martes, 2 de febrero de 2016

EL HOMBRE QUE MATÓ A MESSI (EMMA RIVEROLA)

El hombre que mató a Messi
Emma Riverola



FICHA TÉCNICA

Título: El hombre que mató a Messi
Autor: Emma Riverola
Editorial: Edhasa, 2015
Encuadernación: Tapa blanda
Páginas: 281
PVP: 15,00 €








EMMA RIVEROLA

De ella nos cuenta la editorial en la solapa interior del libro:

Emma Riverola nació en Barcelona en 1965. Esta es su tercera novela después de Cartas desde la ausencia (2008) y El amuleto de papel (2004)

En la actualidad es columnista en El periódico de Catalunya y la revista Woman. También ha publicado artículos en El País y en el suplemento Yo, dona de El Mundo.






Es usted, ¿verdad?


ARGUMENTO

«Es usted, ¿verdad?»

Así comienza la novela, con una pregunta aparentemente inocua pero de la que Jaro lleva huyendo años, desde que en un salto por un balón dividido, mató a Messi, el ídolo de la afición, buscando un anonimato y un olvido que parece negársele. Ahora parece que ha encontrado por fin un refugio que le protege del mundo exterior.
«Allí, no era el asesino de dios. En aquel rincón incomprensible del mundo, la muerte de Messi no había generado la colosal locura que había provocado en el resto del planeta.» (Página 28)

Gaia lleva años en busca de respuestas y de un olvido imposible, desde que siendo ella muy pequeña, su madre murió en el atentado que ETA perpetró en el Hipercor de Barcelona.

Dos soledades que van a colisionar entre sí.







EL HOMBRE QUE MATÓ A MESSI

Es El hombre que mató a Messi una novela que por su título puede llevarnos a engaño y buscar en ella lo que seguramente no encontremos o rechacemos suponiendo que es otra cosa y entonces nos la perderemos.
Porque lo primero en que nos invita a pensar dicho título, por otra parte muy llamativo, es que nos encontramos ante una novela que gira en torno al mundo del fútbol. Y nada más lejos de la realidad, aunque evidentemente dicho mundo, especialmente en la primera parte tiene que aparecer, más que nada con una serie de reflexiones acerca del mismo. Por ejemplo:
«Cuando la pelota entra en el arco, todos metemos el gol. Nos abrazamos, lloramos… Es un momento mágico. ¡Una catarsis!... ¿Sabes lo que es una catarsis? Es una especie de purificación, de liberación. Ese gol es el grito del vencedor del duelo, del ejército victorioso, del cazador ante la bestia. Todos marcamos.» (Página 41)

No es en absoluto un obstáculo para los que no os gusta dicho deporte, ni tenéis que saber nada acerca del mismo (por otra parte ¿quién no conoce aunque sólo sea de nombre a Messi?)

Tampoco es una novela negra que gire en torno a un asesinato. No hay tal. Es un encontronazo como tantos otros que puede haber en un partido, pero que en este caso acaba con la muerte del gran ídolo de la afición, de Messi. Y ahí comienza la cuesta abajo para un hombre que hasta ese momento era también el ídolo de su afición, un hombre que venía de un pequeño pueblo, ascendiendo de la nada hasta ser un astro. Una vida que ahora ve desaparecer para convertirse en nada. O en algo peor que nada: en alguien odiado por todos:
«Sentía rabia. Y desesperación. No podía vivir sin el fútbol. Del mismo modo que ya no podía vivir sin despertar admiración. Se sentía desnudo sin esas voces que le adulaban a todas horas, que le proclamaban amor incondicional, que le hacían sentir el más fuerte, el mejor.» (Página 22)


¿Qué es entonces El hombre que mató a Messi? Es en primer lugar una historia sobre la culpa. La culpa del que, aunque sea de modo involuntario se ha convertido en verdugo, la culpa por otra parte del superviviente, de esa hija que ha perdido a su madre en un atentado.
Una culpa que lleva a los dos protagonistas a una huida. Es también pues, la historia de dos huidas en las que por motivos diferentes, ambos protagonistas, Jaro y Gaia terminan solos.
Dos soledades que terminan coincidiendo en un remoto paraje de Barcelona. Dos personalidades que nada tienen que ver entre sí, dos visiones de la vida completamente diferentes:
«-Ésa es la diferencia entre tú y yo. Tú te aferras a lo malo y te empeñas en tratar de convertirlo en bueno.
-Tú huyes y lo malo te persigue. No creo que tu plan sea mucho mejor.» (Página 232)

