Mater familias
Lindsey Davis
FICHA
TÉCNICA
Título: Mater
familias
Autor: Lindsey
Davis
Traducción: Gema Moral Bartolomé
Editorial: Ediciones B, 2016
Editorial: Ediciones B, 2016
Encuadernación: Tapa dura
Páginas: 382
PVP: 21,00 €
LINDSEY DAVIS
Lindsey
Davis
nació en Birminghan y estudió Literatura Inglesa enn la Universidad de Oxford.
Pronto descubrió que su verdadero talento se desarrollaba cuando escribía
novelas detectivescas ambientadas en la antigua Roma con el inefable Marco
Didio Falco como protagonista. Todos los títulos de la serie de este
investigador han sido grandes best seller internacionales.
Entre los premios recibidos por Davis se
encuentra el Barcino de Novela histórica de la Ciudad de Barcelona 2013,
otorgado por el conjunto de su obra.
Un caso de Flavia Albia, investigadora romana
ARGUMENTO de MATER FAMILIAS
Roma, julio del año 89 d.C. Aunque se
trata del mes de julio y aún estando ausente su padre, Flavia Albia va a
realizar una subasta, en la que los principales lotes proceden de una rica
familia que ha decidido vender buena parte de lo que tenía almacenado en un
trastero.
La sorpresa es que entre las piezas a
subastar figura un pesado arcón en cuyo interior se encuentra un cadáver.
¿Quién es el hombre asesinado? ¿Por qué fue asesinado?
Esas son las preguntas a las que Flavia buscará respuesta a la vez que investiga las vidas de los candidatos al puesto de edil, más que nada porque su amigo Fausto es el asesor de campaña de uno de ellos.
MATER FAMILIAS
Con Mater familias Lindsey
Davis continúa ambientando sus novelas en tiepos de Roma, con las
aventuras de “detectives” de la época, aunque ahora cambia de protagonista y
pone al frente de las mismas a una mujer.
Se trata de Flavia Albia, una mujer de
origen britano que fue adoptada por lo que hoy son sus padres y traída a Roma.
Una mujer de veintinueve años y que se quedó viuda poco tiempo después de
casarse. Coparte con su padre el negocio de las subastas y lo que es su
vocación: la investigación:
«Le expliqué que mi padre y yo nos
ocupábamos de las muertes en circunstancias misteriosas, porque alguien tenía
que hacerlo». (Página 29)
«Un investigador no actúa por mera
bondad, ha de pensar en sus honorarios. No se trata de granjearse la aprobación
de los dioses. Es un oficio. Se supone que sirve para pagar el alquiler, para
poner el pan en la mesa. Si eres lo bastante bueno, incluso podrás comprar todo
el vino que necesites beber para olvidar lo horrible de ese oficio». (Página
30)
En sus investigaciones no está siempre
sola, pues trabaja en muchos casos con la ayuda de Fausto, que ha alcanzado el
puesto de edil en Roma y que ahora trabaja como asesor de campaña para uno de
los candidatos al puesto.
«Fausto parecía bastante animado.
Habíamos trabajado juntos en un par de investigaciones. Era un hombre con
energía y tenacidad, y yo disfrutaba compartiendo casos con él». (Página 38)
Una pareja que trabaja codo con codo
mientras entre ellos la amistad va poco a poco avanzando hacia algo más
profundo:
«Ambos teníamos cosas que hacer en el
Celio, así que fuimos caminando hasta allí, codo con codo pero sin hablar.
Luego cada uno se fue por su lado. Había preguntas que debían hacerse y
nosotros éramos quienes debían formularlas. Después nos reuniríamos para
comparar nuestros respectivos descubrimientos. Así era como trabajábamos juntos».
(Página 250)
Sin duda todo un personaje Flavia Albia,
dotada de un gran sentido del humor capaz de reírse de sus propias debilidades
y dotada de una gran capacidad de observación y análisis:
«La gente se lo toma a guasa, pero yo
aseguro que una gran parte del trabajo más útil de un investigador se realiza
durante la comida. Te pasas la mañana esforzándote por averiguar cosas¸ cuando
te relajas con tu trozo de pan y tu ensalada, nuevas y brillantes ideas inundan
tu cerebro, Al menos hasta que reparas que el pinche de cocina se ha dejado una
babosa en tu plato». (Página 238)
La acción transcurre en tiempos de
Domiciano, un emperador romano que casi nunca estaba en Roma pero cuya sombra
era omnipresente. Una sombra que podía con facilidad costarte la vida si te
oponías a su voluntad, o simplemente pensaba que podías ser un estorbo o una
molestia en su camino hacia la gloria de los dioses, por más que ya se
considerase un dios en la tierra y como tal había que adorarlo y rendirle
pleitesía.
