El cordero que conquistó París
Catherine Siguret
FICHA TÉCNICA
Título: El cordero que conquistó París
Autor: Catherine Siguret
Editorial: Suma de Letras, 2016
Encuadernación: Tapa blanda
Páginas: 300
PVP: 17,990 €
Ebook: 8,54 €
CATHERINE SIGURET
Catherine Siguret es periodista y autora
de numerosos libros de ficción y no ficción, entre ellos Les femmes célèbres
sur le diván, J’aimerais vous revoir, Enfin nue!, Mamère, ce fléau, L´amour en
miettes y L´Amour au coin de Vécran.
Colabora habitualmente en prensa
escrita, radio y televisión.
ARGUMENTO
«Todas las noches, decenas de corderos
titilaban en la bóveda negra del techo de mi dormitorio, una obsesión que me
tenía el corazón abierto, como un nenúfar sobre un estanque una mañana de
primavera, los ojos abiertos, la boca abierta; y valoraba cómo la gente se pasa
un poco cuando recomienda contar ovejas para dormir, porque las ovejas también
se mantienen muy despiertas.»
Así comienza la historia de Alice, una
mujer de cuarenta años que vive soltera en un piso situado en una de las zonas
privilegiadas de parís: la Place des Vosgues.
De pensar en corderos desde su infancia,
decide hacer realidad sus sueños y poner un cordero en su vida. O más que en su
vida, en su piso, con lo que la guerra con sus peculiares vecinos queda
declarada de un modo inmediato.
Mi vida con un cordero
EL CORDERO QUE CONQUISTÓ PARÍS
El cordero que conquistó París es una
disparatada comedia, porque no puede definirse de otra manera la vida de esta
singular protagonista cuyos padres la dejaron la vida resuelta y que, aunque
con moderación, se dedica a vivir de sus rentas.
Corderito |
Una mujer que vive desde su infancia
obsesionada con los corderos. Que no es lo mismo que las ovejas (entre otras cosas porque un cordero como el de la imagen es bonito, mientras que la oveja...):
«Empleo voluntariamente la palabra
“cordero” porque es la que mejor encarna la ineficacia lanuda. “Encarna” es una
manera de hablar, pues los corderos me gustan más por lo que tienen de elemento
decorativo que por la carne». (Página 14)
Oveja |
¿Te extraña un cordero como animal de
compañía? Bueno, George Clooney tenía un cerdo vietnamita que paseaba por la
calle. A fin de cuentas, no se trata de que tenga que tener una utilidad
concreta:
«-¿Y para qué sirve un cordero? –me
preguntan en serie los copropietarios de mi edificio con ansiedad y los
malpensados del barrio.
-Para nada –respondo-. ¡Por eso me
gusta!» (Página 13)
Si peculiar es la protagonista con ese cordero al que pone de nombre Tú, no menos
peculiar es la comunidad de propietarios con los que convive, es un decir.
Gente con dinero, porque si no allí no podrían estar, en la que hay de todo,
desde parejas homosexuales a diputados:
«La presencia de Tú era intolerable en
un edificio como Dios manda. Yo habría redactado un comunicado recordando que
entre lapareja de Paul y Wanda; el señor Jouffa, que se tiraba a todo el
barrio; la gorda Lebras, que vivía enfadada con el mundo; la señora Burt y su
hijo de hermafrodita o algo peor; los Simon, que abandonaban a su hijo
adolescente, y la buena de la señora Revon, que solo hablaba de la muerte, ¡más
bien éramos una comunidad de vecinos como Dios no manda!» (Página 209)
Y con ellos entablará una batalla que
termina en los juzgados, o eso nos cuenta la contraportada, porque del juicio
en realidad no trata la novela, sino de las desventuras por encontrar la oveja
y los trastornos que provoca su cría en un piso, por muy lujoso qu sea, de la
capital parisina.
IMPRESIÓN PERSONAL
El problema del humor es que, lo que
a mí me puede hacer mucha gracia, para
ti no tenga ninguna. O viceversa. En este caso he sido yo el que no le ha
encontrado el punto a esta novela que, pese a lo que su portada pudiera sugerir
para algunos, está muy apartado de eso que se ha dado en denominar chick-lit.
Mi problema es que, para empezar, la
protagonista no me ha entrado por el ojito derecho. Ni por el izquierdo. Va de “loca”
por la novela, como si eso la convirtiese en un espíritu libre, disfrutando de
su entrepierna mientras espera y teme que un día se materialice su amor
platónico con el desconocido de la Place des Vosgues, mientras sueña con ovejas
(perdón, corderos) para meter en su cama, unos delirios pseudoeróticos que no
sé muy bien como calificar.
Vamos, que me identifico más con sus
vecinos que con ella, que a base de dinero va arreglando todo lo que su
corderito va liando.
Se supone que toda la parte que tiene
lugar en Córcega debe ser muy divertida (de hecho es un éxito de ventas en
Francia), pero no le encontré mucha gracia a su rollo de las vocales, sus
quesos, sus ma´nias. Probablemente porque es como si a un alemán le pones a ver
Ocho apellidos vascos (o catalanes, que para el caso es lo mismo), un humor
cargado de tópicos locales difícil de captar y hacer gracia al que los
desconoce.
A favor de la novela: se lee rápido.
Gracias a Editorial Suma de Letras que me ha facilitado un ejemplar de El cordero que conquistó París para su lectura y reseña.
Gracias a Editorial Suma de Letras que me ha facilitado un ejemplar de El cordero que conquistó París para su lectura y reseña.
VALORACIÓN: 5/10
Uf, la tengo pendiente y ya es la segunda reseña no muy positiva que leo
ResponderEliminarÉsta no me la llevo. NO soy de leer novelas de humor y sólo lo hago para el Reto Genérico de Láky y ya tengo seleccionado el libro de este año del género :)
ResponderEliminarBs.
A mi esta vez no me llama. Eso de un cordero en un piso...no sé yo pero no me seduce nada.
ResponderEliminarBesos
A mí me llamaba bastante la atención, no sé qué pensar ahora....
ResponderEliminarNo me llama demasiado la atención. Un beso ;)
ResponderEliminarTambién la dejo pasar
ResponderEliminarBesinos.
Ayyy pocas ganas dan de leerla. Besos.
ResponderEliminarVaya, pensaba que estaría mejor. Una menos que apuntarme.
ResponderEliminarUn abrazo
Me gustaría leerlo, pero no sé yo... las reseñas que he leído coincidís todos =)
ResponderEliminarBesotes
Me parecía que tenía buena pinta, pero no termina de convencerme por lo que he ido viendo sobre él.
ResponderEliminarUn beso!