martes, 27 de septiembre de 2016

EL CARBONERO (CARLOS SOTO FEMENÍA)

El carbonero
Carlos Soto femenía


 
FICHA TÉCNICA

Título: El carbonero
Autor: Carlos Soto Femenía
Editorial: Destino, 2016
Encuadernación: Tapa blanda
Páginas: 283









CARLOS SOTO FEMENÍA


De este autor nos dice la editorial:

Carlos Soto Femenía nace en Palma de Mallorca el 10 de diciembre de 1966. A corta edad se traslada a Madrid, donde permanece hasta cursar estudios universitarios. De regreso a Mallorca, ejerce su actividad laboral en diversos flancos del sector de la Informática. Ha publicado algunos relatos premiados en los certámenes Silverio Lanza de Getafe (Madrid).
Es autor de las novelas 
La unción (premio Alfonso VIII, editorial EDAF, 2004) y Enemigo innúmero
 (Playa de Ákaba, 2013).






ARGUMENTO de EL CARBONERO


La acción transcurre en un pequeño pueblo del interior de Mallorca en el que a los trece años, Marc ha de contemplar el cadáver de su madre con la cabeza destrozada por un hacha.
Siete años después vuelve junto a su padre, un hombre que no ha vuelto a hablar y con el que vive errante fabricando carbón de marca en marca, al mismo lugar en que ocurrieron los hechos.
Pese a su juventud, Marc tiene un firme propósito: averiguar qué pasó y vengar la muerte de su madre.






EL CARBONERO


Ya desde sus primeras páginas, podemos darnos cuenta de que El carbonero es una novela singular, diferente, aunque no inclasificable, porque es una novela negra, aunque no una novela negra al uso sino lo que podríamos llamar novela negra rural (si escribo noir rural queda mucho más “fino”.
El escenario donde transcurre la acción nada tiene que ver con las grandes ciudades, pues nos lleva al interior de Mallorca, y ni siquiera a un pequeño pueblo, pues la mayor parte de la narración transcurre en el bosque en el que el carbonero y su hijo cortan las encinas para con ellas preparar el carbón que luego venderán.
Sitja
Es el trabajo del carbonero un oficio singular, no sé si ya extinguido y que en esta novela el autor nos describe con detalle. No se trata de sacar carbón de una mina, sino de quemar la leña de encina de un modo especial para obtener el carbón vegetal. Un trabajo muy duro:
«El carbonero no se lava hasta que termina la sitja. Las provisiones se las tienen que traer, no hay opción, y el agua es uno de los mayores bienes para todo aquel que no pueda ir a buscarla. (…) Pongamos en resumen que la situación, en cuanto a comodidades e higiene, no era envidiable.Pero no concebía mejor lugar para mí». (Página 55)

Trabajo duro y al aire libre, pero que al mismo tiempo obliga a vivir al que lo practica en plena naturaleza, solo, de ahí la sensación de libertad de la que disfrutan los protagonistas de esta novela
«Mi padre, dada la soledad inherente al oficio –perdido el carbonero por el bosque durante meses-, podía considerarse en alguna medida un hombre libre». (Página 12)

Traje payés
Junto a este ambiente rural, un mundo de amos, señores y payeses, nos muestra Carlos Soto una Mallorca en la que el contrabando no es solo un modo de vida, sino que ha impregnado y llegado con su poder todos los estratos de la sociedad.
Durante las primera décadas del siglo, el contrabando unió a todos los habitantes de la isla, quien no recurrió a él para vender, lo hizo para comprar. (…) Pero nadie osó levantar la cabeza encima del resto. En Mallorca se delinquía en común, u para que el delito fuera común, debían omitirse los extremos. Y también, o por encima de todo, debía haber silencio. (Página 99)

La fuerza de la novela probablemente resida en el contraste entre la aparente tranquilidad de sus escenarios y la brutalidad de la narración, contada en primera persona por Marc, el hijo del carbonero y que trabaja con él, ambos solos desde que su madre fue salvajemente asesinada cuando tenía él trece años. Una muerte aparentemente sin sentido, sin explicación, que marcará la vida de Marc y de su padre, que desde ese momento no vuelve a hablar, salvo en sueños, que es cuando únicamente lo hace.
«Solos los dos, irán rotando por los bosques en un ciclo de siete años que es el que hay que guardar para que la naturaleza se vaya recuperando. Un ciclo de espera de siete años que es el que aguarda Marc hasta volver al punto de partida, el lugar en el que todo se inició, para poner fin a ese capítulo de su vida con la muerte de aquellos responsables de la muerte de su madre, en una venganza soñada y añorada aunque no sepa quiénes fueron los responsables de dicha muerte».

Marc, un antihéroe. Por un lado todo inocencia e ingenuidad.  Por otro lado, una fría e implacable e imparable maquinaria lista para culminar su venganza. Nada que ver estos pensamientos casi infantiles en los que no comprende la muerte de su madre, con los actos que está dispuesto a llevar a cabo:
«No comprendía, así de simple e ingenuo, que ante la atrocidad que habían perpetrado contra mi madre, el mundo no se hubiera inmutado. Que las piedras del camino siguieran allí, que los arboles lo siguieran flanqueando. No comprendía cómo podía volver a amanecer y anochecer, a circular el aire. No entendía, en resumen, que mi madre hubiera tenido tan  poca importancia». (Página 15)

