Una novela de barrio
(Francisco González Ledesma)
FICHA TÉCNICA
Título: Una novela de barrio
Autor: Francisco González Ledesma
Editorial: RBA,
2014
Encuadernación:
Tapa dura
Páginas 304
PVP: 19,00 €
Editorial: RBA, 2018
Encuadernación: Tapa blanda bolsillo
Páginas 288
PVP: 9,95 €
FRANCISCO CONZÁLEZ LEDESMA
Francisco González Ledesma nació en un barrio barcelonés en 1.927, algo que tiene importancia en la serie del inspector Menéndez, donde nos presenta el lado más negro de Barcelona.
Más
importancia tiene el haber nacido en una familia republicana que fue
represaliada al acabar la guerra. Una educación que debió marcar el
carácter de González Ledesma y que seguramente le tenía por esos
antecedentes en el punto de mira de los censores.
Sea
o no así, la realidad es que en 1948 ganó el Premio Internacional
José Janés, pero su novela Sombras
Viejas no llegó a publicarse al ser tachado su autor
de pornógrafo y rojo.
Mucho
se ha escrito y unas cuantas películas se han hecho sobre la "caza
de brujas" de McCarthy en Estados Unidos en busca de actores,
directores o escritores filocomunistas que pasaron a engrosar unas
listas negras que les incapacitaban para trabajar, por lo menos con
su auténtico nombre.
Poco
se ha dicho en cambio de la situación española, con una censura tan
férrea y absurda, que convirtió el panorama literario español en
un desierto en el que nadie se atrevía a escribir para tener luego
que mutilar su propia obra.
A
pesar de ello, o tal vez gracias a ello, floreció una literatura
diferente que triunfó entre el público español, falto de recursos
y entretenimientos (la televisión es algo casi de nuestros días).
Es
el tiempo de las novelas rosas, con Corín Tellado al frente (la
autora española con más libros vendidos) y las novelas del Oeste,
cuyo autor principal fue Marcial Lafuente Estefanía.
Y
ese es el camino que utiliza Francisco González Ledesma para
escribir y publicar, pasarse a los novelas del Oeste bajo el
seudónimo de Silver Kane. Novelas del Oeste que luego
alternará con otros géneros como el terror, novelas policíacas e
incluso de ciencia ficción.
Todo
cambia para Francisco González Ledesma cuando en
1.984 gana el Premio Planeta por Crónica sentimental en
rojo, comienzo de la serie del inspector Menéndez.
Ha
muerto el 2 de Marzo de 2015.
Un muerto en el barrio
ARGUMENTO
UNA
NOVELA DE BARRIO
Este es el argumento facilitado por la editorial:
Venganza. Éste es el motor
narrativo de esta apasionante novela situada en una Barcelona sin alma. Todo
empieza en la década de los 70 cuando dos ladrones, Omedes y Erasmus, deciden
atracar un banco. Un robo que se acaba convirtiendo en una peligrosa huida que
acaba con la muerte inesperada de un rehén: un niño.
Décadas después, Omedes es
la víctima de una meditada venganza. Todo parece indicar que David Miralles, el
padre del niño muerto, es la mano ejecutora. A partir de entonces, Erasmus
entrará en una espiral de violencia para proteger su vida e intentar acabar con
su vengador antes de que él lo encuentre.
Un caso de consecuencias
inesperadas que obligará al comisario Ricardo Méndez, un policía medio jubilado
y de métodos muy singulares, a intervenir de manera decisiva.
Francisco
González Ledesma con Una novela de
barrio obtuvo el Premio Internacional de Novela Negra
RBA 2014. Ya se que el que una novela obtenga un premio no significa nada,
porque en muchos casos no deja de ser un sistema de autopromoción de
las propias editoriales, pero en este caso, puedo decir que esta es
una muy buena novela.
Por
encima de todo un protagonista que además es el que da el título a
la novela: El
barrio.
Pero ¿qué es un barrio?
