Todo Alatriste
Arturo Pérez-Reverte
FICHA
TÉCNICA
Título: Todo Alatriste
Autor: Arturo Pérez-Reverte
Editorial: Alfaguara, 2016
Encuadernación: Tapa dura
Páginas: 1792
PVP: 29,90 €
TODO ALATRISTE
Estamos de aniversario,
porque acaba de cumplir veinte años uno de los personajes más famosos de
nuestra reciente literatura. Si ya han pasado veinte años de uno de los
comienzos de novela que sin duda pasarán a la historia de la literatura:
«No era el hombre más honesto ni el más piadoso, pero era un hombre
valiente. Se llamaba Diego Alatriste y Tenorio, y había luchado con los
soldados de los tercios viejos en las guerras de Flandes.»
Ilustración de Alatriste por Carlos Puerta |
Veinte años en los que, a
través de siete novelas, Alatriste no ha parado de dar mandobles y estocadas en
Madrid, Sevilla, Napoles, Flandes Venecia o allí donde sus aventuras le hayan
trasportado de la mano de Íñigo de Balboa, el narrador de estas historias, el
hijo de su compañero de armas al que recogió con trece años y al que veremos
crecer a lo largo de estas siete historias que hasta el momento son.
Historias llenas de
aventuras, de amor (ese amor imposible entre Íñigo y la joven Angélica de
Alquezar o la de Caridad la Lebrijana con el propio Alatriste). El retrato del
llamado Siglo de oro, pero que en la práctica fue un tiempo de penurias para la
mayor parte de los españoles que veían partir el oro llegado de las américas
muy lejos de España, de penurias para unos soldados combatiendo en unas guerras
que sentían muy lejanas.
Historias ilustradas con preciosismo
por Carlos
Puerta (las cuatro primeras, esta última ya en colaboración con Joan
Mundet que hizo las tres restantes.
En Todo Alatriste se reúnen por
primera vez las siete novelas del personaje:
-El Capitán
Alatriste: Comienzan las aventuras de este soldado y espadachín del
siglo XVII, recorriendo en este libro las calles y callejuelas de Madrid donde
vive una corte corrupta y en decadencia.
-Limpieza de sangre: Continúan las aventuras en Madrid, cuando una mujer aparece estrangulada frente a la iglesia de San Ginés y Quevedo enreda a Alatriste en otra aventura.
-El sol de Breda: Uno de los episodios importantes de los tercios de Flandes
fue el asedio de la ciudad de Breda en el año 1625. Aquí debuta en combate
Íñigo Balboa, como mochilero.
-El oro del rey: En esta ocasión la acción lleva a Alatriste con un grupo de espadachines a Sevilla, con una peligrosa misión, pues hay que desentrañar qué está pasando con el contrabando del oro que viene de las Indias.
-Corsarios de Levante: Nos subimos a las galeras de Nápoles, donde van a combatir a los corsarios que no paran de asolar las cosas levantinas.
-El puente de los asesinos: Nápoles, Roma y Venecia son los escenarios en los que tiene lugar esta entrega de las aventuras de Alatriste.
Incluye también una
introducción del catedrático Alberto Montaner sobre el contexto histórico y el
personaje de Alatriste.
Remata el libro una curiosa
biografía sobre el Alatriste, con los hechos más importantes de la misma, las
batallas en las que participó, las heridas que recibió…
Los siete libros, que detallo a continuación, conservan las ilustraciones y el estilo de los originales.
CAPITÁN ALATRISTE
ARGUMENTO
«No era el hombre más honesto ni el más piadoso, pero era un hombre valiente. Se llamaba Diego Alatriste y Tenorio.»
Así da comienzo la novela, una historia narrada por el joven Íñigo de Balboa, en esta primera novela con trece años, que es enviado por su madre al cuidado del Capitán Alatriste al morir su padre, compañero de aquel, quizás ignorante la madre de la peculiar vida de dicho hombre.
En esta primera aventura, un misterioso encargo pondrá su vida en peligro por las calles de Madrid
IMPRESIÓN PERSONAL
Esta ha sido una novela que me ha gustado más en su relectura que la primera vez que la leí ¿Cómo ha sido esto posible?.
La respuesta es que sin la distracción de la trama,
recién visitados los escenarios de las mismas, puse mucha más atención al
entorno histórico. Y en la figura de ese rey al que curiosamente no llame
Felipe IV sino "El cuarto Felipe".
