Confesiones de una heredera con demasiado tiempo libre
(Belén Barroso)
Título:
Confesiones de una heredera con demasiado tiempo
libre
Autor:
Belén Barroso
Editorial:
Espasa, 2015
Encuadernación:
Tapa blanda con solapas
Páginas:
316
PVP:
19,90 €
BELÉN
BARROSO
Tomado
de la solapa interior del libro:
Belén
Barroso (Madrid, 1970), después de muy variados colegios,
trabajos, casas y muchas lecturas tuvo una iluminación: debía
dedicarse a escribir humor. No: nadie advierte de que la lectura
encierra tamaños peligros.
Un
día le dijeron: “¿Por qué no escribes un blog”. Y lo escribió.
Otro
día: “¿Y por qué no escribes un libro?”. Y lo escribió.
Y
ahora que ha escrito el libro, le han dicho: “Por qué no te
conviertes en una autora superventas?”. Ahí lo dejo.
CARTA
A TU
Querida
amiga.
¿Me
permites que te llame querida amiga, no? Es que lo de Lady
Hawthornetone-Williamsmith
(que
como bien dices también eres rica en sílabas del apellido),
me resulta demasiado distante y lo de querida TÚ un poco raro.
Claro, que es lo que debería hacer, porque en todas tus cartas
firmas como YO. Aunque sé tu nombre, que para algo ayer terminé de
leer tu “epistolario”, que según mi amigo Arturo (el Señor
Pérez-Reverte para los que no son íntimos como yo) que es muy listo
y trabaja en un sitio muy raro (la RAE) que se dedica a la limpieza
(o al menos eso pone en su propaganda, que limpia, fija y da
esplendor) es una colección de cartas recibidas por una persona.
Tras
leerlo, he llegado a la conclusión de que tu mayordomo y los
carteros de Inglaterra son un poco flojos. ¡Protestar por el peso de
una sola carta! Si yo las he tenido todas juntas entre mis manos y el
peso no es para tanto. Vamos, no pesa nada, sobre todo si lo
comparamos con esos tochos de tu compatriota Ken Follet (que lo suyo
si que son folletines y no lo tuyo)
Languidecía
yo (que según tú es estar aburrido hasta el límite), cual solo
pueden languidecer los ricos, en mi residencia de verano, cuando
tuviste a bien hacerme llegar un ejemplar de tu epistolario. Gracias,
gracias, gracias. Nunca podré agradecerte lo suficiente los buenos
ratos que me has hecho pasar mientras leía tus aventuras y
desventuras.
Ya
me gustaría ser como tú: un rico heredero. O por lo menos tener
demasiado tiempo libre (¿es posible tener demasiado?) Pero el poco
que tengo y el que me saco de la manga (algo difícil en verano, que
con estos calores ya somos cuatro o menos los que nos atrevemos a
vestir como Dios manda con chaqueta y corbata y las mangas brillan
por su ausencia) para tomar nota de sus interesantísimas cartas.
¿Como enterarme si no de que la decencia impone un mínimo de cinco
enaguas? ¿Cómo si no saber comportarme de forma debida en un baile?
Porque
he descubierto con horror mi inmoralidad, no por bailar un vals, algo
lejos de mis conocimientos, sino por atreverme a poner la mano en la
cintura a mi mujer mientras bailamos alguna pieza. ¿Y cómo bailar
sin tener un carnet de baile? (que no es precisamente el carnet de la
academia de baile) ¿Y cómo no sentirme desgraciado si ¡colmo del
incumplimiento de las normas sociales! Solo bailo con mi mujer?
También
he descubierto un noble juego de cartas como el wist. No ese juego de
mentirosos y tramposos que practico en mis reuniones sociales, con un
nombre que parece el mugido de una vaca y en el que te permites
guiñar el ojo a tu pareja, sacarle la lengua y otros extraños
gestos.
Seguiré
atento a tus cartas, a ver si consigo aprender algo, que no sé si
serán los calores o qué, pero me quedan menos luces que al rico
heredero que intentas conquistar y seducir.
Aunque
no debería sugerírtelo, sigo a la espera de que me invites a una de
tus fastuosas meriendas, esas en las que pese a su improvisación
consigues preparar bandejas y bandejas de los más ricos sandwiches y
pastelillos de crema.
Espero
que hayas disfrutado de esta humilde (que no pobre) reseña.
Atentamente:
El
Archiduque de Owlbetweenbooks
(El
búho entre libros para los amigos)
CARTA
A LOS LECTORES
Estimados
lectores, conocidos o por conocer.
Me
he permitido en esta ocasión salirme de los cánones “normales”
de una reseña para hablaros de esta original novela de Belén
Barroso que nos cuenta las desventuras de una pobre (es un
decir, porque millones tiene su familia para aburrir y no puedo
sustituir la palabra pobre por humilde, porque mi amiga puede ser
muchas cosas pero la humildad no es uno de sus defectos) muchacha que
a sus diecinueve años aún no ha conseguido casarse ni comprometerse,
por lo que su situación es muy delicada, pues a punto está de
pasarse para ella el arroz, de convertirse oficialmente en una solterona sin posibilidad de morir en un parto múltiple antes de cumplir los veinticinco años como sueñan todas las jovencitas.
