martes, 12 de enero de 2016

EL GRAN LEO (MARIO REYES)

El gran Leo
Mario Reyes


 
FICHA TÉCNICA

Título: El gran Leo
Autor: Mario Reyes
Editorial: Versatil, 2015
Encuadernación: Tapa blanda
Páginas: 189
PVP: 16,00 €








MARIO REYES

De este autor nos cuenta la editorial en la solapa interior:

Mario Reyes (Puerto de Sagunto, 1971) es periodista freelance y escritor a tiempo parcial. Ha colaborado con los mejores medios de comunicación del país y también con algunos de los peores.
Ganó el Premio de Investigación Periodística Raimon Barnils en 2008 con un reportaje sobre la influencia del nacionalismo en la ciudad de Valencia durante la Segunda Guerra Mundial, y ha publicado varios relatos en diferentes antologías temáticas. Además, se han entrenado un par de obras de teatro suyas: Yo Groucho, y Las cartas de Gloria
Su página web www.marioreyesescritor.com reúne toda la información necesaria, pero también la superflua sobre este escritor.






Aventuras y desventuras de un editor de libros


ARGUMENTO

Lo que van a leer a continuación es una especie de puzzle donde irán apareciendo los elementos que les ayudarán a comprender a uno de los grandes desconocidos de un negocio que agoniza desde hace décadas. Sí, en una época de transformación como la que estamos viviendo, los libros están siendo devorados, pero no por los lectores, sino por los balances contables. (Página 11)

Leo Blum es un editor de éxito, o mejor sería decir de éxitos, que empezó desde cero en una difícil y competitiva profesión, hasta llegar a lo más alto y envidiado de la misma:
Leo empezó desde abajo, prácticamente excavando el subsuelo cultural de la ciudad como si fuera un arqueólogo literario en busca de autores. Su primera palada fue un pequeño anuncio en la prensa local que decía: “Editorial busca autores noveles. Mejor si tienen talento”. (Página 19)

Buena parte de su éxito la debe a su gran hallazgo: Marc Carmona, un autor que es una auténtica mina de oro, pues cada libro que escribe vende aún más que el anterior. El problema es que descubre que Marc solo es capaz de escribir cuando se siente infeliz. La felicidad mata su vena creativa:
Leo contemplo a Marc y se dio cuenta de una cosa muy importante: su autor más famoso, el que le estaba reportando más dividendos, escribía cuando las cosas le iban mal. Y lo hacía de una manera brillante. El dolor se transformaba en fama y dinero.
(…)
Una idea le vino a la mente: no podía permitir que Marc fuera feliz porque no escribiría nada interesante… económicamente hablando. (Página 35)

Todo sea por el bien de su cuenta económica, a Leo no va a quedarle más remedio que impedir a toda costa que Marc sea feliz.






EL GRAN LEO

El gran Leo es una sorprendente novela de humor, que tiene la virtud de introducirnos en el mundo de la literatura a través de su lado más oscuro: el de la edición. Y lo hace a través de un peculiar personaje: Leo Blum, un enamorado de los libros:
Hay gente que no puede vivir sin un teléfono móvil, o sin un coche deportivo… pero la pasión de Leo eran los libros. Aunque parezca que hoy en día los libros no estén de moda, a Leo siempre le encantó leer para poder perderse por los mundos imaginarios que les proponían las páginas de los volúmenes que tenía almacenados. (Página 14)

Aunque una cosa es que a Leo le gusten los libros y otra que no quiera hacer negocio con ellos. De hecho es a lo que decidió dedicarse:
Leo sentía respeto por un libro bien escrito, pero todavía más por el dinero. Bueno, por la posibilidad de hacer dinero. (Página 28)

Ahora bien, todo su éxito con los negocios no va acompañado por una vida sentimental feliz. De hecho Leo es un hombre solitario al que solo le quedan sus libros y su negocio:
Esta clarividencia para los negocios no le funcionó a Leo nunca con las mujeres. Dios le dio un ojo clínico para los negocios, y otro miope para sus relaciones sentimentales. (Página 17)

