La sombra de la muerte
Antonio Lagares
FICHA
TÉCNICA
Título: La
sombra de la muerte
Autor: Antonio
Lagares
Editorial: Autoeditado
Páginas: 249 (estimado)
PVP: 2,99 €
ANTONIO LAGARES
Antonio
Lagares
nació en San Fernando, Cádiz. Su inquietud literaria no es nueva, sino que ya
viene desde su etapa de estudiante.
Es ganador de varios premios literarios
Las obras que Antonio Lagares tiene publicadas
son:
-Gaviotas del sur, libro de
relatos y poemas Ediciones Itálica, (1995) Sevilla
-Obsesión, libro de relatos, dos ediciones
con Editorial Pelicano (2011), Charleston; tercera edición Ediciones JavIsa23
(2012), Vinaroz y cuarta edición, Eriginal Bokks, (2012) Miami.
-El ángel de la guarda, ebook
publicado por Aona Literatura, (2011), Hurlingham, Argentina
ARGUMENTO de LA SOMBRA DE LA MUERTE
Una pareja cumple el sueño de su vida:
comprar una casa en un buen barrio y a un precio muy asequible. A la casa
pertenece un desván en el que los vecinos pueden ir dejando todo aquello que no
quieran usar. Es así, como la primera vez que suben al desván, ella encuentra
un manuscrito que sin pensárselo dos veces esconde entre sus ropas y se lleva
consigo.
No es consciente, pese a la advertencia
con la que empieza el propio manuscrito, de cómo va a cambiar, y no a mejor
precisamente, su vida:
«No tengo ni idea de a través de qué vía ha podido llegar este
manuscrito a tus manos. Tampoco es algo que me importe. Cada persona es libre
de leer lo que crea conveniente, y de morir como le plazca. ¿No comprendes lo
que digo? Es muy fácil, te aviso de su peligrosidad; nada más. Lo más sensato
es que lo dejes en el lugar en donde lo encontraste y leas una novela
romántica, si lo que buscas es irte a la cama para soñar con el amor de tu vida.
(…)
Ahora bien, si quieres realizar el camino y profundizar en mi
mundo, te advierto que lo vas a pasar muy mal, y que el peligro acechará en
cada rincón de tu vida».
LA SOMBRA DE LA MUERTE
La sombra de la muerte es una novela
que se inscribe dentro de la novela de terror. No esperéis
vampiros, ni zombis, sino algo que el autor ha dado en llamar psicoterror.
Dentro del propio libro, el autor nos
explica qué es el psicoterror:
«En el psicoterror se maneja cualquier elemento externo para
producir miedo, se juega con las palabras al mismo tiempo que con la psique del
lector. Debemos caracterizar a la muerte, introducir espíritus, y manejar
objetos que de por sí, por alguna circunstancia especial, producen un gran
respeto en nuestra mente, como pueden ser espejos, mecedoras, golpes de
cadenas, fotografías en blanco, peluches, y sobre todo, muñecas».
La novela va mezclando la propia
historia de la pareja, con el manuscrito que ella encontró en el diván. Un
manuscrito que al propio tiempo, es el resultado de los comentarios que alguien
ha realizado sobre un texto que le fue a su vez entregado. Es este comentarista,
el que nos habla del psicoterror, el que avisa de la peligrosidad de la
lectura:
«El psicoterror produce adicción y más adelante será imposible que
lo dejes. Deposítalo otra vez en el cajón del escritorio. ¡Vive en paz y
olvídate de que existo!»
También es él el que insiste en que,
aunque no sea él el autor, el relato es real:
«Este relato es tan real que el autor lo escribió en la habitación
del psiquiátrico».
Tampoco el manuscrito tiene la
continuidad de una narración única, porque a su vez son diferentes historias,
diferentes relatos unidos por la voz del comentarista:
«Tienes entre tus manos un libro asesino con historias malditas que
se alimenta de lectores que presumen de no tener miedo».
¿Complejo? Solo en apariencia, porque la
realidad es que la novela se lee con suma facilidad, aunque con creciente
inquietud. Claro, que el propio escritor nos lo avisa:
«—Este libro es muy diferente. El autor es bastante cabrón e
intenta meterte el miedo en el cuerpo. Creo que producen más terror sus
comentarios que la historia narrada en cada capítulo».