Por
eso escribirá contando sus cuitas a su amiga Edwina, que son esas
cartas de las que hablaba en el apartado anterior, y todo aquello que
hará para conseguir encontrar ese marido, mientras nos explica su
lánguida y aburridísima vida.
Lo
cierto es que, aunque su vida sea muy aburrida, la cuenta con tal
gracia que no he podido menos que estar casi toda la novela riéndome
de sus patochadas, de su visión de la vida. Sobre todo porque nos
las presenta del modo más serio.
Una
novela que nos retrotrae a esas novelas de finales del siglo XVIII y
principios del XIX, concretamente a la literatura de Jane Austen,
omnipresente en esta novela, con citas constantes a sus libros, al
ambiente de los mismos, con esas nobles familias que vivían en el
campo viviendo de sus rentas, sin más preocupaciones que casar bien
a sus hijos, de participar en la vida social, en los bailes de
sociedad. Con una nobleza rica y los criados que a ellos servían de
por vida.
Una
visión irónica de aquellos tiempos que sin duda disfrutarán todos
aquellos que hayan gozado con la literatura de Jane Austen. ¿Vas
a perdértelo?
ALGUNAS
PERLAS DEL EPISTOLARIO
Me
pregunté si habría salido a pasear para matar el tiempo mientras
sus arrendados se matan a trabajar para que el siga viviendo en el
ocio más insultante. (Página
23)
Me
alegra ver que milady disfruta de la mayor alegría que encuentra un
rico al ayudar a un pobre: el saber que por mucho que le ayude
siempre seguirá siendo más rico que él. (Página
56)
Ella
puso gesto pensativo, lo que me hizo temer por su salud porque es
bien sabido que no es buena idea emprender con demasiado ímpetu un
ejercicio si no estamos acostumbrados a ello. (Página
86)
La
duquesa viuda sonrió y le lanzó una mirada de impaciencia a su
hijo, que este no captó, pues todo este tiempo había estado parado
mirando al infinito con esa placidez que solo tienen los que poseen
muchas rentas o pocas luces. Y en su caso, ambas cosas a la vez.
(Página 125)
Es un libro en el que no me había fijado en un principio pero que entre todos me estáis convenciendo. Le buscaré hueco. Un besazo!
ResponderEliminarjajajaja, Pedro desde luego te has salido con la reseña! Estupenda y muy en consonancia con el libro. Yo también me he divertido muchísimo con Yo y Edwina.
ResponderEliminarBesos.
Jajajaja, una reseña muy divertida.
ResponderEliminarYo también he disfrutado mucho con esta heredera tan suya.
Un beso!
Muy divertida tu reseña.Me lo pasé en grande leyendo este libro.Belén maneja la ironía de manera magistral.
ResponderEliminarUn beso
Jajajaja!! Pedro, que cartas tan geniales, te han quedado estupendas. Me encanta la que le escribes a la prota y esa firma tan genial de El Archiduque de Owlbetweenbooks, ¡jajajajaja!
ResponderEliminarMe alegro de que hayas pasado un buen rato con las desventuras de esta niña de la Regencia con mucho tiempo libre y pocas luces. Un beso.
Mi muy estimado archiduque,
ResponderEliminarSu amable misiva ha causado un gran regocijo en Pasley Manors, tanto que hasta Branson se ha permitido una leve sonrisa y por una vez, ha dejado a mi padre probar el whisky del bueno, que usualmente guarda para sí.
Gracias en mi nombre y en el de mi amiga Edwina
Reciba mis más cordiales y afectísimos saludos
Yo
Genial tu reseña saliéndose de los cánones "normales". No entraba dentro de mis previsiones lectoras esta lectura, pero cada vez va ganando más posibilidades. Besos.
ResponderEliminarGuau!! Pedazo de reseña que te has sacado de la manga!!
ResponderEliminarLo tengo apuntado, me apetece mucho leerlo, besotes
ResponderEliminarDesconocía este título nobiliario de su excelencia ¿se dice así? No estoy muy puesto en tratos con la nobleza, pese a haberme familiarizado con la familia de lord, lord,..., en fin, ya no me acuerdo del apellido porque era muy largo y muy britihs. La gentil dama me hizo pasar un momento agradable con sus cotilleos epistolares. Saludos.
ResponderEliminarMe lo he pasado pipa. Vaya reseña original. Qué arte tienes archiduque jaja. Besos
ResponderEliminarTiene buena pinta, la verdad. Esa mezcla de humor y de ambiente decimonónico promete una lectura fresca e ingeniosa. Y veo que lo cumple.
ResponderEliminarUn abrazote.
Le tengo muchas ganas =)
ResponderEliminarBesotes
Me ha gustado mucho tu reseña, al igual que la novela. Lo mejor es lo del título, que estamos tratando con la nobleza.
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