Esto no es una historia de amor
Jose A. Pérez Ledo
Título: Esto
no es una historia de amor
Autor: Jose
A. Pérez Ledo
Editorial: Planeta, 2015
Encuadernación: Tapa blanda
Páginas: 414
JOSE A.
PÉREZ LEDO
Nos dice la editorial sobre este autor:
Licenciado
en Publicidad y Relaciones Públicas por la Universidad del País Vasco, ha
trabajado de guionista en programas como El
Hormiguero o El
Club de la Comedia, y ha escrito monólogos para gente realmente
graciosa, entre ellos Andreu Buenafuente, El Gran Wyoming, Ángel Martín o
Joaquín Reyes.
Colabora
como humorista en Hoy por Hoy, de la Cadena
Ser, y ha escrito artículos satíricos en Rolling
Stone, Jot Down, Público, Orsai y El Correo, entre otros
medios.
Es
el creador y director de los programas de televisión Órbita
Laika (La
2), Escépticos (ETB 2) y Ciudad K (La 2) y autor
del blog mimesacojea.com, Premio
Bitácoras 2014 al mejor blog de humor y entretenimiento.
ARGUMENTO
«Deja que me presente.
Me llamo Daniel, como se llama mi padre
y como se llamó su padre antes que él. No provengo, como puede verse, de una
familia con talento para los nombres. Tengo treinta y cinco años y un mes:
demasiado viejo para tener fantasías infantiles y demasiado joven para
renunciar a ellas». (Página 16)
Daniel es licenciado en Periodismo,
aunque en su defensa argumenta que nunca trabajó en ello. Se gana la vida
escribiendo biografías por encargo de grandes empresa como regalo para los
grandes directivos de las mismas.
«Me gusta pensar que estoy cultivando un
nuevo género literario, una variante personalizada de la autoayuda. Yo la llamo
literatura del autoengaño». (Página 21)
Su experiencia con el amor no es muy
buena. Aunque tal vez es que nunca ha estado enamorado de verdad. Por eso va
pregonando a los cuatro vientos su gran teoría: El amor
romántico no existe, es un invento de Hollywood.
«No es el amor lo que mueve el mundo,
sino la ilusión de vivirlo como en una película de Hollywood». (Página 11)
ESTO NO ES
UNA HISTORIA DE AMOR
«Esto no es una historia de amor
Es mejor que lo sepas desde el principio
porque no quiero ser el responsable de tu frustración. Bastantes motivos da la
vida para frustrarse, sería absurdo buscarte uno más (particularmente uno tan
estúpido). Te lo digo porque, si eres una de esas personas que andan buscando
miradas intensas bajo el cielo estrellado, gente prometiéndose fidelidad eterna
y ese tipo de cosas, debes saber que te has equivocado por completo».
Con esta declaración de intenciones,
falsa por otra parte, comienza el libro, como una especie de aviso para los
lectores que van a enfrentarse a él. Y digo falsa, porque Esto no es una
historia de amor es una comedia romántica, no al estilo
de esas comedias de Hollywood de las que nos habla en la novela, sino con un
estilo propio con el que fácilmente conectará con el público español.
O eso pensaba yo, porque resulta que su
humor, un humor que desborda muchos momentos de la novela, no es tan local, tan
español y va a publicarse en Alemania y en Italia donde ha cautivado a sus
editores.
A lo mejor no somos tan diferentes o el
humor es mucho más universal de lo que nos creemos. Valga como ejemplo una escena en la que el protagonista se ve envuelto entre un
grupo de japoneses que se están retratando frente a un jamón que está en la
vitrina de un bar. ¿Real? Quién sabe, pero bien que nos podemos imaginar esta
escena con la que no puedes parar de reírte en la novela. Y está claro,
que en otros países, por más que no tengan jamón, pueden imaginarse este
delirio fotográfico de los japoneses.
Comedia
por encima de todas las cosas, porque el humor es
permanente a lo largo de la novela. Y porque como nos dijo el autor en un
encuentro que un grupo de blogs tuvimos con él, las grandes comedias hablan de cosas de
verdad.