Y sobre todo, al menos en esta primera entrega, el protagonismo de una ciudad, Madrid, con unas costumbres que va desvelándonos, como su teatro, el paseo de los coches y la gente cotilleando las figuras públicas que iban en ellos, los mentideros de noticias.
Una visión de una época, el llamado Siglo de Oro, no tan brillante como se nos ha hecho creer:
«A este tiempo
infame lo llaman siglo de Oro. Más lo cierto es que, quienes lo vivimos y
sufrimos, de oro vimos poco; y de plata la justa. Sacrificio estéril, gloriosas
derrotas, corrupción, picaresca, miseria y poca vergüenza, de eso si tuvimos a
espuertas. Lo que pasa es que luego uno va y mira un cuadro de Diego
Velázquez, oye unos versos de Lope o Calderón, lee un soneto de Francisco de
Quevedo, y se dice que bueno, que tal vez mereció la pena.» (Página 112)
«No queda sino batirnos.
«No queda sino batirnos.
¿Batirnos contra
quién Don Francisco?
Contra la estupidez, la maldad, la superstición, la
envidia y la ignorancia. Que es como decir contra España y contra todos.» (Página 64)
A
pesar de ello, cada historia tiene un final cerrado, como es el caso de esta
primera, con Iñigo de Balboa enfrentado a Malatesta:
«Debería acabar contigo, ahora que aún eres un
chiquillo... Antes de que seas un hombre y me mates tu a mí.
Después volvió la espalda y se fue, convertido de nuevo en la
sombra negra que siempre había sido. Y oí su risa alejándose bajo la lluvia.»
Pero
si hay algo que me sigue admirando de esta obra es la descripción
tan conseguida que hace de los personajes, empezando como no por el
protagonista, con un arranque de libro que se ha convertido ya en todo un
clásico:
«No era el hombre más honesto ni el más piadoso, pero era un hombre
valiente. Se llamaba Diego Alatriste y Tenorio, y había luchado con los
soldados de los tercios viejos en las guerras de Flandes.
Cuando lo conocí malvivía, alquilándose por cuatro maravedíes en trabajos de poco fuste, a menudo en calidad de espadachín por cuenta de otros que no tenían la destreza o los arrestos para solventar sus propias querellas. Ya sabéis, un marido cornudo por aquí, un pleito o una herencia dudosa por allá, deudas de juego pagadas a medias y algunos etcéteras más.»
Cuando lo conocí malvivía, alquilándose por cuatro maravedíes en trabajos de poco fuste, a menudo en calidad de espadachín por cuenta de otros que no tenían la destreza o los arrestos para solventar sus propias querellas. Ya sabéis, un marido cornudo por aquí, un pleito o una herencia dudosa por allá, deudas de juego pagadas a medias y algunos etcéteras más.»
Impresionante también la descripción de Quevedo
«Era un poeta cojitranco y valentón, putañero, corto de vista,
caballero de Santiago, tan rápido de ingenio y lengua como de espada, famoso en
la corte por sus buenos versos y su mala leche.»(Página 21)
LIMPIEZA DE SANGRE
ARGUMENTO
«En aquella España
oscura, violenta y contradictoria que fue la de nuestro católico rey don Felipe
IV, donde disipados calaveras y crudos valentones pedían confesión a gritos
tras recibir un pistoletazo o una estocada, no era singular vérselas con un
asesino piadoso.» (Página 13)
Sin
duda debía tratarse de un asesino piadoso, porque ante la iglesia de San Ginés
aparece estrangulado el cadáver de una mujer con una bolsa de monedas que
contiene una nota: ”Para
misas por su alma”.
Lejos está el capitán Alatriste de figurarse que dicho asesinato forma parte del comienzo de una aventura en la que nuevamente ha de habérselas con su mortal enemigo Gualterio Malatesta. Una aventura en la que Íñigo de Balboa es apresado por la inquisición, un asunto muy peligroso en la época de Felipe IV.
Una aventura en la que viejos y peligrosos enemigos como Luis de Alquézar, el secretario real o fray Emilio Bocanegra el inquisidor, tienen en su punto de mira al capitán Alatriste, al que no perdonan haber estropeado alguno de sus siniestros planes.
