El jardín olvidado
Kate Morton
Título: El jardín olvidado
Autor: Kate Morton
Editorial: Suma de letras
Encuadernación: Tapa blanda
Páginas: 537
Título original: The forgotten garden (2008)
PVP: 21,00 €
Encuadernación: Tapa blanda
Páginas: 537
Título original: The forgotten garden (2008)
PVP: 21,00 €
KATE MORTON
Kate Morton es una autora nacida y residente en Australia, una Australia que aparecía en El jardín olvidado, pero cuya presencia es inexistente en Las horas distantes, hasta el punto de que si no sabes que ha nacido en Australia, en todo momento piensas que está escrita por una autora inglesa. Tampoco es tan extraño, porque tiene un título en literatura inglesa, a la que en cierto modo alguno de sus libros es un homenaje.
Cinco son las novelas publicadas por Kate Morton hasta este momento:
- La Casa de Riverton: Pese a ser su primera novela publicada, ha visto la luz en España gracias al éxito de su segunda novela.
- El jardín olvidado: A nivel mundial fue la confirmación de una gran autora, pero en España fue el libro que la lanzó a la fama y a la lista de éxitos de ventas. Curioso que un segundo libro resulte mucho mejor que el primero.
- Las horas distantes: La confirmación en España de una autora querida por los lectores.
- El cumpleaños secreto: Una novela aún mejor que la anterior.
- El último adiós.Publicada en 2015. La historia de la desaparición de un niño ocurrida hace setenta años y aún sin resolver.
Piérdete en el paraíso del jardín olvidado
ARGUMENTO
Más de cien años de historia acompañando a cuatro generaciones de mujeres. Un misterio del que no sabremos la solución hasta la última página.
«El lugar donde se acurrucó estaba oscuro, pero la pequeña hizo como le ordenaron. La dama le había dicho que aguardara, que aún no estaba a salvo, tenía que estarse quieta como los ratones de una alacena. La niña supo que era un juego, como el escondite. (...) La dama regresaría, eso había dicho, pero la pequeña deseaba que fuera pronto».
Londres, Inglaterra, 1913. Así comienza el misterio en un buque en el puerto de Londres. La niña sabe quién es la dama, se llama la Autora, pero no sabe nada más. Ni lo sabrá, porque la dama no regresa nunca y es así como la pequeña se encuentra en el puerto de Maryborough, Australia, sola con una maleta blanca en cuyo interior hay un volumen de cuentos de hadas y el dibujo de una mujer con un laberinto a sus espaldas. Sola y sin apenas recuerdos tras una enfermedad que pasó en el barco.
Cuando cumple veintiún años, Nell O’Connor recibe un extraño regalo de su padre: la verdad. Ella no es en realidad su hija, sino una niña que en su día adoptaron cuando se quedó sola en el muelle. La reacción de Nell la lleva a aislarse de su familia y prácticamente romper lazos con la misma.
Ya con sesenta y cinco años decide ir en busca de su pasado, para lo cual vuelve a Inglaterra intentando averiguar la verdad de quién es, por qué la abandonaros.
Ya con sesenta y cinco años decide ir en busca de su pasado, para lo cual vuelve a Inglaterra intentando averiguar la verdad de quién es, por qué la abandonaros.
A su muerte en 2005, su nieta Casandra recibe una inesperada herencia: una cabaña en Cornualles junto con una nota «Para Casandra, quien entenderá el por qué». Será la nieta la encargada de cerrar el ciclo, de averiguar los orígenes de su abuela y la historia que hay tras su llegada sola en el barco a Australia.
EL JARDÍN OLVIDADO
Rescato para el blog la reseña que publiqué el 20 de febrero de 2011, hace pues casi cinco años, cuando el fenómeno Kate Morton aún no había estallado en España.
No sé qué es lo que me llamó la atención de este libro cuando lo vi en la Casa del libro de Xanadú (Arroyomolinos). Es lo que tienen los flechazos, que ocurren y no sabes cómo, porque cuando recogí el libro en la biblioteca, por más vueltas que le daba, no recordaba que había visto en él.
La portada desde luego no fue, porque es una foto antigua en tonos grises y verdosos de una niña descalza sujetando una rosa que por el color de la portada se ve de color naranja. Aunque coincidí el otro día con una compañera que llevaba este libro, del que no había oído hablar, por el diseño de la portada.
Por su autora tampoco fue, pues para mí, y me imagino que para la mayoría de vosotros, Kate Morton su autora de origen australiano será una desconocida, pues este es su segundo libro tras La casa de Riverton.
