Los ángeles de hielo
Toni Hill
FICHA TÉCNICA
Título:
Los ángeles de hielo
Autor:
Toni Hill
Editorial:
Grijalbo
Encuadernación:
Tapa dura
Páginas:
460
PVP: 19,90 €
Editorial: Punto de lectura, 2019
Encuadernación: Tapa blanda bolsillo
Páginas: 464
PVP: 9,95
PVP: 9,95
TONI HILL
Esto
es lo que nos cuenta de él su editorial:
Toni Hill (Barcelona,
1966) es licenciado en psicología. Lleva más de diez años dedicado a la
traducción literaria y a la colaboración editorial en distintos ámbitos. Entre
los autores traducidos por él se encuentran David Sedaris, Jonathan Safran
Foer, Glenway Wescott, Rosie Alison, Peter May, Rabih Alameddine y A.L.
Kennedy.
Su
trilogía del inspector Héctor Salgado se ha publicado en más de veinte países y
ha sido un éxito de venta y crítica: El verano de los
juguetes muertos (2011), Los buenos suicidas (2012) y Los amantes de Hiroshima (2014).
En su
última novela, Los ángeles de
hielo (Grijalbo,
2016), nos ofrece una magistral historia de intriga psicológica que penetra en
los rincones más oscuros de la mente humana, a la vez que nos refleja el
ambiente de unos años marcados por la guerra y la tensión social.
ARGUMENTO
«Ninguna
historia ha conseguido alterarme tanto como la que les voy a referir. Ya cuando
la escuché de boca de su narrador me intranquilizó durante noches enteras, y a
día de hoy, al evocarla, percibo que su
efecto no se ha disipado con el tiempo. Al contrario: la maldad que transpiraba
ese relato, la absoluta inmoralidad y el deseo perverso de hacer daño que la
caracterizaban me inquieta ahora más todavía que antes». (Página 24)
Comienza
la novela con la historia de una ejecución en 1914: la de un joven trabajador
acusado de la muerte y violación de una joven de rica familia. De nada le sirve
proclamar su inocencia, pues todas las pruebas están en su contra y es
ejecutado. Una historia que se hará presente en 1916 cuando antiguas alumnas de
un internado para señoritas de buena familia, el Colegio de los ángeles, están siendo
asesinadas.
Conoceremos
entonces de la mano del diario de Agueda Sanmartín, la directora del centro, la
historia de aquel curso de 1908-1909 y los trágicos sucesos que en él tuvieron
lugar.
Un diario
en el que el psiquiatra Fredric Mayol ha de adentrarse intentando descubrir el
misterio que esconden para evitar que nuevos asesinatos se sigan produciendo
LOS ÁNGELES DE HIELO
En Los
ángeles de hielo, Toni Hill abandona a su inspector
Salgado allá por tierras argentinas para traernos una historia totalmente
diferente, autoconclusiva. Una novela en la que rompe con lo que había sido su
trayectoria hasta ese momento, tanto en estilo como en temática, aunque no
tanto en género, porque estamos ante una novela que puede seguir encuadrada en
el género de novela negra, por más que sea una novela negra muy
peculiar, sin un detective al uso.
Pero sí
hay en ella una serie de crímenes que descubrir, comenzando por el crimen con
el que comienza la novela y que lleva a su presunto autor, por más que este
niegue su inocencia, a morir ajusticiado. Y además, hay una presencia constante
del mal en la novela. Un mal que poco tiene que ver con el más allá, sino más
bien con el día a día que nos toca vivir:
«La
maldad no es una dolencia, y si lo es, se trata de una que no tiene curación. A
las personas como tú sólo les espera el infierno, y no en la otra vida, sino en
ésta». (Página 448)
Una
novela que nos traslada a la Barcelona de 1916, en una Europa que está viviendo
los horrores de la Gran Guerra, de la
que en cierto modo viene huyendo Frederic Mayol, un joven psiquiatra que
participó en ella y vivió de primera mano su crudeza.