IMPRESIÓN PERSONAL
Al igual que me
pasó con la primera entrega, he disfrutado más con la nueva lectura de Limpieza
de sangre que cuando leí la novela por primera vez. Tal vez haya
contribuido a ello que he realizado hace un par de años una visita guiada con
Carpetania por buena parte de los escenarios en que transcurre la acción de
esta novela. Una novela que como la primera entrega de la serie es cien
por cien madrileña.
Madrileña desde su arranque en la Iglesia de San Ginés, el callejón de San Ginés a su espalda, esos paseos por la calle Mayor, el auto de fe en la Plaza Mayor, el asalto al convento de la Adoración (junto al de la Encarnación), la Puerta del Sol, el Paseo del Prado.... Escenarios por los que he pasado cientos de veces y que revivían en mi memoria, iluminados por las maravillosas ilustraciones que como siempre acompañan esta colección.
Madrileña desde su arranque en la Iglesia de San Ginés, el callejón de San Ginés a su espalda, esos paseos por la calle Mayor, el auto de fe en la Plaza Mayor, el asalto al convento de la Adoración (junto al de la Encarnación), la Puerta del Sol, el Paseo del Prado.... Escenarios por los que he pasado cientos de veces y que revivían en mi memoria, iluminados por las maravillosas ilustraciones que como siempre acompañan esta colección.
Quizás lo de
menos es la trama, entretenida sin duda y con mucha acción. Lo de más es el
retrato de una sociedad madrileña, lo cual casi equivaldría a decir
española, a expensas de lo que el rey, los nobles o la iglesia decidieran por
ellos. Una sociedad que se veía obligada a buscarse la vida como buenamente
podía en medio de la miseria.
Tiempos pasados
no tienen por qué ser mejores y leyendo novelas de este estilo, uno se alegra
mucho de no haber tenido que vivir en aquel Madrid, muy bonito cuando se ve
desde la distancia, pero no para tener que vivirlo con su crueldad, su suciedad
y sus olores de cloaca a cielo abierto, que no otra coas eran las calles del
populoso Madrid.
Sí, he disfrutado mucho releyendo Limpieza de sangre, reviviendo como era el Madrid de aquella época, emocionándome con las aventuras de este puñado de hombres singulares.
Es evidente que
la saga de Alatriste debe seguirse por orden, pero no es menos cierto que esta
novela también puede leerse de un modo independiente, pues es en sí
misma una aventura con principio y final.
EL SOL DE BREDA
ARGUMENTO
«Voto a Dios que
los canales holandeses son húmedos en los amaneceres de otoño.»
Así
comienza la novela, con Íñigo de Balboa mediados los catorce años, de mochilero
en las tercios de Flandes al lado del Capitán Alatriste:
«Después de azarosos lances que tuvieron por escenario el Madrid de nuestro rey don Felipe Cuarto, donde vime obligado a empuñar la pistola y el acero, y también a un paso de la hoguera, los últimos doce meses habíalos pasado junto a mi amo, el capitán Alatriste, en el ejército de Flandes.» (Página 28)
«Después de azarosos lances que tuvieron por escenario el Madrid de nuestro rey don Felipe Cuarto, donde vime obligado a empuñar la pistola y el acero, y también a un paso de la hoguera, los últimos doce meses habíalos pasado junto a mi amo, el capitán Alatriste, en el ejército de Flandes.» (Página 28)
Allí
vivirá Íñigo numerosos lances de guerra que terminarán finalmente con la
rendición de Breda, recreada libremente por Don Diego de Velázquez en el cuadro
del mismo nombre.
IMPRESIÓN PERSONAL
En el prólogo de
la novela podemos encontrar la siguiente cita:
La historia es una novela que ha sido y la novela una historia que habría podido ser.
La historia es una novela que ha sido y la novela una historia que habría podido ser.
Nada más cierto,
especialmente en esta novela, donde la historia parece una novela increíble y
la novela nos narra unos hechos que bien hubieran podido ser así. Desde ese
punto de vista, El sol de Breda es interesantísimo, al darnos a conocer de un modo muy ameno
una parte de nuestra historia.
Pero no es menos cierto que me han resultado más entretenidas las dos entregas anteriores del capitán Alatriste, quizás porque evocan mis recuerdos de Madrid, de esas calles y callejuelas por las que tantas veces he pasado y paseado.