No sé qué es lo que me llamó la atención de este libro cuando lo vi en la Casa del libro de Xanadú (Arroyomolinos). Es lo que tienen los flechazos, que ocurren y no sabes cómo, porque cuando recogí el libro en la biblioteca, por más vueltas que le daba, no recordaba que había visto en él.
La portada desde luego no fue, porque es una foto antigua en tonos grises y verdosos de una niña descalza sujetando una rosa que por el color de la portada se ve de color naranja. Aunque coincidí el otro día con una compañera que llevaba este libro, del que no había oído hablar, por el diseño de la portada.
Por su autora tampoco fue, pues para mí, y me imagino que para la mayoría de vosotros, Kate Morton su autora de origen australiano será una desconocida, pues este es su segundo libro tras La casa de Riverton.
Tal vez fuera la parte final
de la contraportada que dice:
«Heredera de la extraordinaria tradición de la literatura anglosajona. El jardín olvidado pone en manos del lector una obra con reminiscencias de todos los géneros, desde la gran novela victoriana a los cuentos de hadas y los relatos de suspense y misterio. Una novela profundamente conmovedora que nos devuelve el placer por la lectura que nos hicieron sentir los grandes clásicos».
«Heredera de la extraordinaria tradición de la literatura anglosajona. El jardín olvidado pone en manos del lector una obra con reminiscencias de todos los géneros, desde la gran novela victoriana a los cuentos de hadas y los relatos de suspense y misterio. Una novela profundamente conmovedora que nos devuelve el placer por la lectura que nos hicieron sentir los grandes clásicos».
Tenía muchísimo interés en
leer este libro, porque antes de cogerlo yo, se lo había pasado a mi mujer, que
después de meses desesperada porque ningún libro le enganchaba o convencía,
quedó desde el primer momento atrapada por El jardín olvidado, dejando
incluso de seguir Pasapalabra, el único programa que sigue en
televisión.
Como norma general, cualquier
libro capaz de atrapar y convencer a mi mujer, es un libro cinco estrellas.
El jardín olvidado no ha sido la excepción. Es el ejemplo del libro en el que estás
deseando llegar a su desenlace, pero que cuando lo terminas te quedas
con la pena de que se haya terminado, de que no haya más.
Sólo me queda ya el placer de saborearlo mientras ordeno mis recuerdos, mis impresiones y las redacto para compartirlas con vosotros y recomendaros un libro que estoy seguro que disfrutarán los amantes de las buenas historias.
Sólo me queda ya el placer de saborearlo mientras ordeno mis recuerdos, mis impresiones y las redacto para compartirlas con vosotros y recomendaros un libro que estoy seguro que disfrutarán los amantes de las buenas historias.
LOS PERSONAJES
Esta es una novela de
mujeres. Los personajes fundamentales son todos mujeres y los hombres son
sólo el contrapunto a ellas, incluso con personajes como el pintor Nathaniel
Walker que juega un papel importante en la trama, apenas son perfilados. No
se nos muestra su punto de vista en profundidad, solo se nos dan unos atisbos,
sin entrar en el drama que para el tuvo que representar toda la historia, su
amor por una mujer obsesiva y posesiva de su cariño, con una suegra castrante
que poco menos que le obligó a ser un retratista cuando su verdadera vocación
eran los dibujos y obligado a hacer por amor actos que nunca hubiera
sospechado.
Quede ahí mi reivindicación de los personajes masculinos, y me centro en aquello que la autora ha puesto por encima de todo: las mujeres de El jardín olvidado.
Quede ahí mi reivindicación de los personajes masculinos, y me centro en aquello que la autora ha puesto por encima de todo: las mujeres de El jardín olvidado.
* Nell O’Connor
En torno a ella y su misteriosa aparición siendo cría en un puerto de Australia, con una maleta, sin memoria y sin que se sepa en ningún momento quién es. El descubrimiento de que es adoptada supone para ella un auténtico trauma. Una acción dictada por la conciencia del que había sido su padre adoptivo, pero que para ella supuso un drama:
«La familia, el parentesco, el pasado. Esas son las cosas que nos hacen ser quienes somos. Y papá se las arrebató a Nell. No era su intención, pero lo hizo». (Página 38)
En torno a ella y su misteriosa aparición siendo cría en un puerto de Australia, con una maleta, sin memoria y sin que se sepa en ningún momento quién es. El descubrimiento de que es adoptada supone para ella un auténtico trauma. Una acción dictada por la conciencia del que había sido su padre adoptivo, pero que para ella supuso un drama:
«La familia, el parentesco, el pasado. Esas son las cosas que nos hacen ser quienes somos. Y papá se las arrebató a Nell. No era su intención, pero lo hizo». (Página 38)
Un trauma que durante
bastantes páginas yo no terminaba de entender, me parecía una reacción
desmesurada. Pero sin embargo si tiene su lógica, por lo menos desde el
planteamiento que la autora del libro nos hace:
«-Pero ¿quién soy? Había preguntado.