Es también una reflexión sobre la culpa, sobre esa línea a veces más difusa de lo que parece que separa víctimas de verdugos
«Preferiría que no hubiera ocurrido, pero pedir perdón sería admitir una culpa. Y yo no soy culpable de nada. Es más, ¡me siento una víctima! Messi murió en el campo y a mí me mató el mundo.» (Página 163)


Finalmente, es también una historia de amor, un amor entre dos seres opuestos pero que encuentran un punto común: el de un mundo cargado de fantasía como son los cuentos que inventa Gaia, algo que hacía ya desde pequeña con su madre:
«¿Qué, Gaia, qué cuento inventarías ahora para mí? Un gato. Éste es el cuento de un viejo y asqueroso gato callejero que nació sin corazón. Vivía pero era incapaz de amar. En su brillante vida pasó de ser el niño de pueblo triste a convertirse en el príncipe rebelde del reino deslumbrante del fútbol. Pero en un choque, murió por primera vez.» (Página 173)


Solo un apunte más, muy personal por otra parte, para terminar. Jaro y yo tenemos algo en común, que no es la práctica del fútbol, por cierto, sino el amor por una película, la única que lleva con sigo huida tras huida: Johnny Guitar.
Los que hayáis visto esta película, tendréis con ello una buena pista de por dónde va la compleja personalidad de Jaro, que elige una película que no es precisamente un prodigio de acción, con dos protagonistas que en cierto modo son unos perdedores y de la que en los libros de cine ha quedado su famoso diálogo, el que encierra una historia de amor singular:
«-Engáñame. (…) Dime que aún me quieres como yo te quiero
-Aún te quiero tanto como tú a mí.»






IMPRESIÓN PERSONAL

Para nada ha sido El hombre que mató a Messi la historia que yo esperaba. Pero ojalá tuviera yo a lo largo del año sorpresas tan agradables como la que ha supuesto la lectura de esta novela que desde aquí recomiendo a todos. ¡Dejad atrás prejuicios futboleros!
Esta historia es mucho más que eso, porque lo que prima por encima de todo es la sensibilidad de Emma Riverola para narrarnos el sufrimiento de dos personas incapaces de superar sus traumas personales, de aceptar su realidad, de aceptarse como son.

Una sensibilidad que aparece también en esos pequeños cuentos narrados por la protagonista que van salpicando el relato. Un relato que va creciendo en intensidad a medida que pasan sus páginas, conforme sus protagonistas, aunque sólo sea levemente van abriendo sus caparazones y dejando que el otro penetre en su interior.

Sé que esta no es una novela que haya tenido mucha publicidad ni presencia en la red, de ahí mi especial insistencia en que no la dejéis pasar de largo, que historias como ésta, no son frecuentes en la literatura.






Gracias a Editorial Edhasa y a Emma Riverola que me han proporcionado un ejemplar de El hombre que mató a Messi para su lectura y reseña





VALORACIÓN: 9/10



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8 comentarios:

  1. Es una buena lectura que yo hubiese descartado por el título de no sé porque la autora me lo aclaro.

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  2. Está esperando turno y cada ve me apetece más. Besos.

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  3. Pues no era un libro que tuviera apuntado en mi lista a pesar de ver buenas reseñas de él, pero con tanto entusiasmo, al final voy a tener que apuntarlo.
    Besotes!!!

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  4. Una autentica joya que me ha encantado. Totalmente recomendable las dos historias

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  5. No sé si me gustaría, la verdad... y mira que todo son opiniones positivas.

    Besotes

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  6. Pues yo sería de las que, por el título, lo rechazaría. Pero por lo que has contado, me ha llamado mucho la atención, así que me lo apunto.
    Un beso!

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