Ahora bien, a pesar de que se trata de
diferentes historias, en las mismas hay desde el principio una presencia común:
la visión de una mujer:
«Hablamos de una mujer joven, de pelo blanco y ropa negra. Suele
ser amable y simpática. La describo porque me parece que esta noche te vas a
cruzar con ella, y quiero que tengas claro de quién se trata».
Para que no tengamos ninguna duda de
quién se trata, o para intentar meter el miedo en el cuerpo del lector, nos
deja muy claro el autor de quién se trata:
«—Soy la sombra de la muerte».
Quién es y qué es a lo que se dedica:
«—Soy una profanadora de mentes que te hace compañía. ¿Hasta ahora
no te has dado cuenta? Suelo ser compañera en demasiadas ocasiones. Nadie nota
mi presencia, tu caso es una alteración que por desgracia ocurre algunas veces».
Para provocar el miedo, el autor no duda
en recurrir no solo a esa aparición espectral, sino que convierte utensilios de
lo más común y que se pueden encontrar en cualquier casa, en motivos de miedo.
Así ocurre con las muñecas, una mecedora, o algo tan común y que existe en
todas las casas (y más de uno en cada una) como es un espejo:
«Nadie se para a pensar que el espejo es uno de los objetos más
enigmáticos que existen».
IMPRESIÓN
PERSONAL
Vaya por delante una advertencia a la
hora de dar mi impresión personal: No
soy un seguidor del género de terror. No me van para nada las historias de
zombis ni las de vampiros. Pero había leído La rastreadora de Antonio Lagares, y sabía de
antemano que no es ese el camino que el utiliza a la hora de sembrar el miedo
en las mentes de sus lectores. Porque esa y no otra es la intención del autor: crear miedo:
«El miedo es una emoción desagradable que se puede controlar si
existe una predisposición por parte de la persona afectada».
En el cine, es relativamente fácil el
conseguirlo. Basta con un buen maquillaje, unos buenos efectos especiales y una
adecuada banda sonora (que muchas veces es la que te hace dar un bote en la
silla aunque solo sea por lo inesperado de su aparición). Pero en la literatura
eso no sirve, pues no hay imágenes que ver, solamente aquellas que el propio
lector cree en su mente.
Si bien es cierto que la imaginación es
un poderoso aliado y que muchas veces genera más miedo lo desconocido que
imaginamos que la propia realidad que vemos, crear una novela de auténtico
terror es algo al alcance de pocos genios como Edgar Allan Poe en alguno de sus
relatos.
Antonio Lagares ha conseguido en esta
novela crear ese clima que llevará como mínimo al desasosiego al lector que se
atreva con esta novela. Conmigo, además de entretenerme, me ha creado esa
sensación de inquietud, que es lo que busca esta historia, aparentemente
compleja, pero sencilla de leer. Además, la variedad de los relatos,
contribuyen también a hacerla más amena.
Una historia que puede crear auténtico
terror en espíritus sensibles e impresionables. Los aficionados a este género,
la disfrutaréis.
Y no puedo terminar esta impresión personal
comentando el terror que provocan algunos comentarios en Amazon. Acusar a esta
novela de estar plagada de faltas de ortografía es una falsedad. Que luego te
guste más o menos, es ya una opinión muy personal, pero hay descalificaciones
que, cuando te has leído la novela, huelen peor que los fantasmas que acompañan
a La sombra de la muerte en esta novela.
La tengo en mi Kindle esperando a ser leída pero reconozco, cobardemente, que me da "cosa" leerla... sé que lo haré, pero... y sé que me gustará leerla... gracias por tu opinión
ResponderEliminarNunca he leído nada parecido, y parece muy interesante, así que supongo que habrá que echarle un vistazo. Gracias por la recomendación.
ResponderEliminarUn beso!!
No soy de terror pero está bien conocer historias nuevas. Y lo de los comentarios me alucina...no veo la necesidad de hacer daño así.
ResponderEliminarBesitos
Estamos buenos con los comentarios últimamente. Besos.
ResponderEliminarHola Pedro, yo también la he leído y estoy organizando mi reseña, yo que soy amante del género de terror, me ha encantado. Una reseña genial! Un abrazo!
ResponderEliminarMe gusta cómo escribe el autor, este lo tengo pendiente =)
ResponderEliminarBesotes