Jon Arretxe estuvo de visita tres días en Madrid para presentarnos su última Novela: Juegos de cloaca. Lo hizo los días 28, 29 y 30 de Enero en las Librerías Estudio en Escarlata, Burma y Jumi.
Yo tuve el placer de asistir a la
primera de ellas, que fue la que tuvo lugar en la Librería Estudio en Escarlata
y en el que la presentación del acto corrió a cargo del también escritor Paco
Gómez Escribano. De esa presentación es de lo que trata esa crónica.
Comenzó hablando Paco Gómez Escribano
para presentarnos a Jon Arretxe, autor de novelas negras, juveniles, de viaje…,
para pasar a hablar de la saga de Touré, de la que Juegos de Cloaca es la
cuarta entrega:
-19 cámaras
-612 euros
Una serie que está llena de personajes
entrañables, como la farmacéutica pelirroja amante de Touré, Osman su compañero
de piso procedente de Malí, el dueño del Berebar…
Mientras que en las primeras novelas nos
mostraba el ambiente jocoso del barrio, ese barrio de San Francisco de Bilbao, ya
en Sombras de la nada, la más negra de la serie, nos muestra la dureza de los
que se buscan la vida para sobrevivir en él.
En Juegos de cloaca Touré es deportado y
como para nosotros todos los negros son negros e iguales, lo llevan a Mali
aunque él no es de ese país, por lo que sin famioia, Touré debe seguir
buscándose la vida. En este caso sale gracias adelante gracias a un amigo de su
compañero Osman que es de Mali. Una oportunidad que tiene el autor para
mostrarnos uno de los rasgos de los africanos: su gran hospitalidad.
Es Juegos de cloaca una novela
comprometida y con mucha crítica social, en la que se nos muestra la impunidad
de los poderosos contra la gente pobre. Porque Jon Arretxe sitúa las tramas de
sus novelas en territorios marginales.
Continuó la presentación con una charla
entre Paco Gómez Escribano y Jon Arretxe, en la que comenzó preguntándole por cómo
veía la evolución de Touré en la saga.
Nos decía Arretxe que Touré tiene que
seguir porque le quiere mucho. Esta saga es en realidad Touré. El barrio de San
Francisco y Touré.
Al inicio de la serie, buscaba crear un
personaje original y diferente, porque si no, no te “jamas” nada. Hay tantas
novelas negras, que necesitas un personaje diferente, que te asombre en algo.
Según su agente, Touré es el primer
detective negro de la literatura europea. Tanto como eso no se atreve a asegurar,
pero vasco seguro que sí, español también, o sea, que es posible. En Estados
Unidos si nos hay, pero en cualquier caso no son africanos.
Touré llega a Bilbaco como podía haber
llegado a cualquier otro sitio. Empieza durmiendo en la calle hasta que
encuentra un paisano, algún primo de un primo y acaba en un piso patera.
Touré es un superviviente nato. Primero
se hace pasar por adivino, algo que en África es una tradición muy respetada.
En Mali son musulmanes, pero en el fondo siguen siendo animistas y creen en lo
que sus adivinos les cuentan, esos echadores de cauris (unas conchas).
También se hace cantante de ópera,
detective o hasta gigolo si es necesario. «Todo
por la pasta», es su lema.
Las primeras novelas combinan humor con
crudeza. Humor porque lo relativiza todo. El salto se produce en la tercera
(Sombras de la nada) donde ya le dan por todos los lados. La cuarta (Juegos de
cloaca) es la salida natural a la que podía evolucionar Touré. En la próxima (por
lo menos habrá una próxima), Touré se va a hacer más cabrón, harto de que le
den por todos lados.
En Juegos de cloaca, recupera de la
primera (19 cámaras) el personaje del controlador de cámaras, casi un dios que
según actúe, interviniendo o no, determina la vida de los habitantes del
barrio.
Las sagas son un problema, porque al
crear un personaje, te queda siempre la duda entre cortar mucho sobre el mismo
para los que lo conocen o quedarte corto para los que no lo conocen.
Jon Arretxe cuando escribe una novela de
Touré, se va a un piso de San Francisco, de conde no sale hasta que la acaba.
No le vale con dos horas para tiene que vivir donde escribe. Algo que viene
haciendo desde que tuvo una experiencia en el Amazonas.
Así lo ha hecho en Estambul, Tánger,
Lisboa, París, siempre en barrios marginales donde ambienta sus novelas. Ir a
Bilbao no le es problema porque ahora vive en un pueblo de Navarra a 120
kilómetros de Bilbao.
Escribe sus novelas en euskera y luego
se las traducen. Le pregunté que por qué no las traducía él mismo y nos
contestó que porque una vez que lo intentó le dio mucho trabajo y además no le
quedó bien, porque el euskera está lleno de giros y construcciones que no
funcionan en castellano, de ahí la necesidad de una traductora. Y con la actual
está contentísima, porque afirma que incluso le mejora el original.
Y con unas fotos y unas firmas, acabó
esta presentación, que espero que os sirva para animaros a comenzar a leer las
novelas de Touré. Merecen la pena.
Curioso el apartado en el que hablas de la traducción al castellano. Aunque me hago a la idea porque, salvando las distancias, hay giros y expresiones en gallego que en ocasiones cuesta trabajo buscarle una traducción similar al castellano para que no pierda la esencia de lo que uno quiere decir.
ResponderEliminarGracias por la info Pedro. No te pierdes una .
ResponderEliminarBesos
Una presentación muy interesante. Me ha resultado curioso que se vaya a vivír al barrio mientras escribe la novela, eso sí que es situarse bien en el escenario
ResponderEliminarBesos
Gracias por esta estupenda crónica! Y desde luego un libro que tengo muchas ganas de leer.
ResponderEliminarBesotes!!!