LUGARES OSCUROS (GILLIAN FLYNN)

Lugares oscuros

Gillian Flynn

FICHA TÉCNICA

Título: Lugares oscuros

Autor: Gillian Flynn

Editorial: Roja & Negra, 2016

Encuadernación: Tapa blanda

Páginas: 404

PVP: 17,90 €

Ebook: 10,44 €

Editorial: Punto de Lectura, 2017

Encuadernación: Tapa blanda

Páginas: 408
PVP: 9,95 €

GILLIAN FLYNN

De ella nos cuenta la editorial en la solapa interior:

Gillian Flynn (Kansas City, 1971) es una escritora estadounidense y ex crítica de televisión para Entertainment Weekly. Ya había publicado dos libros antes de que Perdida (2012) se convirtiese en un éxito de ventas internacional.

El primero, Heridas abiertas (2006), fue finalista del Premio Edgar de novela negra y fue galardonado con el Premio Fleming Steel Dagger 2007 al mejor thriller; el segundo, Lugares oscuros (2009), fue elegido libro del año por los reseñistas del New Yorker, mejor lectura del verano según la revista Weekend Today, mejor libro de 2009 en la Publishers Weekly y mejor novela según el Chicago Tribune.

Las obras de Flynn han sido traducidas a cuarenta y un idiomas. Actualmente vive en Chicago con su marido y sus hijos.

ARGUMENTO de LUGARES OSCUROS

«Nada malo puede pasarle a “La valiente niña Day, la pequeña niña perdida”, la patética niña pelirroja de siete años con grandes ojos azules, la única que sobrevivió a “La masacre de la pradera”, a la matanza de Kansas, al sacrificio de la granja de Satán. Mi madre y mis dos hermanas mayores, todas asesinadas por Ben, el único que quedó y al que yo señalé como el asesino. Yo fui la niñita mona que llevó al adorador de Satanás de mi hermano ante la justicia». (Página 16)

Han pasado veinticinco años de dicha masacre y hasta ahora Libby Day, la superviviente, se ha dedicado a vivir del cuento, del dinero que recaudaba como ayuda de gente que se solidarizaba con su desgracia. Pero ahora ese dinero se acaba y Libby no sabe qué hacer, pues nunca ha trabajado ni está capacitada para hacerlo, pues no tiene ni formación ni ganas.

Es entonces cuando se pone en contacto con ella el “Kill Club”, un grupo de aficionados a los crímenes que quiere averiguar la verdadera historia de lo que ocurrió aquel fatídico día. Porque están convencidos de que hubo demasiadas prisas en acusar, juzgar y condenar a Ben, el hermano de Libby, como el responsable de aquellos asesinatos.

Pero sin embargo, ¿por qué se cometieron de un modo tan distinto cada uno de ellos? ¿Por qué apareció la huella de una pisada de sangre que no correspondía con él? ¿Fue real la declaración de su hermana que fue la que le condenó o fue inducida por el psicólogo?

El club ofrece dinero a Libby por hablar con su hermano (con el que no ha vuelto a hablar y con el resto de los posibles implicados o testigos? Y es así como Libby vuelve a un pasado que quizás no fue como ella pensaba.

LUGARES OSCUROS

Si la novela te ha parecido atractiva o sugerente, quédate con el resumen del argumento que te he presentado (de cosecha propia como es habitual en este blog). No se te ocurra mirar la contraportada, porque al igual que en esos malos trailers de películas en las que te enseñan lo que ocurre cuando faltan cinco minutos para que termine, te va a contar lo que tiene lugar a treinta páginas del final. Si un blog hace eso, seguro que no volvéis a entrar en él.

«Mi hermano masacró a mi familia cuando yo tenía siete años. Mi madre, mis dos hermanas, todas muertas: bang, bang, crac, crac, chas, chas. Después de eso, ya nada tenía que hacer yo, nada se esperaba de mí» (Página 12)

Esta es la elocuente descripción por boca de la protagonista de lo que ocurrió veinticinco años atrás. Un hecho que evidentemente marcó su vida hasta hacer que ella sea lo que es hoy día. Y es aquí donde comienza la primera sorpresa de esta novela, porque no nos va a presentar a una protagonista con la que el lector empatice desde el primer momento. Ni mucho menos. Ella misma es consciente de cómo es:

«No fui una niña adorable, y con el tiempo me he convertido en una adulta profundamente desagradable. Pinta un cuadro de mi alma y te saldrá un garabato con colmillos». (Página 11)