-Tu eres tú, la misma de siempre. Eres Nell, mi Nellie
Sabía cuánto deseaba él que así fuera, pero intuía que ya no era posible. (…) Esa persona que era o pensaba ser, en realidad no existía. No había una Nell O’Connor». (Página 73)
«-Pero ¿quién soy? Había preguntado.
-Tu eres tú, la misma de siempre. Eres Nell, mi Nellie
Sabía cuánto deseaba él que así fuera, pero intuía que ya no era posible. (…) Esa persona que era o pensaba ser, en realidad no existía. No había una Nell O’Connor». (Página 73)
Algunas decisiones como
apartarse del novio que la adoraba, parecen incomprensibles, hasta que ves que
todo se ha convertido en un problema de autoestima:
«¿Cómo podía pretender que la valorara, que siguiera queriéndola, cuando se enterara de que era un ser desechable? ¿Que su verdadera familia la había desechado». (Página 74)
«¿Cómo podía pretender que la valorara, que siguiera queriéndola, cuando se enterara de que era un ser desechable? ¿Que su verdadera familia la había desechado». (Página 74)
De ser la alegría de la
casa, la que contaba cuentos a las pequeñas, Nell se transforma en un ser
introvertido que se aleja de todos. Algo difícil de entender para aquellos que
la quieren o comparten parte de su vida, pero que su nieta Cassandra puede
comprender tras haber vivido una dolorosísima experiencia:
«No se le había ocurrido pensar que tal vez ella hubiera elegido permanecer de ese modo. Que donde el veía reserva y soledad, Cassandra veía autopreservación y el conocimiento de que todo es más seguro cuando se tiene menos que perder». (Página 70)
«No se le había ocurrido pensar que tal vez ella hubiera elegido permanecer de ese modo. Que donde el veía reserva y soledad, Cassandra veía autopreservación y el conocimiento de que todo es más seguro cuando se tiene menos que perder». (Página 70)
Por eso tarde o temprano
tenía que intentar buscar sus orígenes, y lo hace a la muerta de su padre
cuando recibe algunas pistas de dónde podía estar el principio de su historia.
Por eso vuelve a Inglaterra en su busca, no tanto de una historia, como de ella
misma:
«Después de toda una vida siendo una sombra se iba a convertir en alguien de carne y hueso». (Página 77)
«Después de toda una vida siendo una sombra se iba a convertir en alguien de carne y hueso». (Página 77)
* Cassandra
La suya también es una historia de abandono. Tal vez por eso puede entender tan bien a su abuela Nell. Porque su madre la “abandonó” siendo poco más que una niña al cuidado de su abuela. Y ya de adulta, su marido y su hijo pequeño la “abandonaron” en un accidente de tráfico volviéndola a dejar a solas con su abuela.
Ella es la encargada de rematar la investigación que años atrás comenzó su abuela, volviendo a Cornualles, a la cabaña que su abuela compró allí y que la dejó en herencia. Pero a pesar de su papel tan importante en la novela y de ser un personaje bien trazado y configurado, no he podido menos que tener la impresión de que es un mero instrumento en la narración para poder llevar adelante la resolución del misterio.
* Eliza Makepeace
Ella es sin duda el personaje que más me ha gustado de la historia, en torno a cuya desaparición gira todo el misterio de la novela. Un personaje fascinante, como pocos se pueden encontrar en la literatura actual. Ella es la Autora, la dama de la que se nos habla al comenzar la novela.
Dentro de su fascinante personalidad, hay un dato que destaca por encima de todos: su capacidad de inventar y contar historias, cuentos para niños. Nos abre a nosotros lectores un mundo de fantasía y de realidad, el de la importancia que tienen los libros y los relatos, algo que debe comenzar desde la más tierna infancia:
«Desde que de niña descubriera el libro de cuentos de hadas en el negocio de segunda mano de la señora Swindell, desde que había desaparecido dentro de sus borrosas hojas, comprendí el poder de las historias. Su mágica habilidad para sanar las heridas internas de la gente». (Página 328)
Tres de sus cuentos están
intercalados en la novela y son realmente deliciosos.
