Sin duda lo mejor que me ha pasado desde
que empecé mi etapa de bloguero, al margen de tener acceso a muchos más libros,
ha sido la posibilidad de conocer personalmente en grupos reducidos a numerosos
escritores. De hecho, es un placer asistir a esos encuentros porque, además de
reencontrarme con otros blogueros con los que he desarrollado una estrecha relación,
con muchos de estos autores he entablado una gran complicidad.
Con todo ello y a pesar de llevar ya
numerosos encuentros en mi cuerpo, el de ayer era un tanto especial, no tanto
por el autor en sí, al que no conocía, sino por las características especiales
del encuentro que requería para su asistencia haber leído el libro. Algo que en
mi caso tenía su miga porque eran 550 páginas, el libro lo recibimos cinco días
antes y teníamos que leerlo mi hija y yo a la vez. De hecho ella lo terminó de
camino al encuentro.
De entrada si no habéis leído La última
salida, tal vez pueda pareceros una tontería. Pero no lo es, porque no se
trataba de una presentación del libro, sino de charlar en torno a él. Es cierto
que he estado en encuentros en el que algunos habíamos leído el libro y otros
no, pero en los que con un cierto cuidado, podía hablarse de muchas cosas del
libro sin estropeárselo a los que no lo habían terminado.
Pero en el caso de La última salida eso
es imposible, porque en realidad todos los presentes teníamos muchas ganas de
hablar del final del libro, del golpe de efecto en su última página. Y eso, sin
leer el libro, no es posible.
Debo deciros que esta es una de las
entradas más difíciles que he escrito, porque lo que allí pasó y que finalmente
decidió que etiquetáramos como #ConclaveAxat, aunque muy bien podría haberse
llamado #CónclaveZarigüeya, en el fondo es impublicable, porque salvo cosas
concretas es un spoiler, o si no os gusta la palabra, un destripe total de la
novela, de las sorpresas de la misma.
De hecho estoy pensando si en la reseña
publico un spoiler total de la misma invisible para aquellos que no quieran
leerlo pero que podáis entrar los que ya la habéis acabado.
Puedo contaros algunas cosas, como por
ejemplo que en la primera versión, no sé cuántas hizo finalmente, la novela
acababa sin el epílogo. Un final demasiado abierto, cuando Federico Axat nos
dijo que tenía muy claro cuál quería él que fuese ese final. Y así, terminó
escribiendo ese epílogo que, en una nueva vuelta de tuerca, obliga al lector a
replantearse lo que ha leído hasta ese momento.
En realidad, toda la novela es un juego
de Federico Axat con el lector, al que constantemente va poniendo trampas (en
el buen sentido de la palabra), intentando adelantarse a lo que va a
pensar, para sorprenderlo una y otra vez.
En principio, La última salida era un
relato en el que alguien está a punto de quitarse la vida. A partir de ahí
desarrolló la novela.
Porque aunque pueda parecer mentira, no
parte de una idea inicial teniendo claro cuál es el punto de llegada, sino que la
historia va desarrollándose por el camino. Por eso, cada nueva “ocurrencia” le
obliga a reescribir desde el principio para que todo vaya encajando, con el
riesgo de tener que dejarlo todo a la mitad porque no tiene sentido o la
historia no le convence.
Un trabajo de reescritura muy complejo,
porque con tanto retoque y tanto darle vueltas a la historia, pueden quedar
capas anteriores que no tengan sentido, de ahí la necesidad de revisarlo todo
una y otra vez.
Dicho así, parece complejo, pero cuando
leáis la novela, veréis que aún es mucho más complejo de lo que parece, porque
la novela tiene más giros y revueltas que las 24 horas de Le Mans.
En el fondo, Federico Axat tiene una
mente de ajedrecista (del ajedrez se habla y mucho en la novela), capaz de ir
viendo las múltiples variantes y caminos que se ofrecen y planteando una
partida cuyo punto final es dar jaque mate al lector tras haberle conducido a
una trampa que no espera y en la que él slito se ha metido creyéndose más listo
que el autor.