Como ella misma dice, es una adulta profundamente desagradable, que va a su bola, vaga, egoísta, ladrona (le encanta robar en las tiendas pequeñas cosas), inculta, dejada… Una joya, vamos. Una mujer que va por la vida con el convencimiento de que ésta le debe algo y, al mismo tiempo, con el convencimiento de que es intocable:

«Había asumido que lo peor del mundo puede pasar, porque lo peor del mundo ya había pasado. Pero entonces ¿no existía la menor posibilidad de que yo, Libby Day, sufriera daño alguno porque ya lo había sufrido todo? ¿Estaba a salvo, por definición? Una conclusión estadística brillante, irrefutable». (Página 39)

Sin embargo, pese a que de entrada es difícil empatizar con la protagonista, la autora consigue meter al lector en una atmósfera absorbente de la que ya no podrá escapar, a medida que vaya descubriendo cómo el pasado no es exactamente como la protagonista creía. Porque la memoria, nuestros recuerdos infantiles, pueden ser altamente traicioneros:

«No creo que aquellas historias fueran ciertas, pero, como de muchas otras cosas de mi infancia, no puedo estar segura. ¿De cuántas cosas de la infancia se acuerda uno?» (Página 90)

La narración irá alternando el momento actual, narrado en primera persona por Libby, con aquel fatídico 2 de enero de 1985, para mostrarnos los hechos que realmente ocurrieron desde el punto de vista de Patty (la madre) y Ben el hermano.

Una narración que nos sumerge en un Kansas rural y azotado por la crisis (imposible evitar que a mi memoria viniese Las uvas de la ira de John Steinbeck con los bancos desahuciando a los propietarios de las granjas), con unos vecinos metomentodos y propensos al cotilleo para dar un poco de emoción a sus aburridas vidas.

Un crimen horrible, en un medio rural que también trae a mi memoria un clásico del género como  A sangre fría de Truman Capote, no tanto por el crimen en sí mismo (igual de violento e incomprensible), sino por la descripción del ambiente.

Tampoco es mucho más alegre ni optimista el paisaje urbano que nos describe en la actualidad en el que vive Libby

«Mi barrio, de tan olvidado, ni siquiera tiene nombre. Lo llamo Al Otro Lado del Camino. Es un lugar extraño, de segunda, lleno de callejones y excrementos de perro». (Página 14)

Una novela pues que nos lleva a una América rural muy lejos de esa estampa idílica que en tantas ocasiones se nos intenta contar. Más bien es el otro lado de la moneda.

IMPRESIÓN PERSONAL

En realidad, Lugares oscuros no es lo “nuevo” de Gillian Flynn, sino que la editorial recupera para España la novela que precedió (aunque nada tiene que ver con ella) a Perdida, la novela que lanzó a la fama en nuestro país a la autora.

No es Lugares oscuros una novela de ritmo vertiginoso, ni falta que le hace. Aunque lo cierto es que la tensión y el ritmo va creciendo progresivamente a medida que vamos acercándonos al momento en el que se cometió el crimen sin tener nada claro quién pudo ser el asesino, si Ben es o no inocente, ni en qué follón se está metiendo Libby al acercarse a la verdad de lo que pasó en aquel lejano día.

Impecable la atmósfera que consigue crear la autora. Una atmósfera que por otra parte sería imposible crear si no estuviera poblada por unos personajes tan bien descritos psicológicamente.

Buena ambientación, buenos personajes y una buena trama, constituyen una novela que puede disfrutar todo tipo de lector, pues Lugares oscuros va mucho más allá de una novela negra al uso.

Gracias a Roja & Negra que me ha facilitado un ejemplar de Lugares oscuros para su lectura y reseña.

VALORACIÓN: 9/10

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LA PELÍCULA

En el año 2015 se estrenó Dark Places Lugares oscuros), una producción del Reino Unido dirigida por Gilles Paquet-Brenner y que en su reparto contaba con Charlize Theron en el papel de Libby Day.

La película sigue fielmente los pasos del libro en cuanto a su estructura, si bien se centra básicamente en el presente y los saltos atrás son mucho más cortos, por lo que Libby Day se convierte en protagonista total y su familia tiene un papel mucho más secundario.

Si bien es lógico que se haya hecho así porque de alguna manera hay que acortar la novela (y aún con eso la película dura casi las dos horas), pierde con ello mucho del encanto que podemos encontrar en el libro.

Eso sí, Charlize Theron clava el papel de Libby Day, consiguiendo darnos ese papel de mujer un tanto dejada y enfadada con la vida, hasta el punto de que no la veremos sonreír en toda la película.

Es de esas películas, que aún estando bien hechas, están muy lejos del nivel del libro, pues difícilmente le daría yo más de un 6/10 a la misma.

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