El sol de Breda tiene la
ventaja de que puedes leerlo incluso si no has leído las entregas
anteriores. Y al mismo tiempo puedes saltártelo sin que afecte para nada a
la comprensión de la serie.
No me resisto a terminar sin poner una cita de este libro, que desgraciadamente está de plena actualidad. Ojalá se cumpliera en nuestros telediarios:
«Tengo dos malas noticias. Aunque entre españoles tener solo dos malas
noticias es buena noticia.» (Página
185)
EL ORO DEL REY
ARGUMENTO
«-Habrá que matar
-dijo Francisco de Quevedo-. Y puede que mucho.
-Solo tengo dos manos -respondió Alatriste.
-Solo tengo dos manos -respondió Alatriste.
-Cuatro -apunté
yo.»
El capitán Alatriste junto al joven mochilero Íñigo Balboa están de regreso en España tras participar en el asalto y la rendición de Breda (ver El sol de Breda). Les espera Don Francisco de Quevedo para enredarles en una nueva aventura.
Corre el año 1626 y en Sevilla, habrán de
realizar un peligroso trabajo para el rey: recuperar para la corona un oro que
están intentando pasar de contrabando importantes personalidades del reino.
IMPRESIÓN PERSONAL
Aunque por un lado es un acierto trasladar la acción a
Sevilla, no es menos cierto para mí que esta novela pierde un tanto frente a
las anteriores porque no llego a conocer la geografía sevillana tanto como para
hacerme una idea del espacio en el que desarrolla la acción.
Una acción que por otra parte es mucho más lenta que
en las anteriores novelas, pues al margen de los capítulos finales con el
asalto al barco o el episodio en los jardines de los Alcázares, me resulta excesivamente lenta.
Entiendo que esta novela sea necesaria para completar la visión de la España de comienzos del siglo XVII, pues toda España dependía del oro y la
plata que entraban por Sevilla. Pero es una pena que por momentos me resultara aburrida. Menos mal
que el trepidante final compensa la lentitud de alguno de
los pasajes anteriores dejando al
final un recuerdo de la novela que probablemente sea mejor de lo que había
estado opinando durante toda la lectura de la misma.
Me sigue resultando sorprendente ver el paralelismo entre algunos de los sucesos de aquellos años y la situación actual de España, máxime como comentaba antes, cuando esta novela y buena parte del pesimismo de Alatriste no vienen de una época de crisis, sino que están escritas estas novelas en plena bonanza económica en España. ¿Profecía? En realidad no, simplemente se trata de saber que la historia se mueve en círculos, que detrás de las vacas gordas viene un periodo de vacas flacas, y que el carácter español con ese “No le pido a Dios que me dé, sino que me ponga donde haya (que ya me encargaré yo de coger)” parece impreso a fuego en nuestros genes.
Que no esté a la altura de las novelas anteriores de
la serie, no debe ser obstáculo a los fieles de Alatriste para
leer esta también.
EL CABALLERO DEL JUBÓN AMARILLO
ARGUMENTO
«Guadalmedina y Saldaña apaleados, un
par de corchetes muertos, otro a medio camino, y todo eso en menos de un
padrenuestro. Pardiez, que es matar.
(…)
Más que una espada -concluyó-, lo que tu
amo lleva en la mano es una guadaña.» (Página
195)
Cierto que lo de matar le viene a Alatriste de oficio. Pero en
esta nueva aventura lo ha de hacer para salvar su vida, no contra las tropas
que luchan contra el rey de España, sino para liberarse de una oscura conjura
en la que se ve envuelto y que tiene como objetivo asesinar a Felipe IV.
IMPRESIÓN
PERSONAL
Además,
debo reconocer que siento especial predilección por aquellos libros de
Alatriste que están ambientados
en Madrid. El
caballero del jubón amarillo lo
está, y es un placer volver a recorrer de la mano de Pérez-Reverte las calles y el barrio en el que transcurrió mi infancia y mi
adolescencia.
Si
bien como decía el ritmo inicial es un tanto lento, el final es trepidante,
repleto de acción y sucesos que marcarán la vida del joven Íñigo de Balboa.
Una
novela imprescindible
para conocer una parte de nuestra historia.
CORSARIOS DE LEVANTE
ARGUMENTO
«Durante casi dos años serví con el capitán Alatriste en las
galeras de Nápoles. Por eso hablaré ahora de escaramuzas, corsarios, abordajes,
matanzas y saqueos. Así conocerán vuestras mercedes el modo en que el nombre de
mi patria era respetado, temido y odiado también en los mares de Levante.