Y por mucho humor y broma
que se le eche al asunto, Esto no es una historia de amor nos habla del duelo
por la infancia perdida y por el abrazo a la madurez. ¿Con 35 años? Sí, me temo
que hoy el personal tarda un poquito más en madurar que antes, que a poco que
se descuide, no acaba de entrar en la madurez y ya tiene que enfrentarse a la
crisis de los cuarenta.
Comedia y humor porque como
nos decía el autor, la realidad no interesa. Hoy día, los informativos y las
páginas web de las noticias son lo más visitado. Pero cuanta más realidad hay,
más necesidad de fuga tenemos. Prueba de ellos es que son ahora los que dominan
Hollywood. Entre los que jugaban al fútbol o los bichos raros enamorados del comic,
son estos últimos los que han ganado la batalla y ahora dominan el espectáculo
audiovisual. Una señal de la necesidad de escape que tenemos.
«La realidad no le interesa a nadie,
todo el mundo tiene demasiado de eso, es lo único que a todos nos sobra. No,
los personajes de las películas tenían que decirse cosas que la gente no
escuchase a diario, algo original, diferente, raro pero no excéntrico,
llamativo pero creíble. Algo hermoso». (Página 10)
Y hablando de comedia, como si de un
programa de El Club de la Comedia se tratase, la novela comienza con un largo
monólogo cuyo tema es la no existencia del amor romántico:
«El tiempo pasa, la carne empieza a
aflojarse, y, tarde o temprano, todo el mundo se ve obligado a afrontar La
Pregunta: “¿Cuánto estoy dispuesto a esperar antes de escuchar los violines”.
En otras palabras: “¿Cuánto tiempo más voy a creerme la mentira antes de
admitir que la vida es mucho más prosaica y aburrida que ese pastiche romántico
que llevo consumiendo desde la infancia?”» (Página 12)
«Las historias de amor del mundo real
son al romanticismo de Hollywood lo que las pistas de esquí de los centros
comerciales son al Everest. Por supuesto que querrías escalar el monte más alto
del mundo, ¿a quién no le gustaría experimentar algo así? Pero está muy lejos,
tu andas muy liado y, qué demonios, esa nieve artificial está muy conseguida.
La experiencia no puede ser muy diferente ¿no?» (Página 12)
Esta es su gran teoría, una teoría que
tendrá que contrastar con la realidad de su vida, una realidad que tal vez,
solo tal vez, le demuestre que no tiene razón.
«Tal y como yo lo veo, el romanticismo
es una etiqueta, nada más. Un concepto inventado en los departamentos de
marketing para vender películas y bombones y escapadas de fin de semana. Pero
la gente vie convencida de que si existe para…, ¿cómo decirlo?
-¿Para tirar adelante?
-Exacto. Para tirar adelante. Es una
especie de placebo.
-Y sin embargo el placebo funciona».
(Página 119)
Y mientras descubre o no el amor, tendrá
que ir negociando su vida, una vida en la que contrastan sus deseos con la
realidad. Porque su gran vocación es la escritura:
«Desde que tengo uso de razón, necesito
escribir lo que me ocurre. Lo apunto todo: reflexiones, sensaciones,
impresiones. Digamos que eso me ayuda a comprender e interpretar el mundo».
(Página 16)
Y sin embargo, ya tiene treinta y cinco
años y todavía no ha empezado siquiera a escribir una novela, su novela:
«Un varón de treinta y cinco años en
avanzado estado de autoaceptación. ¿Quiere esto decir que he renunciado a ver
mi nombre en los libros de Literatura de secundaria? Por supuesto que no. Lo
que ocurre es que he aprendido a tomarme las cosas con calma. Según vengan. Eso
y que todavía no he encontrado una historia digna de convertirse en: Mi primera
novela». (Página 18)
Y de eso va la novela, de su proceso de
maduración, de su lucha por ser escritor:
«-Bueno, ¿y cómo es eso de ser escritor?
-Bueno, no soy escritor exactamente.
