LOPE, LA FURIA DEL FÉNIX (BLAS MALO)

Lope, la furia del Fénix

Blas Malo

FICHA TÉCNICA

Título: Lope, la furia del Fénix

Autor: Blas Malo

Editorial: Ediciones B, 2016

Encuadernación: Tapa dura

Páginas: 448

PVP: 20, 50 €

BLAS MALO

Esto es lo que la editorial nos cuenta del autor:

Blas Malo (Alcázar de San Juan, Ciudad Real, 1977), de raíces jienenses y granadino de adopción, es ingeniero de caminos y un apasionado de la historia, ha dado conferencias sobre literatura histórica y ha organizado rutas literarias en Granada por los escenarios de sus escritos. 

Su primera novela, El esclavo de la Al-hambra, ambientada en la Granada nazarí del siglo XIV, fue publicada por Ediciones B en 2010, con gran reconocimiento por parte de lectores y crítica. También ha escrito El Mármara en llamas y El señor de Castilla. 

Lope, la furia del Fénix es su cuarta novela y en ella nos adentra en el Siglo de Oro, con sus luces, excesos y sombras llenos de envidias y puñales, a través de la juventud torrencial de un vividor y soldado, embustero y mujeriego, de un ser excepcional: Lope de Vega.

ARGUMENTO DE LOPE, LA FURIA DEL FÉNIX

La novela arranca en Lisboa, en mayo de 1588 con Lope a punto de embarcar en la llamada Armada Invencible que parte rumbo a Inglaterra junto a su hermano para derrotar a los ingleses.

De ahí vuelve un poco atrás, al Madrid de diciembre de 1587, cuando su gran amor, Elena, decide romper con él, desencadenando los sucesos que traerán consigo el destierro de Lope de Madrid.

Y de sus andanzas en ese destierro por Valencia, por Alba de Tormes, por Toledo, por Sevilla e incluso por Madrid, nos hablará esta novela que termina en Granada en Julio de 1603. Quince años de la vida de un genio.

LOPE, LA FURIA DEL FÉNIX

Retrato de Lope de Vega

Hacen falta libros como este, capaces de dar a conocer a uno de nuestros grandes genios de la literatura, con una vida que supera la más imaginativa de las novelas que pudiéramos concebir. Una vida desmesurada, de película, llena de aventuras, amores, triunfos, penalidades, que da no para una, sino para muchos libros y películas de tan intensa y llena de sucesos como está.

De hecho la gran dificultad para contarnos la vida de Lope, no está tanto en lo que contar, sino en lo que no contar, pues toda su vida no cabe en una novela. O por lo menos en una novela de dimensiones razonables para que un lector pueda tenerla entre sus manos.

Tal vez por eso Lope, la furia del Fénix solo nos narra quince años de la vida de Lope, dejando abierta la puerta para una segunda entrega.

Un Lope que desde muy joven era un genio no solo de las letras, sino todo un experto en el arte de convencer y enamorar a las mujeres, algo que sería siempre su cara y su cruz:

«Era apuesto y lo sabía; era listo y rápido engarzando ideas y palabra, y también lo sabía, y con la labia desatada, las mozas y las no tan mozas caían a sus pies». (Página 17)

Porque lo de Lope con las mujeres, iba más allá de la figura de don Juan, el de la conquista por la conquista. Lo suyo era siempre el amor.

«Su amigo no podía entenderlo. Quería de verdad a Isabel, su mujer. Pero más bien era que quería a la mujer, al concepto de mujer, a un entorno femenino que se escondía entre curvas, senos y pezones, que le hacía subir y bajar de ánimo y de otras cosas, y vagar por esas carnes cálidas como un peregrino camino a un santuario y en todos los santuarios tenía que dejar su ofrenda». (Página 19)

Un modo de ser que marcaría su vida y la de aquellos que junto a él estaban:

«Lope tiene un don y una maldición, tanto ama que una vida no es suficiente para él, y ese corazón tan grande es su don. Pero también es su maldición, porque nada parece colmar su deseo y tanto como desea espera recibir. Y como nunca recibirá tanto siempre marchará errante, en busca de algo que no encontrará jamás, y dejando atrás en los que le rodean sorpresa, dolor y desolación. El es así. No hallaréis a nadie como él. En su pena escribe. En su búsqueda, escribe también». (Página 244)

Teatro Español

Lope tuvo claro desde muy temprano que para lo que valía era para escribir. Y si valía para ello, bien podría ganarse la vida de ese modo. No como secretario de nadie, sino con la venta de sus obras. Que lo de vivir de escribir, siempre ha sido algo muy difícil. Y que lo del pirateo de las obras, tampoco es algo nuevo, pues las obras se plagiaban o directamente se copiaban y se repartían sin que el autor viera un duro por ellas:

«Por dios que creo que esto de las comedias va a más; que podría vivir y bien de esto –y agitó las páginas maltrechas-, ¡y que esto puede valer algunos escudos! La gente no quiere más guerra, ni a más recaudadores, quiere divertirse, Claudio. Se abren corralas en Madrid, aumenta la afición y la gente paga». (Página 24)

Escribir dejó de ser para él un juego con el que conquistaba a las damas para convertirse en una profesión. Algo que le ocupaba horas y horas de plena dedicación, con horas robadas al sueño:

«Ahora me decido más por el teatro y por la comedia, ya no escribiré por gusto en ratos ociosos; dejaré eso a otros en la capital. Escribiré como oficio, y creo que hay buenas posibilidades. La gente quiere entretenerse, ver que ganan los buenos a los malos, que el pueblo resiste al poderoso, que hay esperanza de algo mejor. Y no acordarse de los prestamistas, de los recaudadores, de las guerras de la patria». (Página 91)

