, No habría sido capaz de acostumbrarse a la proximidad de la masa humana con sus olores y sus ruidos. Cuando no podía ir andando a algún sitio, iba en taxi. Prefería mantenerse apartado de la gente, quedarse fuera. Al menos así había sido antes. Pero ya nada era como antes». (Crímenes duplicados. Página 11)

Porque, por más que aparentemente todo siga siendo igual que antes y su comportamiento igual de borde, algo que él ve como algo natural dada su superioridad intelectual, todo está a punto de desmoronarse para él:
«Llegó a la conclusión de que se había comportado como de costumbre. Había dicho lo que pensaba en cada momento y no había evitado los encontronazos por una especie de gratitud eterna». (Crímenes duplicados. Página 245)

Unos cambios que no os cuento, que para ello tendréis que leer la novela, pero que nos presentan a un Sebastian Bergman al borde de la derrota, a un paso de comprender que la vida puede ofrecerle otras gratificaciones no tan perecederas como un polvo sin compromiso con la primera que se ponga a tiro.






CRÍMENES DUPLICADOS


No hay ninguna duda de que Secretos imperfectos nació literalmente con vocación de serie, puesto que se trata del primer guion que los autores (los creadores de la exitosa serie The Bridge, que probablemente es la que hayáis visto como yo, pero que no es otra cosa que la versión americana, pues la acción transcurre en el puente que une Méjico con Estados Unidos, de la serie llamada pero su origen real es sueco: Broen y el puente en el que comienza la acción es el que une Copenhague en Dinamarca con Malmö en Suecia) escribieron para una serie televisiva lo tiene.
Una serie que nunca llegó a materializarse y cuyos guiones utilizaron para convertir lo que hoy día es esta nueva serie policiaca. Según nos contaba la editorial está arrasando en Europa, con más de 70.000 ejemplares vendidos en Suecia y 1.300.000 en Alemania, donde ya llevan más de 120 semanas en las listas de libros más vendidos.
Cinco son ya las entregas de esta serie, aunque van camino de la sexta y en España ya está previsto, además de las dos primeras que están ya a la venta, la tercera para el año 2017.
-Crímenes duplicados
-Muertos prescindibles




Como os decía, el origen está una serie de televisión para un actor en concreto, que ya había hecho diez películas interpretando al conocido inspector Kurt Walander (cuyo origen está en las novelas de Mankell)
Para él necesitaban crear un personaje totalmente diferente a la bondad que caracterizaba a Wallander. Así fue como idearon a Sebastian Bergman. Demasiado diferente por lo visto para la mentalidad de los responsables de programación suecos, que no quisieron dichos guiones.


Sebastian Bergman (serie sueca)
Con todo, existe una miniserie sueca de dos capítulos (180 minutos en total) con Sebastian  Bergman como protagonista y cuyo argumento cmienza con el primer libro de la serie. Más no sé, porque a mí lo del sueco...

De todos modos, por más que me haya extendido acerca de este personaje, la gran virtud de la serie, es que no es Sebastian Bergman el único personaje de la novela. Algo que se hace palpable de un modo muy especial en esta segunda entrega, en la que la presencia de Sebastian es más moderada a medida que el resto de los componentes de la Unidad de Homicidios van cobrando relevancia: Torkel, Ursula, Vanja y Billy.
Porque la vida no pasa en vano para nadie y para ellos tampoco, de ahí que vayamos viendo a través de las páginas de estas novelas como van evolucionando, no solo como personas, sino como grupo, con unas relaciones complejas y que son las que hacen que la novela sea tan buena.

Comenzando por Torkel, el jefe de la unidad, amigo de Sebastian al que defiende a capa y espada en busca de conseguir gracias a él conseguir el éxito de su labor que no es otra que encontrar al asesino y parar los crímenes.
Un hombre dotado de un gran poder estratega y que es capaz de analizar muy bien todas las situaciones:
«Uno de los principios estratégicos de Torkel era reducir al mínimo las especulaciones. Cuando la prensa entraba en escena y los periodistas salían a la caza de exclusivas, podía pasar cualquier cosa, sobre todo dentro de la propia policía. El caso se convertía de repente en un asunto político y la polí6ica podía ser una influencia nefasta en una investigación policial. Enseguida surgía la necesidad de “dar una respuesta enérgica” y de “conseguir resultados”, y todos empezaban a prestar menos atención a las pruebas y más a las presiones de las altas esferas». (Página121)