Según la definición de la Real Academia Española es "cada una de las partes en que se dividen los pueblos grandes o sus distritos" Se trata pues de algo claramente urbano. Pero no es solo una cuestión física, sino que el barrio son las personas que viven en él, que son las que le dan un modo de ser y unas relaciones determinadas.
Según la definición de la Real Academia Española es "cada una de las partes en que se dividen los pueblos grandes o sus distritos" Se trata pues de algo claramente urbano. Pero no es solo una cuestión física, sino que el barrio son las personas que viven en él, que son las que le dan un modo de ser y unas relaciones determinadas.
Y
aquí es donde hay que decir que si en su día se cantaba que "el
video mató a la estrella de la radio", las grandes superficies
comerciales han matado los barrios.
Porque un barrio son sus personas, sus tiendas en las que las personas se conocen y se relacionan
Barcelona no es barrio, sino un extrarradio inmenso donde vive gente que, al parecer, no vive en ninguna parte. (Página 102)
Porque un barrio son sus personas, sus tiendas en las que las personas se conocen y se relacionan
Barcelona no es barrio, sino un extrarradio inmenso donde vive gente que, al parecer, no vive en ninguna parte. (Página 102)
Los
barrios cambian y entierran su memoria. Ahora solo quedan cuatro
viejos que lo han visto todo y solo aspiran a morir en su calle y
cuatro nenas que no han visto nada y solo aspiran a huir de su calle.
(Página 116)
En
eso coincide con otra novela negra de David
Torres (Niños de tiza),
que nos habla de un barrio madrileño en el que solo quedaban viejos
y niños, porque la juventud quedó arrasada por la droga. Pero del
que no quedaba ya nada, ni su escuela ni sus tiendas.
Porque
en las tiendas era donde coincidían los vecinos, donde
intercambiaban las últimas novedades, los chismes más recientes. Y
el tendero, que a todos conoce por su nombre, sirve de altavoz y
correa de transmisión de todas las noticias del barrio.
Pero
con las grandes superficies comerciales, las tiendas como si de un
dominó se tratase, han ido cayendo y cerrando una detrás de otra.
Y
si no son las grandes superficies, son las tiendas de los chinos, que
a golpe de billete contante y sonante han comprado las tiendas de los
cuatro valientes que aún resistían. Ya
me contaréis que conversación te dan los chinos, a los que además
solo entras en caso de olvido y extrema urgencia, aunque también hay
gente enganchada a sus cachivaches de un euro o más.
Por no quedar, tampoco quedan esos cines de barrio donde íbamos toda la pandilla a pasar calientes las tardes de domingo en invierno.
Como buena novela negra, comienza con un muerto y un sospechoso de haberlo matado: David Miralles, un hombre que al poco de separarse de su mujer y quedarse al cargo de su hijo de tres años, lo perdió al morir de un disparo durante el atraco a un banco.
Como
buena novela negra, hay una venganza, pues uno de los dos atracadores
responsables de dicha muerte, es el muerto en cuestión.
Como
buena novela negra, hay un inspector: El inspector Méndez. Todo un
tipo este inspector, cercano ya al retiro, bien por la edad, porque
una bala lo deje definitivamente fuera de combate, o bien porque
alguno de los expedientes que tiene abierto le expulse de la
policía.
Alguno ha definido este personaje como un Harry el Sucio, con un pistolón que si no acierta al que dispara, no deja en pié la pared que esté detrás.
Alguno ha definido este personaje como un Harry el Sucio, con un pistolón que si no acierta al que dispara, no deja en pié la pared que esté detrás.
Es
posible que tenga razón, pero es un Harry el Sucio muy a la
española, con una fijación por los bares. "Yo
siempre hablo en los bares, y los bares me hablan a mi, de modo que
descubro cosas (Página 26).
Bares
en los que también come y sobre los que ironiza: Estoy
inmunizado por todas las cocinas populares de Barcelona, que tanto
han hecho por la concordia matrimonial. El marido come mal en un
barrio
y
la mujer come mal en otro y así
no se pelean" (Página 200)
Este
inspector Méndez es un policía de barrio, pero no como esos
policías de barrio que los ayuntamientos pasean por parejas por
nuestras ciudades.