No es una
novela histórica, por más que nos traslade a esa época, porque esa fecha sirve
solo como lugar donde enmarcar una historia que no podría ponerse en la
actualidad, porque sería entonces dotarla de un estilo gótico,
siniestro, como si de una historia de fantasmas se tratase.
Una
historia que nos lleva inevitablemente a aquellas novelas del siglo XIX, de
grandes y misteriosos caserones, de jóvenes ricas y de buena sociedad. Si bien
es verdad, que precisamente lo que se las trata de inculcar es un aire de
modernidad que las permita huir de ese encorsetamiento a la que la sociedad
quiere someterlas.
Y para
recalcar ese aire de novela decimonónica, hay un libro que se hace omnipresente
en la narración, una novela a la que en Los ángeles de hielo se hace todo un
homenaje: Jane Eyre. Una novela que sirve de cabecera a las alumnas del
centro, que van a realizar como fin de curso una obra de teatro que es una
adaptación de la misma.
«No he
escogido Jane Eyre al azar. La historia de esa jovencita poco agraciada, pero
de fuerte voluntad y principios inquebrantables, es toda una filosofía que
deseo inculcar en las niñas mayores». (Página 88)
Aunque
nada tiene que ver, me ha recordado en cierto modo a las novelas de Kate
Morton, por ese estilo de narración gótica, por la presencia de dos
mujeres fuertes en la historia (aunque no sean familiares pero que se comportan
como tales), por asuntos del pasado que revierten en una historia años después
(en este caso en 1916) y por la presencia de un libro (en este caso Jane Eire)
que marcan la historia.
Dos son
los planos temporales en los que se mueve la historia: Por un lado el año 1908
con la historia del internado de señoritas a través del diario de su directora,
en el que vamos viendo como la realidad del mismo va volviéndose cada vez más
siniestra, hasta acabar en un trágico incendio con funestas consecuencias para
algunos de los residentes en el mismo.
Por otro
lado, nos traslada al año 1916, con el internado trasformado en un sanatorio
psiquiátrico, aunque nada tiene que ver con muchas de las instalaciones
psiquiátricas de la época, que eran más que nada cárceles en los que alojar a
locos peligrosos. Aquí más bien se plantea como una clínica de reposo en la que
curar trastornos maniacos o depresivos.
Pero
aunque sabemos que se trata de una historia realista, no deja de flotar en todo
momento sobre ella un aire de fantasía, de cuento de fantasmas, de posesiones
diabólicas, a la sombra de esas estatuas de ángeles que desde lo alto de la
casa observan a sus moradores y visitantes.
«-Seguro
que sabe que son criaturas incorpóreas, superiores al hombre, a quien ayudan
para lograr la salvación, o bien le tientan para conseguir su condenación
eterna. Ignoro si usted cree en ellos; yo era bastante escéptico al respecto,
debo confesárselo.
-¿Y ahora
no lo es?
-Ahora me
consta que existen, doctor. Por extraño que pueda parecerle». (Página175)
O ¿existen
realmente los ángeles aunque no sean lo que nosotros pensamos?
«Los
ángeles no existen tal como nos los describen. Forman parte de esa mitología
tan… bonita. Querubines alados, arcángeles justicieros…» (Página 176)
También
me ha llevado Los ángeles de hielo a recordar otra novela muy reciente: El
poder de la sombra de María José Moreno. Nada tienen que
ver la una con la otra, salvo en un tema común en ambas: la presencia del Mal,
como una realidad con la que el ser humano tiene que lidiar todos los días. Un
mal que por momentos vamos sintiendo como nos agarrota en el internado según
transcurre la narración.
