Madrid: frontera
David Llorente
FICHA
TÉCNICA
Título: Madrid
frontera
Autor: David
Llorente
Editorial: Alrevés, 2016
Encuadernación: Tapa blanda
Páginas: 251
PVP: 17,00 €
DAVID
LLORENTE
De él nos cuenta su editorial:
David
Llorente
nació en Madrid en 1973
En esta ciudad publica las novelas Kira, Premio
Francisco Umbral de novela corta 1998, y El bufón, premio de
narrativa Ramón J. Sender, 2000.
En el año 2002 se traslada a vivir a
Praga (República Checa), donde escribe las novelas Ofrezco
morir en Praga
y De la mano del hermano muerto, esta última
traducida también al checo.
En esta ciudad crea el grupo de teatro
Séptimo miau, cuyas obras escribe y dirige él mismo. Ha representado por casi
todos los países de Europa Central y del Este y ha obtenido diversos premios en
varios festivales de teatro internacionales.
En el 2014, Editorial Alrevés editó Te quiero porque me das de comer, elegida entre
las diez mejores novelas editadas en España durante el 2014 por el diario ABC y
ganadora del premio Memorial Silveiro Cañada 2015 a la mejor primera novela
negra, en la Semana Negra de Gijón.
En el 2015 Ediciones Antígona publicó la
obra de teatro Roja Caperucita.
ARGUMENTO de
MADRID: FRONTERA
«Te llamas Igi W.Mnchwester. Tienes treinta años y tu vida es un interminable día de lluvia. Es algo que no debes olvidar jamás. La pérdida de identidad (no saber quién eres) es la madre de todas las desgracias».
Así comienza Madrid: frontera, una novela que
nos muestra un Madrid futuro, rodeado por el agua, gobernado por un dictador,
donde el trabajo es un bien preciado y vivir en una casa un sueño imposible. Un
Madrid en el que no para de llover y en el que bajo la lluvia pululan los
comebasuras en busca de algo con lo que subsistir, donde la gente duerme bajo
un cartón del que sale para ir a trabajar (si es que aún tiene trabajo) para
seguir pagando la casa de la que le echaron por no pagar la hipoteca.
Bienvenidos a un Madrid, no tan
diferente del que teneos ahora.
MADRID:
FRONTERA
Madrid: frontera es una novela
que pertenece a un género muy peculiar: distopía
¿Qué
es una distopía? El término distopía surge como
contraposición al de utopía. Las distopías nos trasladan a un futuro, no
necesariamente muy lejano y nos describen sociedades en las que las tendencias
actuales han desembocado en un mundo indeseable.
El trasladar la acción a un mundo futuro
no implica que estemos ante una obra de ciencia ficción, pues no necesariamente
la sociedad ha tenido que avanzar tecnológicamente, pues en muchas ocasiones el
nuevo mundo que contemplamos es la consecuencia de una situación
postapocalíptica.
En este caso la acción transcurre en
Madrid. Un Madrid con un paisaje un tanto diferente, rodeado por el mar, un mar
poblado de sirenas que como las del viaje de Ulises llaman a las personas para
que perezcan en sus aguas.
«El mar de Madrid es frío y oscuro como la tinta. Navegar por el mar de Madrid es como meterse en la boca del lobo». (Página 235)
Un Madrid permanentemente bajo la
lluvia, donde las calles han perdido su nombre, aunque podemos reconocer cuáles
eran con anterioridad.
«El cielo como un amasijo de lana empapada, chorrea una lluvia gruesa y fría. Es la lluvia que ya nadie siente. La lluvia que forma parte del decorado miserable de Madrid, como las iglesias, los museos en ruinas, los teatros cerrados y los agentes antidisturbios». (Página 24)
Un paisaje en el que los únicos animales
que existen son réplicas robóticas, pues ya no existen:
«Mi madre me ha dicho que todos los animales han desaparecido. Sintieron vergüenza del hombre y se fueron. Hay niños pequeños que jamás hemos visto un animal. Nuestras madres nos cuentan historias de perros y gatos y nosotros no sabemos que imaginarnos». (Página 16)
Réplicas mecánicas cuya finalidad no es
servir al pueblo:
«Al perro mecánico de la policía no se le programa para que huela drogas, no se le programa para que huela bombas, no se lo programa para que huela sustancias ilegales. Al perro mecánico de la policía se lo programa para que detecte la indignación, la humillación y la rabia Esa es la manera de encontrar a los no-gobernables». (Página 52)
Y en cuanto al paisaje humano, Madrid
está poblado de comebasuras, hombres buscando en los contenedores algo con lo
que alimentarse, por más que la infracción sea castigada con multas
desorbitadas fuera de su alcance.