Por momentos, El gran Leo es una crítica mordaz contra los supuestos éxitos editoriales. Basta con ver lo que nos dice de la trama de las novelas de Marc que tanto éxito de público están alcanzando. (Lo de la crítica es otra cosa, que para ellos también hay un buen palo a través de la figura de un crítico que se cree el no va más en inteligencia y clarividencia literaria):
La trama seguía por los mismos cauces que su anterior obra. Joven inadaptado que se encuentra perdido entre los partidos de fútbol con los amigos, borracheras y amores imposibles. En fin, aventuras de fin de semana que podrían convertirse en un boom literario con dos o tres retoques. (Página 29)

La portada, y eso que recortan la parte superior que es la que viene en el marcapáginas, nos da una idea muy visual de quién es este peculiar editor. Una imagen que no se nos borrará de la cabeza durante toda la novela.
¿Han visto alguna vez una fotografía de Leo Blum? ¿No? Si tuvieran acceso a una de las pocas que se han publicado verían en ella a un elegante caballero recién salido de los años 50 del pasado siglo con pinta de vivir todo el año en la Costa Azul francesa. (…) Pajarita, pañuelo a juego con la pajarita, y zapatos, que si son italianos mejor que mejor. (Página 12)

El gran mérito de El gran Leo, aparte de hacernos reír, es que nos pongamos de parte de un personaje tan peculiar y que deseemos que siga frustrando la felicidad de su escritor. Yo por lo menos sufrí y disfruté con él cuando una tras otra va deshaciéndose de las novias de Marc. Bien es verdad que consigue que ninguna te caiga lo suficientemente bien como para sentir lástima por ella: ni la vegetariana a ultranza, ni la esotérica, ni la niña de papá, que finalmente se vuelve la más resistente y no está claro si conseguirá con ella sus propósitos.


En cuanto al estilo de Mario Reyes, por los párrafos que he puesto, podéis ver que no es dado a las grandes parrafadas, sino que opta por un lenguaje directo y sencillo, sin enrollarse en largas descripciones que, por otra parte, no se hacen necesarias para visualizar a sus personajes ni los sitios por los que transitan (por más que se muevan por una ciudad y un pueblo que en ningún momento se identifica con un lugar concreto)






IMPRESIÓN PERSONAL

Si de lo que se trata es de pasárselo bien con una novela y además de paso reírse con ella, El gran Leo consigue su objetivo. Es cierto que estas novelas normalmente se olvidan en seguida, al poco tiempo de leerlas, pero en el caso de El gran Leo, con esos personajes tan peculiares, con un malvado que está pidiendo a gritos una versión cinematográfica (lo cierto es que es un argumento muy de comedia española y Leo muy bien podría estar interpretado por Antonio Resines) perdurará en mi memoria bastante tiempo.

La lectura es muy rápida, no solo por lo entretenida (peripecias a cual más disparatada), sino por una edición y una letra grande en una novela que por otra parte roza las doscientas páginas.

Una novela muy recomendable para los que quieran pasar un buen rato con una lectura.





VALORACIÓN: 8/10




9 comentarios:

  1. Una crítica con humor de un tema actual... me lo apunto
    Saludos

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  2. Tiene todas las características para gustarme. Ironía y cinismo, vamos, lo mío.
    Un abrazo

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  3. No conocía el libro, pero para nada
    he leído la sinopsis entera y tu reseña porque esq es la primera noticia que tengo
    pinta bastante bien, pero no es para nada mi estilo
    un beesote

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  4. A mi me gustó, me pareció una novela entretenida y amena, ideal para desconectar un poco de tanta fiesta...
    Saludos!

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  5. Me gusta el estilo punzante del autor. Interesante. Un beso

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  6. Creo que con este no me animo de momento =)

    Besotes

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  7. Pues al final no sé si apuntarme al sorteo porque, a pesar de que el argumento y el toque de humor me atraen, no lo encuentro en las citas que pones

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  8. Será mi próxima lectura, me apetece mucho, a ver qué me parece :)
    Un beso!

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