Méndez
había aprendido el oficio en las esquinas, no en las academias. En
las esquinas de los viejos tiempos o aprendías o te mataban. No era
más que un hijo de los barrios bajos.(Página
126)
Un
policía que trabaja para la ley, pero con pensamientos muy
peculiares sobre la misma, como se refleja en este diálogo:
-Usted o cree en la ley, Méndez.
-Usted o cree en la ley, Méndez.
-Creo
en las víctimas, pero da la casualidad de que la ley no habla de
ellas. (Página 223)
Como buena novela negra no puede faltar un abogado, aunque en este caso se trate de Escolano, un abogado con muchos escrúpulos y pocos clientes.
A
un abogado lo ensucian sus clientes estás sucio a los cinco minutos
de escucharlo. El ya llevaba veinte.
(Página 165)
Como buena novela negra hay una chica, aunque en este caso se trate de dos. Eva, la ayudante de Miralles y Mabel, una antigua prostituta enamorada de él.
Y por encima de todo ello un lenguaje y un tratamiento de la sociedad muy irónico, con una lengua auténticamente viperina que no deja pie con cabeza, cínico como el propio inspector Méndez. Repasa así toda la actualidad, de la que no se salvan los políticos:
Ellos
están seguros de la verdad (…) Hay algunos que incluso están
seguros de saber lo que es la libertad y lo que es la justicia. A la
fuerza han de saberlo, porque esas palabras llenan sus discursos,
Pero, ya ve, esos me dan menos miedo que los otros.,. Los otros son
los que están seguros de saber lo que es la patria.
(Página 137)
Un
repaso a nuestras vidas y nuestra televisión:
Jamás
ha habido tantos programas de recetas culinarias en la tele, y sin
embargo, todo el mundo come fuera de casa, traga lo que le dan y
nadie cocina. (Página 146)
Pensamientos
cínicos pero en cierto modo cargados de verdad:
A
los enfermos hay que mentirles, hay que mentir también a los
enamorados, a los votantes, a todos los electores, a los que empiezan
a moverse en la vida, a los que han dejado de moverse en ella. La
mentira es el mayor invento social, porque de ella nace el consuelo y
la esperanza. (Página 253)
IMPRESIÓN
PERSONAL
Si
te gusta la novela negra, no puedes perderte esta, pues el personaje
principal, el inspector Méndez es todo un tipo. La descripción del
ambiente, de ese barrio que está desapareciendo, de una sociedad
cambiante, de una realidad que palpamos todos los días, con sus
mentiras y sus injusticias, está muy bien conseguida.
No
hace falta conocer Barcelona, donde se desarrolla la acción, para
sentirte inmerso en esta muy buena novela que os recomiendo.
Lectura facilitada por la Biblioteca Municipal de Móstoles.
La verdad es que últimamente me está gustando bastante la novela negra así que lo tendré en cuenta.
ResponderEliminarLos chinos no dan mucha conversación en las tiendas la verdad, jaja.
Besos!
Tengo pendiente volver a encontrarme con este autor porque me estrené con él con la primera novela de Méndez y no me gustó nada porque el inspector ni siquiera era el protagonista. En la colección que va a sacra estos próximos días El País he visto que vienen algunos libros de él así que lo retomaré, sin duda.
ResponderEliminarBs.
No he leído nada de este autor y aunque en principio no me llama demasiado, la puntuación que le has dado me hace replanteármela.
ResponderEliminarBesos.
Este título sale publicado el domingo 19 de julio, por 1'95 más el periódico. Yo ya le he echado el ojo a la promoción y la he reservado. Espero que haya libros suficientes para todos.
ResponderEliminarGonzález Ledesma es un buen ejemplo de novela negra, y me apetece mucho acercarme a este título.
¡Gracias por la reseña!
Besos.
Pues me lo llevo! Un besazo!
ResponderEliminarQué buena pinta.
ResponderEliminarAunque ahora tengo otras novelas negras que quiero leer antes, me la apunto para más adelante.
Un beso!
Me he hecho con él hace poquito en la cole del País =)
ResponderEliminarBesotes