En este trayecto hacia la muerte, le acompañan dos mujeres. Por un lado Aina, la hija del buhonero, un año menor que él y que siempre ha sido su compañera de juegos, su sustento.
«Ella había compartido mi dolor, podría aventurar que con el mismo sufrimiento que yo, desde mis trece años hasta ahora. (…) A mí me mantenía en pie una secreta sed de venganza, inconcreta, abierta; pero Aina no tenía otro sustento que yo. Los dos vivimos la muerte de mi madre solos y seguíamos estando solos». (Página 32)

El problema es que para él solamente es una hermana y es incapaz, pese a todo lo que la quiere y necesita, de sentir por ella otro tipo de amor, el que Aina como mujer desea de él.
«Fue la única vez que estuve a punto de desearla, de equivocarme de camino. La única vez que estuve a punto de amarla». (Página 74)

Por otro lado Joana, la señora de aquellas tierras, la que un día fue rechazada por su padre. Una mujer que llegó a un acuerdo con él que lo retiene en sus tierras. Es ella la que enciende una oscura pasión en el alma de Marc
«Me volví a fijar en sus ojos, era inevitable. Eran grises porque ése era el color de su sangre. Para mí, entonces, eso no era ni bueno ni malo. Era algo que no había visto nunca. Pero mirándolos comprendía todo lo demás: su forma de moverse, de hablar, el tono volátil de su voz. Allí estaba toda Joana, para quien supiera verla. Ella vivía en aquel mundo llano, umbrío y desierto». (Página 48)

Una mujer de pocas palabras, difícil, inabarcable:
«En mi cabeza no había más que el horror de aquella noche. En la cabeza de Joana yo nunca sabría que había. Aunque ella se sentara conmigo un mes entero para contármelo, yo seguiría sin saberlo, porque me habría mentido». (Página 18)


Paisaje mallorquín
Toda esa aparente bonanza de la naturaleza y de la comunión con ella que viven los dos protagonistas de la historia, que el autor nos muestra en las primeras páginas de la novela, va tornando y mostrándonos otra cara de la moneda, la del egoísmo de algunos de sus personajes. Frente al amor y entrega, por más que no sea físico de Aina y Marc, la del buhonero, un hombre atrapado por el juego y que por las deudas que le provoca, no duda en poner en peligro a quien sea con tal de salvar el pellejo.
Porque la novela no deja de ser una historia de deudas. Deudas que unos viven toda la vida para saldarlas. Deudas que otros acumulan y que intentan no saldar nunca. Hombres y mujeres de honor por un lado. Hombres in él por otro:
«Deudas, en suma. De ella hacia mi padre, por no haberse marchado él cuando ella le pidió que no lo hiciera; de mi padre hacia ella, por la cesión del terreno del valle; de ella hacia mí, por no poder saldarla ya con mi padre; de mi hacia ella, por lograr que a mi padre y a mí no nos separaran». (Página 115)

Es en resumen El carbonero, la  historia de un joven que tuvo que cumplir con aquello que le dictaba su corazón, que saciar su sed de justicia, costase lo que costase.
«-A veces pienso que he hecho lo que tenía que hacer y otras me arrepiento.-Nos pasa a todos. Cada decisión es así». (Página 277)






IMPRESIÓN PERSONAL

Hay libros que te entretienen, que te hacen disfrutar. Esos son los buenos.
Hay libros que te atrapan entre sus páginas sin permitirte salir de ellas, que te transportan a otros mundos y situaciones. Esos son los muy buenos.
Hay libros que además de atraparte, impactan en tu corazón para dejarte una huella indeleble. Esos son los imprescindibles. El carbonero es uno de esos libros imprescindibles.

Pocos personajes como el de Marc, que reúne en sí mismo la ingenuidad de un joven, y la frialdad de un vengador implacable. Pero no es sólo Marc, son todos los personajes que lo acompañan, desde su padre y el amor que ambos se tienen por más que él no diga una palabra, del buhonero y sus dos hijos, Aina y Arnau. De JOana, la señora de las tierras. De Masatí y los hombres que acosan al buhonero por sus deudas.
No son muchos los personajes que aparecen en la novela, pero todos ellos dejan tras de sí una aureola de autenticidad que refuerza el drama que encierra esta novela.

Sé que la etiqueta de “negra” puede de entrada alejarte de esta novela. Que no lo haga, perderás una gran historia y un gran autor. Su único defecto es que, cualquier libro que leas después, te parecerá peor de lo que en realidad es.






VALORACIÓN: 10/10


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8 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo contigo, Pedro. El carbonero es, sencillamente, imprescindible.
    Besos.

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  2. Me apetece mucho este libro! Será una de mis próximas compras en cuanto me quiete atrasados...
    Un beso

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  3. Como para dejarlo pasar con esta reseña...
    Besotes!!!

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  4. Hola. Wow la verdad es que me has dejado con unas ganas enormes de leer este libro.
    Realmente la historia es interesante y parece mezclar la novela negra con la narrativa centrada en sus personajes y algo más.
    Espero leerla pronto.

    Saludos y te sigo leyendo.

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  5. Hola. Wow la verdad es que me has dejado con unas ganas enormes de leer este libro.
    Realmente la historia es interesante y parece mezclar la novela negra con la narrativa centrada en sus personajes y algo más.
    Espero leerla pronto.

    Saludos y te sigo leyendo.

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  6. No he leído nada del género noir rural así que me apetece especialmente leer algo diferente, mucho más viendo lo que os está gustando a todos los que la habéis leído.

    Besitos

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  7. Lo tenía apuntado, pinta muy bien =)

    Besotes

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