El por qué La última salida tiene el
esquema que tiene, es consecuencia de su novela anterior El pantano de las mariposas,
que sí o sí tendré que leer ahora, porque en ella creó una historia
aparentemente normal para llegar a un final que obliga a replantearlo todo, que
da un sentido diferente a lo leído hasta ese momento.
Como un final tan espectacular no puede
repetirse en todas las novelas, decidió crear una novela con una sorpresa
inicial y llenarla de ganchos y giros constantes que obligan al lector a
permanecer clavado a las páginas de su novela.
Puedo asegurarte que en el caso de todos
los presentes en la sala del Hotel las Letras de Madrid en la que tuvo lugar la
reunión, lo consiguió. Tú no vas a ser diferente, así que mucho estás tardando
en hacerte con un ejemplar de La última salida.
De zarigüeyas hablamos y mucho en el
encuentro, pero esa es una historia que no debemos publicar y que solo
desvelaré a los muy interesados que hayan leído el libro (y por eso seguramente
quieran preguntar) en privado.
No puedo terminar sin agradecer a Alba Fité y Ediciones Destino su invitación a
este acto y por supuesto a Federico Axat, que recién
llegado a las nueve de esa misma mañana desde Argentina y tras numerosas
entrevistas, se “sometiese” al acoso de un puñado de lectores.
Me encantó este rato que pasamos con él
y me dejó sorprendido su cerebro, tan analítico y creativo como el de un jugador
de ajedrez.
FICHA
TÉCNICA
Título: La
última salida
Autor: Federico
Axat
Editorial: Destino, 2016
Encuadernación: Tapa blanda
Páginas: 543
Ya veo que son de esos libros que hay que leer sí o sí. LO compraré para Semana Santa ¡¡qué remedio!!!
ResponderEliminarBs.
Bien se nota que disfrutasteis del encuentro con el autor. Así da gusto mantener una tertulia. Saludos.
ResponderEliminarTienes toda la razón cuando dices que una de las mejores cosas que nos ha traído el blog son los encuentros, además de conocernos claro, y éste ciertamente fue muy muy especial. Yo lo disfruté un montón, todo un lujo poder desmenuzar la novela con su autor.
ResponderEliminarBesos.
Todas las presentaciones me parecen interesantes pero ésta tuvo que serlo mucho más. Menos mal que nos habéis chivado algunas cosas en privado
ResponderEliminarFue un verdadero lujo poder destripar la novela con el autor. Tienes razón es una de las mejores cosas que nos ha propiciado el blog y cuando además tenemos la suerte de hacerlo entre amigos y disfrutarlo juntos mejor que mejor. Besos.
ResponderEliminarDe este tipo de encuentros, de los que tantas crónicas leo (tristemente no puedo asistir a ninguno por tema de horario), la tuya de este evento con Axat me ha encantado. Es de las mejores que he leído en mucho tiempo. Se ve mucho entusiasmo en tus palabras.
ResponderEliminarMira, del libro he leído ya muchas reseñas y me llama la atención. No me he hecho con él porque tengo mucha lectura en casa, y este libro tiene muchas páginas y no me apetece ahora meterme en algo así, pero reconozco que tras leer vuestro encuentro con el autor me ha dado mucha más curiosidad el libro.
bsos!
Hola Pedro!!! (a secas)
ResponderEliminarTe agradezco profundamente esta entrada! Has dicho todo lo que es posible decir de esa reunion ;)
Lo pasé genial contipo, Manuela, Maria, Teresa, Concha y la gran Alba, a quienes aprovecho para saludar.
Un fuerte abrazo!
Fue un lujo poder hablar con el autor y destripar la novela. Y sí, en esta ocasión era imprescindible haber leído el libro, una de mis mejores lecturas de lo que llevamos de año.
ResponderEliminarUn beso!