La historia de un lobo en época de César
El pasado
miércoles 11 de mayo tuvo lugar en The Greographic Club de Alcalá, 141, un encuentro con Francisco Narla, a propósito de su última
novela publicada: Donde aúllan las colinas.
FRANCISCO NARLA
Esto es lo que la editorial nos cuenta del autor:
Francisco Narla (Lugo, 1978) es comandante de línea aérea y escritor. Ha publicado novela, relatos, poesía, ensayos técnicos y artículos. Como conferenciante, ha participado en diferentes foros, como centros universitarios o programas de radio y televisión (Cuarto milenio, El guardián de la noche o Milenio).
En 2009 publica su primera novela, Los lobos del centeno, tras cuyo éxito en España es editada en México para toda Latinoamérica. En 2012 nos sorprendió con Assur, con la que recibe el aplauso del público y conquista las listas de los más vendidos. Y al año siguiente nos presenta Ronin, con la que se consagró como uno de los más versátiles y talentosos escritores de novela histórica de nuestro país.
En Caja negra, un magistral thriller, une misterios oscuros y arcaicos con una trama de intriga actual enmarcada en el mundo de la aviación.
Crónica de un encuentro sin lobos
Lo primero que nos manifestó de su
novela, algo que nos repitió varias veces a lo largo del encuentro, es que Donde aúllan las colinas, es su obra más
personal, en la que más se ha entregado, la que más esfuerzo y trabajo le ha
costado, no tanto por la documentación de la misma (mucho menos complicada por
ejemplo que la de Ronin donde nos presentaba toda la cultura japonesa), sino
porque en ella nos ha dejado un cachito de sí mismo, de sus gustos, de su modo
de pensar y vivir, de las historias que mamó en su niñez de las historias, de
las historias como las de Jack London que leyó, de la prosa de Delibes…
La novela parte de una dificultad
adicional como es estar protagonizada por un lobo, un animal totémico. Ante todo,
lo que quería era no humanizarlo (no lo dijo, pero desde luego de lo que huía
era de que le saliera un personaje de la factoría Disney). Quería que su lobo
se comportara como un lobo y habló con etólogos para que todos los detalles de
la novela en ese sentido fueran correctos.
Toda la parte en la que interviene el
lobo, no puede por tanto tener diálogos, por eso el no juzga las emociones del
lobo. ¿Cómo solventar esa dificultad?:
Aprovechando que aunque el lobo no hable, si tiene una interacción con el
entorno, utiliza esos elementos para narrarnos la historia.
Sirva como ejemplo el comienzo del
libro:
«Se lo contó el viento.Hedía a desgracia.Venía trotando por la cresta de la montaña, bajo las sombras cuarteadas de los pinos, entro tojos y pizarra, al través del monte.(…)Una amenaza trepaba por las colinas. Una que traía a rastras el regusto del cuero viejo y el tufo a lana sobada.Y el lobo la reconoció».
The Geographic Club |
Nos decía el autor que él nació en
tierra de lobos y escuchó historias sobre ellos. Ahora vive en un lugar en el
que también los hay. De hecho, algunas noches los oye aullar.
A propósito de convertir al lobo, al que
se le considera el malo de entre los malos, nos comentó que aunque no sea lo
más frecuente, no en todos los cuentos el lobo es la encarnación del mal.
También hablamos de otro de los
protagonistas de la novela: César. Lo hace aprovechando que la historia nos
cuenta que César estuvo realmente en España y conocía también Galicia. Nos
presenta a un César en esta novela ambicioso y un tanto cruel, “como debía ser
en realidad” nos dice el autor, pues de otro modo no hubiera podido llegar
hasta donde llego.
A un comentario que le hice sobre que
los soldados que intervienen en su novela tienen un aire muy “revertiano” (el
deber por encima de sus intereses personales, ese espíritu fatalista de la
muerte que espera a la vuelta de la esquina como parte de su trabajo), me
contestó que esa definición no es de Pérez-Reverte, sino muy anterior, pues de
hecho es como se describe a los soldados romanos.
Y ya de paso, nos recomendó la lectura
de La Guerra de las Galias de Julio César, un texto al que los de otra
generación como la mía tuvimos un acceso parcial pues era el libro que
utilizábamos en clase de latín para traducir de latín a castellano.
De libros hablamos y mucho, pues nos
dijo que el lee todos los días. Teniendo en cuenta que lee a un ritmo de cien
páginas por hora, ya le da para leer unos cuantos libros. Lee compaginando
varios libros a la vez y de todo tipo de temas y estilos (incluyendo libros
sobre pesca, tecnología, ensayos…)
Nos dijo que a escribir aprendió leyendo
lo que no le gusta. Y que lee muchos libros autoeditados.
Y una frase que nos dijo y que queda muy
bonita: «He aprendido a vivir leyendo».
Aunque mayoritariamente ha escrito
novela histórica, nos dice que él escribiría sobre cualquier cosa siempre que
le gustase la historia.
Ya tiene terminada su próxima novela. Es
lo que tiene el retraso de la publicación de Dónde aúllan las colinas,
que tenía que haber salido hace unos meses pero se retrasó por la redición y
lanzamiento de Caja negra, una novela en la que la realidad imitó a la
ficción, pues trataba de cómo un piloto precipita su avión contra el mar. ¿Os
suena el suceso aunque en lugar de contra el mar fuera contra las montañas?
¿Queréis saber de qué va su próxima
novela? Nos dijo que trataba de un hombre que lucha por salvar el recuerdo de
la mujer a la que amó.
Antes de las firmas de libros y las
fotos a las que sometimos a Francisco Narla, no se cansó de recomendarnos esta
novela (algunos ya la llevábamos leída) que nos dijo que sobre todo es una
historia con mucho sentimiento.
Gracias a Editorial Planeta por su
invitación y a Francisco Narla por el rato tan agradable que nos hizo pasar.
Autor: Francisco Narla
Editorial: Planeta, 2016
Encuadernación: Tapa dura
Páginas: 256
Fue un placer poder charlar con el autor. El libro lo empecé ayer aunque he leído poco.
ResponderEliminarBesos.
Muchísimas gracias por esta estupenda crónica. Envidia que me das!
ResponderEliminarBesotes!!!
Gracias por la crónica. Vaya ritmo de lectura que tiene este hombre, eh? Ya lo quisiera yo para mi, jajaja...cien páginas/hora.
ResponderEliminarBesos
Crónica genial. NO he leído nada del autor pero me gustaría, claro :)
ResponderEliminarBs.