Ese es el momento histórico en el que
transcurre esta novela que os muestra la vida de los romanos en aquella época.
Además, se centra en una de las facetas de los romanos la política,
concretamente en las campañas para elegir cargos públicos. Cargos eso sí, que
tenían que ser aprobados por el senado y refrendados por Domiciano.
Unas campañas que parecen ser la guía
que nuestros políticos llevan años teniendo como su manual de cabecera, y en la
que la corrupción, el soborno, la mentira y el insulto al rival son el
argumento principal de las mismas.
«Yo era una investigadora. Vivía sola en
medio de la mugre. Llevaba años viviendo así, sin esperar que cambiara jamás.
Sin embargo, Manlio Fausto había plantado en mi cabeza la idea de que tal vez
podría luchar por una vida mejor.
No obstante, se trataba de un político
en plena campaña. Es lo que dicen siempre. Todo mentiras. Nunca ocurre de
verdad». (Página 1116)
Por ello, la trama es doble: por una
parte la investigación del asesinato, por otra la propia campaña en sí, lo cual
da a la narración un ritmo muy ágil mientras nos pasea por las calles de la
Roma del siglo I. Una agilidad que en cierto modo se ve frenada por los nombres
de los personajes, porque como dice en un momento Flavia, es una familia con
demasiadas Julias. Casi todas las mujeres se llaman Julia, por más que tengan
luego un segundo nombre, lo cual no contribuye precisamente a simplificar la
comprensión para el lector (o será que yo estaba un tanto espeso)
Es cierto que tiene al principio de la
novela un Dramatis personae en que nos da una pequeña y peculiar descripción de
los personajes que iremos encontrando en la novela.
Como podéis comprobar con las portadas que acompañan el texto, el título original Deadly election, nada tiene que ver con el elegido para la edición española, aunque para nosotros estas dos palabras latinas tengan un claro sentido, cosa que tal vez para un anglohablante no lo tenga.
Como podéis comprobar con las portadas que acompañan el texto, el título original Deadly election, nada tiene que ver con el elegido para la edición española, aunque para nosotros estas dos palabras latinas tengan un claro sentido, cosa que tal vez para un anglohablante no lo tenga.
IMPRESIÓN
PERSONAL
No hay duda de que estamos ante una
novela muy entretenida y que nos presenta de un modo muy ameno la Roma del
siglo I. Evidentemente es muy importante, como en todas las novelas negras (y
para el caso como si ésta lo fuese), la figura del protagonista, una mujer en
este caso. Y ahí solo puedo dar sobresaliente a la figura de Flavia Albia, una
mujer con mucha chispa y sentido del humor, que desde el primer momento me
cautivó.
Una novela entretenida con una imagen de
Roma diferente a la que podemos encontrar en muchas novelas, entre otras cosas
por su singular protagonista y por el sentido del humor que podemos encontrar
en toda la novela.
Espero seguir leyendo más novelas con
esta Flavia Albia y sus peculiares investigaciones.
NO he leído nada de esta autora y no me importaría acercarme a ella aunque a mi la época romana no me atrae mucho :)
ResponderEliminarBs.
A mi esta vez no me termina de llamar la historia y casi lo agradezco.
ResponderEliminarBesos
Dudo que yo no me haga también un gran lío con las Julias. Habrá que estar atenta ya que voy avisada. Besos.
ResponderEliminarHabra que darle una oportunidad a Lindsey Davis y sus novelas históricas detectivescas tanto la serie de Marco Didio Falco como la de Flavia Albia.
ResponderEliminarPor el período que trata es una novela con la que podría animarme, que me gusta leer sobre él.
ResponderEliminarBesotes!!!
Ay, me encanta el sentido del humor de Lindsay Davis y me encanta su saga de Marco Didio Falco (aunque se la acuse de ser la hermana pobre de la serie de Gordiano el Sabueso), así que estoy deseando leer esta "Mater familias", en las que la hija de Falco continua la tradición familiar ;-) Bss
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