* Familia Mountrachet
Para no alargar este apartado con nombres, he agrupado en un solo personaje a esta familia, una familia muy rica que da origen a toda la saga. Nada mejor para definir a esta familia que lo que dice una criada que trabajó en su casa:
«Los que ahí vivían eran como muertos. Todos tristes por una u otra razón. Todos queriendo cosas que no debían o no podían tener». (Página 489)
Una familia muy rica en la
que lo más importante es la fama y las buenas apariencias. Por eso no podían
tolerar que una de sus hijas, Georgina, escapara de casa con un marinero.
Cuando muere víctima de la tuberculosis, su hermano Linus que tiene gente tras
su pista, consigue traer de vuelta a su hija Eliza, vivo retrato de su madre.
Un Linus que vive amargado por el recuerdo de esa hermana y casado con Adelina,
una mujer a la que no quiere. Adelina no procedía de buena familia, por lo que
para ella la boda supuso un ascenso social que tenía que mantener a toda costa
siendo más estricta en las normas de etiqueta social que las propias mujeres de
la casa alta.
Ambos tienen una hija Rose, con un delicadísimo estado de salud que no hace prever que llegue a la edad adulta. Pero la llegada de Eliza a la casa supone un vuelco en esta situación, pues la amistad entre las primas hace que entre una brisa fresca en la casa que haga revivir a Rose convirtiéndose en una joven muy bella y sin esos problemas de salud que arrastraba.
Ambos tienen una hija Rose, con un delicadísimo estado de salud que no hace prever que llegue a la edad adulta. Pero la llegada de Eliza a la casa supone un vuelco en esta situación, pues la amistad entre las primas hace que entre una brisa fresca en la casa que haga revivir a Rose convirtiéndose en una joven muy bella y sin esos problemas de salud que arrastraba.
IMPRESIÓN PERSONAL
El jardín olvidado es
una novela escrita por una mujer, sobre vidas de mujeres. Pero no es
ni mucho menos un libro para mujeres, pues cualquier lector sensible puede
disfrutarlo, por más que se eche de menos como decía antes un desarrollo algo
mayor de alguno de los personajes masculinos, no solo del marido de Rose
mencionado antes, sino de Linus, un personaje un tanto sombrío por su
enfermedad que podía haber dado también más juego.
A diferencia de otras
novelas como Dime quién soy o La caída de los gigantes (aunque
esta esté dividida en tres partes) que nos cuentan una historia de cien años,
en ningún momento los sucesos históricos que tienen lugar en esos algo más de
cien años tienen su presencia en el libro. Ni la primera guerra mundial, ni la
segunda, ni la guerra del Vietnam, ni la caída del muro de Berlín, ni la guerra
en Irak tienen el más mínimo reflejo en este libro.
No se trata pues de una saga que sirva como excusa para mostrarnos la historia de un siglo, sino la vida de unos personajes, en una sociedad que ha evolucionado a lo largo del tiempo y no es tan rígida en sus costumbres y etiquetas sociales.
No se trata pues de una saga que sirva como excusa para mostrarnos la historia de un siglo, sino la vida de unos personajes, en una sociedad que ha evolucionado a lo largo del tiempo y no es tan rígida en sus costumbres y etiquetas sociales.
Es un relato de un estilo
decimonónico, con esa manera de escribir novelas que tenían en el siglo XIX
y que ahora en el siglo XXI, siguen siendo una delicia de leer. Esa es
seguramente la clave de por qué le gustó tanto a mi mujer y por qué he compartido
yo también el placer de esta lectura.
La novela es un auténtico puzle con constantes saltos adelante y atrás pues la historia la vamos descubriendo a través de los sucesos que narran la vida de Eliza, lo que Nell va descubriendo y lo que su nieta Cassandra termina por completar. Historias que todas por separado van encajando hasta completar este relato. Una estructura en principio de apariencia compleja, pero en la que como lector enseguida terminé envuelto pues a pesar de esos saltos, la historia primitiva va permanentemente avanzando.
La novela es un auténtico puzle con constantes saltos adelante y atrás pues la historia la vamos descubriendo a través de los sucesos que narran la vida de Eliza, lo que Nell va descubriendo y lo que su nieta Cassandra termina por completar. Historias que todas por separado van encajando hasta completar este relato. Una estructura en principio de apariencia compleja, pero en la que como lector enseguida terminé envuelto pues a pesar de esos saltos, la historia primitiva va permanentemente avanzando.
No vamos a encontrar
grandes historias de amor en el libro. Muy poco senos cuenta del
matrimonio de Nell, ni del de Cassandra con sus respectivas historias de amor.