Casa de Lope de Vega en Madrid

Lope supo ver qué es lo que la gente quería y dárselo. Puso su ingenio al servicio de aquellos que lo necesitaban, haciendo los textos comprensibles para todos. Algo que muchos no le perdonaban:

«-Toda esa gente, toda ella, te necesita. ¡Sí, es eso! Te necesitan para que des forma a sus sueños y esperanzas. Ellos no pueden, ellos siempre pierden. Siempre. Y nosotros, también. Pero tus letras, ¡nunca! Eres del pueblo.-Siempre lo he sido. No como otros-¡Eso es! No como esos que retuercen las frases y las llenan de palabras que nadie entiende. Esos, Lope, que te envidian». (Página 199)

Lope revolucionó el teatro, hasta el punto de que hoy día no somos conscientes de que el teatro es lo que es en gran parte por él, que lo revolucionó completamente creando un arte nuevo. Una revolución que transformó todo: la duración de las obras, sus temas (lejos de mitologías paganas y otras zarandajas) con obras que hacían presente la vida de los que acudían a verle, con la presencia de mujeres en la escena, el lenguaje que pasó a ser el que el pueblo utilizaba en su vida diaria.. Y más allá, porque se atrevió a romper con el esquema clásico de acción y lugar único, con saltos en el tiempo o incluso de escenario (la obra podía empezar en Europa y terminar en América, por ejemplo)

«Están muy equivocados quienes siguen a los cultos cultísimos, a quienes ríen con falsedad y aplauden como marionetas sin entender ni pizca lo que oyen o leen. La plebe no quiere griegos antiguos, sino tocar carne a pie de calle, no quiere latines sino vuestro vigoroso castellano. Quiere entretenerse y no divagar sobre el sexo de los ángeles». (Página 235)

Placa en la casa de Cervantes en Madrid

La vida de Lope vino marcada no solo por las mujeres, sino por las envidias y enfrentamientos que su obra provocaba. Una revolución del lenguaje como la suya, tenía por fuerza que chocar de frente contra los que defendían la verdad de las tradiciones antiguas.

Un enfrentamiento que no fue solo con Góngora, sino también con Cervantes, otro genio de las letras que nunca fue capaz de conseguir escribir una obra de teatro que le reportara la fama y el dinero que Lope conseguía con las suyas. Porque la novela, por más que hoy sea lo que vende, en su día no era la fuente de sustento de un escritor.

«-¡Necio! El de Lepanto es un hombre sensato. Pareció que Lope sería listo y no un rebelde. Esto dice: que si el vulgo pide, así hay que darle gusto al necio, que si el necio paga tiene razón. ¿Sacrílego! ¡Iconoclasta! ¡El teatro, la escritura, son mucho más que eso! ¡Al necio hay que alzarlo por encima de sus miserias, sacarlo de la cueva de Platón aunque rabie y se lamente, u aunque no entienda lo que lea, que llora y grite, que yo y otros sabemos lo que es bueno para todos ellos!» (Página 211)

Y ya puestos en ese enfrentamiento, Madrid, una ciudad singular y peculiar tiene dedicados a ambos escritores una calle. Eso sí (cosas de nuestra ciudad) la calle en la que vivió Lope de Vega se llama Cervantes, y en la que vivió Cervantes se llama Lope de Vega.

IMPRESIÓN PERSONAL

Decía al principio, que hay novelas que son necesarias. Y Lope, la furia del Fénix lo es, para dar a conocer, tal cual hacía Lope con el pueblo, a los no especializados la figura de uno de los grandes de nuestras letras. Grande no solo por su talento, sino por su producción, porque se pasó toda su vida, robándole horas al sueño, trabajando a destajo. Porque está claro que, pese a las muchas horas que trabajaba, capaz de escribir una obra de teatro en dos días, no por ello dejaba de disfrutar de la vida.

Una vida de película. Y de hecho hay una película dirigida por Andrucha Waddington sobre el personaje y que ser proyectó en el año 2010 con el título de Lope. Una película que por cierto os recomiendo y que tiene unas ciertas similitudes con esta novela, pues también parte desde esa juventud de Lope y sus amores con Elena.

Ahora bien, recomendándoos leer esta novela a todos los que os queráis acercar al personaje de Lope de Vega, también tengo que deciros que no es perfecta. El personaje es tan inmenso que evidentemente hay que dejarse muchas cosas en el tintero.

Entre las cosas que se han dejado, echo un poco en falta la genialidad de Lope. Apenas se puede disfrutar de ejemplos de su lengua rápida y mordaz, capaz de escribir versos o declamarlos a vuela pluma, el rey de la improvisación. También echamos en falta algo de su teatro, pues solamente se nos narra el argumento de una de sus novelas. Es más, se recogen más fragmentos de Cervantes que del propio Lope.

Entiendo que eso podría alejan un tanto Lope, la furia del Fénix de una novela de aventuras, que en parte es lo que es, pero sería mucho más instructiva si se escribe de un modo ameno, algo que el autor parece muy capaz de hacer.

Como habrá una segunda parte (no lo dice el autor, pero lo da a entender en su nota final), tal vez allí podamos encontrar lo que aquí he echado en falta.

Gracias a Ediciones B que me ha proporcionado un ejemplar de Lope, la furia del Fénix para su lectura y reseña.

VALORACIÓN: 7/10 

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