Contaré que el diablo no tiene color, ni nación, ni bandera; y cómo, para crear
el infierno en el mar o en la tierra, no eran menester más que un español y el
filo de una espada».
Junto a motivos
religiosos y esgrimiendo motivos de seguridad, los moriscos que se negaron a
convertirse, fueron expulsados de España. Se pretendía con ello acabar con las
incursiones de piratas que eran guiados desde las montañas por los moriscos,
pillando a la población en medio.
Pero esta
expulsión lo que supuso fue dotar a los piratas de gente guerrera muy preparada
y con gran conocimiento del terreno, cargados de odio y con cuentas personales
pendientes, sabiendo en todo momento cuál era el lugar y el momento más
adecuado para atacar.
Estas incursiones con grandes daños materiales y personales, hicieron que se vaciaran las poblaciones costeras, que buscaban el refugio del interior, por lo que se trasladaban a las zonas más altas de la costa para tener tiempo de ver la aparición de las naves piratas y poder así dar la alarma y defenderse o huir.
Por eso se organizan naves que patrullan por las costas del Mediterráneo persiguiendo a las naves turcas, moras o de cualquier nación que haga la guerra a España. Naves que eran galeras, que contaban no solo con velas sino con la fuerza de los remos, empujados por los galeotes, moros cautivos o prisioneros condenados por un tiempo a ellos.
Estas incursiones con grandes daños materiales y personales, hicieron que se vaciaran las poblaciones costeras, que buscaban el refugio del interior, por lo que se trasladaban a las zonas más altas de la costa para tener tiempo de ver la aparición de las naves piratas y poder así dar la alarma y defenderse o huir.
Por eso se organizan naves que patrullan por las costas del Mediterráneo persiguiendo a las naves turcas, moras o de cualquier nación que haga la guerra a España. Naves que eran galeras, que contaban no solo con velas sino con la fuerza de los remos, empujados por los galeotes, moros cautivos o prisioneros condenados por un tiempo a ellos.
En una de esas
naves, "La Mulata" se embarca el Capitán Alatriste, pues junto a la
tripulación iban preparadas con tropas de infantería para poder combatir,
vamos, que eran auténticas naves de guerra.
IMPRESIÓN PERSONAL
Su gran enemigo está muerto (o tal vez como se nos insinúa, ¿ha pagado para evitar su ejecución y está al acecho?), Francisco de Quevedo solo aparece mediante una carta que le envía al Capitán, y Angélica de Alquézar está con su tío en las Américas y solo envía una carta a Iñigo para ordenarle que no se deja matar ni mutilar.
Asistimos al crecimiento de Iñigo de
Balboa, que va dejando de ser ya un crío. «Ha
crecido mucho el jodío zagalito.» dice uno de los amigos del Capitán, a
lo que este replica «No lo sabes bien.»
Una novela divertidísima, apasionante y
llena de acción,
con unos capítulos finales de batalla naval, contándonos el episodio de
Escanderlu, realmente muy buenos y emocionantes, de lo mejor que he leído en
este tipo de aventuras navales.
Por tanto te aconsejo que leas esta
novela, tanto si eres seguidor de las novelas del Capitán Alatriste como si no
has leído ninguna.
En la edición que no es de bolsillo,
quiero destacar también las ilustraciones de Joan Mundet, que de vez en cuando
a toda página salpican el texto con imágenes relativas a la acción que se nos
narra. Realmente espectaculares.
EL PUENTE DE LOS ASESINOS
ARGUMENTO
«Dos hombres se batían a la luz indecisa
del amanecer, silueteados en la claridad gris que llegaba despacio por
levante.»
Así comienza la que hasta
ahora es la última aventura del capitán Alatriste, con un duelo al amanecer,
con algunos de sus compañeros tirados y heridos en una playa a la espera de ser
liberados. Un duelo que quedará en nuestra memoria y a medida que pasen las
páginas adivinaremos quiénes son los que en él participan.
Un gran arranque, aunque
evidentemente no pueda llegar a superar aquel con el que empezaba la primera
novela de esta serie: «No era el
hombre más honesto ni el más piadoso, pero era un hombre valiente. Se llamaba
Diego Alatriste y Tenorio.»