-Te pagan por escribir.
-Sí.
-Entonces eres escritor, ¿no?
-Sí, eh…» (Página 123)
Y en el fondo, como toda comedia
romántica, la novela trata de lo que trata la vida: de la búsqueda de la
felicidad:
«Según esa lógica tuya, nadie debería
buscar la felicidad solo porque probablemente, a lo mejor, quizás no sea
alcanzable. ¡Vivamos tristes y cabizbajos porque, total, la vida nunca será
como esperamos que sea!» (Página 121)
Tal vez a estas alturas del comentario
te preguntes: ¿Es o no es una historia de amor? Porque el título lo tuvo claro
desde el primer momento. Probablemente, la respuesta nos la de Joaquín Sabina,
con una de sus famosas frases:
«No hay una sola historia de amor real que
tenga un final feliz. Si es amor, no tendrá final. Y si lo tiene, no será feliz».
IMPRESIÓN
PERSONAL
Esto no es una historia de amor, va más allá de
la pura comedia romántica, pues es también una novela generacional, la de una generación que ronda los 35
años.
A diferencia de muchas comedias
románticas en la que lo que predomina es lo de “romántico” y en las que además
lo que se nos muestra es la visión femenina de la vida, aquí la visión es
masculina.
Eso hace que ya partamos de una novela
con un concepto diferente, con una visión novedosa y muy humorística de las
relaciones de pareja.
Aunque el humor, no puede disimular lo
duro de muchas situaciones, por lo cual, y pese a lo mucho que me he reído
durante su lectura, no es menos cierto que en muchos momentos me dejaba también
un poso de tristeza.
La novela es muy cinematográfica. De hecho es una de esas novelas que
está pidiendo a gritos que hagan de ella una serie televisiva. Cinematográfica
también, porque son muy numerosas las referencias al cine que en ella se hacen,
al margen de ese primer capítulo con el cine romántico de Hollywood como telón
de fondo.
Así por ejemplo cuando nos habla de esas
escenas de Audrey Hepburn en la película Vacaciones en Roma, recorriendo la
ciudad montada en una Vespa con Gregory Peck.
También hay homenajes como el que hace a
la primera película de Godard en la secuencia que muestra a su protagonista con
un plano a plano de diferentes partes de su cuerpo y que él utiliza para la
descripción de su protagonista femenina.
Podemos encontrar el rastro de las
películas de Woody Allen a lo largo de la novela (una escena de Annie Hall)
Una novela que no tiene relleno, a la que no le hacen falta como a
tantas otras unas tijeras. Ya se ha encargado el propio autor de ir quitando
palabras y frases para conseguir, con el mínimo posible de ellas, el máximo
efecto humorístico.
Tal vez por ello es por lo que se lee
tan rápido, que cuando quieres darte cuenta ya hemos llegado al final.
Si quieres conocer más cosas sobre esta
novela, pincha AQUÍ para acceder a
la crónica del encuentro bloguero con el autor.
Gracias a Editorial Planeta que me ha
proporcionado un ejemplar de Esto no es una historia de amor, para su lectura y
reseña.
No me había.fijado en ella pero me gusta mucho lo que cuentas así que...
ResponderEliminarYa me llamaba la atención antes y ahora tu sensata opinión me anima, más aún, a darle una oportunidad.
ResponderEliminarUn abrazote.
NO me importaría nada echarle un vistazo :)
ResponderEliminarBs.
Este no me lama demasiado, por lo de comedia romántica, y el toque de humor.
ResponderEliminarUn beso ;)
Beatriz le cogió el gusto nada más empezarla, así que, viendo también lo que a ti te ha parecido, esperaré a que me dé el relevo. Besos.
ResponderEliminarNo termina de llamarme pero me alegra que lo hayas disfrutado.
ResponderEliminarBesotes!!!
Hola¡¡ La verdad es que ha este libro le tengo bastantes ganas¡¡ Un besito :) Por cierto, ya te sigo¡¡
ResponderEliminarNo me importaría leerlo, pinta bien =)
ResponderEliminarBesotes