Y sin embargo este es un libro sobre el amor, sobre las cosas que por amor se
pueden hacer, como partir de casa dejándolo todo por amor a un hombre, el amor
a unos hijos, el amor entre hermanos, o el gran amor que siente Eliza por su
prima Rose por la que es capaz de hacer cualquier cosa.
Y es también el amor que terminan sintiendo entre sí la abuela y su nieta, tan grande como para renunciar la abuela en su vejez a lo que podía haber sido una vida diferente, o el amor de una nieta que emprende un viaje, a semejanza de lo que nos cuenta uno de los cuentos, el de una niña que parte a buscar los ojos de una anciana, que aunque no llega a tiempo de devolvérselos, esa anciana siente el amor, ve nuevamente la vida, por el gesto de esa búsqueda.
Y es también el amor que terminan sintiendo entre sí la abuela y su nieta, tan grande como para renunciar la abuela en su vejez a lo que podía haber sido una vida diferente, o el amor de una nieta que emprende un viaje, a semejanza de lo que nos cuenta uno de los cuentos, el de una niña que parte a buscar los ojos de una anciana, que aunque no llega a tiempo de devolvérselos, esa anciana siente el amor, ve nuevamente la vida, por el gesto de esa búsqueda.
Acabo de mencionar un cuento
y es que en el libro vamos a encontrar intercalada en la narración tres
cuentos. Unos cuentos que me han dejado gratamente impresionado. Porque
otra de las cosas que tiene El jardín olvidado es un gran amor por la
literatura, quizás otro de los motivos por el que este libro gustará a los
amantes de la lectura.
Nos habla de la literatura, especialmente en su vertiente de escritura para niños. De un modo muy claro, los cuentos que se nos narran, son un reflejo de lo que su autora está viviendo, una manera de traspasar al papel transformado en unos cuentos de hadas, sus vivencias, sus miedos, sus amores.
Porque hasta ese jardín olvidado que da título al libro, ese jardín diseñado al final de un laberinto por Eliza no deja de ser otro cuento creado por Eliza. Sólo que este es vegetal, aunque los que por él pasan, se sienten trasportados a un lugar ajeno a este mundo, a un paraíso. No puede evitar el querer volver a él. Salvo que el amor sea más importante que ese paraíso olvidado y perdido.
Nos habla de la literatura, especialmente en su vertiente de escritura para niños. De un modo muy claro, los cuentos que se nos narran, son un reflejo de lo que su autora está viviendo, una manera de traspasar al papel transformado en unos cuentos de hadas, sus vivencias, sus miedos, sus amores.
Porque hasta ese jardín olvidado que da título al libro, ese jardín diseñado al final de un laberinto por Eliza no deja de ser otro cuento creado por Eliza. Sólo que este es vegetal, aunque los que por él pasan, se sienten trasportados a un lugar ajeno a este mundo, a un paraíso. No puede evitar el querer volver a él. Salvo que el amor sea más importante que ese paraíso olvidado y perdido.
Por eso vaya desde aquí mi
recomendación final con la que doy título a este comentario: No te lo pienses y
piérdete en el paraíso del jardín olvidado.
Lectura facilitada por la
Biblioteca Municipal de Móstoles.
a mí me gano la autora, ese personaje es increible y sus cuento, ufff
ResponderEliminarHola!!!
ResponderEliminarGracias por la reseña, súper completa ^^ Le tengo muchas ganas a esta autora, pero las veces que he ido a la biblio estaba prestado. Estoy detrás también de El último adiós que también tiene muy buena pinta.
Besicos :D
Es mi libro estrella, una maravilla muy complicada de superar por cualquier otra lectura.
ResponderEliminarBesos
Pues con tan buena crítica voy a tener que leerlo!!
ResponderEliminarMe gustó mucho este libro. Sobre todo por su cuidadísima ambientación y por la maravillosa prosa de su autora.
ResponderEliminarBesotes!!!
A mi también me gustó mucho esta novela de hecho tengo dos libros más de la autora esperando en la estantería. Un beso
ResponderEliminarEs un libro que tanto por la sinopsis com por tu reseña pinta bien
ResponderEliminarasí que bueno, lo apuntaré :)
un beesito
Es una autora que tengo pendiente y es justo este libro que lleva mucho tiempo esperándome con el que tengo pensado descubrirla. Genial reseña. Besos
ResponderEliminarBuf, lo tengo pendiente en casa desde que salió... qué desastre U.U
ResponderEliminarBesotes
Lo tengo esperando en casa, y me apetece mucho leerlo.
ResponderEliminarEl último adiós me ha gustado mucho, aunque el final no ha terminado de convencerme. A ver si éste sí me gusta.
Un beso.