La vida sentimental de Torkel no es sencilla, divorciado de su mujer y con una peculiar relación con otro miembro del equipo: Ursula, una mujer casada con la que se acuesta respetando las normas impuestas por ella, incluyendo la principal: No hay compromiso de futuro.
Ursula es la encargada de toda la parte de policía científica a la búsqueda de pruebas para atrapar al asesino y demostrar su culpabilidad. Una mujer muy competitiva y compleja a la hora de expresar sus sentimientos:
«Ursula No estaba contenta, pero al menos estaba en paz. Sabía que siempre captaba fragmentos de la gente que la rodeaba.Solo fragmentos. Nunca la totalidad.Y solamente devolvía fragmentos. No era capaz de nada más. Le pasaba como hacía un momento, en la habitación de Bella.Quería mucho a su hija, pero se lo decía a su camiseta». (Página 133)

Si competitiva es Ursula, no lo es menos la joven Vanja. Si no hay encontronazos con Ursula es porque sus parcelas son diferentes y complementarias.
Con todo, y pese a su inteligencia, le falta experiencia de vida para poder entender en algunos momentos la maldad que le rodea:
«Para ella era imposible comprender los abismos de maldad que Hinde tenía en su interior, Compararlo con cualquiera de los criminales que Vanja había conocido a lo largo de los años habría sido lo mismo que comparar a un estudiante de secundaria en un laboratorio de física con un científico que hubiera ganado del Premio Nobel» (Página 219)

Por último está Billy, casi convertido en el chico de los recados, el especialista en tecnologías, el que se encarga de cumplir las tareas que todos lo encargan, casi en un papel secundario pero imprescindible para la investigación.
Hasta que, influido por su novia, considera que él también tiene posibilidades de involucrarse más directamente en la investigación, de pensar por su propia cuenta. Con ello se sale del papel que todos le tienen preasignado en el grupo, con lo cual inevitablemente surgirán conflictos.


Un pequeño comentario sobre el título de la novela, no porque no sea acertado, que realmente es muy definitorio de lo que vamos a encontrarnos: unos nuevos crímenes que son un duplicado exacto de los que años atrás tuvieron lugar, sino porque es muy diferente del original.
Y es que en sueco, el libro (como por cierto también se ha titulado en Portugal) se llama “El discípulo”, haciendo referencia al papel que el nuevo asesino juega en la trama.






IMPRESIÓN PERSONAL

No puede hacerse demasiado caso a los refranes, preparados para afirmar tanto una cosa como la otra (“No hay dos sin tres” frente “A la tercera va la vencida”). Porque en Crímenes duplicados no se cumple lo de “Segundas partes nunca fueron buenas”.
No sólo no se cumple, sino que a mi gusto es aún mejor que la primera, no solo por la intriga, con un ritmo más cercano al thriller que la anterior, sino por el gran desarrollo que se hace de todos los personajes secundarios, que en este caso no lo son tanto, consiguiendo que aún destacando la presencia como protagonista de Sebastian, sean casi una novela coral.


El ritmo es trepidante, porque no solo se trata de la trama principal: la captura de un asesino en serie, con la variante de cómo es posible la imitación si el asesino está incomunicado (algo que se nos desvelará cómo ocurre bastante antes del final), sino de la propia vida personal de Sebastian en busca del acercamiento a alguien, que si habéis leído la primera novela ya podéis imaginar de quién se trata, pero de lo que no cuento más para no desvelar nada a los que tienen aún la primera novela pendiente.

Ahora me toca esperar hasta el año que viene para leer la tercera, porque aunque la novela es autoconclusiva, lo es en cuanto al caso que se plantea en la misma, pero no con respecto a las subtramas de la serie, que continúan creciendo con la misma.


En esta vídeo reseña puedes conocer todo sobre el personaje protagonista de la serie: Sebastian Bergman:







VALORACIÓN: 10/10

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5 comentarios:

  1. Yo soy más de novela negra española, pero nunca digo NO definitivamente a una buena novela negra.

    Un beso
    Yolanda

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  2. Me tengo que poner ya sí o sí con esta saga que estoy dejando demasiado. Besos

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  3. Me ha gustado mucho esta segunda entrega, incluso más que la primera así que nada, a esperar a la siguiente.
    Besos.

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  4. Pues como me gustó la primera, no puedo dejar de leer esta, ya que si es mejor, seguro que la voy a disfrutar!
    Besos

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  5. Voy a tener que apuntar bien esta serie, que está gustando mucho.
    Besotes!!!

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