Estamos ante lo que es la
última escena de la novela, pero ¿cómo se ha llegado hasta ahí? Pues gracias a
la participación de Quevedo, gran amigo de Alatriste al que ya hemos podido
disfrutar en alguna de las novelas de la serie y que siempre se las apaña para
meter a Alatriste en enredos de difícil solución.
Es lo que tiene la amistad,
que de una vez para otra Alatriste se fía de Quevedo y termina enredado en
aventuras muy peligrosas.
Aunque quizás ninguna tan
peligrosa como ésta, en que por bien de los intereses del imperio español,
conviene derrocar al Duce de Venecia, para lo cual el plan es asesinarlo
durante la misa del gallo. No es Alatriste el encargado de cometer tal
asesinato, pero si el responsable de mandar un pequeño grupo que llevará a cabo
una serie de acciones destructivas en Venecia nada más producirse el asesinato,
que redundarán en el mayor beneficio y la gloria de España.
Todo ello, no tanto por amor
a la patria, sino por una paga muy sustanciosa.
IMPRESIÓN PERSONAL
Aunque no dejen de ser unas novelas
menores, lo cierto es que cada vez me gustan más las novelas del capitán
Alatriste. Es cierto que son novelas de aventuras, pero tienen algo más, porque
al margen de las aventuras, Arturo Pérez-Reverte ha conseguido transmitir el ambiente
de la España de aquella época, un tiempo desaprovechado porque España malgastó
en guerras interminables el oro que entraba desde las Américas.
Unas guerras libradas por unas tropas
que pese a todo peleaban sin descanso y fueran cuales fueran las condiciones y
el trato que recibieran:
«La fiel infantería
del rey católico, en guerra con medio mundo. Sufrida mal pagada insaciable de
despojo y botín, amotinada a ratos pero impasible bajo el fuego enemigo,
vengativa y cruelísima en el degüello. Orgullosa y temible siempre, bajo sus
harapos.» (Página 62)
No para de sorprenderme esa figura de
Alatriste, combatiendo tal vez porque es lo único que sabe hacer, pese a que
sabe que el poderoso que le contrata siempre va a abusar de el e intentar
engañarle.
Todo envuelto en un aire de fatalismo, de la convicción de que el destino está trazado y no puede uno evitarlo:
Todo envuelto en un aire de fatalismo, de la convicción de que el destino está trazado y no puede uno evitarlo:
«Todo es cuestión de
qué naipes tocan en la grasienta baraja de la vida.» (Página 51)
«Espada tengo. Lo demás que Dios lo remedie.» (Página 276)
En esta novela, nos alejamos de los
escenarios madrileños, para deambular por Italia, un paseo que de la mano del
autor, nos mostrará las callejas de Roma y sobre todo de Venecia. No pude
evitar recordar mi breve estancia en estas ciudades que aquí aparecen
retratadas.
El libro tampoco sería el mismo sin las
ilustraciones que lo acompañan y que dan fuerza al texto.
Si has disfrutado con los libros
anteriores de la serie, es seguro que disfrutarás con éste, al que el
cambio de escenarios también le beneficia, pues hace menos monótona la novela.
Si no te gustaron los anteriores, ni te
molestes en leer éste.
Si no has leído ningún libro de la
serie, no leas éste, comienza por el primero.
He tenido la (buena) suerte de leer toda la serie de Alatriste y por mi cabeza ronda la idea de releer desde la primera de las novelas esta serie, pues en su momento me entusiasmó. Y no solo porque fuera de Pérez Reverte, un autor que me agrada (casi) todo lo que publica.
ResponderEliminarLa nueva y completa edición que se ha publicado la había visto anunciada días atrás y creo que, amén de las diferentes novelas que componen la serie, los añadidos suponen una motivación extra, un punto interesante para buscar y en el momento apropiado iniciarse en su lectura.
Un saludo!
Muy interesante reseña de un gran libro que habrá que apuntárselo y leer por motivo del dia del libro.Que me gustan los libros resumen y la sobre todo la tapa dura y su portada.Un saludo.
ResponderEliminarMe encantan estos libros! Se me está haciendo larga la espera para el siguiente libro. Si al final me veo que los releo, como tú has hecho.
ResponderEliminarBesotes!!!
No los conocía, gracias por la recomendación.
ResponderEliminarBesos
No los conocía, gracias por la recomendación.
ResponderEliminarBesos