«Te das media vuelta y miras de frente a los comebasuras.¿A quiénes? A los mendigos». (Página 25)
Y más vale que no te pillen, porque si
no, te llevarán a comisaría:
«Los llevan a la comisaría, donde (durante setenta y dos horas) los estarán insultando y dando de hostias). Esto último (lo de darles de hostias) no hay que entenderlo mal. No se trata de violencia física (mucho menos de abuso de poder), sino de la más elemental de las gimnasias (estiramiento y desentumecimiento de músculos». (Página 32)
Pero no solo hay comebasuras. Otra parte
fundamental del paisaje humano de Madrid son los antidisturbios:
«Para entrar en el cuerpo de antidisturbios hay que pasar una prueba psicológica y demostrar conocimientos de defensa personal y de manejo de armas. Eligen a aquellos candidatos cuya ineligencia no les permite otra cosa que obedecer al que manda y enardecerse ante el olor del miedo y de la sangre.¿Cómo los perros?Sí». (Página 41)
Y completando este paisaje urbano, los
desempleados
«El desempleado de la ciudad de Madrid es un degradado social y cree que el que ha perdido el trabajo (en realidad) lo ha perdido todo. E desempleado en Madrid es un ser invisible que no forma parte del mundo. En los parques de la ciudad de Madrid, los desempleados se sientan al pie de los árboles y se comen su fracaso, su inferioridad, su inutilidad y su dependencia». (Página 86)
Un Madrid en el que, al igual que
ocurría en Farenheit 451, los libros solo sirven para ser quemados:
«Norberto te pregunta (ahora) si sabes qué hay en la plaza de Castilla que echa tanto humo. A eso no sabes qué responder. Es el crematorio de libros». (Página 22)
Todo dentro de un programa educativo
cuya misión es orientar a los futuros ciudadanos, aquellos pocos que tienen
acceso a la educación, a lo que realmente importa, pues muchas facultades son
cerradas por inútiles, como las de Filosofía o todas las relacionadas con el
Arte y la Literatura
«Librado Cornella Inspector de Educación) acostumbra a reunir a todos los docentes en la sala de profesores y a decirles que deben despertar en el alumnado el interés por las nuevas tecnologías, la creación de empresas y las actividades bancarias. Lo cual, por supuesto, no es incompatible don el temor a Dios.¿Y con la admiración por el ejército?Tampoco». (Página 134)
Como podéis ver a través de estos extractos,
el panorama es realmente desolador, inquietante y claustrofóbico. Aunque lo más
duro es ver como algunas de las realidades que en él se ven, no están tan lejos
de algunas propuestas y hechos que hoy
podemos ver en nuestro acontecer diario y político. Sólo han ido un paso más
adelante. Pero solo es un paso más.
Con todo, lo más llamativo de esta
novela es el sistema narrativo empleado por David Llorente, pues la novela
está contada por un narrador que conversa con el protagonista, que responde con
mínimas afirmaciones o preguntas.
Ya habéis podido ver algunos ejemplos a
través de los párrafos que he ido poniendo, pero he aquí uno más, en el que se
refleja el pesimismo que impregna todas y cada una de las páginas de esta
novela:
«La ley del talión es la ley más profundamente inscrita en la naturaleza humana. No hay nadie (tras ser violentamente agredido) que no quiera machacar a su agresor. La convivencia en sociedad (sin embargo) es imposible si no renunciamos a este impulso.¿Y renunciamos a él?No». (Página 77)
IMPRESIÓN
PERSONAL
Es sorprendente el estilo narrativo de David Llorente, tan original
como el que mostraba en Te quiero porque me das de comer, pero al mismo
tiempo totalmente diferente.
Un libro totalmente
desasosegante,
no solo por la ambientación y la atmósfera que en él respiramos, sino porque
algunas de las realidades que en él se muestras, están demasiado próximas a las
que ya estamos viviendo. Las propuestas educativas o sobre la inmigración que
vemos en la novela, no difieren prácticamente nada de la que algunos partidos
llevan en sus programas o en sus intenciones.
Una novela que comienza hablando de la
necesidad de conservar la propia identidad como único modo de sobrevivir. Pero
¿es eso posible en un mundo tan deshumanizado? ¿Es posible en un mundo en el
que el trabajo es casi un imposible y una vivienda una utopía de la que poco a
poco van siendo expulsados los pocos agraciados que contaban con una? ¿Cómo
puede cambiarse un mundo en el que los disidentes son conocidos como no-gobernables
y por eso son perseguidos hasta la extinción?
Esta novela es la historia de uno de
esos no-gobernables que no se conforma con dicha situación y lucha para
cambiarla, aunque el precio sea perder su propia identidad.
Una novela que, pese a su dureza, me ha
gustado por lo que de crítica a nuestra realidad actual tiene, en la que la
ambientación casi imposible que se nos presenta, tal vez sea la manera que el
autor utiliza para darle un aire de imposibilidad a lo que es algo hoy por hoy
demasiado posible, por horroroso que pueda parecernos.
¿Te atreves a entrar en este Madrid
rodeado de agua por arriba y por abajo?
VALORACIÓN: 8/10
No sé en qué se ha podido inspirar con lo bien que va este país... No suelo leer muchas distopías, pero has conseguido picarme la curiosidad con éste.
ResponderEliminarBesotes!!!
Sí que parece desasosegante la novela, pero me la apunto porque me parece que me va a gustar.
ResponderEliminarUn beso!
Parece interesante esta novela me la llevo apuntada. Un beso
ResponderEliminarMe gusta! No me importaría leerlo =)
ResponderEliminarBesotes