«No es
que pensara en ella continuamente, por supuesto, pero la lectura de Das
Unheimliche le llevó a plantearse una vez más teorías absurdas sobre la
malignidad asociada a las cosas. No tenía nada que ver con casas encantadas u
objetos malditos, sino más bien con flujos de energía, como si el mal, el mal
en mayúsculas, tuviera el poder de contaminar los espacios donde había reinado
a sus anchas». (Página 426)
IMPRESIÓN PERSONAL
«También
yo deseaba llegar al desenlace, una característica humana de la que los psiquiatras
no estamos exentos». (Página 440)
Así me he
sentido yo durante buena parte de la novela, a medida que avanzaba en su
lectura, deseando conocer cómo remataba esta historia cada vez más asfixiante
en la que Toni Hill se sumerge, no tanto en los laberintos de una compleja
mansión, sino en algo mucho más enrevesado como es la mente humana.
Porque
ese es finalmente en quid de la historia, las complejidades de una mente humana
y de cómo puede sumergirse en el mal hasta sus últimas consecuencias.
Y si
agobiante es el decorado en el que nos narra la historia, no lo es menos el complejo
entramado de personajes que lo pueblan, que hacen posible que esta historia se
mantenga en pie, que sea creíble.
Una
novela que, sin ser coral, se le acerca mucho por el alto número de personajes
que por ella transitan, desde los habitantes del colegio, pasando por los del
psiquiátrico, o los que constituyen la vida del psiquiatra protagonista.
Una
historia a la que, además de la intriga clásica de una novela negra, no le
faltan más ingredientes, como el ambiente de terror gótico que ha sabido crear,
sus toques de metaliteratura (no es Jane Eyre el único libro que tiene
importancia en la novela) o la historia de amor que va desarrollándose a lo
largo de la novela.
Todo
unido, hacen de la lectura de Los ángeles de hielo, algo muy
especial. Un libro que no olvidaré fácilmente. Tal vez su trama se despiste, no
recuerde los nombres de sus protagonistas o los hechos que en ella suceden.
Pero esa atmósfera
inquietante, claustrofóbica, de una mansión en la que se mueve una mente humana
trastornada, esa no se me olvidará.
Gracias a
Editorial Grijalbo que me ha proporcionado un ejemplar de Los ángeles de hielo para
su lectura y reseña.
VALORACIÓN: 9/10
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Será una de mis compras en San Jordi
ResponderEliminarUn beso
Haré como Inés, me la voy a traer firmada de San Jordi y me estreno con el autor :)
ResponderEliminarBs.
Sin duda,va a estar entre mis mejores lecturas del año. Me ha encantado
ResponderEliminarLas blogueras de San Jordi vamos a hacer de oro a Toni. Yo también me lo traeré.
ResponderEliminarBesos
¡A todos os está encantando! Voy a tener que leerlo.
ResponderEliminarUn abrazote.
Me encantó esta novela. La disfruté mucho. Su ambientación, la trama y unos grande personajes.
ResponderEliminarUn beso ;)
Tiene muy muy buena pinta pero lo que se aun pelin gotica me hecha para atras. Besos
ResponderEliminarEstoy deseando leerla, estoy segura que este alejamiento de Salgado me va a gustar tanto como a ti. Besos.
ResponderEliminarTiene muy buena pinta.
ResponderEliminarBesos
Me queda claro con todas las reseñas positivas que estoy leyendo de este libro que lo tengo que leer.
ResponderEliminarBesotes!!!
Lo tengo apuntado y con muchas ganas de leerlo :-)
ResponderEliminarBesos!
Será mi libro de viaje para que Toni lo firme el sábado. Muchas ganas de comenzarlo y con tu reseña aún más.
ResponderEliminarBesitos
Tengo ganas de leer al autor, espero no tardar en hacerlo =)
ResponderEliminarBesotes
La estoy leyendo y me está encantando. Fácil de leer. La recomiendo.
ResponderEliminarLa estoy leyendo y me está encantando. Fácil de leer. La recomiendo.
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